°15°
El señor Renrink me observa durante treinta segundos completos, mirando desde mi corte de pelo, hecho hace un mes en casa, hasta mis Converse andrajosas. A continuación, me hace un pequeño asentimiento en señal de saludo. Noto que piensa que soy el ayudante de fotógrafo, y Reaper quiere seguirle el juego, no voy a culparlo.
El chico nos mira alternativamente a su padre y a mi. Si yo dudaba tanto a la hora de presentarle a mi madre, solo puedo imaginar cómo se siente presentándome a su padre. Mantengo la boca cerrada y sujeto la cámara con fuerza.
El señor Renrink ve el portátil abierto que hay en una esquina. El fotógrafo, probablemente dándose cuenta de lo que eso significa, dice:
-Son las tomas sin editar, pero si lo desea, puede ver las que he hecho hasta el momento.
Reaper se pone de pie.
-En cualquier caso, ya hemos terminado.
Camina hasta la habitación y, justo antes de llegar a la puerta, me mira y dice mi nombre, casi como si esperara que yo supiera que tenía que seguirlo. Le lanzó una mirada de "¿Estas seguro?", Y él me tiende la mano. El corazón me da un vuelco, pero respiro hondo y camino hacia él, aunque no soy lo bastante estúpido como para tomarle la mano. Simplemente pasó junto a él y entró en la habitación. Reaper me sigue y cierra la puerta.
Por alguna razón, estoy sin aliento
La ropa que vestía está pulcramente colgada sobre una silla en la esquina, y Reaper camina hacia ella murmurando algo que no logro entender. Mientras se quita la chaqueta del traje y comienza desabotonarse la camisa que lleva debajo, un pensamiento me golpea: ¿Y si yo soy su señal, otro de los mensajes hacia su padre para mostrarle que no quiere ser parte de su mundo? ¿Y si soy un peón en su juego de rebelión? ¿Por eso ha comenzado a pasar el tiempo conmigo, un chico pobre? Eso sí que molestaría de verdad a su padre. Me doy la vuelta hacia la pared mientras se cambia.
Me quitó la cámara del cuello y recorro con el dedo el botón plateado de la parte superior.
-No te preocupes -dice-, no voy a cambiarme aquí. Iré al baño.
Pero cuando me doy la vuelta otra vez, pensando que es seguro, tiene la camisa desaboronada por completo. A pesar de que tiene la ropa sobre el brazo y se dirige al cuarto de baño adyacente, mi cara enrojece al ver su pecho desnudo y bien definido.
Incluso después de que la puerta se cierre, el corazón continúa latiendome a un ritmo acelerado. Decoro la habitación con lentitud, tratando de calmarme. Reaper no va a tener ese efecto sobre mí. No voy a permitírselo.
Los muebles de la habitación y la ropa de cama son más bonitos que cualquier otra cosa de mi casa. Recorro con la mano el lujoso tejido. Cuando Reaper sale del cuarto de baño, vestido, le pregunto:
-Oye, ¿Esta cámara es tuya o es del fotógrafo?
-Es mía.
-¿Crees que podrías prestarmela durante un par de días?
-Claro. ¿Para que?
-Tengo un fetiche con las muñecas de porcelana. He pensado que podría sacarles algunas fotos de buena calidad.
Niega con la cabeza.
-Vamos a probar otra vez. ¿Para qué?
-Me ha gustado la idea de la página web. A lo mejor ha llegado el momento de que nuestra tienda tenga una.
Tal vez podría salvarnos de la ruina financiera.
-Hum. esa no me aparece la mejor forma de demostrarle a tu madre que no tienes
ningún interés en la tienda.
Me encojo de hombros.
-Tan sólo creare la página y dejaré que ella se encargue. Para que entre en el mundo moderno.
Tal vez una página web podría acabar ocupando mi lugar. La gente podría hacer sus propios pedidos, podríamos ganar más dinero...y entonces mi madre podía permitirse contratar a un empleado a tiempo parcial. Intento no hacerme demasiadas ilusiones, porque podría tardar meses, pero me gusta la idea.
Reaper no responde, pero toma la cámara y asiente con la cabeza en dirección a la puerta, al otro lado de la cual se encuentra su padre. ¿Como de mal va a parecer esto cuando salgamos de aquí, con él completamente cambiado de ropa?
Debe de sentir mi vacilación, porque dice:
-Me da igual lo que piense, Geno.
Por supuesto que le da igual lo que piense. Probablemente quiere que su padre piense que está pasando algo entre los dos.
-Vale.
Abre la puerta y trato de caminar tan tranquilamente cómo puedo. Sin embargo, mi cara no lo capta y se ruboriza. El padre de Reaper sígue examinando las fotos en la pantalla de la esquina.
Me giró hacia Reaper, preguntándome adónde ir. Tiene la cámara en alto y me saca una foto. Levanto la mano.
-No lo hagas.
-Venga ya, ahora tú tienes que estar al otro lado de la cámara. Tengo que ver si hacer de modelo es algo que querías hacer.
-Ni siquiera es una posibilidad.
-¿Con esos ojos? -Me saca otra foto-. Pues claro que es una posibilidad.
Tal vez sea mi imaginación, pero está más ligon de lo normal. Me trago el nudo que siento la garganta.
-Estos ojos están a punto de cometer un "redrum".
Se ríe más alto de lo que jamás lo había oído reírse, confirmando mis sospechas de que está haciendo todo esto porque su padre está presente.
-Venga ya, Geno, suéltate -dice, citándome.
Cruzo los brazos y lo fulmino con la mirada. Él me saca otra foto, entre risas, y después camina hasta la cómoda. Guarda la cámara en su funda y me la entrega.
-Vuélvete loco con tus muñecas.
-Gracias.
La mirada de Reaper se centra en un punto por encima de mi hombro. Cuando me giro, me sorprende ver a su padre detrás de mí.
-Pensaba que eras parte del equipo; no me había dado cuenta de que eras amigo de mi hijo. -Me tiende la mano-. Soy Matthew Gaster Renrink.
Le estrecho la mano.
-Geno Crayon -logro decir con vos estrangulada. Todavía me impresiona que haya querido saludarme. ¿Será que quiere que le devuelva la cámara?
-Encantado de conocerte -dice, y parece muy sincero. ¿Estaría utilizando la psicología inversa con su hijo? Se gira hacia él-. Reaper, muchas de estas fotos son muy buenas.
El rostro de Reaper se endurece de inmediato.
-Què bien. Entonces, ya he terminado.
-Me gustaría que trabajarás con el diseñador en la elaboración de la web y los folletos.
-No tengo mucho tiempo para eso, con el instituto y esas cosas, pero a lo mejor puedo encontrar un momento dentro de algunas semanas.
Me pone una mano en la parte inferior de la espalda, como si estuviera tratando de sacarme de la habitación con rapidez, y doy un respingo de sorpresa, pero dejó que me conduzca está la puerta.
-Encantado de conocerlo -le digo al hombre.
-Reaper.
El se detiene.
-¿Aja?
-Si -lo corrige el señor Renrink, enfatizando mucho la "s", y Reaper tensa la mandíbula.
-¿Si? -replica Reaper, enfatizando la "s" todavía mas.
-El evento benéfico de tu madre es dentro de cuatro semanas, y tu presencia es obligatoria. Y tendrás los folletos listos para esta noche.
Salimos al pasillo, y Reaper me dice:
-Espero que estés tomando nota. Se me da mucho mejor cabrear a mi familia que a ti.
-Estoy tomando nota.
Encontrar a la última persona de la tierra con la que mi madre (o, en el caso de Reaper, su padre) quería que saliera y fingir que esté saliendo con el. Por supuesto, mi madre tendría que saberlo de verdad, pero en eso es en lo que nos diferenciamos. Yo no estoy utilizando a Reaper.
-Muchas notas. Cuando mi madre me diga que haga algo -señalo por encima del hombro hacia la puerta por la que acabamos de salir-, me pondré de morros y actuaré como un niñato.
-Què maleducado.
Me lanza una media sonrisa, lo cual me molesta, ya que pensaba que esa frase sarcástica merecería al menos una sonrisa completa.
Presiona el botón de bajar que hay en la pared junto al ascensor.
-Entonces, ¿Qué tal la fotografía? ¿lo vez en tu futuro?
-Está en la lista de posibilidades.
-Pense qué tal vez te gustaría, porque habías dicho que te gustan las ciencias, lo cual requiere observar cosas y fijarse en los detalles. Se te dan bien esas cosas, y son útiles al mirar a través de un objetivo. -Lo miró sorprendido-. ¿Qué pasa? -pregunta.
Me doy cuenta de que debo de estar mirandolo aturdido, así que me giró para mirar reflejo borroso de los dos en las puertas doradas del ascensor.
-Eh...gracias...por darte cuenta.
Se encoge de hombros.
-Estoy tratando de encontrar algo que te guste de verdad. Así que el próximo día es tu turno.
-Si, así es. Y cómo estamos utilizando nuestras habilidades para el día de orientación profesional, creo que debería buscar una profesión para ti en la que haya que planchar camisetas o utilizar un montón de productos para el pelo.
Se pasa una mano por el pelo.
-Yo utilizo muy pocos productos para el pelo. -Entramos en el ascensor y bajamos-. Entonces, ¿El próximo sábado, a la misma hora?
Trato de formar una imagen mental del calendario de la parte trasera de la tienda, pero no recuerdo si hay alguna fiesta de cumpleaños programada.
-Ajá...si -me corrijo, mostrando una sonrisa para hacerle saber que la corrección de su padre también me ha resultado irritante-. Creo que ese día me irá bien. -Esperamos hasta que le traen el coche-. Ah, y ponte la ropa mas cutre que tengas.
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