One-Short
La Espada de un Escudo.
Estaban viajando. Como siempre, Filo empuja el carro y Naofumi se encontraba perdido en sus pensamientos.
Recordó todo lo que habían vivido, y en consecuencia como (sin intensiones de hacerlo) Naofumi robo el corazón de Raphtalia.
¿Quién diría que de perder su aldea, y ser vendida como un esclavo para ser maltratada por un noble, pasaría a tener una vida de aventurera?.
Bueno. Ella no estaba segura de si el destino existe, pero si es así, estaba agradecida con el.
No iba a negarlo.
La primera vez que lo vio, creyó que su vida no sería muy distinta a la que tuvo con aquél noble.
Tuvo que tragarse sus palabras cuando no fue así, como era él héroe del escudo, su deber era proteger por lo tanto no podía causar daño.
Eso significa que alguien más tiene que causar daño en su lugar.
Y ella fue la elegida para eso.
Poco a poco aquél hombre frío y malicioso iba saliendo y mostrando que aún queda un poco de ese Naofumi amable él que existía antes de la traición de esa mujer.
¿Estaba molesta?, ¡Claro que lo estaba!. Esa mujer genero en él un trauma. Y por culpa de ese trauma ella no ha sido capaz de expresar sus sentimientos.
Ni si quiera ella sabe cuando fue que se enamoró de él.
Tal vez fue que cada vez que ella hacia algo bien, siempre era recompensada. O el hecho de que gracias a él, tiene un motivo para vivir.
Le encantaba el hecho de que, de todas las mujeres que han aparecido en su vida. Solo ella, sea la única en la que puede confiar.
Es verdad que aún tiene la edad de una niña. Aunque para ese mundo, ella ya era toda una mujer adulta joven.
Le molestaba el hecho de la viera como una hija, pero eso iba a cambiar. Realmente lo amaba, y quería dejárselo en claro.
Es verdad que ella tiene una atracción sexual y sentimental por él. También quiere que sea el padre de los diez hijos que anhela tener.
Pero eso sería para después. Primero lo primero, debe dejar en claro sus sentimientos.
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Ahora. Ahí se encontraba él.
En sus brazos. Llorando una vez más.
Rara era la vez que mostraba otra faceta que no fuera su característica seriedad y frialdad.
Pero ahora. Lo había hecho.
Ella encontró el porque. Pese a todo lo que han vivido juntos. Aún era incapaz de verla como mujer.
Su corazón aun sigue herido.
Sangra.
Sangra mucho.
Y esas heridas aún siguen abiertas.
No pudo evitar el molestarse.
Aquella mujer, no solo le hizo la vida imposible a su amado. También genero en él heridas que muy difícilmente, podrán ser curadas.
Él vino a este mundo emocionado. Decidido a cumplir su deber como héroe del escudo.
Sin embargo.
Todo lo que recibió, fue solo desprecio y maltrato.
Y lo peor.
Aquello que marco su vida.
Una traición.
Confió en esa mujer. Y sin embargo.
Ella mintió, solo porque quería arruinar su vida.
Deambuló solo, y aquella confianza se perdió. Hasta que apareció aquél vendedor de esclavos.
Y ahí fue que lo conoció.
Tiene miedo.
No solo de volver a ser traicionado.
De quedar solo.
A su suerte.
En este mundo.
Tiene miedo de que ella. La única mujer en la que ha podido confiar. Lo abandone.
Es verdad que de ser así, se abría ido con Motoyasu. Pero.
¿Qué le asegura que no fuera así en un futuro?.
¿Qué le asegura que solo este esperando el momento decisivo para traicionarlo?.
Nada.
Solo su palabra.
Pero está bien. No puede culparlo.
Él no era como esos rumores, lo describen. De ser así.
No la habría alimentado hasta quedar satisfecha.
Esas medicinas que uso, no se las habría dado a ella.
La habría dejado a su suerte en esa cueva. Y en vez de eso, eligió quedarse y dar su vida para que escapará.
Tal vez. Porque la vio crecer es que la ve como su hija.
Pero ahora.
Ella quiere ayudar a ese hombre.
Ese hombre que aún sufre en silencio y a su propia espalda.
Es capaz de matar a todo enemigo que se le ponga enfrente. Pero no es capaz de matar al monstruo que sigue torturando su corazón.
Levanto su rostro.
Sus ojos se agrandaron.
En aquella mirada, donde siempre hay seriedad y frialdad.
Ahora.
Hay miedo.
Dolor.
Y eso adornado de un rostro que refleja su sufrimiento interno.
Ella no lo soporto.
Lágrimas comenzaron a caer de sus ojos.
Tomo el valor. Y lo beso.
Agrió.
Era un beso amargo, además.
Sus labios estaban fríos.
Sus brazos se mantuvieron en sus espalda. Pero ella lo atrajo más.
Pegándolo más a su cuerpo.
Naofumi poco a poco, fue cerrando sus ojos.
Cuando finalmente los cerro. Ella mantuvo sus ojos abiertos.
Más lágrimas caían de los ojos de su amado. Pero está bien. Si ella puede ayudarlo en liberar todo ese sufrimiento, lo hará.
Ya libero un poco cuando le dijo esas palabras que tanto anhelo escuchar.
Ahora, debe liberar más.
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No sabe si fue por el calor del momento.
O si solo deseaba desahogarse.
Pero lo que sabe.
Es que ahora él en esta en su pecho. Dormido.
Un semblante tan tranquilo.
Aún no ha dejado de acariciar su cabello.
Pero él la abraza con fuerza, aferrándose a ella.
Ella solo se limita a acariciar su cabeza, mientras un brazo esta en sus espalda.
Ella lo ama.
Y espera que con este acto, él lo haya entendido.
Aún hay micho dolor que debe quitar. Pero lo hará poco a poco.
Sin importar a quienes enfrente, sin importar si todo el mundo esta en su contra.
Ella destruirá todo aquel que intente causarle daño. Después de todo.
Es la espada del escudo.
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Memes.
Yo al enterarme de esto. Quede tipo:
Lein y yo hablando de los buenardos NTR
Lein y yo discutiendo porque euforia es el mejor H psicológico.
Yo llevándole a G-Hope y a Legión un montón de vainilla suave y pura.
Yo al encontrar unos doujinshis donde Naofumi le da todo su amor de padre a Raphtalia
¡¡¡PERO EL DE MÁS ARRIBA!!!.
Primero: son actrices. Segundo: lo peor es que es verdad. Que pedo, se supone que estas sufriendo no gozando
Ya oyeron a mami Quetzalcoatl
¡Ah cabrón!. ¿¡Ya hay imágenes de Naofumi dándole su amor de padre a Raphtalia!?... ¡¡¡A la regla 34 rápido, rápido!!!.
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