Capítulo 28

Poseidón leyó la carta con pesadez, Zeus era su hermano favorito, se sentía agradecido con el por haberlo salvado de su padre, pero desde que se había convertido en el rey de los dioses su poder se le subió a la cabeza.

En la carta Hades le decía que había raptado a su propia hija y que la había violado, Poseidón podía ser un tonto y podía acostarse con otras mujeres, pero no tocaría a su hija.

Sin dudarlo, si escogía el bando de Zeus sabía que su pérdida sería grande, en cambio si tomaba el de Hades podía resultar satisfactorio, Hades y el habían compartido mucho cuando fueron devorados por su padre.

— Tritón, ve con Hades y dile que cuenta con mi ayuda -el mencionado asintió y salió directo al inframundo.













Hermes era el encargado de hacer los mandados de los dioses, había visto a Helena muchas veces y la había acompañado a hacer los mandado de Afrodita, su padre había sido cruel con el, estar de su lado y perder era la muerte, estar del lado de Hades y perder también, pero en cambio si iba con Hades luego de que este perdiera este le daría asilo, pero Zeus no.

Acepto la invitación de unirse a su bando y voló hasta el inframundo para saber que papel jugaría en aquella pelea.













Hefesto tomo sus cosas y vacio su taller, Afrodita lo vio sin ganas, los dos habían recibido cartas diferentes, en la de Afrodita le daban la opción de irse y dejar de lado el conflicto o de ayudar a recuperar a Helena, su pena fue más grande y decidió huir.

En cambio Hefesto iría al inframundo a forjar armas para Hades, sabía que su querida hermana amaba al señor del inframundo y haría todo lo posible por darles las mejores armas para salvar a su pequeña.

—Al menos di algo - Afrodita suspiro.

—Si vas a la pelea cuida de mis hijos, ellos te aman más que a Ares.

—Al menos te preocupas por ellos, pero solo Eros ira.

—Solo Eros me importa entonces -se dio la vuelta— dile a Helena que lo siento, nunca quise hacerle daño -salio sin decir más.











Apolo y Artemisa ni si quiera recibieron una carta, estos se presentaron y dieron una respuesta definitiva, ambos traerían a su hermana sin importa que, Artemisa sabía que aquello sería su ruina con su padre, pero Zeus había sido el peor con su hermana menor y no le importaba decepcionarlo.

—Pase lo que pase Artemisa, nunca te doblegues por Zeus -Apolo le recordó, Zeus sabía sus puntos débiles.

—Lo mismo te digo a ti, no importa lo que Atenea elija, si Zeus te nombra nombra heredero único, tu sigue adelante con esto.

—Eso lo se hermana - su disputa contra Atenea era clara, si esta se quedaba del lado de Zeus o declinaba en participar, Zeus la usaría en su contra para hacerlo dudar.















Hestia ni si quiera dio una respuesta definitiva, Hermes le había explicado con sumo cuidado lo que estaba sucediendo, pero ella se excuso diciendo que hace siglos había dejado de lado su puesta como diosa Olímpica.

—¿Es un no?

—Una vez termine el conflicto dictare mi respuesta -eso significaba que ella pondría al nuevo rey de los cielos.

Dionisio ni si quiera atendió a Hermes, el estaba del lado de su padre al igual que Deméter, Eris, Enio y otros dioses que están a su favor para evitar la ira de este último.












—Ya están aquí  -Hécate tomo asiento en su lugar.

—Qué entren -dio la orden y todos los dioses entraron, Hades les regalo una corta sonrisa y comenzó a trazar el plan.

El iría con sus guardias a rescatar a Helena, en caso de que todo se saliera de control los dioses irían irían su ayuda.

—Suerte tío - Artemisa salio para guiar a la noche.

Apolo iría con Helios para vigilar los pasos de su padre y para tratar de tenerlo a su lado.










Una figura femenina de cabello y piel blanca vago por todo el olimpo, sus ojos igual de blancos como las nubes recorrieron cada puerta con rapidez e ingreso al enorme palacio con lentitud.

Observó a Zeus dormir y sonrió caminando hacia donde yacía dormida la rubia, Zeus la aprisionaba entre sus brazos y Helena parecía dormir incomoda.

Con delicadeza la peli blanca la alzo en sus brazos y acomodo una almohada en los brazos de Zeus.

Desaparecieron tan rápido que un viento helado se sintió, caminó hasta donde estaba la cueva y perdió su rastro para que nadie las siguiera.











Los dioses se prepararon para dar lo mejor de sí mismos, cualquiera catalogaria esto como una lucha por una mujer, pero los dioses estaban cansados de Zeus y su tiranía.

Cada mujer en el olimpo había sido ultrajada por el, cada hombre había sido castigado injustamente por el y cada dios se doblegaba ante el.

Todos tenían claro el objetivo, tenían que sacar a Zeus de su puesto y la excusa de Helena fue perfecto para ello, Hades sabía que aquellos dioses odiaban a Zeus y lo usaría a su favor para traer de regreso a su amada.












—Ve con Ya'tkeim, Anne, cuídate mucho -Apolo beso sus manos y sonrió con tristeza— si me pasa algo en esta guerra, promete que serás feliz.

—Seré feliz contigo Apolo -el sonrió triste.

—Si no regreso se feliz con otra persona.

—Vas a regresar por mi.

—Ojalá -Anne se alzó un poco y beso a Apolo sorprendiendolo.

—Suerte -susurró y se acercó a Thanatos para irse.
















Los gemelos Deimos y Phobos alistaban sus armas, aquellas no eran necesarias ya que podían transformarse pero aquello solo lo utilizarian cuando fuera necesario.

—Tengo ganas de ponerle mis manos a Ares en el cuello -Deimos escupió con odio.

—Hay una larga fila para ello, Zeus también se merece morir de la peor forma.

—Si, Hades hará todo lo posible por matar a Zeus.

—No merece morir, merece vivir y sufrir de la peor manera y así será -dijo Hera.

Hera no participaría en la guerra puesto que tenia que recuperar se, pero en caso de que Hades la necesitará ella estaría lista para ir y pelear contra aquellos que querian tener a Zeus en el trono.
































El siguiente capítulo será una bomba (o eso espero) así que esperenlo pronto.

¿que creen que pase?

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