1
Había mucho ruido, la música estaba casi golpeando sus oídos, y aunque la canción que se estaba reproduciendo le había gustado en los últimos días. No sé sentía de humor para apreciarla está vez, tenía una explosión de emociones entre la tristeza, la rabia, el orgullo o la ira, tal vez por eso, nadie se había acercado a ligar con él, a pesar de que era un hombre muy apuesto.
Todo el mundo se lo decía una y otra vez, que tenía una belleza inigualable. Él no podía negarlo, aunque sonara algo narcisista sabía que sus ojos grandes y encantadores podrían volver loco a cualquier chica, tal vez no pasaba el 1.80, pero seguía siendo alto y de piernas largas, también era delgado y tenían algunos músculos, no como los de los tipos de la televisión pero lo gustaba hacer ejercicio y los músculos de habían marcado, además tenía una fina barbilla que entraba dentro de los cánones de belleza de su país, y la nariz puntiaguda, las cejas pobladas, el rostro asimétrico, pero nada de eso fue suficiente, no evito que la dulce Jisoo lo engañara con alguien más.
Nunca sería suficiente para Jisoo, no importaba lo que hiciera. Había prometido a sus padres que sería un buen esposo, que la trataría bien, que sería amable todo el tiempo con ella, comprensivo, escucharía sus quejas, sus reclamos y también las cosas que le gustaban, pondría más atención en ello para poder llevar un matrimonio feliz.
Todos los meses le regalaba un ramo de rosas y una caja con sus chocolates favoritos, ella le sonreía cálidamente, lo abrazaba y lo besaba en agradecimiento, luego mientras cocinaba Jisoo se ponía a cantar las baladas que le gustaban.
Creía que vivía en el matrimonio perfecto, sin peleas estúpidas, adaptándose el uno al otro, siendo fieles.
—Más whisky —pidió al camarero mientras alzaba la mano y la agitaba de un lado a otro, el chico alto y delgado lo miro seriamente, pero asintió y se movió hasta la barra.
Hasta que la vio y la máscara se le cayó, había visto sus verdaderos colores, Jisoo no era como él creía, no era perfecta, era mentirosa y falsa. Ya no creía que sus sonrisas hayan sido sinceras, ella no lo amaba y por esa razón, ahora se encontraba sumido en sus propios pensamientos y delirios, con la compañía del alcohol en un bar gay.
¿Pero cómo llegamos aquí?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top