°4°


Al entrar en la tienda de muñecas al día siguiente, después de clase, me sorprende ver a un hombre de pie frente al mostrador. Lleva ropa oscura, tiene una barba también oscura y muy corta y está muy bronceado. Si, desde luego tiene una temática oscura. Parece exudarla, y a pesar de ello mi madre tiene las mejillas rozadas y está sonriendo. Cuando suena la campanilla de la puerta, los dos me miran.

-Hola, Geno -Saluda mi madre.

-Hola.

-Bueno, ya nos veremos, Crayon -dice el hombre extraño.

Mi madre asiente con la cabeza, y el se marcha.

-¿Quién era ese? -pregunto, metiendo la mochila debajo de la caja registradora-. ¿Blue Berry?

-¿Quién es Blue Berry?

-El tipo que se suponía que iba a recoger la muñeca de la señora Death.

-Ah, no, tan solo era un cliente.

Claro. Lo observo mientras pasa al frente del escaparate. Un hombre soltero de cuarenta y pico años es cliente de una tienda de muñecas. Estoy a punto de decirlo, pero entonces mi madre habla:

-Me alegra que hayas venido. Tengo que ir a hacer un par de cosas en la oficina de correos antes de la una.- Toma dos cajas y un fajo de sobres y se dirige hacia la puerta trasera-. Ah, y la muñeca de la señora Death está en la parte de atrás.

-Vale, nos vemos luego.

La puerta principal se habré y levanto la mirada medio esperando que el "cliente" de mi madre vuelva a entrar, pero quién aparece es Error, con aspecto melancólico. No sé si es que se ha dado una ducha o que llevar la funda de una guitarra o hace parecer menos vagabundo de lo que en verdad es. Pero en cualquier caso de pronto queda un poco más claro lo que Ink ve en el.

-Hola, anomalía.

-Hola Error, Ink no está aquí.

-Lo sé. Esperaba poder tocarte una canción que he compuesto para el. Para que me digas si crees que le gustará.

-Vale, claro

Se sienta en el suelo y saca la guitarra de la funda. A continuación, se reclina contra un armario bajo, se estira y cruza las piernas por delante del cuerpo. Las muñecas en los estantes de cristal iluminados por encima de él y la cuna de madera que tiene al lado hacen que parezca que está preparando un vídeo musical psicodélico. Rasga unos cuantos acordes, y después se aclara la garganta y comienza a cantar.

La canción es bastante buena aunque roza lo cursi. El verso sobre cómo se moriría por Ink hace que me entren ganas de reír, pero logro contenerlas. Sin embargo, cuando acaba de cantar comprendo completamente que es lo que Ink ve en el. Cuando el sonido de alguien aplaudiendo rompe el silencio que hay después de la canción, se me encienden las mejillas.

Reaper se encuentra junto a la puerta de entrada, y hoy parece incluso más rico todavía. Su aspecto consiste en pelo perfectamente peinado, ropa de diseño y unos mocasines Gucci de cuero sin calcetines debajo.

-Una canción genial -le asegura a Error.

-Gracias -responde el, y después me mira buscando mi verificación.

-Si, ha sido increíble.

Toma aire, aliviado, y después guarda la guitarra en su funda. Dirijo mi atención hacia Reaper.

-Me han mandado a hacer otro recado -explica.

-¿Otro día en que mezclarte con la gente común te ayude a apreciar más tu vida?

Juraría que dije algo parecido la última vez, pero la expresión ofendida y dramática de su rostro me hace saber que probablemente tan solo lo pensara. Bueno, de todos modos solo ha sido una broma...más o menos. Si no es capaz de aceptar una broma, la culpa es suya.

-Más o menos -murmura.

Error se pone de pie.

-La muñeca escocesa es mía, así que mantén las manos alejadas de ella anomalía.

Reaper levanta las manos.

-No me interesa.

Tengo la sensación de que Reaper piensa que Error está hablando de otra cosa que no es una muñeca con falda escocesa, pero, ya que Reaper no está interesado, en cualquier caso da igual.

Error se dirige hacia la puerta.

-Cantaré la canción en nuestro concierto del viernes por la noche, ¿Te apuntas? Vamos a tocar en Underclub, a las diez en punto.

Underclub es un bar de mala muerte a unas cinco calles de distancia, adonde van grupos de la zona a tocar par un público pequeño y básicamente boracho a cambio de poco o ningún dinero. A veces voy allí con Ink, pero en realidad no me hace mucha gracia.

Reaper lo observa mientras se marcha y después vuelve a girarse hacia mi. Con actitud profesional.

-Mi abuela me ha pedido que recoja una muñeca que ha encargado.

-¿Tu abuela?

Abro el libro de pedidos, preguntándome si se me habrá escapado alguno.

-La señora Death.

-¿La señora Death es tu abuela?

-¿Porque te resulta tan sorprendente?

Cierro la boca abierta. "Porque la señora Death es dulce, y tiene los pies sobre la tierra, y es increíble... Tu te tomas demasiado encerio a ti mismo, tienes una manicura perfecta, y lavas tu ropa con dinero (o al menos esa es la excusa que le doy para una postura tan buena)."

-Es solo que no tenía ni idea.

-Entonces ¿Es que nunca habla de su brillante nieto?

-Pensaba que iba a venir Blue Berry.

-Pero llegó alguien mejor que ese tal Blue Berry.

-Si, claro.

-Entonces, hijo de Crayon...-Apoya los codos en el mostrador, mira una manzanita de madera que nos dio un cliente hace años, y comienza a hacerla girar como si fuera una peonza.- ¿Tienes mi muñeca?

Me río un poco al oír como suena eso.

-Si, la tengo, dame un momento. -Voy a buscar en la habitación de atrás y la llevo hasta el mostrador. Me sorprende que mi madre no la haya abierto para inspeccionar a la muñeca. A veces vienen con alguna grieta o rotas, y el servicio de transporte que utilizamos se responsabiliza de ello. Tomo un cúter de una taza plateada que hay junto a la caja registradora y cortó la cinta de embalar-. Tan solo deja que me asegure que no le hayan amputado ningún miembro durante el trayecto.

-Vale.

Saco de la caja de la muñeca de la caja de envío, moviendo sólo unas cuantas bolitas de porcelana en le proceso, y la abro con cuidado.

-"Mandy" -dice Reaper, leyendo el nombre que aparece en la tapa

-Mandy tiene buen aspecto. Tu abuela estará contenta. Supongo que será para tu hermana.

-No, es para mi prima. La muñeca se parece mucho a ella...da un poco de miedo.

-¿Tu prima lleva calcetines de encaje y vestidos a punto?

-Bueno, eso no. Pero el pelo se parece...y , desde luego, tiene la misma mirada astuta que ella.

-Entonces, ¿Tu prima tiene el pelo negro y al estilo bob, y va en busca de problemas?

-Exacto.

Deslizó la caja en su dirección por encima del mostrador

-Saluda a tu abuela de mi parte.

-¿Y sabrá de parte de quién estoy saludándola?

-¿No lo sabe todo el mundo?

-Todo el mundo menos yo, al parecer.

Saca el teléfono móvil y presiona un par de botones.

-¿Qué estás haciendo? -pregunto.

-Voy a saludar a mi abuela de tu parte.

Pongo los ojos en blanco.

-Eso es trampa.

-No sabía que estuviéramos jugando a ningún juego. -me ofrece la primera sonrisa del día, y de pronto me alegra que no suela emplearla muy a menudo. Es mucho más desarmante que cualquier arma-. Hola, abuela. Ya tengo tu muñeca...Si, un joven en la tienda me ha ayudado con ella. Dice que te saludé de su parte... Pelo blanco, ojos cafés.

Bajo la mirada, sorprendido de que sepa de qué color son mi ojos. Los suyos son negro, con miras cafés ante la luz. Aunque no es que me haya fijado.

-¿Dieciséis ...o algo así? -abre mucho los ojos, preguntando si ha acertado. Niego con la cabeza-. ¿Diecisiete?-y medio-. ¿Geno? -Me mira levantando las cejas, y yo me encojo de hombros-. Bueno, pues Geno te manda un saludo...¿Dulce? No sé si es dulce, pero desde luego tiene algo.- permanece un rato en silencio-. Si que me estoy portando bien. Deberías decirle a él que se porte bien conmigo. Ni siquiera quería decirme su nombre... No, no es porque haya sido malo.

Adoro a la señora Death

Escribo en el libro la fecha y la hora de recogida del pedido especial. A continuación, cierro el libro y lo guardo bajo el mostrador. Reaper sigue escuchando atentamente algo que le está diciendo su abuela. En un momento dado me mira a los ojos y levanta un dedo. Se mete la mano al bolsillo y saca la cartera y una tarjeta de crédito son mirarla siquiera.

-Ya la ha pagado- susurro

Asiente con la cabeza y guarda la tarjeta.

Su abuela dice algo que lo hace sonreir. Esa sonrisa. Pero bueno, ¿Qué es lo que tiene esa sonrisa? Talvez los dientes blancos y perfectamente rectos lo que lo hacen tan increíble. Pero es algo más que eso. Es un tanto torcida, y una de las comisuras se levanta más que la otra. Y de vez en cuando, se muerde el labio inferior con los dientes superiores. Es una sonrisa muy expuesta, a diferencia del resto de su apariencia, que es una fortaleza.

-Oye, abuela, tengo que colgar. Geno me está mirando, y seguramente estará preguntándose si voy a marcharme alguna vez de la tienda para que pueda seguir trabajando.

Es extraño oírle decir mi nombre. Lo hace parecer algo más que un cliente cualquiera, como si ahora nos conociéramos.

Se guarda el teléfono en el bolsillo.

-Geno.

-Reaper.

-¿Significa esto que he ganado el juego?

-No me había dado cuenta de que estuviéramos jugando a ningún juego.

Toma la muñeca y retrocede con esa sonrisa suya mientras se muerde el labio.

-Yo creo que si, bae.

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