Vol. 33

[Habitación de la duquesa]

-¿qué efecto genera el amor...?- leía los escritos que dejo su difunto esposo- deberiamos dejar que todo el mundo trate de entender el amor- susurró para si misma dejando el objeto a un lado.

-madre- tocó su puerta y luego de la afirmación entro.

-Ray... Justo pensaba llamarte, tome una decisión- el contrario se sentó a su lado.

-¿qué decisión?- vio los escritos de su padre a su lado, ya se imaginaba de lo que iban a habar.

-quiero que lo que escribió tu padre llegue a todo el mundo, lamentablemente esta incompleto, pero decidí terminarlo y cuando termine publicarlo.

-entiendo, creo que es la mejor forma, estoy de acuerdo con tu idea- se levantó- cuando termines no dudes en avisarme.

-claro que si, por cierto ¿qué querías decirme? Digo, para algo venias ¿no?- menciono la mayor.

-si... Sobre eso, ya estoy en paz con Anna y la invite a ser mi acompañante en la fiesta de...- trató de recordar el nombre del anfitrión.

-¿él conde Lucas?- la mayor se burlo- ultimamente al parecer estas en las nubes.

-¿eso crees?- rasco su nuca nervioso.

-me alegra que esa chica despierte sentimientos en ti y que hayas hecho todo eso por ella, pero ella no fue siempre de la nobleza, se que no te importa la opinión de los demás pero a esa chica tal vez todas esas palabras le lleguen a dañar y es una buena persona- su madre estaba preocupada de su situación actual.

-soy consciente de los problemas que pueden generar, pero por eso la estoy preparando, no dejare que pase nada malo- termino de decir.

-esta bien, se de lo que eres capaz, les deseo la felicidad y una vida juntos plena- sonrió y seguido de eso se despidieron, mañana seria un cansado día.

[...]

Al caer la noche del día siguiente era la fiesta que el conde Lucas daría en su hogar alegrando el ambiente de todos los caballeros que irían.

-¿Anna ya estas lista?- tocó su puerta al terminar de alistarse.

-si, solo que... ¿Podrías llamar a una mucama?- se escucho su voz al otro lado de la puerta.

-¿sucedió algo? Voy a entrar- agarró la manija de la puerta y al momento de casi abrirla algo cayó encima de esta.

-¡¡no!! Digo, no puedes, no estoy del todo vestida, por favor llama a una sirvienta- su voz se escuchaba apenada.

-... Entiendo- un leve rubor pinto su cara al imaginar la escena que formarían, luego llamó a Gilda la más cercana a ella para que le ayude en su pequeño problema y cuando terminaron Anna bajo hacía la sala donde Ray la esperaba.

Nota: mis palabras no son suficientes ni dignas para describir la innegable belleza de Anna así que dejo la vestimenta a su imaginación XD (vaya forma de zafarme de la descripción)

-... Estas muy hermosa- quedó perplejo ante ella y ofreció su mano para llevarla a lo cual ella con timidez aceptó.

-g-gracias...- sonrió y ya estaban a punto de irse cuando Isabella bajo.

-diviértanse y mandale saludos a el conde de mi parte- Ray asintió y se fueron hacia su destino.

Una no muy larga travesía, en todo el camino Anna se notaba muy nerviosa, cosa que Ray obviamente noto.

-todo estará bien- la calmo tomando su hombro.

-¿y si llegó a hacer algo mal?- giro su vista a la ventana.

-¿te preocupa eso? Pues no creo que llegues a hacer algo mal, todo hasta ahora lo estás haciendo perfecto, además que no habrá tantos nobles, solo los que participarán en la guerra y sus acompañantes- se cruzó de brazos.

-eso suena a muchas personas- cuestionó volviendo su mirada a él.

-si, pero el conde no es alguien que deje de lado a los demás.

-es bueno saberlo- al parecer su humor volvió y justo a tiempo pues ya habían llegado, con ayuda de Ray bajo entrando al gran lugar, al parecer los invitados no se abstenian en estar solo en el gran salón.

-bienvenido duque Vermillion- saludo un hombre de cabello marrón cuando entraron- y señorita...

-Annarely, por el momento no quiere revelar su título de noble- habló primero el joven.

-si... Llámeme solo Anna por favor- sonrió aunque por dentro tenía tantas dudas.

-un gusto, señorita Anna, mi nombre es Lucas Etole- hizo una leve reverencia- me gustaría quedarme a seguir conversando pero tengo que atender a los demás invitados- vio a la entrada más personas que llegaban.

-entonces, nos vemos- se despidieron del anfitrión-... Annarely... Me pregunto quien será- la rubia bromeó.

-fue lo primero que se me ocurrió- suspiró cansado.

-pensé que ya habías pensado en eso- cuestionó dudosa.

-no en el título ni en el nombre de noble, me resultó difícil siquiera pensar en uno adecuado- llevó su mano libre a su frente.

-entonces tu no deberías nombrar a tus hijos- comenzó a reír.

-¿hijos...?- se quedó mirando a la más pequeña.

-ah...- de repente ella se dio cuenta de lo que dijo- yo... Solo... Voy por algo de beber, me dio mucha sed- soltó una risilla nerviosa dirigiéndose a la gran mesa.

-...- mientras que el azabache pensaba en lo que dijo, ciertamente nunca pensó en hijos ni nada por el estilos ¿era esto una señal para reconsiderarlo?

-¿su excelencia?- llamó alguien.

-... ¿Emma?- se sorprendió al verla, aunque ahora que lo pensaba ¿de qué se sorprendia? Emma era un caballero.

-sip, la única ¿qué lo tiene tan pensativo?- puso su atención a su asunto.

-¿alguna vez pensaste en formar una familia?- preguntó sin más.

-...- cuando la pelinaranja a penas digeria siquiera la oración-... Ahh... Pues... La verdad es que no, nunca pasó por mi mente.

-ya veo, pero la persona que quieres y sabe abiertamente que la quieres, de repente te menciona algo relacionado a eso ¿significa algo?- y el desdichado azabache por alguna razón le preguntaba de amor a la persona menos indicada.

-... Ehh, creo que no, simplemente hablaron ¿no? ¿Tiene que significar algo eso?- y el contrario no hacia más que tal vez darle la razón hasta cierto punto.

-supongo que no- su tensión de antes desapareció.

-oh Emma- se acercó una mujer de cabellos rubios.

-mamá- y Emma la mencionó, por un momento Ray casi decía "Anna".

-¿mamá?- ciertamente no se parecían en nada, el aspecto de su madre era más dócil... Más como Anna y Emma era... Pues ella.

-oh- se dio cuenta de el joven- mis disculpas no lo vi, soy Diana Lavitti.

-Ray Vermillion, un gusto- la mayor de los tres se sorprendió.

-el duque...- a lo que Emma y Ray trataron de calmar lo que para ella sería su falta de cortesía.

-oye mamá ¿y mi padre?- la de antena desde hace un buen rato no veía a aquel hombre al que le debe tanto.

-oh Dios, está con Lucas bebiendo a no más poder- los señaló un poco más lejos de ellos, al parecer habían tres sujetos viendo quien bebe más de todos.

-ese hombre...- entrecerro sus ojos al verlo- pero bueno, tengo dudas y tu eres muy sabia madre.

-soy toda oídos- sonrió.

-¿acaso lo que dices tiene que tener algun tipo de... Indirecta?

-¿hmm? Depende supongo ¿a qué te refieres?- se dirigió a su hija la cual está con su gran boca que no sabe callar según Ray, le contó lo sucedido y hasta obligó a el azabache a contar la razón de sus dudas.

-ya veo, pues no creo que te quiera decir algo en especial ¿pero no es eso una señal de que ella había pensado ya en eso y tenía un sueño?

-¿cómo así?- un nuevo mundo se abría ante los ojos de la de orbes esmeralda y la atenta mirada de el amatista la hizo seguir.

-pues, digo si ella supuso que querrías tener hijos es porque su perspectiva cuenta de que ella si desea, si ella no quisiera contaría con el hecho de que simplemente hay personas que no quieren y empezaría su frase con: "si tuvieras hijos" o "si quisieras tener hijos"... O al menos eso pienso yo- carraspeo un tanto sonrojada por la atención de los dos.

-eso me convence mas que lo de Emma- alzó los hombros.

-lamento decir que mi niña no es experta en esos temas- un "hey" se escucho de la nombrada luego la mujer susurro- te hubieras quedado en dudas y con un posible problema a futuro si seguías lo que decía.

Y tenía razón, al menos ahora que sabe la perspectiva de Anna puede pensar y retomar aquella idea que creyó innecesaria, evitando posibles problemas futuros.

-le agradezco mucho- agradeció Ray con todo corazón a lo que la mujer soltó una risilla.

-¿puedo pedirle que sanje este favor trayendo a mi esposo de vuelta? Creo que ya es suficiente del alcohol- el azabache asintió dirigiéndose a aquellos hombres que tenían bastante público alentandolos.

-Emma- Anna se acercó a ellas de un momento a otro.

-oh Anna, te presento a mi madre- hizo una señal para que la rubia mayor se presentará.

-un gusto, Diana Lavitti- otra reverencia en el día.

-el gusto es mío, que bueno conocer a la mujer que tanto adora Emma, muchas gracias por haberla criado de forma correcta- tomo sus manos contenta.

-oh no, no es nada es lo menos que podíamos hacer por toda la alegría que trajo Emma a la casa, es una niña sin igual, nada la detiene ni siquiera estereotipos- tomó una de sus mejillas orgullosa de su hija.

-eso lo sé muy bien, siempre fue así, nada la detenía sobretodo si quería enserio algo- para la palinaranja esto era un espectáculo, como dos rayos de sol juntándose.

-¿el duque se demora mucho no?- comentó Diana saliendo del brillo que emanaban las dos mujeres.

-¿el duque? ¿A dónde fue Ray?- ladeo la cabeza confundida.

-a traer a mi padre para aca, iré a revisar- comenzó a caminar a la dirección donde había un gran tumulto de personas.

-te acompañamos- dijeron al mismo tiempo Anna y Diana.

Para cuando lograron hacerse espacio entre el gentío, alguna se sorprendio, otra se enojo y una los comenzaba a alentar.

Vaya día.

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Osi regrese, pero bueno ¿adivinen quién estuvo sin celular durante dos días? Exacto, yo.

Por eso no actualice quería mandarlo a reparar pero como que si y como que no, conclusión: la calle esta dura XDXD

Espero les haya gustado y nos vemos en el próximo capitulo.

Psd: perdonen la hora :'u

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