Leto tomo asiento enfrente de Hades, Hecate y sus gemelos, lo que diría haría que la vida de Helena fuera diera un enorme giro y esperaba que no la odiara.

—Todo empezó cuando Zeus y Hera estaban discutiendo por el futuro de el Reino, Hera quería que Zeus tomará en cuenta a Ares para ser el rey -tomo aire y miro a todos- pero Zeus se negaba, odiaba a Ares, aun no comprendo por que, Seguro creía que el o Atenea acabarían con su reinado, eso no importa -soltó un suspiro- así que Hera lo corría de su cama por las noches, y un dia me vio junto a Helios, se puso celoso de verme feliz junto a el y me volvió a tomar -cerró sus ojos tratando de olvidar ese momento- una noche terrible para mi, Hera se entero que de esa noche venia un bebé en camino y la maldijo estando en mi vientre - limpio una solitaria lágrima que caía por su rostro— cuando di a luz a Helena huí con ella al monte Cilene en donde la mantuve por más de veinte años siendo una bebé, cuando ya no pude ocultarme más le dije a Afrodita y a Hefesto que la había encontrado en un río apunto de ser devorada por un animal, les pedí que la cuidaran y la hicieran feliz.

—Pero no lo fue Leto -Hades negó sobando su cabeza

—Diles sobre la maldición- Hecate habló por primera vez, Hades la miro sin entender.

—Hera maldijo a Helena con la mala suerte, recuerdo muy bien lo que decía- susurro viendo sus manos- Te maldigo, hasta el fin de tus días, serás la diosa de la mala suerte y te irá mal en todo lo que desees.

—Por eso Helena esta sufriendo  tanto -susurro Hades —¡Pudiste evitar esto! -golpeo la mesa con su mano, todos los presentes brincaron por el susto— ¡Dejaste que tu hija sufriera! ¿¡ como pudiste!?

—Basta Hades - Hecate negó.

—Tú lo sabias, traidora.

—No, lo descubrí en cuanto la vi, Helena tiene la misma marca de nacimiento que Apolo y Artemisa -tomo asiento de nuevo— podemos hecharle la culpa a Leto si queremos, se lo merece, pero debemos de ir y liberar a Helena de su propio padre.

—Y yo creí que mi padre era él peor -dijo Hera ingresando a la habitación. Todos la vieron de mala manera pero al intentar encararla esta cayo al suelo cubriendo su herida.

—Hera, ¿que te paso? -Hades la cargo.

—Quise matar a Zeus, el era el que debía de sufrir no Helena, o Leto o incluso yo -vomito sangre— Todo fue mi culpa, nunca debí de maldecir la.

Leto alzó la mano y la estrello en su rostro, si tan solo Hera de hubiera mantenido al margen a como hacia siempre tal vez y solo tal vez, Helena estuviera a salvo.

—Basta Leto -Hades la alejo de Hera— esta no es culpa de Hera, todo es culpa de Zeus y Ares.

—¿Que haremos? -Hécate tomo la palabra.

—Thanatos, dile a tu hermano que mantenga a Ya't keim dormida, si sigue así envejecera antes de lo esperado, envía a Hermes por Hebe y regresen la a su edad actual -acosto a Hera en la mesa— Ve por las sanadoras, y trae a todos mis guardias, debemos de evitar que Crono intente escapar y debemos de ir por Helena.

—Ese no es un plan -Hera tosió de nuevo.

—No lo es, pero diré mi plan delante tuyo -se alejo de ella. —Trae a todos los dioses del inframundo Thanatos, rápido-el mencionado asintió y salió del lugar.

Zeus sonrió viendo como las ninfas arreglaban a Helena, la rubia se quejaba de vez en cuando por el dolor.

—¿Para que me arreglas? -susurro.

—Tendremos un invitado hoy. -Helena lo miro atrasves del espejo.

—¿Que tramas?

—Haré una cena y anunciaré que serás mi nueva reina y esposa - Helena suspiro cansada.

—Estás demente.

—Así me pongo cuando pienso en ti.

—Me das tanto asco -escupio con odio, Zeus se acercó y tomó su rostro con fuerza.

—Me amaras quieras o no, ahora soy tu dueño mocosa tonta.

—Prefiero morir.

—Créeme querida Helena, tú nunca morirás, ahora eres una diosa Olímpica.

—Prefiero ser una simple ninfa.

—Nunca lo fuiste Helana, eres tan lenta que no te has dado cuenta de nada.

—¿De qué hablas

—Dejaste de crecer a los diecinueve años, has tenido esa apariencia desde entonces, te vez tan joven y sexy- Helena rodo los ojos.

Pero el tenía razón, lo pudo notar cuando se casó con Ares, por más que pasaban los años seguía teniendo la misma piel de cuando tenía esa edad.

Pero no se explicaba como.

—Desde que fuiste mía te hice una diosa -Helena cerro los ojos recordando aquello — pero hay algo que no me queda claro aún.

—¿Que cosa?

—Quise darte dones, pero alguien más te había dado unos.

—¿Que quieres decir?

—Helena mi amor, eres  la diosa de la maldición.

—Estas loco.

—No lo estoy, debo averiguar eso, no te preocupes, te quite el otro, era muy absurdo.

—¿De qué hablas? Ve directo al grano.

—Tú  mala suerte era parte de tu don, pero pude quitar ese nada más, así que eres libre de ello.

—No comprendo nada.

—No te preocupes, no molestes a tu pequeña cabecita -Helena rodo los ojos.

Thanatos cargo en sus brazos a Ya'tkeim, luego de haber curado a sus hermanos cuando cayó inconsciente, así que aprovecharía de hacer lo que le ordenó Hades.

—Deja de verla con pena Thanatos - su gemelo negó— va despertar cuando esto acabe, ella la cuidara bien.

—Sera una niña de nuevo.

—¿Estas enamorado?

—Yo no puedo enamorarme Hypnos, ahora haz lo que te ordenó Hades -Hypnos soltó una corta risa y puso a la princesa a dormir.

—Nunca te quedes con tus sentimientos, compartelos hermano -Thanatos lo miro y asintió.

—Aparte si no le dices que te gusta jamas sabrás la respuesta- una tercera voz se escucho de fondo, Hebe entro y le regalo una pequeña sonrisa a Thanatos — cuando despierte que seas al primero que vea, aun siendo una pequeña niña sus sentimientos siempre estarán ahí.

Hebe era una joven hermosa en aquel momento, aveces cuando los gemelos la veían era una pequeña niña rubia de ojos azules, pero aveces una hermosa joven.

—Hazme caso, tengo experiencia en ello - iluminó la habitación y regreso a Ya'tkeim a su niñez — Descansa ahora dulce niña.

Fuertes declaraciones de leto señoras jajaja.

¿Que creen que pase ahora?

¿Le reventamos la vida a zeus?

Estoy ordenando mis ideas con esta novela, así que tal vez me tarde un poco en actualizar, quiero darles lo mejor de mi en ella, así que paciencia por favor y espero sigan dándole amor y comentando.