<<<|Acto 1|>>>

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|Millones de años después|

Lo que alguna vez fue un mundo envuelto en la destrucción total y sin ninguna posibilidad de que albergará vida, hoy en día es un planeta bastante basto tanto en ecosistemas como en flora y fauna.

Pero aunque se pareciera a cierto planeta que nosotros habitamos, las diferencias entre ambos era algo más que notoria.

Siendo el hecho de ser 2 veces más grande y que en términos planetarios, estaba clasificado en los planetas grandes de ese sistema solar.

Pero desde el mismo espacio donde somos capaces de ver su magnificencia, también somos capaces de ver qué en una buena parte de su globo, ya hay una especie dominante.

Siendo efectivamente la humana, aquella raza y muchas otras, pasaron millones de años evolucionando de este hogar.

Cada 1 tomándose su tiempo, además de que estás fueron adaptándose conforme también el planeta lo hacía.

Pero aquí llego la historia de la humanidad, aquella que no solo próspero en varios aspectos si no que repetiría ciertos acontecimientos que definen a una especie cuando llega un punto avanzado.

Causando guerras, disputas, temas de territorios, pero por encima de todo *El poder*

Tanto así fue su ancia de poder causó grandes guerras las cuales si bien fueron aquellas que definieron la humanidad, los registros históricos así como demás formas de recordarlos.

Cada persona en el mundo, sabía que dichos sucesos al día de hoy no son mas que sucesos ocurridos por personas hambrientas de poder, recordándoles a todos que nunca deberían de volver a cometer los mismos errores.

Pero algo que nos dice que la humanidad no cambia del todo, es que entre ellos, siguen habiendo personas que si les das el tiempo suficiente, volverán a desatar algo que incluso podría ser mucho peor.

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Pero entonces ocurrio aquel evento que tal vez algunos ya sepan de sobra.

Un evento que no solo cambio el rumbo de la humanidad, si no que lo llevaría a un nuevo punto dónde algo que solo estaba impreso en historias ficticias, ya era una realidad.

Los *Dones*, una especie de accidente o evento en el cual personas totalmente aleatorias eran capaces de mostrar cualidades fuera de lo común.

Si no que mientras pasaban los años y con ello los Dones se presentaban con mayor frecuencia, daría un fuerte cambio en varias cosas.

Siendo ideológicas, raciales, sociales pero también políticas.

Ya que llegó un punto dónde cualquiera que tuviera un Don que usará con fines vandálicos o de amenaza, daría inicio a la profesión de los héroes.

Y aunque sus primeros años y aceptación del público seguían un curso algo difícil, hoy en día es algo que muchos agradecen.

O almenos una buena parte, ya que no todo era como a veces nos quieren pintar.

Ya que en este punto de la actualidad, una minoría de personas están con un estereotipo que es difícil de olvidar, siendo el hecho de no poseer un don.

Siendo una nueva generación de personas marginadas que sufrían lo que otras etnias han pasado, siendo el rechazo y poco aprecio que estás tienen entre aquellos que  si tienen dones.

Pero aún cuando pensamos que todo apuntaría a ser un mundo así, el tiempo y la comprensión de muchas cosas sobre los dones, poco a poco fue dejando de lado aquellos prejuicios que aunque sean al día, estos ya no eran algo tan comunes.

Y es en este momento de la actualidad donde la verdadera historia, está por comenzar.

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|Actualidad|
|Estados Unidos|
|Nueva York|

Aquella ciudad que incontables veces hemos visto, oído y relatado en un sin fin de historias, pero la que protagoniza en este momento es distinta.

Ya que no tan lejos de la ciudad principal, se formaba una pequeña ciudad la cual tenía una buena cantidad de personas.

Pero entre las casas que rondaban, había una donde cierta mujer embarazada de cabellera verde, estaba acariciando su vientre el cual tenía sin ninguna duda, su bebé quien parecía tener ya un buen tiempo de estar en ella.

Por más que la mujer se sentía feliz de compartir un momento de madre y hijo, está no pudo evitar sentirse algo triste debido a que ella.... Estaba sola.

|Regresando en el tiempo|

Aquella mujer que conocemos, tubo una vida como cualquiera, teniendo una pareja, amigos, buenos padres y sobre todo un buen trabajo que le hacían disfrutar de la vida.

Teniendo en ese momento unos 20 años cuando está se casó, disfrutando de altas y bajas en los siguientes 10 años de su matrimonio, pero entonces cuando nadie lo esperaba su vida daría un giro de 180°.

Ya que durante una noche lluviosa y con factores climáticos muy desfavorables, Inko quien iba acompañada de su pareja tendrían un accidente.

Aunque ella tuvo más que la suerte de haber sobrevivido, desgraciadamente su pareja no correría con la misma suerte.

El duelo que ella tuvo era algo que muchos tarde o temprano sufriremos por la perdida de alguien.

Ella estaba llegando a un punto dónde tal vez si no fuera por la ayuda de sus padres y amigos, está no habría podido seguir adelante.

Pero cuando ella pensaría que estaría sola en un momento de su vida que no pensó que pudiera pasar algo, obtuvo una noticia que nadie esperaba.

Ya que en un momento está se enteró que ella estaba embarazada.

Un sin fin de emociones se dieron en Inko quien pasaba por una etapa que su felicidad se vio afectada, pero tenía una nueva oportunidad de volver a tener a alguien que la acompañará.

Un nuevo momento que le devolvería la vida.

|Unos cuantos meses después|

Inko ya había tomado varios cambios en su vida siendo el principal que ella viajaría a Estados Unidos, donde despues de establecer una casa donde ella estaría, también conseguiría un buen trabajo donde la dieron la oportunidad de trabajar desde casa.

Cuidando de su pequeño hasta que llegara el momento, donde ella volvería a tener una familia.

|Time skip|

Inko por fin estaba en el lugar que ya había previsto hace unos meses atrás, ella estaba en la camilla de un hospital, donde después de ver qué está no tenía su bebé dentro de ella, supo que pronto podría verlo.

Y así fue, entre sus brazos yacía aquella persona que estaría con ella en un nuevo momento de su vida, prometiendose que tendría una buena familia que cuidaría, para no olvidar a su amado.

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|5 años después|

Inko parecía estar trabajando una vez más en su hogar aunque esté vez se veía un poco más relajada, pero entonces ella recibirá una llamada.

|Inko| si, hola ¿quien es? |atendiendo su llamada|

|Inko| ah mamá, perdona que no haya sabido que eras tú.

Inko: sinceramente entre el trabajo y algunas cosas conmigo a veces es difícil tener días libres.

|Llamada|

|Inko| no, no te preocupes no es algo que me este dejando cansada mentalmente, es solo algo que a veces pasa.

|Llamada|

|Inko| ¿Que como a estado Izuku?, Jejeje ese pequeño no sabes lo animado que ah estado últimamente |dejando su escritorio|

|Inko| pero sabes algo, me sigo preguntando si realmente estoy haciendo bien las cosas.

|Llamada|

|Inko| lo que estoy diciendo es que, no sé si realmente sea capaz de ser suficiente para el.

Tras seguir hablando, ella pudo entablar una conversación que no solo sería un apoyo emocional, si no que le remarcaria que ella no debería tener esos pensamientos y no olvidar que el amor, enseñanzas que da una madre a un hijo, pueden ser mucho más fuertes que lo que piensa.

Por lo que tras eso, Inko se despediría de su madre no sin antes decirle lo mucho que la quería y agradeciéndole por todo lo que hizo.

Cuando terminó Inko dedico un tiempo para no solo recordar por lo que a pasado, sinko que ella vería las fotos que tenía junto a su pequeño, quien desde muy pequeño le dió el amor que cualquier madre le daría a su hijo.

|Bueno, dentro de lo posible sin meterme con algo relacionado con la realidad|

Viendo no solo fotos cuando era su bebé, si no que aquellos momentos dónde ella estaba con el, como pintando cosas con sus manos, comiendo su primer dulce y muchas otras cosas.

Fácilmente los momentos que pasaba con su hijo eran cosas que ella realmente atesoraba, pero entonces se le formó una duda.

|Inko| ¿Dónde está ahora?

Así ella fue directamente a la habitación de su hijo, pero al entrar no vio a nadie, llegándose a preguntar dónde estaba pero cuando menos lo esperaba.

|Izuku| ¡¡Uuuuwaaaaaa!!

|Inko| ¡¡Ahhhhhh!!

Inko grito totalmente asustada, ya que su hijo no solo estaba en el techo sostenido por puntos de agarre, si no que el estaba de cabeza mientras la estaba asustando.

Cuando ella se calmo y Izuku estaba riendo, está no pudo evitar sentirse molesta, pero tomaría a su hijo entre sus brazos.

|Izuku| jejejeje, mami te asusté mucho.

|Inko| si, vaya que me asustaste pequeños travieso |jugando con el|

|Izuku| estaba jugando a ser un monstruo, te estaba cazando guarrrrr.

|Inko| pero que gran imaginación tienes mi pequeño.

Ambos volverían a tener un momento de madre e hijo, esperando que los momentos que compartían no fueran los últimos.

Los días de Izuku y su madre eran buenos, siendo ella el punto de partida para que Izuku desde pequeño se diera a ver cosas interesantes.

Como el hecho que desde que su mamá tomaba ejercicios para su cuerpo, este hacia lo mismo pero cuando no tenía límites con algunas cosas o su propio riesgo, Izuku poco a poco comenzó a tener una gran flexibilidad.

Incluso llegando a asustar a su mamá, pero está pronto noto que su hijo le decia la verdad.

Otra cosa que de pequeño le gustaba era el explorar, aunque claro siempre en compañía de su mamá, quien lo llevaba a un punto dentro del bosque donde el miraba maravillado todo.

Pero cuando el supiera de lo dones, este tendria una reacción amena, ya que el por alguna razón no eran tan diferentes a lo que el pensaba, por lo que en ese aspecto no le interesaron.

Los días entre madre e hijo eran muy agradables, hasta que llegaría un día donde ella y el irían a un hospital para así saber sobre Izuku y su posible don.

Después de una larga espera dónde esperaban sus resultados, el dr encargado daría con la noticia.

|Inko| y bueno Dr, tiene alguna noticia sobre mi hijo.

|Dr| bueno señora Midoriya Inko, según entiendo usted espera resultados del Don de su pequeño verdad |ella asintió|

|Dr| bien, los estudios arrojaron una clara verdad |mirando al niño| ha~~ pequeño, lamento decírtelo pero tú no posees un Don.

Algo que sorprendió el niño y aunque esté parecía algo decepcionado, el por alguna razón parecía entenderlo.

Inko difícilmente podía creerlo, pero las pruebas estaban hay y nadie podía negar las, Inko no sabía cómo responder y mucho menos Izuku.

Tal vez una historia que muchos ya sepan desencadenara la típica historia que conocemos, pero lo que ocurrió después fue algo que nadie puede olvidar.

|Dr| pequeño |dejando sus documentos y acercándose| se que debe ser difícil el poder creerlo.

|Dr| y nadie te culpa, pero quiero que me escuches atentamente.

|Dr| aún cuando la vida que pensaste que tendrías no la tendrás a tu alcance, eso no te debe limitar.

|Dr| e visto pequeños igual que tú, ansiosos de saber que don tendrán pero pocos son capaces de entender esto.

|Dr| tu puedes llegar a ser más grande que incluso el héroe más fuerte.

|Dr| ya que tú puede serlo si no dejas que nada ni nadie te limite a hacerlo.

|Dr| y te digo esto, porque ustedes son el futuro y veo mucho más en alguien que no pose un don, que aquellos que lo tienen.

Estas palabras por alguna razón que ni el mismo Izuku entendía, logro que su corazón así como sus ojos se quebraran en un momento de sentimientos. Llegando no solo a empezar a llorar, si no de abrazar al dr que tenía enfrente.

El no nego esto y lo abrazaría, reafirmando lo que el veía en este pequeño.

Inko miraba algo impotente ante lo que pasaba, ella quería hacer algo pero su cuerpo no podía hacer nada.

Después de que el pequeño dejara salir su momento, este abrazo amablemente al señor mientras el lo aceptaba.

Al poco tiempo de la noticia Izuku y su madre estaban por irse, pero en último instante el pequeño volteo para ver a su doctor, quien sin dejar de reafirmarlo creía fielmente que el sería muy grande.

Izuku respondería al gesto sonriéndole de igual manera mientras se despedía, demostrándole lo feliz que estaba.

El regreso no fue fácil, Inko no sabía que decir ella estaba tratando de encontrar alguna forma de expresarlo, pero no había forma.

Al llegar Izuku y ella entraron tranquilamente, pero Inko no pudo mas.

|Inko| Izuku, espera |el se detuvo|

|Inko| se que debes estar enojado de mi, solo quiero decírtelo.

|Inko| lo siento mi pequeño, n-no se que decir y-yo.

Sin terminar de hablar Izuku abrazaría a su madre con su pequeña estatura, que no solo era un abrazo y ya, aquí el le decia que sin importar que, el seguía siendo su hijo y que el la amaba. Nisiquiera importandole lo que el no tiene, esperando que ella también sienta lo mismo.

Y por el momento Inko no pudo mas y arrodillándose abrazaría a su pequeño, diciéndole que ella también sentía lo mismo.

Hasta aquí es donde nosotros veremos el punto de partida, que nos dirá que este mundo está por tener algo nuevo.