Uraraka: ¡¿Tu esposa?!.

Midoriya: Así es, aunque yo no me quejo por eso, eres realmente hermosa. - habló con sinceridad haciendo sonrojar a la castaña.

Uraraka: ¿Pe-pero lo harás legal?.

Midoriya: Si, tengo contactos que me ayudarán con eso, mañana nos casaremos. - acarició su cabello y llegó hasta su mejilla - Realmente soy afortunado, me gustan mucho tus ojos al igual que tu cabello y tus mejillas sonrojadas.

Uraraka: Gra-gracias, t-tu tampoco te ves mal. - tartamudeó apartando la vista.

Midoriya: ¿Eso crees? Si es así entonces dime ¿qué es lo que te gusta de mi?.

Uraraka: Me.... me gustan t-tus ojos. - susurró sin verlo.

Midoriya: ¿Te parezco atractivo?. - preguntó con una sonrisa ladina.

Uraraka: .... Si. - susurró inaudiblemente.

Midoriya: No te escuché.

Uraraka: ¡Si!. - exclamó antes de taparse la boca.

Midoriya: Me alegra que pienses eso. - se apartó de ella y abrió la puerta de la oficina - Hablaremos de lo demás mañana temprano, por ahora vayamos a cenar.

Uraraka: Espera, tengo otra pregunta.

Midoriya: ¿Cuál es?.

Uraraka: Me dijiste que tuviste que cuidar a Kota sólo y que él te pidió una madre, pero también parecía que él nunca había tenido una, y por el hecho de que no se parece mucho a ti debo preguntar..... ¿qué le pasó a su madre?. - miró al pecoso pero éste parecía un poco triste y enojado - ¿No es tu hijo biológico, verdad?.

Midoriya: No le digas nada, aún lo no sabe.

Uraraka: ¿No le has contado? ¿por qué?.

Midoriya: Aún no está listo para saber la verdad. No quiero que hablemos más de éste tema mientras él esté en casa ¿entendido?. - habló severamente a lo que la castaña asintió - Bien. Ahora sigueme.

Ambos caminaron por los pasillos de la casa y llegaron a el comedor donde estaban algunos integrantes de la familia Yakuza platicando y jugando con las cartas antes de prestarle atención a su jefe y a su acompañante.

Midoriya: ¿Dónde están los demás?.

Hombre1: Kaminari y los demás fueron a dejar las cosas que trajeron a tu habitación, los demás están en la sala. - contestó un pelirrojo.

Midoriya: Gracias Kirishima. Sero, llama a los demás.

Sero: Bien. - se levantó de su asiento y fue a la sala.

Hombre2: La cena está lista jefe. ¿alguna preferencia para el postre?. - preguntó un hombre robusto y castaño.

Midoriya: - volteó con la castaña - ¿Hay algo que quieras?.

Uraraka: Mochi.

Midoriya: Ya la oiste Sato.

Sato: Saldrán deliciosos. - dijo para luego retirarse.

Muchas personas empezaron a llegar al comedor y fueron a sentarse en sus respectivos lugares.

Midoriya: Todos escuchen. Ella es Ochako Uraraka, será mi esposa, así que por el bien de todos espero que la traten con respeto. - dijo en forma de amenaza - Presentence.

Hombre3: Soy Yuga Aoyama, un gusto, madame. - se presentó un rubio francés.

Mujer1: Soy Mina Ashido, me alegra tener otra chica en la familia. - dijo entusiasta la chica alien.

Mujer2: Soy Tsuyu Asui, puedes llamarme Tsuyu, kero.

Iida: Mi nombre es Iida Tenya, es un placer y perdón por haberle vendado los ojos. - se disculpó con una reverencia.

Uraraka: Está bien, no te preocupes.

Hombre4: Yo soy Mashirao Ojiro, es un gusto.

Kaminari: Soy Denki Kaminari, un gusto. - dijo con una ligera reverencia de cabeza.

Kirishima: Mi nombre es Eijiro Kirishima, es un placer conocerte. - sonrió mostrando sus dientes filosos.

Hombre5: S-soy Koda, encantando de conocerte. - se presentó tímidamente.

Sato: Yo soy Rikido Sato, a tu servicio. - habló desde la cocina.

Hombre6: Soy Mezo Shoji, es un placer.

Jiro: Mi nombre es Kyoka Jiro, espero y nos llevemos bien.

Sero: Yo soy Hanta Sero, encantado.

Hombre7: Soy Fumikage Tokoyami, un gusto. - saludó mostrando a su sombra - Y éles Dark Shadow.

Hombre8: Me llamo Shoto Todoroki. - habló un poco frío el bicolor.

Mujer3: Yo soy Toru Hagakure. - dijo la chica invisible.

Mineta: Soy el gran Minoru Mineta, encantado de conocerte.

Mujer4: Y yo soy Momo Yaoyorozu, es un placer.

Midoriya: ¿Dónde está Bakugo?.

Iida: Salió con su esposa, dijo que le avisara.

Midoriya: Bien. Ahora que todos se presentaron vamos a cenar y luego a dormir. Iré por Kota. - ordenó antes de irse.

Con los demás acatando su orden, esperaron en sus respectivos asientos a su jefe y pusieron a la castaña en una silla al lado de donde se sentaba Midoriya que llegó con su hijo y lo puso a un lado de él. Después varias personas entraron a la habitación y dejaron los diferentes platillos en la mesa, luego de eso salieron del lugar y ellos comenzaron a cenar.

Siendo un poco extraño para la castaña ninguno de ellos habló mientras degustaban sus alimentos, pensó que eran muy educados pero su idea cambió cuando vio al peliverde con la misma expresión confusa en su rostro, mirandolos a ellos.

Midoriya: ¿Por qué están tan callados?.

Iida: Lo sentimos jefe pero pensamos que podríamos incomodar a su esposa si lo hacíamos. - habló y los demás asistieron.

Midoriya: ¿Te incomodaría?. - le preguntó a la castaña.

Uraraka: P-para nada, ustedes pueden hablar sin problemas. - contestó algo nerviosa.

Midoriya: Ya la oyeron.

Kaminari: En ese caso ¿vieron la pelea de anoche?. - preguntó emocionado.

Kirishima: Fue increíble y muy varonil, el campeón puso contra la reja a su retador.

Iida: Eso pasa por retar a alguien más fuerte sin preparación. - cortó su carne y comió.

Ashido: No lo sé pero creo que ese concurso de belleza estaba arreglado.

Asui: Así es, kero.

Yaoyorozu: En efecto, la primera chica era mucho más bella y elegante que la ganadora y aún así no ganó, incluso la otra se burló en su cara. - habló tomando su té.

Hagakure: Fue totalmente injusto. - dijo frustrada.

Jiro: Les dije que ese tipo de concursos estaban arreglados.

Sero: Viejo, esos herreros en verdad que se lucieron con la creación de la última espada.

Todoroki: Lástima que la última no contó con suficiente filo para pasar la ronda. - habló mientras comía soba.

Ojiro: Ni siquiera el mango resistió.

Y así siguieron hablando todos al mismo tiempo haciendo sonreír a la castaña y de paso al peliverde que empezaba a gustarle verla sonreír.

Un rato más tarde todos se dispusieron a irse a sus habitaciones y poder descansar.

Midoriya llevó a Kota a su habitación y la castaña los acompañó por petición suya, una vez que el niño fue acostado y arropado en su cama le pidió un cuento a su padre y este se lo contó con gusto. Estaba por quedarse dormido cuando se sentó en la cama y abrazó a la castaña con fuerza.

Uraraka: ¿Qué pasa pequeño?. - preguntó correspondiendo al abrazo.

Kota: Gracias por ser mi mamá. - agradeció mostrando una gran sonrisa algo adormilada.

Uraraka: Me alegra poder serlo. - dijo orgullosa sintiendo un calor agradable en su pecho. Besó la frente del niño y lo arropó antes de que cayera dormido.

Midoriya apagó la luz de la habitación y él y la castaña salieron de la habitación en silencio hasta llegar a lo que sería su habitación.

Tenía una cama matrimonial, un gran armario, mesa de noche y su propio baño. Y en una esquina estaban las cosas de la castaña.

Midoriya: Les pedí que trajeran tus cosas a nuestra habitación, podrás acomodar tus cosas mañana, por ahora hay que dormir.

La castaña asintió y se metió en lo que ella pensaba era la cama más cómoda de toda su vida, no fue hasta que el pecoso se acostó a su lado que salió de su pequeño trance y se acomodó para poder dormir.

Midoriya: Escucha. - llamó su atención - Sé que probablemente esto fue lo último que esperabas que pasara, pero te prometo que haré lo posible por hacer más fácil tu vida y que no te arrepientas de nada.

La castaña se sonrojó un poco ante lo dicho pero no dijo nada y simplemente se acostó dándole la espalda al Yakuza, Midoriya suspiró y también se acostó de su lado pero antes de que pudiera dormirse escuchó la voz de la castaña.

Uraraka: No me arrepiento nada, lo único que hubiera querido es haber tenido una boda de ensueño. - dijo para finalmente caer dormida.

En cuanto a Midoriya, él se quedó pensando en lo que dijo la castaña, no concilió el sueño por sus palabras pero si sabía una cosa, si él no podía darle eso al menos podía hacer algo que definitivamente haría feliz a la castaña.