{-Capitulo 30-}


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>Ya era domingo en la noche y no hacia nada más que seguir acostada en su cama, habían pasado cuarenta y ocho horas desde que se habían "peleado" y aun no sabía si de verdad tenía sentido desperdiciar su día encerrada en su casa.
Estaba sola, Sharon se había llevado consigo a Mónica, Miguel y Rey pues tenia que estar preparada para cualquier emergencia, sólo se había quedado Amanda pero por cosas de Ámbar le dijo que tenia el día libre pues quería tener la mansión para ella sola.
Gracias al cielo Luna no estaba ahí pues Mónica le pidió a la madre de Nina que la dejara dormir con ellas pues simplemente quería tener la seguridad de saber que la castaña no estaba sola.

Ámbar tenía música a todo volumen, un privilegio que lo estaba usando por primera vez y vaya que le estaba gustando. Por primera vez en su vida estaba totalmente sola en la mansión, ya harta de no aprovechar su soledad decidió bajar las escaleras y hacer algo que haría cualquiera cuando esta sola.

La rubia comenzó a jugar con cualquier cosa que tuviera enfrente, lanzo hacia el techo todos los cojines de la sala para después tomar el control de la televisión y reproducir cualquier canción que le causará ganas de cantar.

Ya iba por la octava canción, bajaba las escaleras mientras cantaba la letra de la canción.
F.U. de Little Mix la estaban describiendo en cuanto a su situación amorosa. Lamentablemente cuando estaba apunto de comenzar a cantarla vio a Simón aparecer con una pequeña sonrisa, no supo que entender con esa sonrisa.

Á»- ¿Qué haces tu aquí? - algo avergonzada de que la encontrará a punto de cantar alocadamente se acercó para demostrar firmeza.

S»- Vine a buscar a mi novia.

Omitió demostrar cualquier mueca sorpresiva, unas grandes ganas de gruñir le estaban impidiendo hablar.
De nuevo sintió esa ola de celos recorrer su cuerpo.

Á»- Me parece que todo lo que caminaste fue en vano, tu querida noviesita esta en la casa de Nina.

Dijo para después voltearse preparada para volver a lo que estaba haciendo.

S»- ¿Quien dijo que vine a buscar a Luna? - Ámbar volteo confundida.

Á»- ¿Entonces a quien buscas? Acaso mentiste y eres el novio de Amanda?

S»- Claro que no, vine a hablar con mi novia - la ojiazul giró los ojos.

Á»- Y eso a mi que me importa? Si quieres hablar con tu novia pues buscala.

S»- Para que si ya estoy hablando contigo - la rubia fruncio el ceño - Tu dijiste que cuando descubriera que era lo que pasaba si Daniela no interrumpía podría descubrir que pasaba después de ese después y si no recuerdas, yo ya lo descubrí.

Á»- No, tu solo descubriste lo que pasaba después, no avisaste que querías seguir obteniendo puntos.

S»- Esta bien, Ámbar yo quiero seguir obteniendo puntos - la rubia bufo.

Á»- Crees que sera así de fácil?

S»- No pero con todos los puntos que llevó acumulados creo que sería justo dar una pequeña ayudadita.

Á»- Pues no tendrás una ayudadita así de fácil - afirmó de brazos cruzados mirando desafiante al castaño.

S»- Yo puedo buscar mi propia ayudadita? - entre esa pregunta no pudo omitir su sonrisa traviesa, para Ámbar se le hizo algo encantador hasta que se dio cuenta de su pensamiento y decidió carraspear.

Á»- Si así lo deseas.

S»- No hay reglas que acatar? - preguntó tratando de camuflar las ganas de sonreír.

Á»- No, si hay riesgo de que salgas lastimado es culpa por tu propia curiosidad - avisó con intentos de parecer tranquila y orgullosa.

Toda esa máscara de orgullo y odio se borró al momento en que Simón la atrajo hacia el con sus manos en su cintura. Un beso algo tranquilo comenzó a transformarse en algo desesperado.

La rubia ya estaba cansada de seguir convenciéndose que debía seguir con su papel de rencorosa y orgullosa pues de verdad no podía más con las ganas de seguir el nivel en que el castaño la estaba besando. Su mano fue directamente a su nuca en busca de que el beso fuera más profundo, el castaño ya no sólo pedía más dulzura si no que también pedía más de ese lado intenso de la rubia.

Á»- Eres realmente un idiota - dijo entre besos.

Una sonrisa apareció en Simón a medio beso, su sonrisa fue interrumpida por la fuerte mordida que Ámbar le había dado en los labios, no le lastimó ni le sacó sangre sólo causó que un jadeo saliera de su boca sonrojandolo de sobre manera.

Á»- No te gusta esperar verdad? - preguntó en susurro golpeando con su aliento la oreja de Simón.

S»- Ámbar - dijo su nombre en un suspiro con la respiración entrecortada.

Á»- ¿Que pasa? - preguntó inocente.

La rubia se le acercó, preparado para sentir sus labios se llevó la sorpresa al ver que se alejó para después subir las escaleras.

Á»- Tengo cosas que hacer, cierras la puerta cuando te vayas.

El corazón acelerado de Simón le exigió que no se fuera, conocía a Ámbar. Entre más lo esquiva más entretenido es para ella, si se iba de la mansión prácticamente le iba a decir que no quería tener algo de verdad.

No le importaba si no bajaba simplemente quería hacer algo para la ojiazul.
Lo primero que se le ocurrió fue ir a buscarla pero decidió hacer algo que a Ámbar le gustara mucho.

Fue a la cocina y buscó algo de leche y café.
Después de un rato término de preparar el capuchino junto a las tostadas, a decir verdad era bastante apetitoso y rico. Buscó mermelada y un cuchillo para poder untarla, ya listo el postre decidió dejarlo en la cocina para ver si no estaba encerrada.

Subió las escaleras y estuvieron a punto de chocar, una sonrisa apareció en su rostro al ver su pijama. Tenía vestido blanco algo tradicional para dormir pero lo que lo hizo sonreír fue su bata de borrego blanco con orejas en el gorro de la cabeza.

Á»- ¿Vienes a pedir el beso de las buenas noches? - preguntó sarcástica con algo de burla.

S»- Nunca imagine verte con este tipo de bata - soltó entre risas - Venia a preguntarte si querías cenar conmigo, bueno en realidad no es una cena como tal pero creo que te gustará.

Á»- Se específico, Álvarez. - habló con firmeza.

S»- Hice tostadas y capuchino - Ámbar subió las cejas - Para ti.

Á»- Sabías que Mónica tiene los ingredientes y frutas contadas, verdad? - El castaño negó, se había imaginado algo más duró.

S»- Los compraré - respondió - ¿Quieres probar un poco? No es por presumir pero el capuchino quedó muy rico.

Á»- No lo creó - una mueca hizo amortiguar su comentario.

Simón siguió a Ámbar. Ya al estar en la cocina Ámbar se acercó al capuchino, cuando estaba a punto de tomarle se cuestionó.

Á»- ¿Que le pusiste? - Simón soltó una pequeña risita burlona.

S»- Leche, café, algo de crema batida y azúcar.

Á»- Ah si? Toma un poco - no era desconfianza sino que esta vez solo lo hacia por molestar, por arruinar el momento que había preparado el castaño.

Simón buscó una cuchara y la hundió en la copa para tomar de la bebida, la rubia se le quedó mirando simplemente para ponerlo nervioso, parecía como si sus poderes se hubieran ido lejos.

S»- Delicioso - murmuró con una sonrisa en sus ojos.

Ambos comieron en silencio, entre cada mordisco intercambiaban miradas, los ojos de Simón transmitían ternura y una disculpa mientras que los ojos de Ámbar se hacían los complicados y lucían hermosos como siempre.
Ya cuando habían terminado Simón tomó los platos y comenzó a lavarlos.

S»- Ámbar yo quería decirte, no decirte más bien pedirte una disculpa. Fui muy tarado defendiendo a Luna pero neta también entiendeme yo... - el castaño volteo y vio la cocina vacía.

Decidió dejar los trastes para más después y fue en busca de Ámbar.

Cuando iba hacía las escaleras se apagaron todas las luces de la mansión, el miedo lo invadió al voltear hacia la sala y ver la oscuridad que la cubría.

S»- Ámbar! - con más razón quiso encontrarla.

Por más tonto que fuera el le tenía miedo a la oscuridad, frustrado de que no encontrará el interruptor de la luz sin más comenzó a subir las escaleras como una niña asustada.
Simón fue directamente a la habitación de la rubia cuando por fin estaba en la parte de arriba.

Entro sin tocar asustando a la rubia causando que casi tirara su celular.

Á»- ¿Que haces? ¿Por que no tocaste? Pude estarme cambiando y tu me verías semi desnuda, más te vale que sea importante para interrumpirme de esta manera.

S»- Se fue la luz y pues me dio miedo - dijo avergonzado.

Á»- No se fue la luz, apague las luces por que no soportó que la mayor parte de la casa este iluminada cuando voy a dormir.

Explicó mientras se levantaba de su cama.

S»- Oh mmm... Buenas noches - dijo con risita nerviosa.

Á»- Espera, si de verdad se hubiera ido la luz ¿por que vendrías a mi cuarto?

S»- Por que tu estarías en el y porque me da miedo estar solo en la sala - una risa burlona salió de la garganta de Ámbar sonrojando más a Simón - Aprovechando que estoy aquí, te pido disculpas por lo de el jueves. Fui un tonto por defender a Luna aunque no tenías que hacer público lo de el beso.

Á»- Y tu crees que Lunita tenia que darte un beso? - Simón no dijo nada cosa que hizo a Ámbar sonreír satisfecha.

S»- Me tengo que ir, hasta mañana Ámbar.

Á»- Tu estas loco? Como que te vas a ir a estas horas, son casi la una de la madrugada.

S»- Y donde dormire?

Á»- ¿Acaso no es obvió? Te quedarás aquí - una sonrisa invadió su rostro - Osea no aquí en mi habitación sino que en esta mansión, hay habitaciones para invitados y mantas.

S»- No tengo pijama.

Á»- Que mal - murmuró burlona.

S»- Ya no importa - la rubia asintió - Bueno ya me voy a dormir.

Á»- Yo también.

S»- Buenas noches, Ámbar - dijo caminando hacia la puerta.

Á»- Espera un segundo - el castaño volteo, la rubia se puso frente a el.

Ámbar tenia algo en mente pero sentía que perdería el control si llegaba a atreverse.

Á»- Te perdonó - el castaño le sonrió con un brillo encantador en los ojos.

S»- Eh bueno - dijo sonriendo - Buenas noches.

La ojiazul asintió y vio verlo como cada vez se alejaba.
Bufo acompañada de un gruñido y camino rápido hacia el.

Á»- Te odio - murmuró para después besarlo.

El castaño correspondió sintiendo la frescura recorrer su boca, de pronto amaba la menta grabada en los labios de Ámbar
Sus manos inconscientemente fueron fueron a sus mejillas, la rubia interrumpió la ternura de Simón para después rodear su cuello, el castaño dejo su ternura de un lado para después convertirla en pasión.

El castaño bajo sus manos a la cintura de Ámbar acercándola más a el, Ámbar simplemente se centro en besarlo de manera efusiva e intensa.

Se separaron jadeantes tratando de buscar aire.

Á»- Dulces sueños - se despidió con una sonrisa en sus labios.

El castaño contestó simplemente con una sonrisa emocionada y enamorada.

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7v7 que les pareció?

Este ha sido el capítulo más largo que he escrito, 1892 palabras :D además de estas ;v

Cada vez se parecen más a M y V no lo creen? 😂🔥

Dormirán juntos... Bueno en el mismo lugar 😂

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