Capitulo 6 Mi otro yo...

"...dicen que soy un ángel...un salvador...pero con demonios peleando constantemente en mi interior..."

Pov Serena

Han pasado mas o menos un mes desde que me convertí en una mujer casada, en un principio creí que mi esposo seria algo peor que vivir en casa de mi padre, que me encerraría en el palacio o quedara en el olvido como un objeto desechable o valioso que se llena de polvo durante los siglos de su existencia, muy por el contrario, me da la libertad que siempre desee, una que jamás creí obtener, una que nunca imagine, y no quiero perder

Diamante se ocupa mucho de sus deberes con la nación, tanto que a veces solo podemos compartir juntos y en privado bajo las paredes de nuestra habitación, sin embargo, solo eso, intercambiar un par de palabras o una partida de ajedrez que ninguna he podido ganarle y después solo dormir, incluso le pedí a Amy que me enseñara técnicas para poder ganarle sin embargo aun no lo logro, pero no me rendiré, las sirvientas incluso mis damas de compañía miran mi barriga disimuladamente a ver si tiene algún cambio, es como si todo el pueblo esperara el natalicio de un bebe del conde, mi pregunta es ¿Por qué no hemos consumado nuestro matrimonio,?, es un secreto de los dos, nadie lo sabe, o de lo contrario nos exigirían o eso es lo que creo

Él regresa después de una inspección en los territorios, solo lo recibo de manera protocolar, para besarme en los labios frente a todos y retirarse, si, no ha sido un mal matrimonio, pero me gustaría tener un poco de su compañía, saber mas de mi esposo, me dispuse a buscar antecedentes en la biblioteca no encontrando nada, y no creo que los sirvientes o las mismas chicas, me digan algo de su pasado ya que tiene una enorme fama de vil y cruel-el no es así...

-¿le sucede algo señora?-me pregunto Mina mientras cepillaba mi cabello, en tanto me miraba en el tocador lanzando un suspiro, no puedo evitarlo, me siento un poco sola en este enorme lugar, tengo miedo de ser olvidada de nuevo

-solo quiero que Diamante tenga un poco de tiempo para mi...-dije sin pensar, cubriéndome la boca con ambas manos ante mi comentario-discúlpeme...

-no se preocupe señora, soy una tumba, no diré nada que usted me confiese-dijo haciéndome sonreír, ¿acaso esto es lo que se llama lealtad?, es una sensación muy grata que jamás había sentido, el confiar en alguien, es increíble

-es que a pesar de que es un buen esposo, quisiera tener un poco tiempo de vida matrimonial ¿entiendes?

-¿dice una cita, verdad?-yo asentí, no se si es la palabra correcta, pero ambos nos casamos por política, nada mas y solamente jugando ajedrez, hemos podido conversar, pero si no jugamos ¿Qué puedo hacer?

-bueno algo así...

-el señor esta muy ocupado con la nación , tal vez él no sabe como llevar una vida matrimonial, quizás deba enseñarle o pedirle abiertamente –me sugirió cuando mi rostro se cayo de espanto

-¿Cómo puedo pedirle algo así, Mina?, él esta muy ocupado y...

-señora-interrumpió Lita ingresando a la habitación-su esposo demanda su presencia en la sala principal-indico, me sobresalte, mirándome al espejo un tanto nerviosa de mi apariencia, camine a pasos rápidos hacia la sala, mientras me aproximaba podía ver claramente a los soldados perfectamente erguidos en sus puertas, inhale un poco de aire para golpear con delicadeza la puerta, mientras que los hombres abrían la puerta, para que yo ingresara

-esposa...

-Diamante!-camine hacia él -¿para que demanda mi presencia conde?-se acerco rápidamente para tomar mi mentón y besar mis labios con un profundo deseo al cual correspondí

-solo quería ver a mi esposa, he pasado muchos días sin poder si quiera verte-me abrazo con delicadeza –solo quería asegurarme de algunas cosas antes

-¿antes? ¿antes de que?

-quiero llevarte a un lugar especial

-¿enserio?

-si, por esa razón he estado ocupado, para descansar al menos un par de días-me explico -¿quieres una cita con tu esposo?

-¿ahora?

-si, ahora, ve a alistarte, nuestro caballo nos espera

-que bien!-salte de alegría-iré enseguida...-me retire lo mas rápido de la sala que pude, al fin un tiempo para nosotros

Fin pov Serena

Mientras tanto, Diamante veía como se marchaba feliz hacia su habitación , no esperaba que una simple salida para él alrededor del palacio la pondría tan feliz,- es muy diferente a lo que acostumbraba, ahora que lo pienso, no puedo negar que la he extrañado demasiado, por esa razón tome todas las medidas para que ella se sienta cómoda en este paseo, solo espero que nada ocurra-pensó mirando detenidamente el rumbo que había tomado la doncella

Las damas la ayudaron a alistarse lo mas rápido posible a la joven quien estaba entusiasmada ante la propuesta de su esposo, no había tenido la oportunidad de salir mas allá de los jardines de la propiedad, ya que no quería hacerlo sola, y él tampoco se lo había permitido exponiendo varias excusas que rápidamente la convencían de no hacerlo, una vez lista, llego a la sala principal esperando a su esposo quien bajaba por las escaleras con lentitud, mientras ella le ofrecía una cálida sonrisa

-bien, ¿nos vamos?

-si...-contesto con algo de timidez, sin embargo, en su interior explotaba de felicidad, tomando la mano de su esposo para seguir el recorrido hacia la salida, mientras todos lo miraban sorprendidos, ya que no esperaban de "el conde Black" seria un buen esposo a pesar de que había sido un matrimonio político, sin embargo, ella fue la sorprendida al ver una larga fila de soldados tal como lo había visto al momento de salir de la biblioteca aquella vez

-nos acompañaran algunos escoltas-contesto de inmediato sus dudas mirándole algo confundida, tomando el carruaje, emprendiendo el rumbo hacia el destino propuesto por el peli plateado, mas de una hora de viaje fueron suficientes para que Serena simplemente durmiera en su hombro, aquella sensación extraña lo hacia sentir bien, obligándolo casi a hacer lo mismo, olvidándose por un momento estar alerta a su alrededor, relajando su cuerpo totalmente-¿Qué magia tienes esposa?-le pregunto al despertar acariciando su mejilla hasta que el trasporte se detuvo en un instante

-señor, hemos llegado-aviso Nicolás, su jinete

-de acuerdo-se removió un poco con el fin de despertarla con delicadeza –Serena, debes despertar, ya llegamos

-unos minutos más...-suspiro entre dormida, cuando abrió sus ojos entre dormida para despertar en un sobresalto –perdón me dormí

-descuida-extendió su mano para ayudarla a descender y cuidar que no le sucediera el mismo incidente que ocurrió el día de conocerse, mirando maravillada el lugar, una cascada increíble, el ruido del agua cayendo del cielo, era algo simplemente fascinante, el color de sus aguas turquesas, flores rosas alrededor de la fuente donde caían, piedras tan bellas como una escultura, un paraíso terrenal frente a sus ojos

-¿es el paraíso?-le pregunto anonadada e inocente –no estoy muerta ¿verdad?

-no Serena, este lugar existe...-le abrazo con delicadeza, mientras que los soldados se retiraban a un par de metros lejos de la pareja dándoles privacidad

-es como un sueño hecho realidad, Diamante-comento mientras se quitaba los zapatos para introducir sus pies en el agua-es cálida -...increíble

-es tuyo

-¿Qué?

-este lugar es tuyo, Serena

-¿¿¿Qué???

-todo lo mío, es tuyo ¿recuerdas?-corrió para abrazarlo con fuerza

-gracias., Diamante, gracias!

-pero..., quiero que hagas algo para que sea completamente tuyo-le propuso con una sonrisa de lado

-¿eh? ¿Qué quieres que haga?...

Minutos mas tarde, Diamante se recostaba sobre los muslos de Serena, descansaba cerrando los ojos mientras ella le acariciaba su cabello

-¿Qué tranquilidad? ¿no crees?...-le pregunto mirando al cielo a su esposo, sin embargo, no le respondía en lo absoluto -¿Diamante? ¿se durmió? ¿esposo?...mis piernas se acalambran...-dijo algo adolorida –se ve muy guapo cuando duerme...¿me veré igual?

-no...-respondió su esposo

-¿Qué??!!!!¿estabas escuchándome?

-si-se levanto quedando frente a frente-y no te vez igual que yo cuando duermes...-siguió desilusionándola un poco, siendo tomada de la nuca guiándola hacia sus labios dándole un sutil beso en los labios-te ves mas hermosa...-le acaricio la mejilla

-Diam...-contesto avergonzada, cuando de pronto la mirada del peli plateado cambio radicalmente, al ver como una flecha era lanzada desde lo mas profundo de los arboles, protegiendo a su esposa, esquivándolo con facilidad

-maldición!-grito mientras trataba de proteger a su esposa a los disparos constantes de desconocidos

-Diamante ¿que sucede?-preguntaba Serena asustada

-tranquila ¿de acuerdo? Yo te protegeré-podía ver como sus escoltas buscaban a los responsables, además de luchar contra ellos, mientras que él tomo la mano de su esposa dirigiéndose rápidamente hacia el trasporte, donde la dejo allí dentro –por favor cierra tus ojos y cubre tus oídos ¿si? Hasta que regrese

-¿Qué? pero tu...

-volveré, lo prometo-saco su espada besando la frente de la joven, mientras cerraba la puerta del carruaje –se atrevieron a atacarnos, el blanco era mi esposa, no puedo equivocarme, ahora conocerán lo cruel que puedo ser..., nadie lastima a mi familia...-pensó mientras veía el ataque de todas direcciones-Darien!-llamo al capitán de su ejercito

-¿Qué necesita, señor?

-cuida a mi esposa

-¿Qué? ¿a su esposa?

-si, y no solo porque es mi esposa, tu también sabes muy bien lo que sucede con ella ¿no?-el moreno mordió su labio inferior mostrando signos de molestia

-no la culpes ¿de acuerdo? Ella no tiene la culpa de nada

-¿eh?

-y Darien...

-¿si señor?

-recuerda que ella es mi esposa...


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Holaaa espero que les haya gustado este capitulo, muchas gracias por leer la historia

¿será que Darien es una competencia para diamante?


próximamente...........................................Capitulo 7 Valentia...




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