Capítulo 12
Zarpa Nublada no había dormido nada bien aquella noche. Recordaba sus sueños vagamente, pero se había decidido a no pensar en ellos, porque al recordarlos, los susurros se intensificaban, y ella necesitaba concentrarse en el entrenamiento. Cola de Fuego, en ver que su aprendiza se quedaba atrás, abandonó el grupo unos instantes para hablar con ella.
-¿Te encuentras bien Zarpa Nublada?
La gata asintió lentamente.
-Solo he tenido un mala noche.
-¿Una mala noche?-La gata blanca y naranja suspiró.-Más te vale espabilarte un poco entonces. Hemos decidido que haremos una competición de cazar. Tenia las esperanzas de que ganases.
Le pasó la cola por los hombros amistosamente, y se adelantó de nuevo para hablar con los otros mentores.
No tardaron mucho en llegar a la hondada arenosa, y entonces habló Manchas de Fuego.
-Sabemos que aún no domináis el arte de la caza por completo, pero dado que vuestros resultados de la primera lección son bastante buenos, hemos decidido hacer este pequeño concurso de caza.
Zarpa Nublada oyó los murmullos entusiasmados de Zarpa Lunar y Zarpa de Cristal, y no pudo evitar sentir lástima por Zarpa Musgosa, que hacia cara de querer tirarse de un barranco. En ver que se callaban, Manchas Naranjas prosiguió con su explicación.
-Cuando el sol esté en su punto más alto, debéis volver, y el aprendiz que traiga mas presas gana. No es necesario decir que no se valen las trampas ni cualquier tipo de sabotaje. Podéis empezar.
Todos los gatos salieron corriendo hacia distintas direcciones decididos ha ser los ganadores. Los mentores se miraron sonriendo, recordando cuando ellos habían tenido ese mismo entusiasmo.
Zarpa Nublada se lo tomaba con calma, a ella no le interesaba ganar. Prefería disfrutar un rato del maravilloso bosque que estar corriendo de un lado para el otro tratando de cazar todas las presas del bosque. De pronto, un delicioso olor llegó a su nariz. La aprendiza estaba segura de que provenía de algo comestible, aunque no sabia discernir el que por falta de aprendizaje. Se agazapó y siguió el delicioso olor hasta un pequeño claro rodeado de arbustos. Observó a su presa entre los arbustos, era un animal de un color rojizo oscuro, y tenia una enorme cola peluda que arrastraba detrás de el. Era una ardilla. Y además era de las gordas. El animal estaba arañando la corteza de un árbol, como preparándose para subir. Zarpa Nublada recordó lo que le había dicho su mentora ayer, y supo que estaba esperando demasiado. El momento en el que la ardilla dio un salto para trepar al árbol, la gata gris también saltó, pero calculó mal la distancia, y se estrelló contra el árbol, tan solo arañando a la ardilla ligeramente. Cayó al suelo y se empezó a frotar la frente dolorida. Entonces, una voz indignada dijo.
-¿¡Que te crees que haces, cerebro de ratón!?
La gata que había hablado era su hermana, Zarpa Lunar. La gata plateada parecía verdaderamente enfadada, y se dirigió hacia Zarpa Nublada, que se apresuró a levantarse del suelo.
-¡Has asustado a mi presa!-Le gritó la aprendiza.-¡Y además te podrías haber roto la cabeza, de la manera de la que te has tirado contra el árbol!
Zarpa Nublada asintió con la cabeza gacha, sin estar segura de que hacer o que decir en ese momento. Entonces, Zarpa Lunar se adelantó y le dio un lametón en la cabeza a su hermana. Zarpa Nublada la miró con los ojos abiertos de par en par, se había quedado patidifusa. ¿A que venia eso?¿No se suponía que se odiaban?
-¿A que ha venido eso?
Se atrevió a preguntar la gata gris. Zarpa Lunar la miró con suficiencia
-No se. Estabas sangrando, y como no reaccionabas, he pensado que tenia que hacer algo.
-Muchas gracias.-Dijo Zarpa Nublada.-De verdad.
Zarpa Lunar arrugó su nariz.
-Que conste que solo lo he echo porque eres mi hermana. No te creas especial ahora, ni nada parecido.
La aprendiza gris puso los ojos en blanco para sus adentros, mientras miraba como su arrogante hermana se marchaba del claro, quejándose de que ya había perdido suficiente tiempo de la competición. Zarpa Nublada se pasó la pata por la cara de nuevo, aún sintiendo la cara un poco adolorida, y siguió su camino. Si al cansancio le sumabas el dolor de cabeza de cada día, y el recién añadido chichón, daba lugar a una combinación poco agradable para cazar. La aprendiza no podía concentrarse lo suficiente, y para cuando el sol ya estaba a punto de alcanzar su cenit, lo único que había cazado era un ratón viejo, al que había encontrado atascado en un agujero, un petirrojo desplumado y una ardilla pequeña muy peluda. Agarró sus presas y empezó a dirigirse hacia la hondada arenosa. Tardó unos instantes en darse cuenta de que no tenia ni idea de como volver. Como nunca había recibido un tour del territorio, le faltaba la información suficiente como para volver. Zarpa Nublada no se alarmó demasiado, sabía que de todas maneras, no seria tan difícil encontrar el camino de vuelta. Empezó a moverse ágilmente entre la espesura, buscando los rastros de su propia presencia allí anteriormente. Después de un rato, captó un rastro que la llevó hasta el claro donde había hablado con su hermana. Su rastro era fresco, y a la aprendiza la vino una idea a la cabeza. Podría seguir su rastro. Probablemente, ella sabe el camino de vuelta. Y la aprendiza se puso en ello. Rastrear a su hermana era fácil, hasta que otro olor mas fuerte se empezó a sobreponer con el de Zarpa Lunar. Zarpa Nublada alzó la cabeza, sorprendida, y empezó a olisquear el aire con la intención de reconocer el olor, pero no le vino nada a la cabeza. ¿Que será? Se preguntó la aprendiza. Y como se dice, la curiosidad mató al gato. Zarpa Nublada se alejó del rastro de su hermana, y empezó a seguir el nuevo y desconocido olor. Pero primero, depositó las presas bajo unos arbustos, porque el olor de estas le dificultaba la tarea. La gata se internó en la maleza, dando bandazos cada vez que las hojas de un arbusto se enganchaban en su corto pelaje. Y de pronto, oyó un largo y penetrante chillido, capaz de helarle la sangre al guerrero más valiente. Zarpa Nublada se deshizo rápidamente del zarzal con el que se estaba peleando, y salió corriendo en busca del sonido, para ayudar al gato que lo estaba emitiendo. Volvió a oírlo, esta vez más cerca que antes, y rezó al Clan Estelar para que no fuera tarde. Entonces, el metálico olor de la sangre llegó a su nariz, y por un momento, el miedo se sobrepuso al valor. Pero la aprendiza no dudó más en volver a oír el grito pidiendo ayuda, y finalmente, llegó hasta el lugar del que provenían los gritos. Lo que vio la dejó paralizada unos instantes. Un enorme zorro, cubierto de arañazos, gruñía amenazador a una figura mas pequeña, que estaba agazapada entre la hierba y cubierta de sangre.
-¿Zarpa Nublada?-Preguntó el gato herido.-¿Eres tú?
En ese momento, la gata gris reconoció de quién se trataba.
-!¿Zarpa Lunar?!
Preguntó incrédula. La aprendiza plateada abrió la boca débilmente.
-Ayu...
No pudo acabar la frase, ya que el zorro se lanzó encima suyo, probablemente para dar el golpe de gracia. Pero Zarpa Nublada no iba a permitirlo. Casi sin pensar, se lanzó hacia delante, interponiéndose entre el furioso zorro y su hermana. Al animal le daba igual matar a una que a la otra, así que hundió sus colmillos en el cuerpo de la aprendiza. La gata chilló de dolor, pero no se perdió en la agonía, y hundió sus garras en la cara del animal, alcanzando uno de sus ojos. El zorro aulló de dolor, y al abrir las fauces, dejó escapar a Zarpa Nublada que se volvió a levantar del suelo con la intención de atacarlo de nuevo, pero algo se lo impidió. Las voces subieron de volumen por primera vez en un tiempo, y la gata agachó las orejas, tratando de bloquearlas. Era capaz de entender lo que le decían.
- ¡No arriesgues tu vida!¡Déjala!¡Abandónala!¡No nos dejes!-Zarpa Nublada retrocedió.-¡Vuelve conmigo!
El zorro embistió a la aprendiza, pero ni siquiera el rodar por el suelo hizo que las voces se apaciguaran. La gata trató de levantarse, y vio al zorro arañando a Zarpa Lunar, pero las patas de Zarpa Nublada no reaccionaban, y era incapaz de ir a ayudar a su hermana. Esta empezó a pedir ayuda, gritando y retorciéndose tratando de escapar del zorro, pero en su estado debilitado le resultaba imposible. De pronto, una mancha de blanco pasó volando por encima de la aprendiza gris, y hundió sus garras en el zorro. Era Manchas Naranjas, el mentor de Zarpa Lunar. Muy pronto se le unieron Cola Espinosa y Cola de Fuego, y por último los demás aprendices, que venían junto a Garra de León. Zarpa Nublada se quedó paralizada donde estaba mientras veía a los gatos pelear contra el zorro, y cuando finalmente vio al agresivo animal huir entre unos arbustos tampoco pudo quitarse la neblina de su cerebro. Vio como un gato se situaba delante suyo, al que reconoció como Manchas Naranjas. El guerrero le gruñó.
-¿¡Que hacías parada de esa manera!?¿¡No ves que Zarpa Lunar necesitaba ayuda?!
Cola de Fuego se acercó por detrás para calmar a su hermano.
-Tranquilo Manchas de Fuego. Zarpa Nublada también esta herida. Que Zarpa Lunar se lleve la peor parte no es su culpa.
Manchas Naranjas miró a la aprendiza durante unos segundos más, y después se dirigió hacia donde estaba Cola Espinosa, quien llevaba a la aprendiza herida cargada en la espalda. Cola de Fuego miró entonces a su respectiva aprendiza.
-¿Estas bien?¿Necesitas ayuda para caminar?
Zarpa Nublada tardó un poco en responder, pero finalmente negó con la cabeza. El mordisco que le había propinado el zorro ya había parado de sangrar, y se veía incapaz de aceptar cualquier tipo de ayuda sabiendo que pos su culpa, casi se moría su hermana. Zarpa Lunar no era la gata favorita de la gata gris en aquellos momentos, pero después de todo, seguía siendo su hermana. Zarpa Nublada se levantó del suelo, y como en medio de un trance, empezó a caminar por detrás del grupo de gatos. Aunque no estaba en las mejores condiciones, no se le escaparon las miradas de odio de Zarpa de Cristal y de Manchas Naranjas, y como Cola de Fuego la miraba de reojo, preocupada. Llegaron al campo, y fueron recibidos por un grupo de gritos ahogados y murmullos urgentes. Pero las zarpas de la aprendiza ya no la llevaban más lejos, y un último pensamiento que se le pasó por la cabeza antes de desvanecerse. Ahora mi padre me mata.
***
Zarpa Nublada abrió los ojos poco a poco, sintiendo un dolor punzante en su costado y estómago. Levantó la cabeza poco a poco, y escuchó unos gatos discutiendo.
-¡Nuestra hija podría haber muerto!
-¡"Hija"no!¡Hijas!¡Te recuerdo que también eres el padre de Zarpa Nublada!
La mencionada tragó saliva. No le gustaba que sus padres discutieran sobre ella, y menos si era por el motivo que ella creía. Más me vale hacerme la dormida. Pero el recién construido lecho en el que dormía la traicionó, y una pequeña rama que se había quedado entre el musgo crujió, revelando su movimiento. Casi inmediatamente, la cara de su padre apareció en la esquina, y en ese momento, la aprendiza deseó que se la tragara la tierra. Pelaje gris se dirigió hacia ella con grandes zancadas, con la cara deformada por la rabia.
-¡Tu!¡Asesina de mi hija!
Zarpa Nublada se agazapó en el suelo, preparada para protegerse, pero no fue necesario, porque Manto Manchado hundió sus colmillos en la cola del atigrado, haciendo que este se diese la vuelta y la mirase con odio. Después gruñó y se marchó refunfuñando por lo bajo. Hubo un silencio incomodo entre las dos gatas que quedaban en la guarida de la curandera, hasta que Zarpa Nublada reunió el coraje suficiente para hablar.
-¿Como esta Zarpa Lunar?
La voz le salió muy ronca, como si no hubiese hablado en lunas y lunas, aunque en realidad tan solo habían pasado unas pocas horas.
-Tu hermana esta bien. Helecho Moteado ha dicho que sus heridas no son muy graves, pero parece que como sangraron mucho, todo el mundo se esperó lo peor.
El silencio volvió a aparecer en la conversación.
-Si la hubieses ayudado, tal vez ahora estaría mejor.
Dijo Manto Manchado, como si mencionase un detalle sin importancia. Zarpa Nublada giró la cabeza y se tumbó de nuevo en su lecho. Escuchó como su madre abandonaba la guarida de la curandera, y lagrimas silenciosas empezaron a resbalar por sus mejillas.
(Cola Espinosa en la multimedia :)
Esperó que os haya gustado el capítulo! A mi me ha costado escribirlo, no se porque, pero era incapaz.
Tal vez sea por el dolor de cabeza, quien sabe...
Os prometo que lo tenia listo desde ayer, pero Wattpad murió y no me dejaba actualizar.
Bueno, espero que os lo estéis pasando bien estas vacaciones de navidad. (Yo no, tengo que estudiar) :'(
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