Capitulo 33 Un nuevo comienzo... FINAL



"...Desde que tome tus manos...mi mundo cambio en un solo instante...ya todo es un resplandor...que partió como una pequeña luz...pero ilumino toda mi alma..."

-¿A dónde me llevara?-se pregunto preocupada Serena aferrada a la cintura del hombre que la secuestro de manera voluntaria, tenia que hacerlo, había asesinado a sangre fría a su madrastra, al menos le convenía que creyera en su delirio que se trataba de Luna, la madre de su esposo, de lo contrario le pasaría cosas mucho peores que solo morir, suplicaba internamente que Diamante fuera por ella, no podía hacer nada por el momento, y eso es lo que mas le frustraba, solo le quedaba defenderse y proteger a su bebe-Diamante estaría de acuerdo conmigo...-pensó la rubia- se que vendrás por mi, lo sé...

-¿Qué vamos hacer?-le pregunto Rei aferrada a Darien quien regresaban juntos al palacio, sin embargo, tomaron un camino mas oculto para que no fuesen emboscados, solo que la sorpresa fue para ellos al ver a la doncella de cabello dorado ir con el enemigo, agradecían en sus mentes que no tuviera ningún signo de maltrato, parecía que estaba bien, solo que no sabían cuanto tiempo contarían con esa suerte-¿y se le lanzo la flecha al caballo?

-Rei, eso los haría caer y Serena podría perder al bebe en la caída-sugirió el peli negro mirando atento la situación-si tenemos que atacar, ella debe estar al menos en el suelo

-tienes razón, lo siento, pero me desespera que este allí con ese loco-expreso preocupada, notando que Darien también estaba empuñando fuertemente su espada preso de la frustración

-lo único que se, es que hay que esperar, no tenemos opción y seguirlos-continuo, bajándose del caballo rápidamente para seguirlos a pie para no levantar sospechas

Por otra parte, Diamante vio el listón de su esposa, tomándolo con sus manos fuertemente desesperado-¿Dónde estas Serena?-pregunto, para luego mirar a sus fieles soldados -¡maten a todos los malditos traidores!-ordeno

-mi señor...-un gemido lo alerto al instante, Kelvin quien estaba al lado del peli plateado se agacho para ver el cuerpo de Andrew

-¡esta vivo, mi señor!-dijo con una sonrisa

-¡es verdad!- Rubeus lo comprobó, al sentir el leve aire que expelía sus labios, mientras presionaba la herida con sus manos con el fin de evitar que se desangrara

-Ni...Nicolas...-pronuncio con dificultad

-por favor no hables-dijo Kelvin

-traidor...-dijo para perder nuevamente el conocimiento

-¿Qué? ¿Nicolas?-se pregunto Rubeus

-morirá ese maldito-dijo Diamante presionando sus puños-ya se en donde se dirigen-Nicolas tiene tierras en las zonas costeras, de seguro tomaran un barco para salir del imperio, no lo permitiré-volteo para salir de la habitación para chocar inmediatamente su espada con un peli negro que antes le había causado muchos problemas -¿tu?

-Diamante-contesto é

-¿Qué haces aquí Seiya?

-escuche que necesitaban ayuda, la emperatriz me envió –explico mientras todos miraban incómodos la situación, no era un secreto que el joven soldado estaba interesado en la esposa del conde-yo..., no quiero que sea lastimada, por favor permítame acompañarlo

-no tengo opción-dijo rápidamente- acompáñame-sin embargo, se detuvo para posar la espada en el cuello de Seiya –pero si me llegas a traicionar, te cortare en cuello

-lo sé...yo haría lo mismo- contesto mirándole desafiante para que él quitara la espada, en las afueras le esperaban corceles del imperio los mas rápidos de la zona, siendo acompañado por Rubeus, Taiki y Seiya

(...)

-Artemis...- pronuncio ella un tanto mareada, después de largas horas a caballo-quiero bajar un momento...-él obedeció al instante, deteniéndose junto a sus camaradas, mientras que ella posaba una de sus manos contra un árbol tratando de no vomitar

-¿Qué te sucede?-le pregunto al verla-¿te sientes mal?

-si...-contesto rápidamente

-todo estará bien Luna mía- poso sus manos sobre sus mejillas, aun le quedaban rastros de sangre en ellas, causándole aun mas nauseas comenzado a vomitar-¿estas embarazada?

-¿Qué? Yo...-él le tomo fuertemente de los brazos -¡contéstame Luna!-y una flecha los hizo separarse al instante, dándole en el hombro del peli blanco-¿Qué es esto?

-¡Rei!- dijo Serena con una sonrisa aliviada, corriendo a su lado para abrazarla con fuerza

-¡ah!-grito Darien al enfrentarlo directamente a Artemis quien alcanzo a sacar su espada para defenderse

-hay que irnos, mi señora-pronuncio la morena cuando uno de los soldados se los impidió

-¿A dónde van pequeñas zorras?-iba a golpearlas a ambas cuando este se detuvo al instante al ser atravesado por una espada, dejándolas paralizadas del miedo

-no te lo permitiré...-Diamante lo había herido de muerte haciéndolo caer al suelo

-¡Diamante!-grito ella con felicidad

-¡mi señor!

-Diamante...-gruño Artemis al verlo-con que tendrás una familia-dijo burlón- ella morirá tal como murió Beryl ¿Qué te parece?

-Beryl se lo merecía, pero lo que le hiciste a mi madre no tiene perdón- se abalanzo sobre él con sus espada haciendo chocar sus hojas de metal con fuerza y furia-¡no tienes el perdón!

-¿crees que te lo pediré?

-no el mío si no el de mi madre Luna –pronuncio el peli plateado, cuando Artemis vio a Serena confundiéndola nuevamente con Luna, recibiendo una estocada letal por parte de su hijo, Diamante atravesó el cuerpo de su padre con su espada

-Luna...-pronuncio en el oído de su hijo- mi amada...-saco la hoja de su cuerpo, quien retrocedió un par de pasos para luego avanzar moribundo hacia la mujer de cabello dorado, arrodillándose frente a ella, para sonreírle –se feliz...con nuestro hijo...-y finalmente cayó muerto frente a ambas jóvenes

-¡Diamante!-grito ella para abrazarlo-¡sabia que vendrías a rescatarme!

-que bueno que todo acabo...-dijo Seiya con una sonrisa – de verdad es tu gran amor, se feliz con él, mi querida amiga...-dijo para voltear y marcharse en uno de los corceles en silencio

-¡Darien!-Rei le abrazo con fuerza, siendo mirados por el conde y su esposa, dejándolos a ambos avergonzados –nosotros...

-felicidades hermanos..., Rei...me da mucho gusto-pronuncio Serena con amabilidad

-¿nos vamos?-pregunto Diamante, aferrándose a su cintura

-claro que si, Diam...

El tiempo pasaba lentamente, el ataque termino y todo regreso periódicamente a la normalidad, Diamante ocupado con sus tareas como conde de la nación, sin olvidarse perderse entre las sabanas con su esposa cada vez que podía o donde la ocasión le ameritaba, Serena, por su parte, daba ideas para reconstruir de mejor forma el pueblo y hacerlo mas seguro, sofocándose de la sobreprotección de su marido, enviando mas de diez soldados a su lado con el fin de que no le pasara nada, al igual que sus doncellas quienes estuvieron sanas y salvas en el refugio en el momento del ataque, Nicolas fue condenado a muerte, Diamante no cometería los mismos errores, no dejaría pasar ningún limite a los traidores, por lo que termino su vida en manos de un verdugo, Darien también reconstruía su pueblo, el legado de su madre, había visto al regresar que todo el palacio estaba destruido, hallando el cuerpo de su padre allí, podría hacer uno nuevo con nuevos cimientos y nuevos recuerdos, al fin podía comenzar su nueva vida sin venganzas, junto a su futura esposa, Rei y su hermana quien le ayudaría en todo

El vientre de Serena crecía mas de lo común, y a los pocos meses descubrieron que serian padres de gemelos, aumentando su sobre protección, no dejando indiferente a nadie, todo el palacio emanaba alegría, al fin paz y prosperidad

Sonoko y Esmeralda, se marcharon a tierras lejanas, no tenían otra opción, en ningún lado eran bien recibidas, mas aun sin dinero, sin titulo ni propiedades ¿Qué es peor? ¿morir o ser un aristócrata sin dinero?, no sabiendo mas de ninguna de ellas

Seiya, se marcho a nuevas tierras bajo el permiso de la emperatriz, sabia a la perfección que él también tenia que tener una nueva vida, por lo que partió a tierras costeras para tomar un barco buscando su propio rumbo

El momento del nacimiento de los pequeños herederos de la familia, fue un regocijo para todos los presentes, Serena al fin había dado a luz, y Diamante no podía creer que sostenía a sus hijos tan puros, que para su sorpresa, fueron dos niñas, dos pequeñas princesas, sus tesoros mas bellos, curiosamente ambas habían heredado rasgos de sus padres, una de cabello dorado y ojos purpuras, y la otra peli plateada con ojos azulados, llamándoles, Luna y Esperanza...

Los años pasaron con gran rapidez, y las niñas crecían en un ambiente tan cálido que toda la sangre derramada había quedado en el olvido, allí en los jardines, Diamante estaba aferrado a la cintura de su esposa, viendo como sus pequeñas niñas corrían en compañía de sus damas de compañía

-gracias...-pronuncio Serena

-¿Por qué?

-por hacerme tan feliz...-contesto ella mientras este le daba sutiles besos en el cuello

-gracias a ti Serena-se pauso un momento mirándole a los ojos-mi dulce doncella, gracias por aceptar casarte conmigo...-mientras ellas tomaba una de sus mejillas

-mi amado, mi mejor amigo, mi eterno compañero, te amo...Diamante- dijo ella besando sus labios, cuando este la tomo entre sus brazos llevándola hacia sus aposentos -¡Diamante! ¿y las niñas?

-las demás se encargaran de ellas-contesto él-tengo un asunto pendiente contigo

-¿Qué? ¿Qué cosa? Si es por la boda de mi hermano con Rei no es mi culpa que se hayan tardado tanto en casarse –le reclamo

-te dije que debiste haberles ordenado-contesto él-pero no es eso

-¿no? ¿entonces que es?-pregunto ingenua

-me gustaría saber...-se pauso un momento para besarla en los labios - ¿Cómo seria si tuviéramos un varoncito?- rio juguetón para correr con ella en sus brazos hacia su habitación

- ¡Diamante!

Fin


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Holaaa espero que les haya gustado esta hermosa historia, gracias por acompañarme hasta el final y agradezco cada comentario que me dejan, me hace muy feliz escribir para ustedes, y que lo lean y disfruten, mil abrazos!!! 


aviso!!! sorpresa NUEVA HISTORIA, será publicada en unos momentos, se llamara

Contigo es perfecto...(Serena y Diamante)

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