El silencio desaparece y abro los ojos lentamente. Estoy en una gran casa. Un gran suspiro retumba en la sala.

-¿Qué fue eso?

-Ese es el poder de Lilith. Tiene que ir a la sala de pociones que se encuentra a su derecha.

Camino hacia la habitación oscura que me indica Fidget pero no encuentro ningún interruptor.

-No hay luz en esta casa, al parecer.

-Entonces salga al jardín y vea si encuentra algún desperfecto.

Las indicaciones son precisas aunque sienta miedo de encontrarme con el dueño y no saber qué responder. Antes de abrir la puerta principal, a un costado veo un paraguas recién mojado en un recipiente ¿Acaso ha llovido? A mis espaldas, la puerta del Nexus sigue abierta.

Una vez en el patio del Herbolario, el cielo acaba de despejarse y hay, ante mis ojos, una huerta destruida, enredaderas sin cuidar y una estructura oxidada de... ¿un molino? Está rota y le faltan varias aspas. 

-Esta casa se alimenta de energía eólica. Sin el molino, no podrá entrar a la sala de pociones.

-¿Acaso vive alguien acá o esta casa está abandonada? -me atrevo a preguntar

-Si, aunque no lo parezca vive solo una persona y está mas tiempo en viajes que en su propia casa. Eso explica el desastre con el que se encontró recién.

La bola de cristal se empaña y no puedo ver el rostro jovial de Fidget. ¿Desapareció?