Capítulo 15 |Peligro.

Havva paseo por el harén con la cabeza en alto, era la primera favorita en mucho tiempo, tenía toda la sección para ella sola y gozaba de lujos proporcionados por la valide.

—A la gran madre sultana le gustaría verte -  Havva alzó la vista, una kalfa algo mayor la miro con severidad —¿Que no escuchas? - Havva se puso de pie y salió, Havva no sabía que había una mujer más poderosa que la madre del sultán, pero al enterarse de su abuela y al verla delante de ella todo cambió.

Imponía y por mucho, su rostro tenía una expresión simple y su mirada daba a demostrar que poco le importaba Havva.

—¿Cuál es tu nombre?

—Mi señor me nombre Havva.

—Te seré directa, no te hagas muchas ilusiones, a pesar de haber perdido mi regencia sigo siendo la mujer más poderosa de este imperio, así que si te vuelves un dolor te pateare lejos ¿Capisci?

—Si majestad - Aasiya le hizo una señal de que se retirara y Havva lo cumplió rápidamente. —Mujer loca - murmuró en su camino hacia sus aposentos —Loca.

—¿Quién es loca? - su cuerpo dio un pequeño brinco, delante de ella tenía a la valide más joven, la bella mujer le dio una corta sonrisa. —Supongo que es la sultana Aasiya, siempre fue así, a mi me amenazo con tirar mi cuerpo al Bosforo.

—Madre...

—No tengas miedo, para eso yo estoy aquí, tu simplemente dame un nieto.

—Eso haré sultana - Özlem asintió y acarició su mejilla.

—Iras esta noche, ve a prepararte.

















Kabuto miro seriamente a Hülya, esta venía entrando apenas y no sabía que pasaba, la mayor nego.

—¿Qué hacías ahí?

—¿En donde?

—Con Lady Ling

—Me invito a tomar el té...

—No lo hagas de nuevo, es la esposa del rival de tu prometido, ese príncipe siempre le ha tenido odio al príncipe Keung.

—No sabía.

—Ahora lo sabes Hülya, ten cuidado con lo que dices, haces o miras, en cualquier momento pueden usarlo en tu contra.

—Si madre.

—Ahora ve a cambiarte, Minho vendrá a cenar con nosotras.

—¿Al fin lo solto el abuelo?

—Al emperador le encanta estar con Minho, le recuerda a la difunta emperatriz.

—Y a ti te recuerda a mi padre.

—No, tu me recuerdas a el, era travieso, imprudente y apuesto  - Hülya solto una pequeña risa — Cariño, recuerda esto siempre, tu padre te amaba mucho,  eres el fruto de nuestro amor, siempre lleva en tu mente eso y camina con la cabeza en alto.

—Lo se mamá.

—Querida hija, tiempos difíciles vienen, debes de ser fuerte, muy fuerte y valiente, no dejes que tu juicio se nuble, recta y correcta, venganza con motivo y oportunidades con pruebas.

—¿Por qué me estás diciendo todo esto madre? ¿Estas bien? Te noto triste y ansiosa.

—Solo es el aniversario de tu padre... - Hülya sabía que mentía, faltaba un día.

—Se que hay algo más.

—No es nada lo prometo - Hülya se acerco a ella y la abrazo.











Hülya camino por todo el jardín a como había acostumbrado, Keung no iría en su búsqueda ya que estaba en sus lecciones diarias, por lo cual había decidido a hacer su caminata sola.

Pero entre sus pensamientos sobre su madre y su rara actitud choco con un cuerpo fuerte, cayó al suelo en un duro golpe y cuando alzó la vista lo vio, una máscara cubría la mitad de su rostro, portaba una peluca rubia y una espada en su mano izquierda.

Era el príncipe fantasma.

—¿Acaso no te fijas? - su voz sonó brusca, Hülya quiso articular alguna palabra pero estas simplemente no salieron —Quítate de mi camino.

—Que grosero  -pero por más que se quejo el príncipe la ignoro y siguió su camino — Ush, hay su loco en cada lugar.



















Minho, Kabuto y Hülya cenaron aquella noche entre risas y recuerdos, dejaron su hogar en donde el pan de cada día eran los maltratos de la valide y ahora estaban en aquel lugar en donde el emperador y el príncipe heredero los trataban como familia, se sentían en casa.

—Hülya deberías de irte a las aguas termales de Huanglong. - hablo Kabuto de repente.

—Si, deberías de ir antes de la boda  - Minho secundo a su madre —Dicen que es hermoso y te ayudará a embellecerte más.

—Es muy lejos madre.

—No es una pregunta cielo, es una orden, mañana mismo partiras - Hülya la miro.

—Pero no quiero.

—No te pregunte hija, te he dicho que iras, es por tu bien, piensa en la boda.

—Bien... - Kabuto sonrió satisfecha pero su rostro preocupado jamás cambió.














Keung visito a Hülya al amanecer, entre abrazos y sonrisas se despidieron, Minho también quiso irse pero su compromiso con el emperador se lo prohibió, su madre insistía en que aquel día debía de pasarlo junto a su abuelo.

—Madre, hermano, los amo -Kabuto quiso llorar al escucharla, sin dudarlo la abrazo con fuerza, Hülya no entendía su actitud pero se dejó abrazar.

—Escríbeme, amo cuando mi hermana mayor me escribe su letra es hermosa.

—Siempre hermano, lo haré seguido.

—No tardes mucho querida - Hülya sonrió nuevamente pero esta vez hacía Keung.

—No lo haré, me vendré a casar contigo, no te desharas de mi tan fácilmente - Keung sonrió y la abrazo.

Hülya miro a todos por última vez y subió al carruaje, su corazón comenzó a latir fuertemente una vez el viaje comenzó, no entendia el porque pero prefirió pensar en otras cosas.

Tal vez debió de hacerle caso a su corazón...




















Havva vistió sus mejores ropas, Ashina la esperaba en el balcón en donde darían cenarian bajo la luz de la luna y disfrutaría de la compañía del otro.

Ashina comenzó a sentir cosas cuando vio a Havva, su corazón y mente tenían un solo objetivo, poseer el cuerpo de la pelirroja ardiente que tenía enfrente.

Pero su pecado ya era grande y no deseaba aumentarlo, pero conforme pasaban los segundos quería hundir su cabeza en las piernas de la mujer.

Dejo de lado su juicio y tomo a la pelirroja sin dudarlo más.

Una noche que significó un peligro para Ashina se convirtió en su mayor placer.




















































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