Parte 3: Dos adolescentes, un camino.
Notas del Autor:
Sin excusas, lamento mucho el enorme retraso. He estado dedicando mi tiempo libre en otras actividades (algunas relacionadas con el fandom) mientras se me quitaba el bloqueo de esta historia ya que no podía escribir ciertas situaciones (lo explicaré mejor al final). Pero dado que esta era la semana del Maggiecoln me propuse avanzar esta historia.
Muchas gracias a todos por su paciencia y comentarios.
Y ahora sí a darle.
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Era viernes por la mañana. Y como todos los días, la casa Loud era un ajetreo constante con los hijos preparándose para ir a sus centros de estudio. Hoy sería un día largo para nuestro peliblanco favorito, que encontramos frente a su casa sentado en la escalerilla que da al umbral de la puerta, con una botella de refresco en una mano, una libreta en la otra que miraba con concentración, un lápiz en su boca y su mochila escolar montada en la espalda. Como es característico de Lincoln, no había parado de pensar en muchas cosas y prepararse con uno de sus planes minuciosos y detallados al punto de la obsesión. Siendo la primera fase ejecutada el día anterior durante la cena familiar donde había pedido permiso a sus padres para llegar tarde a la casa pues tendría una salida con, una "nueva amiga" o eso dijo, pues no estaba seguro si Maggie lo era realmente a pesar de que le dio su primer beso, y luego ella se lo "cobrará con creces". Luego de una felicitación de su padre y una crisis de nido vacío de su madre por entender que "su varoncito estaba creciendo", sus padres le dieron el visto bueno y que regresara antes de las diez de la noche, a pesar de que Lincoln insistió en que ella no era su novia y apenas la conocía.
—Quiero a todos en el auto en 5 minutos!— Gritó la voz de Lori desde el baño de la casa sacando a Lincoln momentáneamente de sus pensamientos.
Una a una todas las hermanas Loud comenzaron a salir de casa y pasar junto al peli blanco en dirección a la Van familiar cariñosamente apodada como "Vanzilla".
Lincoln por su parte ni se inmuto leyendo sus notas en su mano izquierda mientras masticaba el lápiz.
Lola haciendo gala de su tendencia por descubrir los secretos ajenos, se acercó por encima de su hombro para ver qué era lo que robaba la atención de su hermano. Esta pudo ver un título largo en la parte superior de su página, una "Operación" y algo más, pero dado que es la Loud mas lenta para leer (sin contar a Lily), fue rápidamente descubierta por su hermano que cerró el libro de notas para mirar a su espalda con una expresión recriminatoria.
La princesa rosa que fue atrapada de infraganti solo dio una inocente sonrisa para fingir inocencia, mientras que Lana se acercó por delante e intentó quitarle la libreta a Lincoln, quien se resistió y terminó envuelto en una pequeña pelea con las gemelas en una nube de polvo.
El conflicto se detuvo con el sonido de un silbato, el cual fue sonado por Lori que ya se encontraba subiendo al vehículo familiar para hacerles saber a todos sus hermanos menores que dejaran de perder el tiempo y se subieran para irse.
Todas las hijas Loud comenzaron a abordar el transporte entre barullos y risas, pero Lincoln tenía otros planes. —Hoy tomaré el autobús Lori.
Todas se paralizaron de golpe, incluyendo a las que quedaron a medio camino de entrar al auto. En si no es algo raro que un chico de secundaria quiera ir en autobús. Sin embargo desde que Lori obtuvo su carnet de conducir, la hermana alfa se había convertido en la encargada de llevar a todos sus hermanos menores a sus respectivos centros de educación, exceptuando a Lily que todavía era muy joven incluso para ir a una guardería. Por lo que hasta que Lori se fuera a la universidad era absurdo que alguno de los hijos Loud quisiera ir en autobús.
—Deja de decir idioteces y súbete de una vez.— Dijo la rubia con su tono de voz militar y con el ceño fruncido.
—Necesito terminar de preparar un trabajo y creo que mis amigos del autobús podrán ayudarme.
Lo que dijo Lincoln tenía más o menos sentido, dado que los viajes a los centros educativos con Vanzilla eran de todo menos tranquilos dado la naturaleza de los Loud, y sería casi imposible que alguien pudiera preparar algo durante el viaje. Sin embargo esta situación era cuando menos sospechosa para las hermanas de Lincoln.
—¿Que bicho te picó, apestoso? Tu siempre dejas lista todas tus tareas el día anterior.— Dijo la deportista a punto de entrar al auto a sabiendas de que su hermano es super organizado y precavido a un nivel casi enfermizo.
—Lynn, solo quiero tomar el autobús. ¿Hay algún problema con eso?
La deportista gruñó al no saber qué decir.
Leni se asomo por una de las ventanas del auto y estaba por abrir su boca para dar su argumento de por que Lincoln debía ir en Vanzilla, cuando Luna se asomó por la ventana trasera del vehículo y cubrió la boca de la modista como si presintiera que su hermana mayor estaba por hablar de más.
"Definitivamente se traman algo" Pensó Lincoln al deducir que sus hermanas habían orquestado alguno de sus locos planes o medidas especiales que lo involucraron a él.
Y es que el muchacho estaba trabajando sobre terreno inexplorado, pues si bien no era la primera vez que se ponían sobreprotectoras con él, nunca había lidiado con sus hermanas al enterarse que tendría una cita, y menos con una chica, que según Lucy, no les agrada a varias de sus hermanas. Agradeció mentalmente a Lucy por esa advertencia del día anterior, ya que con eso fue que comenzó a trazar uno de sus famosos planes de nombre largo. Por ahora la segunda parte de su plan consistía en despistar a sus hermanas y salir de su radar de vigilancia, tomando un diferente transporte para reunirse con su pandilla.
—Bien jugado.— Dijo Lucy al oído de Lincoln que pasó a su lado para abordar a Vanzilla. Lo cual como todo clásico hizo saltar a Lincoln de su lugar.
Luego de recuperarse de su semi infarto por la aparición de su hermana más tétrica. Lincoln noto como sus hermanas habían cambiado su expresión por unas sonrisas cómplices. Todo debido a que por la distracción de Lucy, el albino no vislumbro que sus hermanas recibieron una señal desde una de las ventanas del segundo piso de la casa.
Con la sospecha Lincoln realizó un conteo rápido de todas sus hermanas en lo que ellas se despedían desde el auto y se retiran. Esta vez sí se aseguró de contar a Lucy, y en total se fueron 8 hermanas en Vanzilla.
Mientras tanto no muy lejos de allí. El grupo de amigos de Lincoln tenía una charla en el transporte escolar.
—Clyde, porque no nos dices de una vez cómo le fue a Lincoln ayer— Pidió Rusty que se encontraba en el asiento anterior a Clyde, con sus brazos apoyados a la parte superior del asiento del pelinegro.
Por su parte el Moreno fastidiado solo pudo suspirar ante la insistencia. —No sé la gran cosa chicos. No supe qué más pasó con Lincoln luego de que me llamó por un problema con sus hermanas, ya saben lo usual de todos los días. Luego intenté llamarlo para ver cómo le fue pero tenía el radio apagado. Y cuando hace eso es por que o va a dormir o quiere un rato a solas.—
—¿Pero te llamó antes de hablar a Maggie?.— Dijo ahora Stella haciéndose notar desde el asiento anterior junto a Rusty, mostrándose de igual forma interesada en lo que le paso al peliblanco.
—Si! ¿Qué fue lo que descubrió? ¿Acaso alguna pista de mi investigación para demostrar que los Emos son parte de una secta alienígena de esclavos controlados mentalmente mediante esporas de una raza de plantas super inteligentes para unirnos a su club de humanos vegetales y que se infiltraron en la sociedad para espiar nuestras debilidades? —Dijo ahora Zach que se asomo de un salto en la parte superior de su asiento por delante del de Clyde, hablando en tono precavido como si temiera que alguien más los escuchara.
—Zach no creo que los emos sean espías. Son solo un montón de sensibles maric...— Antes de terminar la oración Rusty recibió un fuerte codazo de Stella en el hombro que lo hizo quejarse del dolor.
—Compadre, todos queremos saber qué fue lo que le pasó a Lincoln, haz que cante el gallo de una vez.— Dijo Lian en su característico tono campirano, el cual se asomo junto a Zach en el asiento delante de Clyde.
El pelinegro por su parte no pudo más que suspirar. —De acuerdo chicos, les contaré lo que sé...
El mejor amigo de Lincoln procedió a contarles brevemente a sus amigos todo lo que pasó el día anterior cuando regresó con su mejor amigo a casa, hablando de cómo confrontar a su abusadora con una charla, pero al llegar a casa los planes se torcieron demasiado por culpa de sus hermanas que sugirieron que la besara.
Los cuatro escuchas parpadearon unas cuantas veces cuando Clyde terminó la historia, como alguien que quedó totalmente descolocado por escuchar una estupidez.
—Creo que tengo las orejas sucias.— Dijo Lian, metiéndose el meñique en la oreja mientras se mordía el labio y se sacaba algo de heno acumulado en la punta del dedo.
—Por un momento creí que dijiste que las hermanas extrañas de Lincoln dijeron que Maggie estaba enamorado de él y querían obligarlo a que lo besara, y tú les diste la razón.— Agregó Zach en un tono sarcástico y bromista.
—¿No será que le dijiste eso solo para no llevarle la contraria a Lori?— Dijo Rusty con mirada recriminatoria.
Clyde no pudo más que encogerse de hombros y poner una sonrisa nerviosa.
Stella que había analizado las palabras de Clyde decidió aportar su punto de vista. —Primero, Zach, creo que tu eres la última persona en este planeta que podría llamar a alguien extraño y segundo, creo que puedo entender a las hermanas de Lincoln, la verdad es que esa chica comenzó a molestar a Lincoln de la nada. Tal vez solo quería llamar su atención.
—Ho por favor Stella! ¡No puedes hablar en serio!— Dijo el más alto de los chicos. —¡ES MAGGIE! Es una amargada depresiva a la que no se le arrima ni la peste, en cambio Lincoln es...
Como si el universo tuviera sentido del humor, este decidió interrumpir a Rusty ejemplificando la oración que estaba por decir: El autobús se detuvo en ese momento en la Avenida Franklin donde el peliblanco mencionado se dispuso a abordarlo.
Lincoln comenzó a saludar a todos de forma animosa como solía hacer con sus conocidos de la secundaria presentes en el autobús, incluido la chofer que le devolvió una sonrisa. Básicamente, Lincoln entró transmitiendo muchas vibras positivas a todos en el autobús.
Rusty por su parte lo único que hizo fue extender sus manos en dirección a Lincoln mientras miraba a Stella con una cara recriminatoria, dando a entender que la respuesta que pretende dar ya quedó clara con lo visto, siendo que Lincoln es el opuesto a Maggie: un chico alegre, positivo y sociable.
En respuesta Stella no pudo más que rodar los ojos indignada por no poder rebatir ese argumento y se cruzó de brazos algo enojada.
—Es viernes y veo que todos están contentos. Ella sabe de lo que hablo.— Dijo El albino andando por el pasillo del autobús en un tono jovial a una chica de pelo negro con puntas rosadas la cual le asintió con una sonrisa. Para luego reunirse con su fiel pandilla.
—¡Lincoln compadre! Que bueno verte, creí que siempre venías con tus hermanas montado en ese monstruo con ruedas.— Saludo Lian de forma alegre a Lincoln cuando este llegó con su grupo de amigos que estaban en la mitad del autobús.
El recién llegado les devolvió un saludo a todos con un gesto de la mano. —Hola chicos, si, es una larga historia pero para resumir tome el autobús para... — Antes de responder Lincoln vio de reojo a Luan que subió al autobús poco después de él, y se sentó en uno de los asientos cercanos. Hecho que también llamó la atención del grupo de amigos de nuestro protagonista, ya que si bien era raro que Lincoln tomará el transporte escolar, era doblemente raro que una de sus hermanas viniera con él. Antes de responder, Lincoln puso su mano a un costado de su boca intentando bajar la voz antes de completar lo que decía. —...despistar a mis hermanas ya que andan un tanto "intensas" por como salieron las cosas con Maggie ayer. La idea era venir solo, pero Luan "casualmente" se retrasó en el baño y también tuvo que tomar el autobús luego de que todas se fueran.
El resto de los chicos abrieron sus ojos mientras miraban a Luan, entendieron claramente el mensaje sobre todo con las exageradas comillas que Lincoln puso con una de sus manos.
—Oye hermano, tan mal salieron las cosas con Maggie y lo de... ya sabes el beso?— Pregunto Clyde intentando bajar la voz.
Viendo que ninguno de sus amigos se inmuto mucho por la afirmación, Lincoln acertadamente supuso que su mejor amigo había puesto al tanto a toda la pandilla de lo que discutieron el día anterior. —Ni te lo imaginas Clyde, pero déjame acomodarme primero...— Lincoln buscó sentarse en el asiento con Clyde dado que era el único que no compartía su asiento con nadie.
Sin embargo un resorte salió del asiento imposibilitando al chico tomar su lugar a menos de que quisiera tener un resorte empujando su trasero todo el trayecto. —Bueno, no pasa nada, cuando lleguemos los pondré al tanto, mientras iré a los asientos de atrás.
Algo decepcionados los chicos vieron como el líder del grupo se iba al fondo, tomó un poco de su jugo con una mano mientras seguía checando las notas.
Un bache en el camino hizo saltar a Lincoln de su sitio haciendo que su refresco y la libreta se cayeran de sus manos. Dio una pequeña maldición por lo bajo y se puso en cuclillas para buscar su libreta sin saber exactamente donde cayó.
¿Se puede saber que haces en nuestra zona? —Escucho Lincoln luego de ver que era cubierto de 3 sombras, lo que le hizo perder la atención de su búsqueda y voltear atrás para mirar. Siendo lo primero que vio unas botas negras de porte agresivo. Las miro unos segundos dado que le parecían ligeramente familiares.
—Si quieres puedes tomarme una foto, eso durará más.— Dijo la voz de una chica molesta en un tono claramente sarcástico.
Y es que cuando Lincoln levantó su vista notó que estaba muy cerca de la entrepierna de la chica propietaria de esas botas. Si bien la chica usaba pantalones de mezclilla, eran bastante cortos como para que la posición de la mirada de Lincoln se considerará un acto inapropiado. El joven se olvidó de su libreta y se irguió de golpe avergonzado para pedir disculpas. —Lo siento, tengo tiempo que no tomaba el autobús.
Fue allí cuando vio a la chica. Se puso muy nervioso pues tenía cierta fama en el instituto. Piel bronceada, cabello castaño largo y ondulado y maquillaje de ojos negro y morado. Una camiseta negra, un chaleco blanco encima, pantalones cortos de mezclilla rojos, polainas marrones, calcetines rojos y esas botas agresivas. El detalle más llamativo es su peinado donde cubría uno de sus ojos. Su ojo visible le miraba con una rabia tal que Lincoln sentía la extraña necesidad de ponerse a cubierto como si en cualquier momento esa chica fuera a disparar un rayo de calor con su mirada para volverlo cenizas.
"Este no es mi día" pensó Lincoln al reconocer a la chica, se trataba de Taylor perteneciente al grupo de matones de octavo grado. Estaba tan concentrado en ver cómo alejarse de allí antes de que algo malo pasará que no vio la mano que tomó el cuello de su camisa y lo levantó en el aire como un muñeco. Un adolescente de piel clara, cabello negro corto de camiseta gris, pantalones cortos rojos sostenía a Lincoln en el aire con facilidad, dado que el adolescente le sacaba casi el doble de la altura a Lincoln.
—Anderson podrías mostrarle a ese pequeño degenerado que pasa cuando se meten en nuestro territorio.— Pidió Taylor a su compañero que sostenía a Lincoln.
—Será un placer...
Dijo el enorme adolescente que colgó a Lincoln en uno de los percheros para maletas del autobús arriba para luego ponerse a tronar sus nudillos.
—Déjame esto a mí Anderson. Ando de mal humor y creo vendría bien darle una golpiza a este bobo.— Dijo el ultimo integrante del trio de matones, un chico bajito, de piel bronceada, pelo castaño oscuro corto, anteojos negros redondos y camisa blanca de manga corta. Se puso enfrente del indefenso Lincoln con una sonrisa maliciosa mientras se acomodaba las mangas para comenzar la golpiza.
Pero una botella de jugo, más específicamente la que Lincoln tenía hace unos momentos, le golpeó en la cabeza salpicando su contenido a este. —¡Aaah! pero qué cara...?!
Los tres matones se voltearon viendo a Luan que los miraba con una sonrisa, y una mirada difícil de descifrar, pues reflejaba seguridad y molestia a partes iguales.— Perdona Pablo pero es que como dijiste que tenias un mal humor pensé que querías algo para refrescarte un poco, jejejeje... entiendes?
—La comediante de tres al cuarto.— Dijo Anderson en tono despectivo.
—Tu... comediante del tres al cuarto!— Secundo Pablo que se acercó molesto a Luan cubierto de jugo.
—Vamos Pablo no le copies, ya de por si ese insulto es bastante malo.— Dijo Taylor rodando su ojo en un tono despectivo.
Justo cuando Pablo estaba por poner sus manos encima de Luan, un chorro de agua salió de su flor del pecho. —Todavía tenías sed? permíteme!
El chorro fue equivalente al de una manguera contra incendios y le dio de lleno a Pablo en la cara, mandó a volar sus lentes y luego al chico al fondo del autobús donde se golpeó contra la pared de metal quedando aturdido. El adolescente cayó en una esquina del autobús de espaldas, ligeramente de medio lado, con el brazo extendido hacia atrás y totalmente inerte.
Luan puso su mano en la flor y la giró haciendo que se escuche el sonido metálico de un grifo viejo que está siendo cerrado, y se detuvo el chorro. —Creo que la factura del agua de este mes me saldrá un poco más cara. Jejej...Gkkk!—
La risa de Luan se detuvo de golpe dado que un furibundo Anderson la tomó desprevenida poniendo su mano en su cuello.
Cabe aclarar que todos en el autobús ya habían comenzado a prestar atención a la disputa entre los hermanos Loud y los matones de octavo grado. Varios de ellos preocupados, sobre todo los amigos de Lincoln.
—¿No deberíamos decirle a la chofer del autobús para que detenga a esos bravucones?— Pregunto Stella a sus amigos y para sí misma, haciendo que los 5 volteara a ver a la chofer, la cual estaba prestando atención a la pelea, pero cuando ella noto que voltearon a verla miro al frente y comenzó a silbar nerviosamente dejándoles en claro que no quería entrometerse en eso.
—Esa fue tu última broma Loud— Dijo Anderson apretando su puño en la garganta de Luan haciendo que los ojos de la comediante se salieran un poco de sus órbitas.
—Público difícil.— Dijo Luan con esfuerzo.
Taylor sintió un mal presentimiento con Luan viendo que seguía haciendo bromas pese a su situación. —No le quites el ojo a Anderson. Sabes bien que esa es la bufona maniática de los Loud— Advirtió a sabiendas de que las dos van a la misma clase. —Si no tienes cuidado esa chiflada es capaz de sorprenderte con todo tipo de bromas aleatorias.
El adolescente se rio un poco de forma soberbia mientras miraba a su compañera, sin que este notara que las manos de Luan comenzaron a bajar muy discretamente para ir detrás de su espalda. —Por favor, quisiera ver a esta tarada intentar algo como...—
Ante su distracción, Luan pateó el estómago de Anderson para que lo soltara —¡BROMAS ALEATORIAS YA!— Interrumpió Luan gritando a todo pulmón mientras sus brazos dibujan un arco ascendente en el aire aventado cosas. Un pastel de crema, una banana, una peluca de payaso, una bolsa de gases, una granada de harina, una gelatina y demás parafernalias similares se estrellaron en todo el cuerpo de Anderson con la precisión de un ninja ejecutando un asesinato, pero con cómicos resultados, dejando el cuerpo del forzudo adolescente como una obra de arte a la comedia del sufrimiento ajeno. Especial mención del señor Cocos, un muñeco bastante duro y pesado que también fue empleado como proyectil rematador que voló en pose de patada voladora e impactó con graciosa brutalidad en la quijada del muchacho volteándole la cabeza al otro lado.
Todo esto mandó a volar a Anderson hasta atrás del autobús donde quedó estampado contra la ventana y luego cayó al suelo totalmente noqueado, quedando de medio lado en posición fetal en un pequeño cráter formado por los proyectiles y sustancias con las que Luan lo cubrió.
Sin perder tiempo la comediante sacó un arma improvisada de su espalda mientras miraba a Taylor. A primera impresión, lo que había sacado la comediante parecían ser unos nunchakus. Luan los giró con mucha habilidad y maestría, pasándolo y girándolos por todo su cuerpo, mientras con su boca hacía unos sonidos parodia de un artista marcial japonés, mientras miraba seriamente a Taylor como si intentara intimidarla. Lo cual habría funcionado si el "arma" no fuera 2 salchichones unidos por una tira de pañuelos de colores amarrados entre sí. Además de que la demostración de Luan término de forma abrupta, producto de que el autobús se detuviera en una parada, lo que llevó a la comediante a desequilibrarse en mitad de la demostración, y que se diera un fuerte salchichonazo con el embutido que se partió contra su propia cabeza haciendo que la comediante quedara viendo estrellas mientras caía al suelo junto a Taylor.
Taylor la miró incrédula cuando Luan cayó en frente de ella por sus propias acciones, con su ojo totalmente abierto. Seguidamente pone una cara de decepción aunque se le podía notar como contenía la risa. —Esto casi sería divertido si no fuera tan patético...— Taylor pone su pie encima de la cabeza de Luan para presionarlo un poco haciendo que ella lance un pequeño gruñido de dolor. —Escucha Payasa, sabes bien como funciona este negocio, tu trabajas con la comedia, pero yo y mis chicos trabajamos con el respeto. Y digamos que después de lo que les hiciste amerita algo más que un simple calzón chino.— Tras decir eso, la pelirroja toma al muñeco de Luan que quedó en el suelo.
—QUITA TUS MANOS DEL SEÑOR COCOS!— Dijo Luan al ver de reojo cuando Taylor levantó al muñeco pero sin poder levantarse con el zapato de la chica presionando su cabeza.
Taylor sujeto al muñeco en la cabeza y el torso y se dispuso a hacer presión para partirle el cuello en claro gesto de rencor a Luan.
Justo cuando Luan estaba por gritar de pánico al ver que partirían en dos a su mejor amigo, alguien golpeó la mano de Taylor desde su punto ciego debido a su peinado, y le arrebató el muñeco. Justo cuando la bravucona se voltea a ver quien era el "héroe" se quedó atónita al ver que era el chico cobarde de pelo blanco que de algún modo se bajo de donde estaba colgado, y que la miraba con expresión dura mientras protegía al muñeco en su espalda.
—El señor Cocos es muy importante para Luan, no dejaré que le hagas nada. Ahora quita tu pie de mi hermana tu, tu... bravucona.
La ceja de Taylor se levantó mientras su ojo se entrecerró en clara muestra de incredulidad. —¿Es que todos los Loud tienen impulsos suicidas o solo están dementes?— Movió su cuello a un lado para que tronara y tomó a Lincoln del cuello de la camisa para levantarlo. —Me agradan los chicos con bolas, blanquito, pero elegiste un muy mal momento para encontrarlas...
En ese momento Taylor se distrajo al ver a alguien que había subido al autobús y que fue lo que ocasionó que este se detuviera antes.
Justo cuando los amigos de Lincoln estaban a punto de intervenir para ayudar a su amigo, esta persona recién llegada se acercó a ellos por sus espaldas haciendo que los 5 se voltearan a verla.
Era una conocida emo pálida que avanzaba buscando un asiento vacío con sus auriculares puestos. Traía una cara de haber pasado una mala noche, o se puso demasiada sombra para los ojos. Sumado a una cara de mal humor muy notoria incluso para sus estándares. Ignorante del silencio que había causado, tanto así que la música en sus auriculares era casi audible, notándose una melodía intensa y metalera. Todo hasta que ella fijó su atención en la parte trasera del vehículo y el quilombo que se estaba armando allí. Su atención se centró en el peliblanco suspendido del brazo de Taylor, el cual no pudo hacer otra cosa más que regresarle una sonrisa llena de vergüenza.
Ante tan precaria situación este no pudo más que levantar su mano y saludarla para romper el silencio. —Ho, hola de nuevo Maggie.
Los amigos de Lincoln se sintieron incómodos al ver a Maggie cuando llegó junto a ellos, su imagen que irradiaba un pésimo ánimo sumado a un notorio aumento de mal humor en su semblante los hizo dar unos pasos leves a sus asientos para darle espacio a la chica a que pasara, excepto Clyde que se había quedado paralizado y temblando como una gelatina en medio de un concierto de Death Metal.
Maggie apagó su música. —Déjenme sola con ella.— Fueron las heladas palabras que le dijo a los amigos de Lincoln, haciendo que el moreno de lentes finalmente colapsara y cayera echando espuma por la boca.
Rusty alcanzó a reaccionar para tomarlo y sacarlo del "fuego cruzado" que se avecinaba.
Por su parte la expresión neutral de Taylor se rompe con un leve gesto de media sonrisa junto a un pequeño "je" que salió de sus labios. —¿A qué viene esa mirada "cubito de hielo"? —Reto la bravucona con soberbia y extraña familiaridad a la muchacha 2 años menor.
Cabe aclarar que la mirada de Taylor estaba, por increíble que parezca "encendida". No literalmente pero sí se podía percibir un brillo intenso como el sol en su único ojo visible que contrastaba totalmente con la tétrica mirada gélida que le devolvía Maggie.
Lincoln, se encontraba casi en medio del duelo de miradas, por lo que no podía hacer más que encogerse lo más posible.
—Fosforito...— Dijo Maggie en tono inusualmente alto para sus estándares y comenzó a avanzar hacia ella de forma decidida y amenazante mientras sus botas hacían eco en el suelo metálico del autobús.
—Vaya, te estás acercando?— Dijo Taylor mientras levantaba la mano libre en un gesto de soberbia.
—Deja de actuar como villano de segunda. Sabes bien que quedamos en no meternos en los asuntos de la otra.
La tensión en el lugar era palpable y se podía cortar con un cuchillo al punto que todos, incluyendo la chofer, estaban aguantando la respiración.
Ya con las dos a menos de medio metro, Lincoln había olvidado como respirar cuando se dio cuenta que se encontraba literalmente colgado del cuello de la mano izquierda de Taylor. Fugazmente pasó por su mente la idea de la increíble fuerza que tenía esa chica en su brazo para mantenerlo en el aire tanto tiempo casi sin que ésta lo note, puede que incluso ella podría darle pelea a su hermana Lynn, lo cual comenzó a preocupar lo que esta le pueda hacer a Maggie.
Sin embargo la tensión se rompió levemente cuando Maggie en su andar piso una de las manos de Luan sin darse cuenta en su último paso, aparentemente, haciendo que la castaña diera un gemido ahogado de queja mientras seguía debajo del pie de Taylor.
Taylor ignoró los quejidos de la comediante, exhibía una sonrisa de ansiedad muy notable. Solo quería que la emo diera el primer movimiento para comenzar con la fiesta. Una excusa, era todo lo que quería.
Y entonces. Maggie lanzó su brazo en dirección a Taylor. Lo cual hizo que varios en el lugar cerraran los ojos del susto por la acción repentina. Mientras que el corazón de Lincoln se saltara tres latidos.
Hasta la bravucona término parpadeando de la sorpresa, pero al abrir sus ojos, ella y los demás notaron que la mano de Maggie estaba en la muñeca de Taylor, más específicamente en la del brazo con el que sujetaba la camisa naranja de Lincoln. Lo cual descolocó a Taylor totalmente. —A este dientón me lo dejas tranquilo. Es parte de mis asuntos y no quiero que te metas en ellos.— Dijo en un tono amable aunque exigente.
Taylor lucía decepcionada, su semblante había cambiado al de una chica molesta e infló los mofletes con un gruñido. Le dio un manotazo a la mano de Maggie y con la otra solo soltó a Lincoln haciendo que cayera en sus cuartos traseros sobre Luan. —¿Y por qué debería hacerte caso así no más?
—Por que tienes una deuda conmigo.
—¡Oh vamos! eso fue hace mucho tiempo!
—Da igual, una deuda es para toda la vida.
Taylor solo pudo rodar su ojo. —Bien... ¿pero sabes lo que eso significa verdad?
Maggie volvió a ver a Lincoln un momento y luego volvió a ver a Taylor. —Puedo vivir con eso.
La bravucona dio una media sonrisa y levantó su mano en señal de despedida para volver a la parte trasera del autobús. Todo había terminado.
El lugar quedó en silencio total mientras que Maggie solo recogió algo del suelo y después se limitó a acomodarse el cabello con una mano mientras regresaba por donde vino para buscar un asiento vacío más al frente. De repente, todos los presentes en el vehículo parpadearon dos veces de forma sincronizada mientras un signo de pregunta imaginario gigante apareció sobre el autobús. El sonido del claxon de un auto en protesta le recordó a la conductora del autobús que debía poner el vehículo en marcha.
—Haaaa... no se vale, yo quería ver sangre!— Se escuchó chillar a un chico del montón haciendo que todos reaccionaran y volvieran a sus asuntos como si nada hubiera pasado.
Maggie se sentó en uno de los asientos libres 2 espacios antes de la zona de los de octavo grado y encendía su consola portátil para jugar. Miro a Lincoln de reojo e hizo un leve gesto con la cabeza para indicarle que se podía sentar con ella.
—Oye hermanito, me caes bien, pero prefiero respirar...
Lincoln noto que estaba sobre la espalda de Luan al escuchar su voz por debajo por lo que rápidamente se apartó, le regreso al señor Cocos y ayudó a levantarse a su hermana para alejarse de allí antes de que los bravucones que se estaban reponiendo decidieron volver a desquitarse con ellos.
El peliblanco estaba por agradecerle a su hermana mayor por la ayuda. Pero esta solo tomó al muñeco y miró algo por la ventana que llamó su atención. Luego miró al asiento de Maggie. —Gracias por la ayuda.— Le dijo con una sonrisa de oreja a oreja que adorno su cara.
Si bien parecía que Luan le estaba dando las gracias de forma efusiva. Lo cierto es que la sonrisa de Luan era algo forzada y sus ojos estaban demasiado abiertos lo que inquietaba un poco.
—¿Luan?— Pregunto desconcertado su hermano, especialmente cuando su hermana comenzó a poner una sonrisa similar a la del Grinch. Luego de eso, la comediante simplemente se fue a su asiento antes de que todo esto comenzara.
Lincoln supuso que todo había quedado zanjado aunque tenía un claro presentimiento de que algo se le escapaba. Decidió pasar junto al asiento de la Emo. —Gracias— Hablo ligeramente avergonzado con la mano en la nuca titubeando.
En respuesta Maggie dio un leve asentimiento de cabeza mientras seguía jugando.
Lincoln dudó por un momento en quedarse con ella para ver que jugaba o hacerle algunas preguntas. Después de todo él era el que encabezaba la lista por entender que fue lo que pasó entre Maggie y Taylor, pues dieron la impresión de que había cierta historia entre las dos. Sin embargo, Lincoln temía causarle más problemas a la Emo, y todo por que estaba distraído escribiendo los detalles de su plan...
"MI PLAN!" Gritó en su cabeza alterado al notar que había perdido su libreta antes del altercado con los de octavo grado y comenzó a buscarla por el suelo con la mirada. Estaba a punto de volver a la parte trasera del autobús cuando una mano atrapó la parte trasera de su pantalón sujetándolo con cierto fervor en una de sus posaderas y tirando de este.
—Si vas ahora donde está la Fosforito, no quedará nada de ti ni para llenar una caja de zapatos. Sonará irónico viniendo de un emo pero deberias dejar las tendencias suicidas.— Dijo Maggie que había usado su brazo muy bien encarnado en una de las nalgas de Lincoln para jalarlo y que tomara asiento con ella.
—JAAA! Otro para anotar!— Grito Luan a unos cuantos asientos de distancia al escuchar a la emo.
Lincoln se sobaba la nalga. —Pero era necesario que me jalaras de esa forma.—
—Tenía que actuar rápido y tu trasero fue lo único que pude alcanzar. Además cuando estás de espaldas es como lo que más "resalta". Casi se puede decir que tener un lindo trasero te acaba de salvar la vida.
—Voy a tomarme eso como un cumplido. Pero para otra, prefiero que no me agarres tan fuerte.
—Vi la oportunidad y la aproveché
—¿QUE?!
—Solo bromeó culón.
—¡Hey! ¡Parale! ¡No es mi culpa! Es la genética Loud. O al menos eso dicen Mamá y Lisa.
—Como sea ¿Me vas a contar por qué te ibas a suicidar otra vez volviendo con los de octavo? Luego de que te salve las nalgas hace menos de 2 minutos.
— Por favor... ¿Podrías parar de hablar de suicidios y de mi trasero? Necesito encontrar una libreta que perdí en la parte de atrás por eso iba a ir a...—
Estaba por explicar que iba a buscar lo que se le perdió, cuando Maggie que estaba todo el tiempo con su atención puesta en la consola, llevó la mano con la que jalo a Lincoln al costado opuesto, y sacó la libreta que Lincoln buscaba para ponérsela en la cara.
—¿Esta?
Un sorprendido Lincoln tardó un poco en tomarla. —Si si, se me había perdido. Gracias. Supongo que ahora te debo 2.
En respuesta Maggie se encogió de hombros.
Lincoln agradeció al universo que Maggie estaba concentrada en ese juego para no ver lo que estaba escrito en las notas expuestas. Tendría que terminar de pulir los detalles cuando llegara a la escuela. Pero antes de cerrar la libreta dio una fugaz mirada a sus apuntes. Especialmente al título:
Operación para burlar a mis hermanas y evitar que estas se entrometa en mi cita con Maggie y pensar en un nombre más corto
Sin embargo nuestro protagonista levantó una ceja cuando noto un texto que no recordaba justo debajo del título:
Solo llámalo "Operación Salva la Cita".
—¡Me encanta!— Dijo casi por impulso ante esa sugerencia. Pero luego se alarmó al entender que esa última anotación no la había puesto él, sobre todo porque tenía una letra distinta, siendo destacable cuando vio que el punto de la "i" estaba hecha con una pequeña calavera. Con un mal presentimiento miró nuevamente hacia Maggie la cual seguía con su atención en su juego.
Por su parte Maggie al sentirse observada, puso pausa a su juego y giró lentamente su cuello para mirar a su compañero con su particular cara de póquer y ojos medio abiertos que reflejaban indiferencia y pereza. Y procedió a guiñar un ojo y le apuntaba con los dedos en forma de pistola en gesto juguetón y hacer un "Bam" silencioso con la boca.
Lincoln sintió el fuerte impulso por tirarse por la ventana del autobús en contra de algún auto en movimiento que lo liberara de la sensación de vergüenza al entender que Maggie había leído su libreta de planes, así fuera que solo hubiera leído el título y fue la que puso esa sugerencia.
—Así que es cierto eso de "El hombre del plan" ¿Eh?
—¿Quien te dijo eso?
—Tu mismo, lo dices al menos 3 veces por semana que eres "El hombre del plan" en ese tonto programa de noticias. Pero no importa, si en verdad eres bueno haciendo planes tienes derecho a presumir.
Lincoln dio un suspiro en respuesta. —Más o menos, o sea, la mitad de mis planes termina fallando, aunque en lo que concierne a mis hermanas se como manejarlas en la mayoría de las veces.
—¿En total tienes 10 hermanas verdad?
—Así es.
Maggie se puso algo pensativa. —¿Qué se siente tener una familia tan grande?
Esa pregunta tomó a Lincoln con la guardia baja. Estaba por preguntar el motivo de ella pero prefirió solo responder. —Pues tiene sus cosas buenas y malas. Tengo tantas hermanas entrometidas que siempre quieren cuidarme y dos padres que a duras penas se dan abasto para darle suficiente atención a todos. Todos tenemos una vida muy apretada en casa, literal, pues vivo en un cuarto de blancos adaptado, por lo que tener una vida tranquila o tiempo para uno mismo es prácticamente un lujo del que nadie dispone en casa, salvo por contadas ocasiones. Pero...
Maggie noto como Lincoln desvió su vista al suelo con una sonrisa mientras decía todo eso.
—...nunca tengo un solo día aburrido, eso es algo que no cambiaría por nada. Amo a toda mi familia con sus cosas buenas y malas.
—Vaya, que envidia.— Dijo la emo en voz baja sin malicia o burla en su tono con un leve atisbo de sonrisa en su labio.
Por su parte Lincoln ladea la cabeza para mirarla —¿Ah?
En ese momento el autobús se detuvo, ya habían llegado a su destino. Sin responder a su duda, Maggie hace un ademan a Lincoln para pedirle que se mueva para salir.
Por su parte Lincoln recogió sus cosas y espero a que la gente pasara para ponerse de pie. Luego de hacerlo se quedó petrificado por algo que vio al frente.
Maggie guardó su consola para ponerse de pie junto al peli blanco y lo que vio le hizo parpadear 3 veces de la incredulidad.
Enfrente de los adolescentes estaban varios individuos que aún no habían bajado del transporte, entre los que se encontraban el grupo de amigos de Lincoln exceptuando a Clyde que aun seguía inconsciente, unos cuantos conocidos como su hermana Luan, Jordán Chica y hasta la Chofer. Todos ellos los miraban con ojos entrecerrados y una sonrisa pícara en sus caras.
—Con que ese era tu plan que Clyde no quería decirnos ¿he?— Dijo Zach Levantando las cejas en tono sugestivo.
—Parece que al fin esa chica tan espeluznante encontró a alguien que perforará todas esas capas de hielo.— Dijo chica Jordán con un tono romántico pero sin perder su sonrisa.
—Tengo que comerme mis palabras Lincoln, por que esa chica al final no está tan mal.— Dijo Rusty con la mano en la barbilla mientras escudriñaba a una cada vez más nerviosa Maggie con la mirada.
—Que bien come el perro ¿no?— dijo Lian en tono bromista dándole un leve codazo a Stella.
—Pues... por la forma en la que Maggie hizo que Lincoln se sentara creo que es ella la que está "comiendo bien"— Dijo Luan en tono burlón.
Después de eso todos comenzaron a reír.
A estas alturas era obvio lo que ocurría para Maggie: desde el momento en que hizo que el peliblanco se sentara con ella, por alguna estúpida razón casi todos en el autobús comenzaron a ponerles atención a su conversación como si fueran un montón de viejas chismosas. Aunque su expresión no lo mostraba, estaba molesta, pues algo que ella odiaba era ser el centro de atención como si su vida fuera una especie de telenovela, o peor aún, una comedia romántica.
Lincoln miró de reojo a Maggie, ya había comenzado a entender un poco su manera de ser, lo que le hizo tener un mal presentimiento, y trató de hacer gestos con las manos a sus amigos para que dejaran de reír, pero fue tarde... demasiado tarde. Es entonces cuando la bomba se detonó.
—¡CIERREN EL HOCICO PANDA DE IMBÉCILES ENTROMETIDOS METICHES SOBREEXCITADOS! ¿ES QUE SUS VIDAS SON TAN PATÉTICAS QUE TIENEN QUE ESTAR TAN PENDIENTES DE LA MIERDA QUE HACEN LOS DEMÁS?
Todos en el autobús dieron una exagerada exclamación dramática ante el abrupto levantamiento de voz de la emo que los miró furiosa. Sobre todo por que nunca la habian visto actuar asi.
—Maggie, tranquila no lo decíamos con mala intención.— Respondió Stella intentado calmar a la rabiosa chica.
Maggie por su parte dio unas cuantas zancadas con sus estruendosas botas, hasta estar frente a Stella, poniendo a esta última nerviosa ya que era la primera vez que veía a una chica de su edad a casi la misma altura —Por si no los sabias larguirucha, a la mayoría de emos no nos gusta que los demás se tomen la libertad de hablar como si nos conocieran o meterse en nuestra vida privada pero CLAAAARO, no podemos culparlos por que "no tienen malas intenciones".
—Oye cabra, será mejor que te calmes.— Dijo Lian intentando defender a su amiga.
Maggie ahora se volteó en su dirección y le dedico otras palabras hirientes —Hay CLAROOO granjero! No hay que ponernos de gritos verdad? Y una frase que deberías aprender para toda tu vida es (cambia su tono a uno de granjero estereotipado) "¡Amaaa se metió otro pejelagarto!"— Y luego se regresó caminando.
—Me dejo como pavo antes de noche buena— Dijo un Liam estupefacto para sí mismo.
—Maggie, con todo el respeto, pero Stella o Lian no te hicieron nada.— Dijo una chica de pelo negro con un peinado a ambos lados con las puntas teñidas de rosa que Lincoln saludo cuando entro al autobús.
—¿Pero qué oigo una intromisión?— Maggie se puso una mano en la oreja para escuchar mejor en dirección a la chica en gesto claramente sarcástico. —Pero si es la niñata de la que NADIE sabe su nombre!— Remato Maggie de forma despectiva haciendo que la aludida ponga unos ojos de cachorrito triste a punto de llorar como si reconociera con pesar que lo que dijo Maggie es verdad.
Se escucharon unas leves risas de la parte delantera del vehículo, se trataba de la Chofer que intentaba contener la risa ante el espectáculo que montaba la emo al desquitarse con los adolescentes. Lo cual para su infortunio llamó la atención de la furibunda chica.
—¿Y que tenemos aquí?— Tras decir eso Maggie tomó con las manos la prominente panza de la Chofer para sacudirla de forma burlesca de lado a lado. —La fofa inútil que nunca hace nada y deja que los estudiantes se maten entre ellos. Supongo que es verdad ese dicho de "lo que no mata engorda".
—HAAA...! Eso estuvo bueno.— Dijo Luan mientras el señor cocos en brazos tenía una libreta donde anotaba la broma.
—La comediante...— Dijo Maggie ahora centrando su atención en Luan. —Lo único que me hace reír de ti es tu esquizofrenia.— Agrego mirando al muñeco, para seguidamente voltearse de forma brusca hacía un confundido Clyde que se estaba recién levantado de su desmayo. —¡Y TU NI HABLES! ¡Apenas te conozco pero seguro eres un idiota!
—Pero yo me acabo de despertar ¿Qué fue lo que pasó?
Maggie ahora miro a Rusty —Tu eres un ser grotesco y repulsivo
—¡Óyeme, óyeme quizás yo sea grotesco pero lo...! ¿Qué fue lo segundo?
Dejando con la pregunta en el aire Maggie dio grandes pasos en dirección a Lincoln y todos se apartaron de su camino.
—Tu... eres...— Por primera vez desde su arranque, Maggie titubeó. —...UN... ¡GRAN...!— Era como si Maggie se forzará a decirle algo pero las palabras se atropellaban en su garganta. —...culón— dijo bajando la voz repentinamente, como si toda la ira se le fuera de golpe. Al final solo levantó las manos, dio un gruñido de exasperación mientras ponía su expresión habitual. Finalmente se fue a la salida del autobús para dejar el lugar.
—Te la dejo barata.— Dijo un señor cocos que se acercó a Lincoln sostenido por Luan.
Rusty puso su mano en el hombro de Lincoln. —Tu novia tiene mal carácter ¿he "culón"?
Tras escuchar a su amigo pelirrojo Lincoln no pudo más que lamentarse dándose una palmada en la cara en claro gesto de frustración al sentir que había perdido parte de su avance para conocer a Maggie. —Rusty... solo... cállate.
Al bajar del vehículo, nuestra emo se dispone a ir a clases. Va a su casillero, lo abre para guardar sus cosas, y saca su libro de la primera clase. Pero cuando cerró el casillero, detrás de la puerta había una castaña con su espalda recostada contra los casilleros de al lado, con sus brazos cruzados mientras mascaba un chicle en su boca. —Jhm... si no lo hubiera visto no me lo habría creído, el cubito de hielo perdiendo los estribos.
—Piérdete Fosforita, no tengo ánimos de aguantar tus estupideces.— Respondió Maggie a la bravucona sin siquiera voltearse a verla para seguir su camino.
Taylor la siguió de cerca aun con un gesto de burla. —Oh vamos, sería un pecado no sentirme al menos un poco curiosa. Dime, ¿Qué te traes con el chico Loud?
Maggie rodó los ojos —En serio que deberías dejar de cubrirte ese ojo, para que así dejes de ver cosas donde no las hay, y no hagas preguntas estúpidas.
—Oh en serio? Esa ni tu te la crees.
—Es complicado. ¿No tienes nada mejor que hacer?
—Je... bueno mis amigos están en la enfermería porque la bufona casi los hace puré. Creo que los mandaran unos días a casa. Y falta para que empiece la primera clase. Así que no tengo nada que hacer.
Maggie dio un gruñido. —Ese chico... su sola presencia me molesta, toda esa alegría, jovialidad y amistad que presume con todos me enferma. Es por eso que llevo molestándolo desde hace días y no quiero que te entrometas.
Taylor no se trago esa respuesta, pero no tenía argumentos para rebatirla, ya que era verdad que hace unos días Maggie había estado humillando al chico Loud a todas horas. Por lo que decidió ponerle una carnada. —Bueno... si te soy franca, el chico no está tan mal, digo, me sorprendió cuando tuvo las bolas para retarme hoy, algo que ningún chico de mi grado se ha atrevido. Eso me gusta. Tal vez si lo endurezco un poco podría ser mi...— Taylor se hacía la indiferente mientras decía eso, pero escudriñaba la cara de Maggie con la mirada, como un halcón a su presa. Y pudo notar un pequeño tic en el ojo justo después de decir que "le gustaba" lo que culminó con un golpe estruendoso cuando Maggie lanzó su puño en uno de los casilleros cerrados para interrumpirla y doblando un poco el metal.
—Ya te lo dije... al culón me lo dejas tranquilo.
Taylor se había sorprendido un poco, pero luego recuperó la compostura. Se pasó la mano por su fleco mientras reía un poco. —Princesita, hoy no le hice nada porque tenía una deuda contigo. Y ahora estamos a mano. ¿Entiendes?. Además tengo una reputación que mantener. Así que recomiendo que vigiles ese "culo" si tanto te importa...— Taylor comenzó a alejarse para ir a prepararse para sus clases pero volteo su cuello para terminar de concluir su amenaza con una sonrisa. —...tanto el tuyo, como el de tu novio.
En otro punto de la secundaria, Luan se dirigió al baño antes de ir a su primera clase. Sus ojos y los del señor Cocos escudriñaron el lugar viendo que estuvieran solos. Después de eso se metió a uno de los inodoros, se sentó sobre este y sacó un zapato de payaso de quien sabe donde y se lo llevó a un lado de su cabeza como si fuera un teléfono. —Aquí Hiena Risueña llamado a Mofeta Flatulenta, cambio.
Luego de presionar uno de los botones del zapato se escuchó estática por unos segundos hasta que la voz de una Loud muy conocida respondió por el excéntrico aparato. —Dejarte a elegir los nombres clave fue literalmente la peor idea que he tenido en mucho tiempo. Como sea, algo que reportar "Hiena Risueña"
—El "Águila Calva" llegó al "nido". No pude mantener el perfil bajo por un problema con un grupo de abusones que se metieron con él, pero todo salió bien al final.
Se escuchó exhalación de sorpresa del otro lado seguido de un tono más molesto. —¿Quienes son esos cretinos? ¿Les diste una paliza? Juro que si le tocaron uno solo de sus pelos blancos, literalmente voy a hacerlos pretzel hu...
Luan interrumpió. —Calma, pude darles un buen escarmiento a dos de ellos, digamos que les di un show que nunca olvidaran jejeje... dale las gracias a "Lechuza Cabezona", su invento funciona excelente. No creo que se metan más con nuestro hermano. Pero la chica Taylor me dio algunos problemas y fue cuando "Zebra Amargada" llegó y convenció a la matona de dejarnos en paz, no sé qué le dijo, pero parecen viejas amigas.
—Con que se tiene contactos con abusones... esa chica, entre más sé de ella cada vez me agrada menos. ¿Algo más que reportar?
—Bueno, sé donde "Cebra Amargada" tomó el autobús y al compararlo con las zonas donde he ido a hacer cumpleaños para emos, tengo algunas ideas de donde esta su casa para mandar al equipo de exploración.— Dijo Luan con una sonrisa macabra mirando al señor cocos que también comenzó a reír diabólicamente.
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Curiosidades y referencias.
-Como habrán notado la premisa está basada en el capítulo "No Bus No Fuss" ya que Taylor sería otro personaje relevante en la trama y necesitaba referenciar ese episodio para introducirla. De hecho los lectores de fanfiction lo podrían haber deducido. Dado que la plataforma te deja etiquetar los personajes más importantes del fic. Y desde el capítulo uno ya había colocado a Taylor en esa lista. La razón es que Taylor es otro de esos personajes que no se le dieron relevancia en su momento, pese a su diseño llamativo, si bien tengo entendido que tuvo un capítulo reciente donde la evangelizaron o algo así, no lo tome en cuenta cuando escribí la premisa central de esta historia. Así que mantendremos a la Taylor matona del capítulo original, aunque como notaron le agregue eso de tener un pasado con Maggie.
-Como dejé claro en el capítulo uno, una idea original es que en este universo las hermanas mantienen la misma edad de la primera temporada, pero Lincoln tiene 12 años. Lo que implica que Lori todavía los lleva a la escuela, por lo que no es habitual que Lincoln o sus hermanas usen el transporte escolar. Principalmente por eso es que la trama de "No Bus No Fuss" cambió tanto aquí. Por ejemplo, en la serie actual Luan no va a secundaria con Lincoln si no a escuela superior siendo que es Rita la que lleva a Luan, Luna y Leni a sus escuelas.
-Uno de los problemas que más me retrasó de publicar este capítulo es el conflicto principal. Y es que este capítulo lo re escribí unas 6 veces. Pues originalmente las que acompañan a Lincoln en el autobús eran Lucy y Lynn, y me era imposible escribir un escenario donde las dos, sobre todo Lynn no dejarán hechos carne molida a los matones sabiendo como es ella. Y es que algo que me molesto del capítulo de "No Bus No Fuss" es que se omitiera el hecho de que las hermanas de Lincoln odian a los abusones y son muy sobreprotectoras con su hermano. El problema para mi es que es muy complicado escribir un escenario donde Lynn no le rompiera todos los huesos a los de octavo grado dado lo fuerte e impulsiva que es XD. Y es que quiero mantener el tono cómico de la historia, pero siempre que llegaba a esa parte "se volvía Seinen de golpe". Hasta que se me ocurrió la idea de que fuera Luan la que fuera con Lincoln y quedó el resultado que ya vieron. Estoy seguro que a más de uno les habría gustado ver violencia explícita pero ese no es mi estilo. Por eso agregue el comentario del chico que quería ver sangre para representarlos XD
-La chica sin nombre que saluda Lincoln, la de las puntas rosa, es una de las chicas de fondo o QT que más llama la atención al fandom desde que Lincoln va a la secundaria. El fandom la llama "Highlights QT" pero nunca ha tenido un nombre oficial por parte del Staff. Precisamente el comentario de Maggie "La chica de la que nadie sabe su nombre" es una burla de esto.
-La escena donde Luan ataca a Anderson con todo su arsenal de bromas, está basada en el meme de MoonKnight. Si no lo conocen busquen un video en youtube llamado "RANDOM BULLSHIT GO!"
-La forma en que Pablo y Anderson quedan inconscientes, son una referencia al meme de la muerte de Yancha y Peter Griffin.
-Cuando Maggie dice "Déjame sola con ella" es una referencia a un meme. Si no lo conoces, busca un video llamado "let me solo her — the movie" en youtube.
-La escena de Maggie enojada está basada en una escena clásica de los Simpson. Además de humor era para dar entender que Maggie es bastante introvertida y le molesta ser el centro de atención. Aunque irónicamente también es muy extrema cuando se molesta. Esto de hecho es una pista de su condición.
-A este fic le quedan 2 capítulos. Esperemos no durar más de 2 años en terminarlo. Échenle la culpa a mi dislexia el que escriba tan lento :v
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