4- LOS PRÍNCIPES ASESINADOS EN LA TORRE DE LONDRES.
La tía materna de lady Sophie puede ver a los príncipes muertos en la Torre de Londres, pero ¿sabías quiénes eran?
Empecemos por el principio. En 1483 falleció Eduardo IV y lo sucedió en el trono su hijo mayor con el nombre de Eduardo V, de apenas doce años. Su progenitora era Elizabeth Woodville, que aparece en la novela como una de las brujas del linaje Grey. El abuelo de Sophie, entonces, sería medio hermano de ellos por parte de madre.
El soberano en el lecho de muerte nombró a su hermano Ricardo —duque de Gloucester— protector del reino. ¿Qué suponía esta designación? Que quedaba al mando del gobierno efectivo de Inglaterra durante la minoría de edad del nuevo rey.
Enseguida el tío confinó a Eduardo y a su hermano menor, Ricardo, en la Torre de Londres. Y el 26 de junio una asamblea de los Tres Estados del Reino depuso a Eduardo V por considerar que él y su hermano eran bastardos. Alegaban que el matrimonio de la madre de los niños con Eduardo IV era nulo porque el rey estaba casado con Eleanor Talbot. De este modo designaron al duque de Gloucester nuevo monarca con el nombre de Ricardo III.
Los príncipes desaparecieron pocas semanas después y nunca se dio una explicación oficial sobre cuándo o cómo murieron y dónde fueron enterrados. Se sospechaba de Ricardo III porque fue quien se benefició y porque siempre se había comportado como un hombre ambicioso y sin escrúpulos. Los rumores decían que una noche el rey envió a un caballero de su confianza —James Tyrell— y a otros dos individuos, quienes asfixiaron a los dos chicos con una almohada. Luego enterraron los cuerpos al pie de unas escaleras de la torre. Este relato apareció en las crónicas oficiales y Shakespeare las tuvo en cuenta para escribir su obra de teatro Ricardo III, que se publicó en 1597. Pero en 1674 la realidad demostró que no se hallaba tan lejos de la ficción, pues encontraron los huesos de los jóvenes enterrados al pie de una escalera de la Torre de Londres.
Algunos historiadores actuales discrepan de esta hipótesis. Argumentan que el niño mayor era enfermizo y que podría haber fallecido por causas naturales. En 1475, cuando tenía cuatro años, su padre dudaba de que viviera para sucederlo, pues en su testamento hacía una serie de legados a su hijo «si Dios permite que llegue a la edad de discreción» y estipulaba que si moría deberían entregarse a quien resultara ser «nuestro heredero». En el verano de 1483, cuando se hallaba en la Torre de Londres, recibió las frecuentes visitas de su médico. Tampoco consideran claras las motivaciones de Ricardo III para matar a sus sobrinos porque recibió el trono inglés de forma legal, pública y sin que la legitimidad estuviese en entredicho. Es difícil explicar, además, por qué no anunció sus muertes y los enterró.
Podría haber otros responsables. Cuando Ricardo III y su esposa partieron en una gira por el reino —después de la coronación— otros intentaron apoderarse de los príncipes en la Torre de Londres, sin que se supiera si era para rescatarlos o para matarlos. Se creía que el duque de Buckingham pretendía restaurar en el trono al rey niño Eduardo V, lo que requería sacarlo del confinamiento. Como condestable de Inglaterra Buckingham tenía autoridad suficiente como para enviar hombres. La rebelión de Buckingham fracasó y el propio duque murió decapitado a finales de 1483. No se sabe si antes consiguió recuperar a los niños. Puede que Ricardo III no supiese qué había pasado con los hijos de su hermano y que por eso nunca hizo ningún anuncio público sobre su paradero.
Ricardo III murió en 1485 en la batalla de Bosworth, que constituyó el episodio final de la Guerra de las Dos Rosas. El trono recayó en el vencedor —Enrique VII — fundador de la dinastía Tudor y padre de Enrique VIII. Al principio, él tampoco sabía el destino que habían corrido los niños, de ahí que en 1490 diera credibilidad a un impostor que se hizo pasar por Ricardo, el más joven de los príncipes. Después Enrique VII difundió los rumores de que los hijos de Eduardo IV habían sido asesinados en 1483 para evitar el surgimiento de nuevos pretendientes a la Corona.
Quizá fue entonces cuando se inventó la historia sobre los asesinos a sueldo de Ricardo III. Después de que en 1502 James Tyrell fuera ajusticiado por participar en una conspiración a favor de los York, se difundió la noticia de que había confesado ser el autor del asesinato de los dos niños en la Torre de Londres 19 años antes, por orden de su señor.
Ricardo III se conoce por ser el último rey muerto en batalla, por haber sido el último soberano de la dinastía York y por la obra de Shakespeare en la que el bardo de Avon lo muestra como un hombre muy feo y deforme. Juzga tú, te adjunto al final del tip una imagen de la reconstrucción de su rostro.
Pero ¿fue el autor intelectual del asesinato de los príncipes? No se sabe con certeza y la incógnita se mantiene hasta el día de hoy...
Eduardo V.
Retrato que John Everett Millais pintó de los príncipes asesinados en la Torre de Londres en el siglo XIX.
Philippa Langley trabajaba en un guion sobre Ricardo III y visitó el antiguo emplazamiento de la iglesia de Greyfriars en 2004. La parte más septentrional del antiguo monasterio se había convertido en el parking de un centro de servicios sociales. Langley dijo que sintió una extraña sensación al entrar en el aparcamiento.
—Simplemente sentí que estaba caminando sobre la tumba de Ricardo III —le confesó al periódico The Guardian en 2013—. No puedo explicarlo.
Un año después, regresó allí y vio que una de las plazas había sido pintada con la letra R. Aunque solo significaba «reservado», se lo tomó como una señal. Contactó con arqueólogos de la Universidad de Leicester y los animó a investigar el yacimiento. Otras personas habían solicitado lo mismo, pero no las tomaron en cuenta. En 2005 encontraron a un descendiente vivo del rey y si se hallaban los restos podrían comparar los ADN y así confirmar la identidad.
Los arqueólogos aceptaron la tarea solo para saber más sobre el monasterio, que había sido desmantelado hacía mucho tiempo. Langley financió gran parte del proyecto mediante crowdfunding. En agosto de 2012 comenzó la excavación y enseguida descubrieron restos humanos. Uno de los esqueletos encontrados tenía la columna vertebral curvada, en consonancia con la escoliosis conocida de Ricardo III, y mostraba indicios de heridas de batalla. Se publicó un artículo en la revista Nature en el que se concluía que había pruebas abrumadoras de que los huesos eran los del controvertido rey.
Ricardo volvió a ser enterrado en el 2015, en esta oportunidad en la catedral de Leicester. En la actualidad, el aparcamiento es un centro de visitantes con el suelo de cristal para que el público vea la que fue la tumba del rey.
Se hizo una película sobre esta búsqueda en 2023, titulada The Lost King. Te invito a verla.
En 2012 encontraron en un aparcamiento de Leicester los restos de Ricardo III —el supuesto asesino de los príncipes— fallecido en 1485 en la batalla de Bosworth.
Esta es la reconstrucción que hicieron los forenses.
Si deseas profundizar más puedes leer:
📚La desaparición de los príncipes en la Torre de Londres, artículo de John Ashdown-Hill para National Geographic Historia, actualizado a 23 de febrero de 2022.
📚¿Cómo acabó el "rey perdido" de Inglaterra bajo un aparcamiento?, artículo de National Geographic escrito por Erin Blakemore, de fecha 3 de abril de 2023.
📚Le pedimos a una inteligencia artificial que imaginara el rostro de Ricardo III. Este es el resultado, artículo de Constanza Vacas para National Geographic Historia, actualizado a 10 de mayo de 2023.
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