EL PRIMER DÍA

Desperté en una cuevita blanca, bastante oscura en la que no tenía ni la menor idea de la hora. Tomé el edredón con fuerza enrollándome en el, sintiendo como jodidos no lograba entrar en calor. Santorini es una isla volcánica hecha para el calor, el frio no es parte de la isla y en este eterno invierno, el más frio que estaban teniendo en años, la guatemalteca acostumbrada al calor de su país estaba presente en este frio calante.

Incluso cuando estamos a veinte grados en Guatemala, lo siento frio. Ahora imaginen estos siete grados que me están matando congelada. Ayer vine a las nueve y media de la noche, y después de arrastrar mi valija por todo el pueblo, llegue al hotel que sería mi hogar por esta temporada laboral. En Santorini los trabajos no eran por contratos indefinidos, los contratos aquí eran por temporadas y el que yo tenía era temporada de verano de abril a noviembre.

¡Un momento! Ustedes aun no me conocen.

Empecemos desde el principio, mi nombre es Ariela Dimitradis, y en estos momentos estoy en Grecia a punto de empezar a trabajar en un hotel como recepcionista. En mi corazón siempre quise trabajar en un hotel fuera de Guatemala. Estudie hotelería y había trabajado anteriormente en dos hoteles en el área de recepción, por lo que sabía a qué me estaba metiendo, con la diferencia es que en Guatemala eran grandes cadenas de hoteles y en Santorini no existían hoteles como tal. Aquí eran más como casitas en renta.

La primera vez que puse un pie en esta Isla y vi la caldera por primera vez supe que este era mi lugar, lo sentía en la vena más profunda de mi ser y no sé cómo explicar esta sensación tan extraña que tengo ahora. Lo soñé, lo trabajé, lo logré y ahora ¡Boom! Conozco a alguien que me hace querer quedarme en casa.

Creo fervientemente en los sueños, así que aun con el corazón lleno en Guatemala, vine a cumplir un sueño de 12 años atrás. Le debía a este sueño la oportunidad de al menos estar una temporada laboral, lograr valerme por mi misma y hacer lo que siempre quise hacer.

Dije que no sería de esas chicas que cambian su vida y sus sueños por un hombre. No lo hice, aun cuando mi corazón estaba convencido que mi vida era con él, pero ya saben cómo es el corazón; te hace creer cosas y luego se burla de ti con un ¡HaHa! Ahí no era.

Tomé el teléfono revisando mis mensajes, eran las siete de la mañana en Grecia, once de la noche en Guatemala. Matias no se acostaba temprano nunca, por lo que le escribí con la esperanza que aun estuviera despierto.

No pasaron ni dos minutos cuando la llamada entro. Sonreí al ver su nombre en la pantalla de mi móvil. Tenía cinco meses de estar con este chico y aun se me ponía la cara de tonta al ver su nombre en cada llamada o cada mensaje.

ꟷHola amor ꟷrespondí, intentando ocultar que recién me estaba despertando.

ꟷJusto a tiempo, princesa ꟷlo escuche suspirar ꟷ. Estoy ya en la cama justo para dormir.

Puse la cámara viendo muy poco de él. Sabía que estaba en cama con las luces apagadas y lo único que se reflejaba era el reflejo de la luz del celular. Sus ojos verdes se veían cansados. Sabía que había sido un día largo y lleno de trabajo.

ꟷ¿Vemos la vista de mi habitación juntos? ꟷquería incluirlo en todo. Quería hacerlo parte de mi aventura y pudiéramos decir en un futuro que la vivimos juntos.

ꟷ¡Por supuesto! ꟷlo vi acomodarse ꟷ¿Estas lista?

Me gustaba saber que el se emocionaba al igual que yo.

ꟷTotalmente lista.

Me levanté de la cama sintiendo el frio colarse por la piel de mis pies, tan frio que hasta dolía. Di pequeños saltos hasta encontrar mis pantuflas estilo calcetín de baby yoda. Las coloqué y me dispuse a abrir la ventana que tenía enfrente de mi cama.

Suspire, sabía perfectamente que mi vista sería espectacular, conocía tan bien la isla que esto era emocionante. Las abrí, las dos al mismo tiempo dejando que la luz del día me cegara completamente antes de enseñarme un panorama precioso.

El mar egeo se pintó delante, La Isla que queda enfrente fue lo primero que vi, Thirassia sería mi compañera de ventana cada mañana. Justo al voltear al lado derecho se pinta la caldera, pequeñas casitas blancas incrustadas en la piedra volcánica.

ꟷ¡Dios mío! ꟷla voz de matias sonaba completamente sorprendida. Para mi Santorini nunca dejaría de ser impresionante, como la primera vez que lo veía, verlo por cámara seguía siendo impresionante.

ꟷMe encantaría que estuvieras aquí ꟷdije sintiendo un pequeño nudo en la garganta que se formaba por la emoción de todo esto junto.

ꟷMuy pronto princesa, muy pronto.

ꟷ¿En serio, en serio?

Lo escuche reír con su risa de casi me duermo y decidí que era hora de colgar. No quería hacerlo, joder no quería colgarle porque sabía que pasarían ocho horas sin saber de él. Esto del cambio de horario seria toda una odisea. En Guatemala no es que hablemos todo el tiempo por el teléfono, pero sabíamos que teníamos los mismos horarios.

ꟷBuenas noches guapo, es hora de dormir.

ꟷY tú de brillar ꟷestaba sonriendo cuando colgamos el teléfono. Limpie la lágrima de mi ojo sabiendo que él se sentía orgulloso de mí y mi corazón se sentía lleno y completo por su apoyo.

Levanté la vista viendo de nuevo la vista de mi ventana. Un escalofrió recorrió mi piel llamando la emoción de regreso. ¡Estaba en Santorini! Tantos años soñando con esto y finalmente estaba aquí. No podía creerlo.

La historia de este lugar es la que más me llama, como si una parte de mí se sintiera totalmente conectada a la Isla. Thera es su nombre original, y viene desde la época prehistórica, siendo un antiguo volcán con personas viviendo en las faldas, las cual nunca pensaron estallaría de la manera que lo hizo. En 1650 antes de Cristo todo desapareció, lo único que nos cuenta acerca de lo avanzada que era la vida aquí, son las pinturas y la parte de la Isla que quedo intacta: Akrotiri.

¡La vista era un sueño! Me puse zapatos y salí al balcón de la recepción. Mi habitación quedaba justo al lado de mi área de trabajo, mi baño era literalmente el baño de la recepción y aun no tenía una puta idea de cómo iba a bañarme. El baño consistía en una pequeña habitación donde la bañera era parte del mismo baño y no había separación alguna entre el suelo de la bañera y el suelo del resto de la habitación. Tenía miedo de que el agua se esparciera por todo el lugar, se saliera del baño y mojara todo.

Negué con la cabeza. Necesitaba conseguir un baño en el que no tuviera miedo de hacer la próxima inundación masiva de la isla.

En el momento en que puse un pie fuera de la habitación el frio me calo los huesos, aun así, el espectáculo de vista que tenía en estos momentos era poesía pura que no importo congelarme por unos minutos. El aire soplaba en grandes ventarrones, el mar se veía en gran movimiento haciendo que las olas chocaran contra las piedras de la caldera de forma exagerada. No había pájaros cantando como normalmente se escucha y el ruido de construcciones se esparcía por todo el lugar.

En invierno todo cierra, y antes de empezar la primavera empiezan a componer los hoteles y restaurante, a pintar todo, a limpiar las casas, hacer las reparaciones que debían hacerse, terminar de construir los hoteles que aún estaban en proceso, a prepararse para la temporada de verano.

Estaba lista para esta nueva aventura la cual estaba segura sería un aprendizaje muy grande para mi vida. Tomé mi celular, tomé una fotografía de la vista y la subí a instagram con un mensaje muy sencillo "Hogar, dulce hogar"