El último trabajo
El sol iluminaba la ciudad a medida que salía desde el horizonte, el bullicio de las calles empezaba a sonar por todo el lugar, las bocinas de los coches, las conversaciones de las personas, las sirenas de las policías y las alarmas despertadoras que suenan con intensidad y que no dejan dormir a nadie.
Justo eso era lo que le molestaba al jefe yakuza de cabello verde que sin esperar un segundo más, golpeó su reloj despertador y lo hizo añicos permitiéndole seguir durmiendo a él y a su esposa.
Ninguno de los dos quería levantarse pues estaban muy cómodos en los brazos del otro sin que nada o nadie los separara, ni siquiera la ropa.
La joven enfermera comenzaba a estirarse y moverse dentro de la cama sólo para subir sobre su esposo y acurrucarse en su pecho fornido, sacándole una sonrisa a ambos.
Midoriya: Buenos días hermosa - levantó la cabeza para verla.
Uraraka: Buenos días guapo - se inclinó un poco y lo besó hasta que les faltó el aire.
Midoriya: ¿Cómo amaneciste?
Uraraka: Bastante bien, aunque me duelen un poco las piernas, fuiste muy rudo anoche - sonrió pícara mientras hacia círculos en el pecho del yakuza.
Midoriya: Que puedo decir, soy irresistible - dijo coqueto acariciando su espalda.
Uraraka: Sí claro, lo dice el que no quería que dejara de acariciarlo - dijo con sarcasmo.
Midoriya: Mira quién lo dice, la que quería que fuera más rápido y no me detuviera
Uraraka: Ganaste esta vez, pero no será por mucho - habló derrotada y con un puchero antes de salir de la cama - preparemonos para el día, aunque quisiera estar todo el día en la cama no sería bueno
Midoriya: Como digas - se levantó y se estiró un poco para luego entrar al baño.
Después de un revitalizante baño y de haberse cambiado a ropa más cómoda, la pareja fue hasta el comedor donde ya los esperaban los demás para desayunar y poder tener un buen inicio de semana.
Midoriya: ¿Alguien tiene algo interesante que hacer hoy? - preguntó curioso.
Bakusquad: Yo no - dijeron al mismo tiempo.
Todoroki: Ni yo
Yaoyorozu: Ochako y yo iremos de compras al centro comercial - comentó mientras bebía su té elegantemente.
Midoriya: Bien, Sato y Shoji podrán acompañarlas entonces
Uraraka: No es por ofenderlos, pero no son buenos al momento de trabajar de encubierto
Midoriya: ¿De qué hablas? ellos son perfectos para el trabajo
Uraraka: Izuku, la última vez que ellos me acompañaron al hospital, Sato estaba tomando café con el cubrebocas puesto y Shoji fingía leer un periódico al revés - contestó inexpresiva.
Ante su respuesta, Midoriya vio a los mencionados y estos desviaron la mirada, confirmando los hechos.
Midoriya: Bien, pero asegurence de no ir tan lejos o a los lugares peligrosos - dijo para terminar su desayuno - si nos disculpan, los niños y yo tenemos práctica de tiro
Uraraka: ¡¿De tiro?! - exclamó preocupada.
Midoriya: Así es - sacó unos blancos y se los pegó en la ropa - ahora yo soy el objetivo
Kota: Sí le damos en el blanco nos comprará más dulces - dijo mientras sacaba su pistola de juguete.
Eri: Y nos llevará de paseo - hizo lo mismo y puso los dardos en su lugar.
Midoriya: ¡Pero primero tendrán que atraparme! - exclamó mientras se escabullía.
Eri/Kota: ¡Tras él! - corrieron lo más rápido que pudieron con grandes sonrisas en sus rostros.
Todoroki: ¿Alguien quiere jugar poker? - preguntó sacando la baraja.
Iida: Yo entro
Kaminari: Suena divertido
Bakugo: Vaciaré sus billeteras - dijo confiado.
Ashido: Nosotras terminaremos de ver nuestra telenovela
Hagakure: Estamos a punto de llegar a la recta final - dijo emocionada.
Asui: No puedo esperar para ver como termina, kero
Yaoyorozu: Bueno, será mejor que nos vayamos, tenemos una gran lista de compras y no podemos esperar a que se haga tarde - se levantó de su asiento junto a la castaña y se dirigió a su cuarto.
Uno minutos más tarde, las dos salieron de la casa en auto y condujeron hasta el centro comercial Kiyashi, afortunadamente no había mucha gente en el lugar.
Uraraka: Vayamos primero a la tienda de comestibles, tenemos muchas cosas que comprar - sugirió leyendo su lista.
Yaoyorozu: Buena idea
Con ese plan en marcha fueron hasta dicho lugar mientras platicaban de sus días sin saber que eran acechaba desde las sombras por alguien más.
Hombre: Las tengo a la mira y parece que vinieron solas - habló por el teléfono.
¿?: Bien, sigue con el plan y no las dejes ir
Hombre: ¿Y qué pasa si me descubren y tratan de atacarme?
¿?: Sólo quiero a la castaña. Cumple con ello o no habrá un mañana para ti - dijo antes de colgar - espero que con esto aprendas a no meterte conmigo Deku
Las horas pasaron y las chicas terminaron de hacer sus compras en tiempo récord a punto de ser las 5 de la tarde. Sin embargo, durante la mayor parte del tiempo luego de pasar por una tienda de ropa sintieron que eran vigiladas por alguien más.
Aquel misterioso hombre que las seguía siempre se ocultaba de ellas a tiempo o se hacía pasar por un civil normal, probando ropa, comiendo en un lugar apartado o comprando cosas a la tiendas que ellas visitaban.
Yaoyorozu: Regresemos a casa - caminó junto a la castaña hasta la salida.
Uraraka: Sólo espero que no haya tanto trafico como hace unas horas
Llamando la atención de ambas el hombre salió de entre los civiles con un cuchillo en mano pero antes de si quiera tomar a la castaña ella se volteó a tiempo y golpeó el estómago y brazo del criminal para desconcertado y quitarle el cuchillo.
Yaoyorozu: Lo sabía - sacó una pistola y le apuntó al hombre pero él se hizo humo y desapareció de su vista.
Las personas alrededor corrieron despavoridos del lugar al presenciar la pelea y llamaron a la policía.
Ambas chicas se mantuvieron alerta y se prepararon para lo que fuera. La pelinegra localizó al hombre cuando regresó del humo sosteniendo una pistola pero antes de que disparará ella creó un escudo y las protegió del arma.
Con el enojo reflejado en su rostro el villano volvió a desaparecer por un corto tiempo para luego aparecer detrás de ellas y apuntar a la yakuza.
Yaoyorozu apenas logró verlo se giró para poder enfrentarlo pero...
*Bang
...
...
Eran la 5:30 pm y el peliverde empezaba a desesperarse. Llamó una y otra vez a su esposa pero ella no contestaba, intentó llamar a Yaoyorozu pero ella tampoco contestaba. Estaba a punto de salir corriendo de su oficina e ir hacia el centro comercial cuando escuchó algo.
Todoroki: ¡Momo!
Midoriya: - salió corriendo y llegó hasta la entrada del lugar donde vio al bicolor sostener a su esposa la cual tenía una herida sangrante en la cabeza y parecía mareada - ¡¿Qué ocurrió? ¿dónde está Ochako?!
Yaoyorozu: ... La secuestraron - contestó adolorida.
Midoriya: ¿Qué? - preguntó conmocionado pero sobre todo enojado.
Yaoyorozu: Un hombre apareció y trató de llevarse a Ochako, destruyó nuestros teléfonos y me golpeó para que perdiera la conciencia - contestó triste mientras sus heridas eran atendidas - hubiera podido detenerlo pero...
Midoriya: ¿Pero que?
Yaoyorozu: Él me disparó con esto - sacó un objeto de su bolsillo y se lo entregó a su jefe.
Era una bala antiquirk vacía, afortunadamente era una bala experimental y el borrado no sería permanente pero aún tardaría unos días en volver.
El pecoso apretó la bala y la rompió con gran enojo, no sólo porque su esposa fuera secuestrada, sino tambien porque en la bala había un símbolo que el reconocía muy bien.
Midoriya: Shigaraki, ese maldito bastardo - dijo furioso - debo encontrarlo
Yaoyorozu: Esperé - detuvo al peliverde - antes de que ellos se fueran, le puse algo que te ayudará a encontrarlos - le entregó un pequeño aparato.
Midoriya: - sonrió de lado al ver que era un aparato de rastreo que mostraba la ubicación exacta del cuartel de Shigaraki - Eres genial Yaoyorozu. Llamaré a Recovery Girl para que te ayude con tus heridas. Todoroki, llama a los demás
Todoroki: De inmediato - se levantó y fue a hacer lo dicho.
Midoriya: Descuida Ochako - vio por una de las ventanas y apretó el puño con determinación - te prometo que se salvaré
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