Qiao se había sentado en el trono luego de haber derramado la sangre de toda su familia, los ministros estaban inseguros con aquella entronizacion pero para preservar sus cabezas obedecerian sin dudar.

—Nombraré a Mei Ling como la emperatriz Mei, ella es la máxima autoridad luego de mi madre la emperatriz viuda Niohuro. - la decisión de nombrar a su madre una consorte secundaria emperatriz era inaceptable pero nadie se opuso.

Tan pronto como Mei Ling tomó el palacio de la emperatriz dio una orden clara, atrapar viva o muerta a Hülya, debían de deshacerse de aquella amenaza.

—Traiganme a la princesa, ya sea viva o muerta, quiero ver su rostro lleno de sangre, su cuello cortado y sus ojos sin vida, daré una recompensan a quien me la traiga.

—Si su majestad.

—Utilizamos medios ruines para tomar el trono, es necesario no dejar pruebas.

Ashina bajo del carruaje y se acercó al jardín en donde su madre se encontraba, ahí le esperaban sus consortes, Özlem estiro su mano y Ashina la beso.

Para Dilaşud y Havva la sorpresa fue enorme, detrás de ella iba una hermosa joven con un bebé en brazos, aquello prendió sus alarmas.

—¿Y ella?

—Es Ebru, mi favorita, el es el príncipe Süleyman, nació durante nuestra estadía en el palacio de caza.

—¿Qué? - Havva sonaba desolada, su rostro se torno pálido y sus ojos se aguaron.

—Madre iré a descansar - ignoró a sus consortes y se apresuró a ingresar al palacio.

—Veo que ni tu, ni yo movemos su corazón. - Dilaşud la miro —Somos una diversión nada más.

—La diferencia es que yo si era amada, recibía sus caricias y sus regalos, no nos compares - Havva se apresuró a regresar al interior, Dilaşud rodó los ojos y miró a su bebé.

—No somos iguales ya que yo te matare antes.

Ashina reposo su cuerpo en la cama, Özlem recibió al bebé de manos de la concubina, la joven quien sabía la verdad se había hecho pasar por embarazada y ahora criaria al bebé como suyo y recibiría un buen rango.

—Un príncipe, un príncipe nacido de una descendiente de Osman.

—Le nombre Süleyman, es un nombre digno.

—Me gusta mucho, Ebru debes de criarlo bien, todos deben de creer que es tu hijo, te daré unos aposentos cercanos a los míos y recibirás el título de sultana, no te preocupes por lo demás.

—No se preocupe madre, su majestad me hablo de todo con antelación, cumpliré con mi trabajo.

—Bien, Ashina debe de descansar, vamos  - Ebru tomó al bebé en brazos y le siguió.

Havva ingreso a los aposentos de Ashina y se reverencio, al acercarse se pudo notar la tristeza en sus ojos, Ashina beso su frente y sonrío.

—¿Por qué tan triste?

—Usted me cambio.

—Nunca amada mía, sabes que estas en un harén y debo de hacer mi parte.

—¿Me ama solo a mi?

—Sí Havva, solo a ti mi hermosa rosa de cabellos de fuego.

—Entonces esta bien, aceptaré esto.

Una  ceremonia se llevó acabo en el norte, el pueblo entero había reunido para presenciar la unión entre dos dinastías enemigas.

Hülya vestía un hermoso vestido rojo, símbolo de aquella hermosa unión.

Al llegar al lugar, Yangyang ya estaba ahí, también vestía de rojo y aquello le gustó a Hülya.

Ambos se reverenciaron tres veces, una por sus padres, dos por el pueblo y la tercera como esposos.

Para sellar la unión bebieron del vino nupcial y celebraron por lo grande en compañía del pueblo.

—Mañana que partamos debes de saber algo Hülya.

—Dime.

—Debes de regresar con vida, sin importar que, regresa con vida.

—No te preocupes, debo de vengar a mi familia, regresaré a ti completa.

—Entonces solo disfrutemos de la última noche que nos queda juntos.

Hülya sonrió y se sentó a esperar a que Yangyang le quitará el velo, una vez sucedió la unión ya estaba sellada y eran marido y mujer.

Özlem observo a su nieto y sintió, Aasiyah había intentado ver al bebé pero se le había negado la petición, sabía que buscaría un pero para a aquel bebé y ella no pensaba dejarla.

—Aumenta la dosis de veneno, busca la manera de hacer caer a sus aliados.

—Sí ella muere sus aliados se irán con Dilaşud.

—De todos modos sus hijos vivirán poco.

—Entonces aumentaremos el veneno.

Aasiyah había mandado a llamar a Ebru, una hermosa joven rubia de ojos azules, pero no quería verla a ella, quería ver a su bastado, quería poner sus manos sobre su cuello y matarlo.

—Lo siento alteza, el príncipe Süleyman esta con la valide.

—Yo soy la valide.

—Fueron ordenes de su majestad, lo siento.

—¿¡Me estas menos preciando!?

—Su Majestad me ordenó eso, lo siento. - Aasiyah se levantó furiosa y salió.

Ashina se despojo de sus ropas y se quito el vendaje de sus pechos, sentía dolor, sus pechos estaban cargados de leche, la cual no podía darle a su bebé, estar en aquella situación era lamentable.

—¿¡Cómo osas a prohibirme ver a mi bisnieto!? - Aasiyah había entrado de golpe, su boca se abrió de forma violenta y un grito salió de ella —¡Eres una mujer! ¡Aghas!

Ashina se abalanzó sobre ella y le tapo la boca.

—Cállate maldita sea, Cállate  - Aasiyah trato de luchar  —Cállate.

—Me engañaron  - Ashina se monto sobre ella y apretó su cuello —No te saldrás con la tuya...

—¿Así como tu te saliste con la tuya al matar a mi padre? - Aasiyah abrió sus ojos con sorpresa, Ashina tomó una almohada y le presiono contra su rostro —Te escuche hablar son tu criada, debes de morir, morir y dejarnos en paz, si te reencuentras con mi padre espero te trate mal, ¡Maldita!

—¿Su Majestad?

Ashina dejo de presionar la almohada contra Aasiyah, estaba perdida y no tendría salía ahora, había matado a la valide y su secreto había quedado expuesto.

—La mate... ¡la mate! - la joven no salía de su shock, no sabia que era peor, presenciar la muerte de la regente o saber que había sido engañada.

Y sacamos a Aasiyah del juego ¿Quién fue la descubrió a Ashina? Hagan sus apuestas.

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