Capítulo 19.


—¿Van a despertar?- El rey del inframundo miró a la diosa de la magia con preocupación.

—Lo harán, están lastimados, mucho, necesitan descansar y pronto despertaran.

—Bien, quiero que averigüen todo de ellos -miró a los gemelos Thanatos e Hypnos y ambos asintieron. —Ahora retírense, deben descansar.












—Señor Hades, tiene visita- la ninfa agacho su cabeza al sentir la mirada de Hades en ella.—dijo que era importante.

—Bien, déjalo pasar.-el rey suspiro al ver entrar a su sobrino a la oficina.—¿A que vienes? - lo vio hacer una rápida reverencia. 

—Iré directo al grano- tomo asiento enfrente de el— Se que te importa Helena, se que la observas durante el día y la noche... la amas.- Hades lo miro mal.—No me veas así, estoy harto de el trato que le da Ares y se que tu harías todo por tenerla. 

—No es un objeto, dios del sol, habla ya o te hare sacar. - Apolo rodo los ojos.

—Helena esta embarazada de nuevo y debe de salir de ese lugar. Te ayudare a secuestrarla.- Hades sintió su corazón latir rápido, no de nuevo, pensó.

—Estas demente, esta casada.-Apolo lo miro mal.

—Me deben favores, si quiero Helena puede ser una mujer libre, pero el único lugar en el que estaría segura es aquí, tío... se que tu la cuidaras. 

—¿Por que te importa tanto? ¿Te gusta?- Apolo quiso reír pero se contuvo al ver la cara de Hades.

—Le tengo mucho cariño, ¿lo harás o no?- Hades asintió sin pensarlo.

—Supongo que tienes un plan- Apolo asintió.

—Querido tío, tengo todo planeado, tu solo ve por tu amada- Hades negó queriendo reír en el fondo.


"Mi amada Helena voy por ti"













Helena se sentó a ver las estrellas, su piel ardía debido a los recientes golpes propinados por Ares, su corazón latía con fervor al recordar aquellos días con Hades, el la hacia sentir feliz, y no sabia por que. 

O tal vez sabia pero se negaba a aceptarlo.

—Si sigue viendo a la nada pensare que ha muerto- su fiel ninfa se sentó a su lado— esta perdiendo la esperanza- confirmo al ver sus lagrimas caer.—no debería.

 —Ya no queda esperanza para mi, moriré en este cruel lugar.- Anne negó.

 —Mi señora, escuche una vez a un mortal que fue inspirado por la musa de la poesía y escribió algo que me recuerda a usted- Helena la miro sin entender.

"Juegos del cielo mojan la

madrugada de la ciudad violenta.

Ella respira por nosotros.

Somos los que encendimos el amor

para que dure,

para que .

Hemos quemado el miedo, hemos

mirado frente a frente al dolor

antes de merecer esta esperanza

Hemos abierto las ventanas para

darle mil rostros"

—Mi señora, siempre llega una nueva madrugada, que puede haber miedo, dolor, pero siempre se acaba imponiendo y con él la esperanza de que lo malo solo quede en el recuerdo y al día siguiente todo vaya mejor.- Helena limpio su rostro y poso su vista en los ojos de ella- Y es que, la esperanza, como bien dice el poema, tiene mil rostros; es decir, puede estar en cualquier parte.- concluyo tomando su mano— no pierda la fe, ni la esperanza, será libre un  día -Helena se lanzo a sus brazos.

—Gracias Anne, me has ayudado mucho hoy.

—Siempre seré fiel a usted mi señora.













—Viendo bien su dolor, ¿un piensas solo ver? esto es increíble- negó la joven con dolor. 

—Su salvación esta por llegar, pero eso no significa que su maldición a terminado, lo peor esta por venir y me aterra lo que sucederá.-la mayor se giro hacía los menores.

—Y por lo que veo no piensas hacer nada- el menor la miro con desesperación. 

—Ya he iniciado mi plan, veremos caer un reino... uno de terror y le daremos paso a uno de paz y harmonía. - ambos jóvenes se vieron con duda.

—Te has vuelto loca- la menor se acerco a ella— ¿mataras a Zeus?- la mayor negó. 

—Matarlo no seria un castigo justo, lo hare sufrir mucho, lo hare suplicar piedad.- ambos asintieron estando de acuerdo— Zeus has sido juzgado el día de hoy...












—¿Estas loco acaso?- Hécate lo miro sin creer.

Lo que haría seria una completa locura, amaba ver a Hades feliz y haría lo que sea por que el fuera feliz. Pero secuestrar a una mujer casada... era entendible y lo ayudaría hasta el final.

—Bien, no hables, te ayudare pero promete que esta vez si serás feliz y que ella si es la indicada.- Hades sonrió como nunca lo había hecho y Hécate lo supo, ella era la correcta.—el pequeño Hades ha crecido.

—Esta vez si es amor, creo completamente en que Helena es el ser mas puro y la rescatare de su verdugo. 

—Calma romeo, sabes que será difícil.- Hades asintió.

 —Tengo un par de manos extras- Hécate lo miro sin entender y el vio hacia la puerta de la cual salían Deimos y Phobos.

Ambos gemelos los vieron sin comprender el por que de la mirada de ambos dioses.

—¿Dónde estamos?-pregunto el terror y Hades les sonrió.

 —Bienvenidos al Inframundo- ambos hicieron una rápida reverencia.

—¿Cómo llegamos aquí?- el pánico tomo asiento cuando Hades les indico.

—Su padre los tiro a su suerte y la muerte los salvo- Thanatos los miro a lo lejos.—y no tienen por que preocuparse, aquí estan a salvo.- se adelanto al ver la cara de preocupación de ambos.

—No nos preocupamos por nosotros... nuestra madre se quedo sola ahí.- Hades asintió comprendiendo.

 —Ellas estarán bien, les doy mi palabra.- lo vieron sin comprender—pero deben ayudarme a traerlas aquí.












 Tristeza, pues yo soy tuyo,

tú no dejes de ser mía;
mira bien que me destruyo
sólo en ver que el alegría
presume de hacerme suyo.

¡Oh, tristeza!
que apartarme de contigo
es la más alta crueza
que puedes usar conmigo.
No huyas ni seas tal
que me apartes de tu pena;
soy tu tierra natural,
no me dejes por la ajena
do quizá te querrán mal.

Pero, di:
ya que estó en tu compañía,
¿cómo gozaré de ti,
que no goce de alegría?
Que el placer de verte en mí,
no hay remedio para echallo,
¿quién jamás estuvo así?
que de ver que en ti me hallo,
me hallo que estoy sin ti.

¡Oh ventura!
¡Oh amor, que tú hiciste
que el placer de mi tristura
me quitase de ser triste!
Pues me das por mi dolor
el placer que en ti no tienes,
porque te sienta mayor,
no vengas, que si no vienes,
entonces vernás mejor.
Pues me places,
vete ya, que en tu ausencia
sentiré yo lo que haces
mucho más que en tu presencia.


Helena apretó contra su pecho a su pequeña. Anne le sonrió y le indico que la siguiera hasta una banca cerca de la hermosa fuente. La noche estrellada fue testigo de aquella tristeza que el mortal desbordaba.

—Eso fue increíble- sus ojos brillaron con alegría al ver a una de las musas de Apolo pasar enfrente de ellas. 

—Vengo cada noche luego de dormir a la pequeña, me encanta ver a las musas inspirar. Me trasladan a mi propio mundo- Helena la miro con atención.—Uno donde soy la protagonista.

 —Tendrás tu propia historia de amor muy pronto.

—Primero debe de ser libre.

—Primero deja de decirme señora, somos amigas ahora.

—Lo somos- la pelinegro sonrió con alegría. 
















He regresado uwu.

Madrugada, un poema de Juan Gelman sobre la esperanza

A la tristeza de Juan Boscán 


Mi celular tiene problemas conmigo y por ahí me era mas fácil escribir, así que lo estoy haciendo desde la computadora, así que ténganme paciencia plox, actualizare tarde o temprano.


leeré sus teorías y responderé algunas de sus preguntas.

Capitulo especial por mi cumpleaños (es el sábado xd pero de adelantó )

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