Los túneles laberínticos llegan a su fin. Otra puerta obstruye mi camino, sin saber que me deparará del otro lado. 

Una vez dentro, noto mucha paz gracias al tenue sonido del agua. Hay algunas plantas acuáticas aunque no sirven para comunicarme con Aeval. A un costado de esta sala circular, hay otra puerta ¿otro portal? sin picaporte. Lo deduzco porque el marco es similar al que vi en el Nexus. Mucha madera abunda en este lugar, incluso en el puente que me comunica a un retiro transparente. Luce como el invernadero de mi casa, de color rojo y un tamaño mas compacto. A medida que me acerco, la tentación de dormir intenta apoderarse de mí. Sin embargo, lo que me impide es un bulto carmesí que se parece a una persona de espaldas. 

-Oh, hay alguien durmiendo. Solo espero que no sea...

Y cuando quiero terminar mi pensamiento, esa persona se da vuelta y abre los ojos. Nuestras miradas se cruzan. Me mantengo en mi posición mientras el rostro de ella se transforma. Está sorprendida de verme. Se despierta de su letargo a paso lento. Algo no anda bien.