Capítulo 24| comienzo de una Era
Se habían escuchado los estruendos que hacían las espadas al chocar una tras otra, el ruido de la carne siendo cortada era tan aterrador que todos temieron su inminente final.
Kabuto había sido una amada princesa para su padre el antiguo rey de Jin, luego pasó a ser la esposa más amada del Sultán Aslan y finalmente una princesa olvidada.
Por años temió su muerte y la de sus bastagos, temió morir de la peor manera.
Cuando supo que Qiao planeaba destronar al emperador, temió por la vida de sus hijos, si enviaba a Hülya al monasterio principal de Han, nadie podría tocarla, pero con Minho era diferente, un príncipe era un príncipe en cualquier lado, Minho podía tomar el trono de Han cuando quisiera, pero no tenían una familia de poder o aliados.
Por ello Kabuto tomó la decisión de hacerlo pasar por muerto y darle la oportunidad de ser el Sultán que su padre hubiera querido.
—Mi señora - un joven de cabello largos y ropas blancas se reverencio ante ella, aquel joven era hijo del que alguna vez fue su prometido, tan pronto regrese al imperio este se contacto con ella y puso a su servicio a su hijo Seungho.—Deme su orden.
—Quiero que busques a alguien parecido a Minho, quiero que también consigas un refugio para el...
—¿Qué planea hacer mi señora? - Kabuto sonrió y le orden salir.
Tal a como habia predicho Qiao ataco su residencia al caer la tarde, Minho se fue lejos a como había pedido y ella acabó suicidándose para no morir a manos de los traidores.
Desde el día en que su madre lo había sacado del palacio sufrió grandes percances, fue difícil adaptarse a la vida fuera del palacio y más saber que ya no tenia familia.
Había perdido a su madre y hermana, al emperador que tanto lo había querido y a un sin fin de personas que le habían brindado su cariño.
Desde que la familia Lee le habia dado su apoyo se había esforzado al máximo para ir a Estambul a tomar el trono que su padre le había confiado a su madre.
—Su majestad, ya casi llegamos a Estambul - Seungho se reverencio ante el, Minho sonrió y observo el horizonte.
—Vamos a recuperar la gloria de los tomanos.
El traje ceremonial parecía pesar más de lo debido, la enorme corona hacia que su cuello doliera y los incómodos zapatos avisaban que el camino al poder era difícil.
Ser emperatriz era un trabajo difícil, ver a tu esposo con otras mujeres, con otros niños que no eran tuyos y noches solas, pero sabía que era por un bien común.
—Su majestad la emperatriz debe de salir ahora mismo - Hulya fue guiada por sus criadas a la salida del palacio.
Desde que había llegado a la capital y se había dado por finalizada la guerra, se habían puesto manos a la obra para recuperar a criadas y eunucos que habían sido echados por Qiao y su esposa Mei Ling.
—Debe de hacer una reverencio para recibir la gracia de los cielos. - Hülya se reverencio hasta el suelo —La segunda por el emperador - Hülya se reverencio nuevamente —La tercera para recibir el libro y el sello de la emperatriz- Hülya realizó una última reverencia y tomo el sello de la emperatriz para agacharse ligeramente, lo entrego y tomo el libro con el título que recibía y se reverencio nuevamente.
—Felicidades majestad - dijo la esposa del gran príncipe Li, un príncipe que había perdido su puesto al trono contra su hermano el falleció emperador fundador de Han.
—Su majestad debe de recorrer el camino hasta el patio principal - Hülya alzó su cabeza y se puso erguida.
Cada paso que daba era un paso a la victoria, era un paso a la venganza, a la gloria que le habían arrebatado a su madre y a su difunto prometido.
—Que los cielos bendigan a la emperatriz y al emperador por cien mil años - Hülya escucho los tambores que anunciaban su entrada.
Qiao había sido decapitado por Yangyang en las entradas de la ciudad, el pueblo había entregado al emperador tirano para darle paso a una nueva era, a una nueva dinastia.
—Mi emperatriz - Hülya realizo la última reverencia y subió hasta donde se encontraba Yangyang, este tomo su mano y la alzó para que todos la vieran —Felicidades por ti gran azaña.
—Tenemos asuntos que arreglar - Yangyang soltó a reír.
—Es nuestra boda y entronizacion - Yangyang y Hülya se despidieron de los funcionarios de alto rango y príncipes ancianos y se encaminaron hacia el palacio del emperador "Salón de cultivo mental"
—¿Ya no aguantas? - Yangyang soltó a reír —Me duelen los pies y esta ropa pesa.
—Los Han y los Jin provienen de tribus antiguas que eran nómadas y bárbaras, de ahora en adelante mi apellido será Aisingioro, Aisingioro Yangyang, emperador Hongyang.
—Haz pensando en todo - Yangyang sonrió —¿Y yo?
—Mi adorada esposa debe de crear un nuevo orden en el harem - Hülya hizo un puchero — Te daré un nombre junto a un palacio bonito.
—Eres un tonto Yangyang.
—Vamos a la cama ya - tomó a Hülya en brazo y la llevo hasta la habitación.
La esposa de Qiao, Mei Ling, había sido encerrada en su palacio de la armonía eterna, sin criadas y custodiada a casa segundo.
Hülya había tomado una decisión sobre que hacer con ella y sus hijos, una decisión que no fue difícil al saber que ella había ordenado que su madre fuese ultrajada aún muerta.
—Pecadora Emperatriz destronada Mei Ling , por orden de su majestad la emperatriz Hülya, es degradada a plebeya y con ello es desterrada al palacio frió en donde estará hasta el día de su muerte, sus hijos son degradados a plebeyos y se les enviará a las fronteras como parte de sus exilio.
Özlem parecía querer golpear a Ashina con todo lo que tenía a su alcance, su enfado era tan grande que la había abofeteado varias veces y le había hecho sangrar.
—¿¡Como se ocurre!? ¿¡por qué perdiste esos territorios!? ¡a tu padre le costó conseguirlos!
—Calma madre, con mejor preparación podré conseguirlos de regreso y más. - parecía confiada, Özlem se enfado más.
—¿Como crees que te ven todos ahora? Como un incompetente.
—Te dije que no estaba listo.
—¡Eres una inútil! ¡Di a luz a una inútil! - Özlem estaba roja del enfado —Vete de mi vista, veré como traer todo de regreso.
—Madre.
—¡Largo! - Ashina la miro mal y salió, se había esforzado pero fue inútil.
El invierno había llegado a Estambul, tan frío que las cosechas poco a poco se iban dañando, que los más pobres quedaban en las calles congelados y los más ricos pedian a gritos una solución.
Y regresamos con el primer capitulo de esta segunda temporada.
¿Qué creen que pase ahora?
Mis redes.
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