[habitación de los duques]

-cuando despierte se lo diremos- escuchó a su hijo mayor hablar.

-¿qué hay del joven amo Chris?- preguntó una voz que se le hacía conocida.

-... No lo se, aun no se como se lo diré, ni tampoco a mi madre... Y-yo...- su voz entrecortada le rompía el alma ¿qué es lo que pasaba? ¿Por qué está en casa? ¿Dónde está Leslie? Eso y más fue lo que rondaba por su mente.

-todo está bien, tranquilo- la suave voz llamó su atención, era Anna.

Lentamente abrió los ojos, no había nadie a su alrededor al parecer lo que escuchaba era tras la puerta, trató de levantarse, más todo le dolía, no podía moverse sin sentir dolor aún si era un minúsculo movimiento.

-¿R-Ray?- fue al primero quien llamó y luego la puerta se abrió dejando ver a su hijo.

-mamá, despertaste- tomó su mano aliviado, al parecer no todo estaba en su contra.

-hijo... ¿Qué sucede? ¿Dónde está tu padre?- hablo la mujer azabache preocupada, desde antes tenía un mal presentimiento.

-...- se quedó callado y solo se quedó mirando sus manos juntas-... Hubo un accidente y te trajimos aquí luego de ser tratada...

-n-no puede ser...- se cubrió la boca sorprendida- ¡Leslie! ... ¿Donde esta tu padre? ¿Donde esta?

-... No... E-el no pudo...- su voz se entrecorto tratando de decir lo que había pasado- el no pudo salvarse...

-...- la mujer se quedó sorprendida mientras las lágrimas lentamente bajaban de su cara, la única persona que amo y juro estar a su lado, se había ido antes que ella, antes de ver a sus hijos crecer del todo, antes de varias cosas que querían hacer juntos.

Sollozo en su lugar, sus gritos de tristeza desgarraban el alma de su hijo, pero que más podía hacer ahora que llorar por su muerte, el ya no estaba, solo llamaba a su esposo como si quisiera que su voz llegara a el... "En cualquier lugar en el que estés, por favor mírame y haré que te sientas orgulloso de nuestros hijos, cuando ya no pueda más esperame para estar juntos otra vez, así no importa cuando ni dónde yo te seguiré amando" Isabella clamaba al cielo en lágrimas en lo más floreciente de su mente y sentimientos.

Esto no era fácil para Ray, el también lo perdió pero aún así ¿por qué tenía que ser el portador de estas malas noticias? Pero no podía hacer nada más, aún tenía que decirle a Chris... Chris, su pequeño hermano, era muy joven como para soportarlo. El de ojos amatista estaba apunto de salir de la habitación después de calmar a su madre.

-Ray- lo detuvo- tranquilo, yo se lo diré a Chris- y el hijo agradeció su gesto, el ya no se sentía bien, pero su madre de seguro estaba peor.

-esta bien madre, yo lo haré- el se sentía más capaz de hacer eso.

-no... Yo lo quiero hacer, por favor- pero la mujer no se quería rendir, sentía que su hijo también sufría aunque lo veía en perfecto estado por fuera, ella lo conocía, además no quería dejar que su hijo hiciera todo.

-bien, si tú deseas eso- suspiro y luego de despedirse salió de la habitación rumbo a su despacho, el lugar donde por fin estaría solo.

-... ¿Por qué me sigues?- dijo el joven sin mirar atrás deteniendo su andar.

-desde que supo lo del duque no lo vi soltar ni una lagrima, a pesar de que se veía que quería estallar, luego mantuvo su postura firme y estoica, hasta donde se usted ama mucho a su familia aunque no lo demuestre...- la muchacha habló e iba a continuar si no fuera por la repentina voz del contrario.

-¿a dónde quieres llegar?- preguntó un poco irritado.

-lo que quiero decir es que, tal vez no quiere mostrarle a los demás su lado más vulnerable, pero esta bien si llora, no es incorrecto hacerlo, sobretodo en esta situación...- susurro lo último.

-situación... ¿Qué situación? ¿¡Por qué no simplemente me lo dices!? "¡tu padre esta muerto!" ¡nadie me lo dice directamente, se que pretenden no lastimar con eso, pero simplemente lo empeoran! ... Nadie lo dice, ni siquiera yo puedo...- cada vez el volumen de su voz disminuía.

-es que... Es increíble... Simplemente con las palabras no podemos decirlo directamente porque no queremos creerlo...- se fue acercando al mayor que mantenía la cabeza hacia el piso.

-¿es incorrecto llorar?- preguntó en un susurro.

-no lo es- respondió con su suave y dulce voz.

-¿está bien si te muestro mi lado más vulnerable? ¿Me soportaras?- volvió a preguntar el azabache.

-esta bien, yo estaré a tu lado- dijo y el de orbes amatista se dejó caer y se aferro a quien lo estaría aliviando, soltó lo que guardo durante todo ese tiempo.

Lentamente su cuerpo se recargaba en ella, quien diría que el joven Ray tendría un lado así que nadie creería ver, un lado que nadie más podria ver.

[varios días después]

mis más sinceras condolencias, fue lo que repetidamente escuchaban en todo ese día, el entierro de Leslie, obviamente para los familiares fue nulamente agradable y sobre los invitados, quien sabe que pensaban, probablemente algunos fueron por el cariño que le tenían al duque, otros por compromiso y otros porque el emperador y su familia estarían ahí, raro, pero si lo pensabas bien no lo era tanto ya que eran muy buenos amigos del anterior duque.

-lamento lo del duque, el era como un segundo padre para mi- Norman se dirigió a el en la oficina que pertenecía a Leslie.

-lo sé... Tu parecías más hijo de él, los dos son tan parecidos- sonrió con nostalgia al recordar cada momento con su padre y como lo presentó con Norman.

-no tanto ¿sabes?- sonrió también y dio una  mirada a el librero del inolvidable duque- ¿hmm? ¿Qué es esto?

-¿qué cosa?- preguntó acercándose al albino.

-esto, son hojas unidas con un hilo- agarró el objeto y la primera hoja se leía como "efecto amor".

Y luego las siguientes páginas decía: "dedicado y hecho para mis hijos Ray y Chris Vermillion, para cuando se enamoren, espero ser de ayuda con esto.

Identifiquen lo que sienten correctamente, con cariño, su padre Leslie Vermillion."

-... No puede ser- el azabache leyó y sentía que su corazón se estrujaba, de seguro era por la duda de la otra vez, quería reír y llorar al mismo tiempo.

-... Si que era dedicado, espero lo uses correctamente- se lo entrego a su amigo, seguido de eso los dos salieron hacia el salón.

Cuando llegaron se llevaron la sorpresa de que Isabella estaba hablando con Emma y Anna, cuando ya todos los invitados se habían ido, según recordaban Isabella estaba con la emperatriz y el emperador.

-su majestad- la pelinaranja se dirigió a el- el emperador y su esposa se adelantaron a el palacio.

-ya veo- por mucho que les agradará estar con la duquesa los otros nobles probablemente se amontonaron a ellos.

-¿oh, qué es eso?- la mayor de todos señaló lo que llevaba Ray en la mano.

-es una especie de... ¿Libro? Que escribió padre- le dio el objeto a su progenitora y ella empezó a pasar páginas hasta llegar a una que la sorprendió.

-¿sucede algo duquesa?- preguntó la animada Emma.

-es que... Aquí hay algo escrito sobre cómo nos conocimos...- entrecerro los ojos contenta.

-oh vaya- la mucama sonrió, era muy tierno por parte del duque.

-¿enserio? ¿Podemos verlo?- se acercó Emma hacia ella.

"cuanta confianza" fue lo que pensaron los tres restantes.

-¿quieren que se las lea?- la mujer se dirigió a los tres restantes que estaban parados frente a ella.

La rubia asintió y con el permiso de la mujer se sentó al frente, Ray alzó los hombros y también se sentó, finalmente Norman dijo "¿por qué no? Y siguió a los demás.

La viuda comenzó a contar.

"la vida y el amor son impredecibles de forma total y como un vaivén de emociones y situaciones.

Un claro ejemplo es que... En toda mi vida nunca pensé que me casaría con la mujer más hermosa e inteligente, ni siquiera me imagine conociéndola. La única hija de la condesa Hilda, era un ídolo para los nobles y los que no lo eran, tan perfecta y hermosa.

Todo en una fiesta de mascaras que organizó el recién coronado emperador, amigo mío. Sin saber quien era bailamos a la melodia entonada, de repente la curiosidad invadió nuestras mentes, en un balcón lejano a todo público y con la gran luna aquellas máscaras volaron con el viento presenciando nuestras caras.

Y luego la vida se torno más feliz ¿o solo era mi perspectiva? Pero todo fue mejor. Después de tratar de demostrar ser digno pude casarme con ella, su madre era un poco dura pero lo pude soportar. Finalmente al cabo de varios años nació nuestro primer hijo Ray y después Chris. El impredecible amor me llevó a ella y sucumbi ante sus efectos.

Sucumbi ante mi amada Isabella."

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:'u.

Taran, salió bien largo, bueno en honor al ángel amado de Isabella.

Ya se que son las 2 de la madrugada, pero joder que tengo ganas de publicar xdxd.

Espero les haya gustado nos vemos en el siguiente capitulo.