Cap27 |Noble consorte y tragedia.
cɑpítulo fuerte, leer bɑjo su propio riesgo.
Minho soltó una risa estruendosa al escuchar las buenas noticias, el viejo visir fallecido era uno de los más leales a su difunto padre y un gran pilar del imperio, con aquello Ashina se había clavado más la daga.
—Que caiga el sur, que corra el rumor que un descendiente de Aslan el misericordioso está cerca para salvarlos a todos - los mensajeros corrieron a hacer lo ordenado.
Li Seungho se acercó a Minho y le tendió el vino, ambos habían congeniado muy bien y se llevaban de maravilla.
—¿Te pondrás una máscara?
—Si, aun no deben de ver mi rostro.
—Cuando el sur caiga la capital quedará desprotegida - Minho asintió — el gran visir a colocado a sus mejores espías pero debemos de conseguir a un espía en especial.
—Tienen mi permiso para actuar según les convenga - Seungho asintió —¿No tienes de Qing?
—Permitame felicitarlo, su majestad la emperatriz esta embarazada - Minho sonrió en grande —Ambos tienen el deseo de un líder, ella una emperatriz y usted un Sultán.
—Madre siempre nos dijo que haríamos cosas grandes.
La ceremonia para recibir a la primera concubina fue cuidadosamente preparada, luego de que ella tomara el puesto de noble consorte, Hülya debía de admitir a las nuevas concubinas.
La ceremonia se celebró en el patio de la emperatriz, la joven había llegado con el traje ceremonial que Hülya había diseñado, se miraba hermosa y aquello le inquieto pero no la molesto, su belleza era un deleite para todas las presentes.
Se le entrego el pergamino y la estatua que la certificaba como la primera noble consorte de la historia de qing, se concedió el palacio Chuxio o de la elegancia acumulada, un palacio acorde a su belleza y estatus.
—Felicidades Noble consorte xian, desde hoy en más debe de comportarse como la segunda mujer más privilegiada del imperio, ser un modelo a seguir para las demás y dar el honor a la familia imperial.
—Seguiré su mandato con el corazón - se reverencio hasta el suelo.
Hülya le sonrió y salió de ahí, debía de seleccionar a las nuevas, su misión era fácil, bonitas y de buen estatus, incluso si no eran agradables a la vista su estatus era más importante que su belleza.
—¡Su majestad la emperatriz esta aquí! - Hülya tomó asiento en el trono y les ordenó dar inicio.
Un centenar de jóvenes de buena familia ingresaron al palacio, cuando envió la orden para que las jóvenes casaderas debían de ir al palacio sin importar si estaban comprometidas o no, las jóvenes de las tribus también fueron recibidas, incluso si no eran bellezas de buen ver, el trato que ofrecían sus padres, sus gobernantes o khan, le daban la entrada más fáciles a todas.
—Las más humildes serán las últimas. - Hülya asintió, incluso si el estatus de su familia era el más bajo podían ascender en posición si se ganaban el puesto justamente.
–Admitiremos a las primeras diez, si todo sale tal cual quiero en seis meses elegiré más mujeres y luego de eso en tres años a como habíamos acordado - la doncella asintió y salió para llamar al primer grupo.
Ashina mordió sus dedos con desesperación, Özlem nuevamente la había regañado y le había ordenado ser más consciente de sus decisiones, pero siempre que opinaba la regañaba.
—¿¡Entonces que esperas de mi madre!? —Özlem le soltó una bofetada, siempre era abofeteada por ella.
—¡No espero nada Ashina! Maldigo el día en el que di a luz a una maldita niña, debiste nacer hombre - Ashina tocó su mejilla con enfado —Ahora escúchame bien mocosa estúpida, ve al sur y mata a ese impostor, no vengas aquí sin una maldita victoria.
—Esta bien madre - dijo con toda la ira acumulada, Özlem se dio la vuelga y salió. —Esta estúpida hija hará tu pedido.
Las palabras salieron tan pesadas como una lanza, pero fueron tan fuertes que una tercera persona escucho la verdad sin querer.
Una bomba estaba por caer sobre ellos.
Ashina partió al sur con una gran cantidad de soldados apenas entrenados, con poca comida y sin oro suficiente, todos temían que aquella fuera una derrota aplastante y más cuando los chismes sobre el nuevo hijo del Sultán Aslan se extendían como pólvora.
En la oscuridad de la noche en topkapi, unas sombras vagaban por los pasillos, tan tenebrosas que hasta los roedores salían huyendo.
Dilaşud mecía en brazos a su pequeño bebé, aquel niño era su alegría, su mundo entero, aunque no deseaba el trono debía desearlo para proteger a aquel pequeño ser.
—Mi niño, allah te guíe por el bien, por la felicidad y por el amor, mi amado Osman.- el pequeño sonrió ante las palabras dulces de su madre —Felicidad y amor, y si te tropiezas mamá te levantara y te curará.
El pequeño ser se removió en sus brazos, sus ojos solo veían a su madre, ojos de amor y de alegría.
—Una escena conmovedora -una daga se poso en su cuello.
—Es una lástima que eso que tanto le susurraste con fervor no se vaya a cumplir - sintió miedo, por inercia pego a su bebé en su pecho.
—Oh no querida. - estaban encapuchados, el que estaba en la puerta le arrebató al pequeño de las manos, Dilaşub forcejeo con él.
—Dámelo, mi niño.
—Si gritas será peor. - El que tenía la daga en en su cuello la precisiono cortando un poco de su piel.
—Puedes tomar esto como una salvación, este bastardo no Sufrirá en su adultez, tu sabes mejor que nadie que otros lo matarían de peor forma - el hombre más alto y que tenía a su hijo en brazos lo tomó de la cabeza, aquello lo hizo llorar.
—¡Dámelo! - el hombre que la sostenía a ella le metió la mano debajo del vestido.
—Grita y el que llevas en el vientre morirá- Dilaşub tapo su vientre, no quería perder a ninguno, no sus amados hijos.
—Recuerda esto, una advertencia de que pasará en el futuro con ese que llevas en el vientre - Dilaşub miro con horror la escena, el hombre cortaba el cuello de su bebé sin piedad alguna, los gritos de su hijo fueron horribles y el sonido de la carne y huesos romperse la terminaron de quebrar a ella.
—Eres una mujer hermosa - Dilaşub cerró sus ojos, no habían gritos solo lágrimas silenciosas, se preguntó por un breve momento en donde estaban las criadas y guardias pero podía adivinar quién había orquestado aquello —¿Nos divertimos antes?
Dilaşub seguía viendo con horror el cuerpo de su bebé, la cabeza yacía reposada en su mesa favorita y el cuerpo estaba tirado cerca de la entrada, sus lágrimas fueron más abundantes.
No sintió cuando era lanzada a la cama, no lucho o grito, estaba en shock y mientras era violada su mente repetía la triste escena de su hijo siendo decapitado.
Quien quiera que sea que ordenó aquello pagaría con creces por su dolor, su sufrimiento sería diez veces para aquella persona.
—Que obediente - el hombre terminó en ella y se alejo, Dilaşub abrazo su cuerpo desnudo y lloro en silencio.
La habían arrebatado el alma en vida.
Desde ya les aviso, posiblemente esta historia esté cerca del fin (pero aún le falta un monto)
Pobre Dilaşub ¿Quien creen que fue?
Ya entro la primera concubina ¿que creen que pase?
Mis redes.
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