Capitulo 2 La boda del año...
"...Dimos un SI, uno que comencé con miedo..., ayúdame a confiar...al menos, seamos amigos..."
-¿puedo llamarte Serena? Futura esposa...-le tomo la mano con suavidad poniéndose de pie, sin soltarla
-claro...-bajo la mirada avergonzada-claro que puede llamarme Serena...-siendo tomada del mentón con delicadeza para mirarlo a los ojos
-nunca bajes la mirada, ni conmigo ni con nadie, recuerda que mañana serás mi esposa, serás la señora de esta casa, Serena Black, nunca te deje intimidar por nadie ¿entiendes?, porque tu eres superior a todos ellos...-dijo el ultimo comentario con una voz mas intimidante, acercándose a sus labios lentamente deteniéndose-mañana besare tus labios, puedo esperar un poco mas-se alejo de ella-descansa, mañana será un día muy largo, futura esposa
-esta bien...-contesto tartamudeando-con permiso...-camino con rapidez hacia la salida, cerrando la puerta fuertemente posando las manos sobre su pecho -¿Por qué mi corazón late tan rápido?, fue cuando levanto su mirada viendo como se acercaba Lucy con rapidez
-princesa,¿ necesita algo?-le pregunto con una leve reverencia
-pues..., me puede ayudar a encontrar mi habitación aun no recuerdo donde esta
-con gusto, la acompañare...-la guio por los pasillos, podía ver a los soldados entrenar desde las enormes ventanas que daban a la vista a los campos de entrenamiento, sorprendiéndose al ver que era muy tarde y aun así los hombre estaba trabajando muy duro en sus actividades
-el ejercito de nuestra nación es el mejor del imperio...-comento Lucy orgullosa
-vaya...-suspiro –he escuchado, que es muy fuerte...-dijo casi sin pensar-dime Lucy...¿Cómo es mi futuro esposo?
-¿a que se refiere señorita?
-pues...he escuchado mucho...-le decía a la sirvienta, sin imaginarse que estaba siendo escuchada por el peli plateado quien la había seguido, escondiéndose en uno de los pilares –que es muy temible...e infiel...-cuando las manos de la sirvienta se posan sobre los hombros de la joven
-señorita, no es cierto todo lo que dicen sobre mi señor...-le comento-él es un buen hombre...
-gracias Lucy...
-será mejor que vaya a descansar, mañana será un gran día para usted
-tienes razón-ambas regresaron a su recorrido, dirigiéndose a la habitación, se alisto para dormir, con un delicado pijama de seda que le quedaba hasta la altura de las rodillas, y una bata que le quedaba a la misma altura, no podía dormir, no podía creer que era su ultima noche de soltera, deseaba en su interior que su madre estuviera con vida para aconsejarla como sobrellevar una vida de una mujer casada, se sentó nuevamente en su cama dando un gran suspiro, poniéndose de pie para dirigirse al balcón posando sus delicadas manos sobre el borde de esta, recordando las palabras de quien seria mañana, su esposo...
"...mañana serás mi esposa, todo lo que es mío, es tuyo..."
-mamá...¿Qué debo hacer?...-se dijo así misma mirando hacia el cielo estrellado – ¿he tomado la decisión correcta?...-anhelaba un consejo de su parte, la extrañaba, abrazándose así misma –no quiero...quedar en el olvido...
-¿Qué hace allí?-se dijo Diamante al verla desde el otro extremo del palacio
-¿Qué sucede señor?-pregunto Rubeus quien se acercaba a su lado
-la princesa...-musito
-¿Qué?
-averigua todo acerca de mi futura esposa, toda su vida, desde que nació, su familia, todo...
-¿Por qué señor?-pregunto con curiosidad
-tengo la sensación que no fue una orden de su padre casarse conmigo-indago- si hubiera sido obligada, no seria tan amable con las sirvientas ni tampoco ha mostrado un rechazo hacia a mi
-al menos intenta sobrellevar esto comento sin pensar el peli rojo, recibiendo una mirada fulminante de su líder-perdón señor...-se disculpo-pero ambos sabemos que usted se va a casar por el heredero que busca el emperador ¿no?-ese comentario lo hizo sonreír
-no hay preocuparse por eso...-comento-mañana será mi esposa y antes de un año, llevara un niño en su vientre, aun queda tiempo...
A la mañana siguiente, los rayos del sol iluminaban la habitación de la joven de cabello dorado, cuando sus puertas fueron abiertas escandalosamente, sobresaltándose mirando con espanto quienes ingresaban a su cuarto
-buenos...días...-comento con suavidad sorprendida al ver mas de cinco sirvientas alrededor de su cama
-princesa, hoy será su boda con nuestro señor, nos envió a atenderla este día- dijo una de ellas
-si, princesa- contesto Lucy-hoy será el mejor día de su vida, princesa, la sacaron de su cama para dirigirla al baño, preparándole una tina con aguas tibias con aceites y esencias, introduciéndola como a una pequeña niña, ni si quiera podía ver sus manos ya que eran delicadamente lavadas por las jóvenes quienes con esmero y dedicación a atendían, para luego sacarla, ayudándola alistándola con el vestido, peinado y por ultimo el maquillaje
-es increíble...-suspiro al verse en el espejo, el bello y despampanante vestido de color blanco, con bordados de oro, una horquilla de plata azulada con un cristal negro en el centro, y un maquillaje sutil y suave a su rostro el cual no le hacían mucha justicia, ya que decían que no lo necesitaba a su angelical expresión
-el señor le encargo todo, únicamente para usted, princesa
-¿de verdad?
-si, quiere que usted, solo tenga lo mejor...-comento con entusiasmo Lucy
-mmm...-no alcanzo a decir ni una sola palabra al momento de ver como llegaban los carruajes de los invitados, formando un gran alboroto, cada vez que veía hacia la ventana, había mas y mas personas, al momento de que las puertas fueron tocadas con delicadeza
-si es nuestro señor, no lo dejen pasar, es de mala suerte ver la novia antes de la boda-advirtió Lucy, ingresando una mujer de cabello oscuro haciendo que los ojos de la joven se llenaran de lagrimas
-Setsuna!-grito dirigiéndose a ella con felicidad
-princesa Serena
-estoy muy feliz de verte, nana Setsuna
-si, su padre acaba de llegar, y su prometido me permitió entrar a verla
-¿eh? ¿hizo eso?
-si, princesa...
-me da gusto-la abrazo-extrañaba tus abrazos, nana Setsuna
-mi pequeña...
Por otro lado, el conde se preparaba en su habitación, mirándose al espejo, ingresando su asistente
-¿Cómo esta mi prometida?-pregunto apenas él ingreso ala habitación
-la princesa esta bien, señor, ahora esta con su nana, quien la cuido desde que era pequeña
-bien-sonrió alistándose sus últimos implemente
El camino al lugar de la ceremonia, fue un momento caótico para todos, el pueblo vivía una gran fiesta celebrando la unión del conde y futuro emperador con la joven princesa, la espero como todo prometido al altar, viendo con detenimiento a los familiares de su futura esposa, analizando cada movimiento de cada uno de ellos, podía ver sus ojos llenos de codicia y ambición, sabia que todos estaban meramente por interés, sentimiento que estaba ausente en la princesa, por mas que la miraba a los ojos, no había rastros de mentiras en aquellos cristales azulados los cuales le miraban con sinceridad e interés
-es como la flor que crece en el pantano...-suspiro
-¿dijo algo señor?-pregunto Rubeus confundido
-no, nada-al momento que la música comenzó a sonar, la bella doncella ingresaba a la iglesia ante la mirada perplejas de las personas, ante su belleza divina, recibiendo miradas de envidia y admiración al mismo tiempo, iba tomada del brazo de su padre, quien no le dirigió ni una sola palabra antes o durante el camino al lugar de la ceremonia, entregándosela a su prometido
-la cuidare...-le comento sin recibir alguna respuesta del progenitor, haciéndolo fruncir el ceño, mostrando la joven un rostro de incomodidad, tomando la mano del peli plateado
-por favor, disculpe a mi padre...-comento avergonzada
-después de esto, quiero hacerte una pregunta...
-¿eh?-el obispo comenzó con la ceremonia argumentando su sermón, lo que significa un matrimonio y la familia, hasta que dio lugar a los votos de los jóvenes, quienes los pronunciaron sin error alguno
- yo los declaro marido y mujer, ahora puede besar a la novia...-pronuncio, invitando al joven conde en hacerlo, sin embargo, un minuto de silencio inundo el ambiente, dejando confusa a la joven, cuando su velo es apartado por Diamante, tomando sus mejillas con delicadeza, acercándose a su oído diciéndole
-te ves hermosa, esposa mía...-sus mejillas ardieron, sintiendo los labios de ahora su esposo en contacto con los suyos, besándola con profundidad, recibiendo los aplausos de todos
Durante la fiesta, todos los presentes felicitaban a la joven pareja, entregando sus obsequios, y bendiciones a los recién casados, sin embargo, la joven tenia que ausentarse unos momentos dirigiéndose al tocador, Diamante aprovecho de ir tras ella y así salir de sus dudas que le daban vueltas en sus mente, cuando una joven de cabello verde, muy sensual se acerca hacia él
-hola cuñado...-pronuncio Esmeralda moviendo su abanico
-¿eres Esmeralda verdad?-le pregunto seriamente
-me sorprende que sabe mi nombre, me alaga...
-claro, se la familia de mi esposa-comento con una sonrisa, haciendo que ella se acercara mas de la cuenta
-Serena, es solo una niña, tu sabes a lo que me refiero, yo podría darte todo lo que quieres, y mas...-acaricio el pecho del joven, haciendo que él cerrara los ojos
-puede ser...-contesto, haciéndola sonreír-pero, mi esposa es quien me dará todo lo que deseo y mas...-le aparto la mano quitándola de su camino
-Diamante!- Serena vio la escena con ojos bien abiertos
-idiota-musito la mujer entre dientes
-con permiso, voy con mi esposa...-avanzo hacia ella, tomando su mano dirigiéndose a un lugar mas apartado de la fiesta e invitados, ingresando a una de las habitaciones
-estabas con Esmeralda...-dijo Serena desviando la mirada
-si
-pues..., entiendo que se haya casado conmigo, ya que todo es política...
-¿Qué?
-se que usted, tiene una reputación de infiel, y que incluso tiene un harem con muchas mujeres hermosas a su disposición-pronuncio la rubia dándole la espalda, siendo tomada de los hombros, siendo girada por Diamante
-¿infiel? ¿un harem? ¿Por qué crees todo lo que dicen de mi?
-pero...Esmeralda...
-¿Qué es lo que acabo de jurar frente al altar?
-¿eh?
-que te iba ser fiel ¿no?-ella asintió-ahora tu eres mi esposa, no necesito a ni una sola mujer mas y tampoco la encontraras en nuestra habitación, un en otro lugar, solo me basta contigo...-beso sus labios con ternura –porque eres mi esposa...
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Holaaa espero que les haya gustado este capitulo, muchas gracias por leer, mil abrazos!!!
proximamente.....................................Capitulo 3 Mi vida, tu vida, nuestra vida...
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