Capitulo 14 Las inseguridades de Diamante...


"...Las situaciones del pasado...me han puesto en un predicamento..., tengo miedo...de lastimarte...quiero protegerte...incluso de mi mismo..."

Pov Diamante

Allí esta frente a mi, como una diosa o una musa digna para una hermosa pintura, la luna iluminaba su piel, tan tersa como la porcelana, no soy merecedor de semejante belleza, ¿y si regreso? Voltee para retornar, pero...ella es mi esposa, no debo...sentirme miserable de mis pensamientos impuros por Serena, tan inocente ¿seré capaz de tomarla como mi mujer? Me hace sentir un pecador o algo así, mis deseos y mi corazón luchan en lo que es correcto, es la primera vez que me siento nervioso con ello, un profundo miedo se apodera de mi ¿aun no puedo superar lo que sucedió? Quizás nunca podre hacerlo, por eso me prometí a mi mismo que esperaría hasta que mi esposa se sintiera preparada, me acerque casi de manera hipnótica, su sublime belleza me empujaba a su dirección mis prendas caían mientras llegaba a pisar el agua cálida, sin darme cuenta estaba a un par de pasos de ella desnudo sin saber que hacer

-Serena...-susurre detrás de ella sin que me oyera, Serena se encontraba frente a mi de espaldas viendo su figura de cual diosa griega ante mis ojos que la miran impuros de deseo

-muero por un masaje...-dijo abiertamente llevando una de sus manos hacia su hombro mirando a la luna, pose mi mano sobre su piel sobresaltándola volteando de inmediato, sorprendiéndose al verme, cubriéndose así misma con el rostro rojo de vergüenza, desviando su mirada

-si quieres yo puedo darte ese masaje...-ella volteo levemente dándome espacio libre para que acariciaba con suavidad, sus mejillas aun están sonrojadas, su cuerpo tiembla como mis manos, me arme de valor para acercarme a su oído-y si...te sedujo hasta el amanecer- es la primera vez que me siento nervioso, la miro mientras extiendo mi mano hacía su rostro, cargándose sobre la palma de mi mano mirándome con dulzura

Fin pov Diamante

Ella se cubría los senos con timidez ante la mirada de su esposo, podía ver su torso y abdomen entrenado, desviando la mirada con vergüenza en su rostro, para mirarlo cuando este posa su mano sobre su mejilla teñida de carmín para sonreír con ojos dulces

-¿no quieres?...-le pregunto él bajando su mano rodeando su delgada cintura , posando su frente contra la suya-dime...y me detengo...-le beso la mejilla, mientras que ella entrelazaba sus manos alrededor de su cuello, cerrando sus ojos antes las caricias del peli plateado

-te prometí que ya no tendría miedo...-le contesto- confío en ti...-su cuerpo temblaba ante toda la situación, a pesar del agua cálida, sus acciones le hacían traicionar en cierto punto lo que ella decía, Diamante la todo entre sus brazos estilo nupcial llevándola hacia la cascada sin decir mayores palabras sorprendiendo a la joven, pasando a través de aquella muralla de agua haciendo que su esposa abriera sus ojos enormemente al ver tal belleza, una cueva la cual no estaba oscura, si no un camino de luciérnagas que daban un ligero esplendor guiándolos a un majestuoso lecho de suaves telas aterciopeladas y de algodón de color blanco, y delicadas velas que se encontraban en el suelo para un romanticismo único en la cual ambos estaban envueltos

-que hermoso...-suspiro mientras él la bajaba con sumo cuidado al suelo- de verdad ¿no estoy soñando?

-se lo mucho que te gusta este lugar, y lo prepare para ti...aunque esperaba decirte la sorpresa en otro momento pero...-siendo interrumpido por un cálido beso por parte de ella en sus labios

-gracias...-contesto sin dejar de mirarlo, para volver a besarlo esta vez mas profundamente, haciendo que él tomara el control del beso, Serena sentía una presión en su bajo vientre, separándose un poco de su esposo un tanto asustada, Diamante comprendió de inmediato, ubicándose detrás de ella acariciando su abdomen hasta el principio de sus pechos logrando choques eléctricos en la tersa piel de la joven erizándola por completo, mientras le entregaba besos en su cuello, para regresar frente a ella mirándola con deseo, tomando su mano acercándola hacia el lecho que había preparado únicamente para su esposa, sentándola en su regazo sintiendo el contacto directo de sus sexos liberando un hipo de la joven

-no sientas miedo Serena ...-le susurro en su odio mientras no se detenía en besarla una y otra vez, girándola quedando ella bajo de él, recostándola con suavidad, siguiendo su camino por sus hombros hasta el principio de su pecho derecho el cual se erizo al contacto, para luego seguir con el otro mientras que ella lo observaba cerrando los ojos al sentir como el calor comenzaba a dominarla, por otra parte él bajaba hasta su vientre besado aquella zona con ternura

-aquí mi bella esposa cargara a mis hijos...-pensó mientras continuaba con su tarea-como deseo que quedes en cinta mi amor...- con ayuda de su brazo levanto su muslo, besando uno de sus pliegues, liberando un gemido de la joven, cubriéndose la boca –no silencies ese bello sonido que emite tu boca

-es...que...

-déjame oírlo, déjame oír que eres completamente mía

-si..., soy tuya...completamente...-contesto extasiada, con la voz y la respiración agitada aferrándose a las sabanas las cuales le servían como contención ante las sensaciones nuevas que se dejaban sentir dentro y fuera de su piel, mientras que el peli plateado abría sutilmente su piernas para probar aquel néctar que provenía de su interior –Dia...Diamante...

-eres deliciosa...-contesto con una sonrisa subiendo hasta sus labios haciendo probar su propio sabor, al sentir que su virilidad no podía mas, jugo con su nariz en un gesto tierno mientras con sus manos separaba su piernas ubicándose en medio de estas, realizando leves movimientos sobre su intimidad aumentando el deseo en ella humedeciéndola aun mas

-Diamante...-gimió aferrándose mas a él –quiero que me hagas tuya...solamente tuya...-sin embargo, él la seguía besando en cada centímetro de su piel, como un adicto probando su mayor vicio, para acomodarse en su cuello besando su mejilla mientras se abría paso en su estrecha feminidad, soltando un pequeño quejido de la rubia aferrándose mas a él, al sentir como su barrera desaparecía por completo al unirse completamente con él

-¿estas bien?-le pregunto al notar lagrimas de la rubia recorrer sus mejillas

-si...-asintió con la cabeza rápidamente abrazándolo con fuerza-no te preocupes...-continuo con un beso en sus labios, haciéndolo sentir mas seguro, para moverse en su interior suavemente, que en un principio no soltaba ni un gemido, sin embargo al poco tiempo sus labios pronunciaban su nombre, enredando sus piernas en la cintura de él siguiendo con un compas de pasión y deseo que ninguno de los dos se había imaginado, Diamante comenzó a embestirla con mayor fuerza a medida que la voz de Serena pronunciaba mas su nombre y besaba sus pechos que se movían al vaivén en tanto la joven arqueaba su cuerpo voluntariamente al sentir que el peli plateado se aferraba a ella abrazándola cuando una presión en su bajo vientre le advirtió que el final se acercaba, siguiendo con el compas intenso, hasta que su vientre estallaba y con ello Diamante liberaba su esencia en su interior

-Serena...-pronuncio al caer sobre ella exhausto, aunque quería mas tiempo pero la comprendía ya que no le exigiría demasiado en su primera vez –te amo...-pronuncio apoyado su cabeza sobre los pechos de la joven

-yo también...-contesto acariciando su cabello plateado con la mirada perdida en el techo de la cueva – te amo...-confeso mientras él se separaba con lentitud y desgano de ella, acunándola entre sus brazos en tanto Serena cerraba los ojos aferrándose a su pecho

-descansa cariño..., mi vida...

A la mañana siguiente, Serena despertaba lentamente al sentir telas romperse siendo mojadas en la cascada con delicadeza, haciendo que ella abriera los ojos, observando a su esposo realizando aquella acción, cubriendo la parte inferior de su cuerpo para llegar hasta ella con el pañuelo improvisado

-bueno días...-dijo ella confundida, sintiendo su cuerpo con una leve molestia en su parte inferior la cual le dio poca importancia, solo que vio como aquellas sabanas blancas estaban teñidas por un par de gotas carmesí haciéndola sonrojar

-perdón no debí...-se disculpo el peli plateado –no debí forzarte a hacerlo..., debí esperar...-contesto para posar el pañuelo húmedo sobre los muslos de la joven limpiando aquel rastro rojizo de sus piernas –te hice daño...

-no...-negó la cabeza de inmediato- es normal-dijo rápidamente captando toda la atención de su esposo-digo, nana Setsuna me explico que eso pasa la primera vez o en la mayoría de los casos, no te preocupes Diamante

-pero...tienes sangre, fui muy bruto...-limpio sus piernas mientras que ella atrapo su rostro con sus manos para besarlos con ternura

-fue maravilloso Diamante...-le respondió- gracias por esta noche...

-¿de verdad? No...-le interrumpió posando la mano sobre sus labios

-fue maravilloso Diamante, créeme...¿Por qué estas tan asustado?

-yo...-le abrazo con fuerza y protección-por nada cariño...contesto-no tiene caso decirle, hay muchas cosas de que ella no debe enterarse –se dijo así mismo-tenia miedo, de lastimarte...


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Holaaaa espero que les haya gustado, y lamento la espera, gracias por leer y comentar

¿por que Diamante es tan temeroso en tratar a Serena?


proximamente.....................................................capitulo 15 Mi esposa, mi mujer...

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