El sol entraba por una gran ventana cubierta solo por una ligera pero fina pieza de lino, simulando una cortina, tenía un diseño muy delicado.

Suspiré desde dentro de una gran y cómoda cama, las frazadas eran de pieles, no sabría decir específicamente de que animales pero al simple tacto con la piel se sentía suave, demasiado.

-Entonces no era un sueño...

Dije solo para mí, estaba "sola" dentro de una gran habitación, era muy pintoresca y por alguna razón, ridículamente familiar, podría jurar por mi vida que nunca pise un lugar así pero...

Era familiar.

Pude escuchar unos pasos en dirección a donde yo estaba e instintivamente fingí seguir durmiendo, obviamente no tenía sueño pero aún así lo hice.

-Maestro, parece que ella aún no despierta.

¿Maestro? ¿quién...? no, más importante, reconozco esa voz, definitivamente la escuché en algún lado.

-Eso parece... ya han pasado algunos días, no es normal que alguien duerma por tanto tiempo.

Un tono tranquilo de voz, de alguna forma con solo escucharlo sabes que no es mala persona... ¡estoy segura de que también escuché su voz en alguna parte! ¿¡donde, donde, donde, donde!?

-Bueno maestro, ella no parece ser alguien normal, no cualquiera cae de la nada y es atrapada por el mismo Orus vivo en la tierra.

-Tienes razón en eso Simut, pero debemos tener especial cuidado con esta niña, el rey pidió que se le informará de cualquier progreso en la investigación, hay que confirmar si es una espía o alguien peligroso para el reino.

Me volví loca... definitivamente me volví loca, esto no es un sueño, es demasiado real para serlo ¿¡Que fue lo que paso!? ¿acaso mis compañeras me están haciendo una broma? no... una broma así ni trabajando toda su vida podrían pagarla.

Vamos Zenith... debes recordar...

-Maestro ¿cree usted que está sea una señal de los dioses?

-...

-Quiero decir, una niña con características poco usuales cae en plena ceremonia, deslumbra a todos con las gotas que agua que comienzan a caer detrás de ella, y es atrapada en brazos por el Rey...

Puedo sentir como se acerca a mí... ¡no te acerques por favor!!!

-Y ciertamente es muy bonita, creo que podría competir con la misma Reina.

-Simut.

-Tiene razón maestro, no solo con la Reina, incluso podría competir con la misma Diosa Isis!

-Simut! deja de decir tonterías y ayúdame con las hierbas.

-Ya voy maestro...

Pude sentir el tomó de voz desanimado de Simut, escucharlo decir todo eso de mí apariencia ciertamente me sorprendió y avergonzó... ¡espero no estar sonrojada!!!

-Simut, trae un paño con agua del Nilo, parece que tiene fiebre, sus mejillas están muy rosadas.

¡Waaaaaa lo sabía!!!! ¡no me mires por favor!

-¡Simut date prisa! parece que está empeorando.

Mátenme por favor...

¡Waaaaaa que vergüenza!!!

En el momento en que sentí el paño sobre mi frente decidí abrir los ojos, y levantarme.

Quería preguntar qué estaba pasando, pero sobre todo quería ver si eran quienes creía que eran o solo era una broma.

-H...Hola.

-Despertó... ¡maestro despertó! ¡fue gracias al Dios Khnum! tengo que ir a decirle al Rey

Antes de que Simut diera un solo paso, Paser lo llamó.

-¡No vas a ir a ningún lado! acaba de despertar, tenemos que cerciorarnos que esté bien y sea seguro antes de llamar al Rey.

-C-Claro maestro, lo siento.

Estoy 100% segura que mi rostro ahora mismo es de alguien que no entiende lo que está pasando y eso es porque...

¡No entiendo que crj esta pasando! ¡e-enserio son Simut y Paser! ¡en carne Y hueso!

-Es un placer ver qué despertaste, ¿te duele algo?¿algo te incomoda?

Su voz era tan tranquilizante que solo sacudí mi cabeza de un lado a otro en señal de negación.

-Ya veo... me alegro que estés cómoda.

Me dio una cálida sonrisa, en estos momentos seguro soy considera como una espía por algunos, pero Paser siempre se caracterizó por ser alguien muy amable.

-¿Tienes hambre o sed?

La verdad es que tenía la garganta seca, Paser mantenía un tono amable pero claramente distante y formal, es increíble ver cómo equilibra perfectamente su tono de voz.

-Un poco de agua si no es mucha molestia...

-Claro, Simut, sírvele un vaso de agua a la niña.

-Sí maestro.

Lo noté desde hace un rato, pero me han estado llamando niña, no soy lo que normalmente llamarían niña, señorita es lo más común y señora en algunos casos también, cuándo son niños pequeños.

Ahora que lo recuerdo, aquí se dicta más por el estatus de la persona, recuerdo que acostumbraban decir "mi señora", "mi señor" aún si esas personas aún eran jóvenes, tal vez me digan niña por algo así...

volteé un poco la mirada y pude ver cómo Simut agarraba una jarra con un diseño bastante peculiar, supongo en este mundo pocas o mejor dicho ninguna cosa será como lo recuerdo.

-Aquí tienes, es agua fresca del Nilo

-Graci...

En el momento que estiré mis manos...

Mis manos eran pequeñas.

Parpadeé muchas veces, no estaba alucinando, de verdad mis manos eran pequeñas, mis dedos, mis uñas.

Instintivamente retiré la manta de piel que me cubría y miré mi cuerpo.

Mis extremidades eran cortas, mis pies también ahora eran pequeñitos y un poco gorditos.

Estoy asustada ¿que está pasando? esto no es normal de ningún modo.

-¿Estas bien?

Rápidamente volteé a ver a Simut, se quedó con el brazo levantado ofreciéndome un vaso de agua.

En la cara de Paser y de Simut se podía leer claramente que no entendían que estaba pasando.

Pero quien menos lo entendía ¡era yo!!

¡Aparentemente estoy dentro de mi tele novela favorita y ahora mi cuerpo se hizo más pequeño!!

Estaba tan frustrada por no entender lo que pasaba que mis ojos comenzaron a lagrimear.

-Pareces estar muy asustada.

-Es comprensible, somos un par de extraños para ti, pero no tenemos ninguna intención de lastimarte.

Tragué saliva, es verdad que ellos no pueden lastimarme, pero vasta que haga algo sospechoso y pueden mandar a matarme...

No quiero morir...

-Yo lo siento.

Rápidamente agarré el vaso que estaba sosteniendo Simut, di un pequeño tragó y me sorprendió mucho lo refrescante que era.

-Es muy rica.

Sonreí un poco, pude entender el porque consideraban al Río Nilo algo sagrado, ciertamente es algo superior.

-Disculpa.

Escuché la voz de Paser llamarme, lo miré para darle a entender que lo estoy escuchando.

-Se que estás muy sorprendida ahora mismo, pero necesito saber una cosa.

Su tono hasta ahora a sido muy calmado, pero sigo siendo una sospechosa que apareció de la nada.

Asentí con la cabeza.

-¿Quién eres?