Creo múltiples combinaciones posibles, al aire libre, hasta que elevo mi cabeza para respirar hondo y veo una puerta de madera con una insignia misteriosa. Que recuerde, en Wish no existe ningún servicio de forja ¿Qué lugar es este? Esta puerta tiene una cerradura mecánica. Encontrar la respuesta me hizo acordar cuando estaba en la casita de Merrow. Dejo la bola de cristal a un costado ya que no puedo comunicarme y accedo a lo desconocido. Está oscuro hasta que las joyas me iluminan, encontrando un interruptor. Un inmenso telescopio se hace presente. Estoy en un observatorio. De aspecto rústico, subo por unas escaleras para chequear si el visor del aparato aun funciona y aprovecho a ver si hay rastros de mi pueblo.

-Al parecer esto pertenece al Mundo de las Hadas porque nada me resulta familiar. Lo raro es que no pueda comunicarme con Aeval -pienso. 

No encuentro nada útil y, desilusionada, me retiro, aunque haber observado que haya estantes con muchos libros entre varios globos terráqueos me recuerda a Tangle y su pasión por la sabiduría, junto a la bola de cristal para volver a sumergirme al enigmático Nexus, a pesar de seguir este malvado juego sola.