Un mes había pasado desde que el príncipe heredero había comenzado a visitar a Hülya, ambos se habían acercado mucho y se podía predecir un futuro propero para ambos.

Pero por las noche Hülya tenía pesadillas terribles, veía gente muerta y sangre, veía una espada decorativa que estaba bañada en sangre.

Aquellos sueños solo la hacían dudar.

¿Qué depararía su futuro? ¿Todo estaría bien? ¿sería feliz?

Miles de preguntas venían a su mente.

Como todas las tardes el príncipe heredero tocó a su puerta y con una hermosa sonrisa ambos fueron a su paseo rutinario.

—¿Iremos al patio principal? - aquel patio en donde hermosas flores de loto se avistaban a penas ingresaban, se habían convertido en su lugar favorito para ambos.

—No, mi octavo hermano estará entrenando ahí hoy así que no podremos ir por ahí  - Hülya asintió y siguieron su caminata en total paz, eso fue hasta que el primer príncipe se cruzó en su camino, el y su esposa Mei Ling venían del brazo hablando también.

—Primer hermano - fue la voz de Keung que sonó primero — Lady Ling

—Príncipe Qiao, Lady Ling -dijo Hülya con una sonrisa, ambos esposo los vieron brevemente y sonrieron, una sonrisa falsa que pocos notaron.

—Princesa Hülya es bueno verla, me gustaría mostrarle las hermosas telas que la familia Mei me envió  - sonaba amable pero se podía notar falsedad —es bueno verlo príncipe heredero.

—Hermano- Qiao sonrió hacia su hermano — Quiero mostrarte algo interesante, ¿Por que no dejamos a las damas divertirse solas?  -Keung miro a Hülya esperando su aprobación, esta sonrió y asintió hacia él, al irse ambos miro a la dama Ling con una sonrisa.

—Me entere de que la boda será en tres semanas, me gustaría darle su regalo desde ya, en honor a que pronto seremos familia, hermanas. - Hülya asintió.

—Me alegra saber que Lady Ling me considerará parte de su familia - la mayor asintió contenta, un pequeño vientre se podía notar — Felicidades.

—¿Disculpa? - Hülya sonrió y señaló su vientre — Oh, creí que nadie lo notaría.

—tengo buen ojo, cuando estaba pequeña supe antes que mi madre que tendría otro bebé  -la mujer asintió con una pequeña sonrisa, al llegar al pabello designado a Lady Ling, Hülya pudo notar que este era muy elegante y ostentoso.

Su visita sería muy divertida.

Ágata fue preparada por cinco criadas, fue bañada en esencias, depilada y tallada con sumo cuidado, al ingresar a los aposentos temporarios fue rociada con escensias, peinada y maquillada con delicadeza, su hermoso cabello rojo hacia relucir el hermoso vestido blanco que le habían dado.

La kalfa ingreso minutos después y observo el resultado final, definitivamente robaría más de un suspiro aquella noche.

—Siéntate  -ordenó, la pelirroja la miro mal y se sentó — al llegar deberás de arrodillarte, cuando el se acerque deberás de esperar a que el te indique para ponerte de pié, no digas nada fuera de lugar, no seas una inculta cuando el te pregunte algo y sobre todo, no hagas nada si el no te lo pide ¿Entendido?

—Si mujer, no te preocupes -la mayor solto un suspiro y le indico que saliera.

Al salir un séquito de dos criadas, dos aghas y el eunuco principal la esperaban.

Su recorrido fue por el harén principal, el camino dorado y finalmente las afueras de la hasoda, al ingresar hizo lo que la kalfa le indicó.

Sus nerviosa eran de acero, no temblaba, no sudaba, no se movía.

Diviso la túnica azul del sultán, este se acercó y toco su rostro como indicación de que se pusiera de pie, al hacerlo Ágata Diviso a un joven sultán de mirada azulada.

—Vamos a cenar y luego iremos a la cama - la pelirroja sonrió feliz y se sentó una vez el sultán lo hizo, ambos cenaron en completo silencio, Ágata de vez en cuando le daba pequeñas miradas las cuales el ignoraba.

—Majestad... - un ligero bostezo salió de sus labios —Es muy guapo.

Ashina sonrió de lado y se acercó a ella, besarla no le haría daño a nadie, al contrario, haría ver que si la había tocado.

Ágata sonrió entre bostezos y miró al sultán acercarse a ella.

Ashina la tomó de la nuca y la acerco para unir sus labios, Ágata profundizó el beso, pero Ashina no se dejó tocar en ningún momento.

—Vamos a la cama mi señor... - Ashina asintió y la guió hacia la cama, al acostar la, la ayudo a despojarse de sus ropas y cuando menos pensó cayó rendida ante el cansancio.

—Date prisa - aquella orden fue la señal para que el agha que su madre había contratado entrara  — si por algún motivo dices algo me aseguraré de matarte y seguirte al infierno para no dejarte en paz nunca - el hombre nego y se deshizo de sus ropas, Ashina se sentó en su escrito y miró todo desde primera fila.

El cuerpo de la joven era sumamente hermoso, no había ningún rastro de impurezas hasta ese momento, pudo notar como el miembro del hombre entraba en el cuerpo de la joven la cual gemia entre sueños.

A Ashina le gustaba aquello, era una nueva sensación, lo que la llevó a tener nuevos pensamientos.

Deseaba estar entre las piernas de aquella joven pero también deseaba ser aquella joven, miles de pensamientos iguales llegaron a ella y sin pensarlo tocaba su cuerpo mientras escuchaba los gemidos de ambas personas en la cama.

Al siguiente día Ágata abrió sus ojos al sentir las caricias en su cintura, al ver al causante de aquello sonrió, era el sultán el cual observaba sin parar su cuerpo.

—Majestad  - el la beso sin esperar, Ágata lo atrajo hacia ella pero Ashina simplemente se alejo.

—Vamos a desayunar  -le tendió una bata, podía recordar breves momentos de la noche anterior, pero se sentía satisfecha.

Ambos pasaron el desayuno entre risas y ocurrencias de parte de la joven, la risa de Ashina resonaba en todo el lugar.

—Havva - ella le miro — ese es tu nombre la que da vida - la pelirroja sonrió feliz.

Capítulo después de mucho tiempo, espero les guste.

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