Capítulo 18.
A la misma hora de el día anterior Helena salió de casa sin ser vista, Ya'keitm iba a su lado saltando con alegría.
Todavía se preguntaba como esa pequeña alma podría ser portadora de la tristeza.
Llego justo a la misma hora de el día anterior y se sento en la misma banca a esperar a que Hades llegara.
Se sentía como una niña pequeña esperando un regalo de sus padres, se sentía diferente con el.
Se sentía viva.
Un ladrido la hizo girar y sonrió al darse cuenta de que ellos ya estaban ahí.
—Helena -Hades beso su mejilla haciendo que el estómago de Helena se alborotara.
—Señor... Hades -El rio bajo y poso su mirada en la pequeña— ¿y esta hermosa señorita? -la pequeña lo miró y se sonrojo escondiéndose entre los brazos de su madre.
—Hola -susurro ella y se acerco a el. Hades la cargo y le hizo cosquillas.
—Eres hermosa como tu madre -Helena lo miró y sonrió — y tu nombre es muy bonito.
—Gracias -sonrió dándole un abrazo —¿puedo jugar con el cachorro? -Hades asintió y la bajo para luego verla irse.
Las semanas pasaron y con ello, los encuentros en el parque se hicieron una costumbre, Helena y Hades se volvieron mas cercanos y Ya'keitm amaba jugar con Cerbero y le encantaba los regalos que Hades le daba.
Hasta que Ares llegó y su paz se acabo.
Fue directo al patio dónde Ares practicaba con sus hijos y su corazón se partio al ver lo que el hacia.
—¡Pero como se te ocurre! - el grito que pego ella hizo girar a todos. Ares azotaba a sus hijos, los cuales estaban amarrados de manos y pies y arrodillados en medio sol.
—Tú no te metas -bufo el con molestia y volvió a pasar eo látigo por sus espaldas, el corazón de Helena dolió.
—¡Basta Ares! -se acerco a tomar su brazo pero este se solto y le dio una cachetada.— golpeame a mi si quieres, pero mira como estan, hay mucha sangre -sollozo arrodillandose— ¡los vas a matar!
—Bien si así lo quieres -la tiro al suelo y bajo au vestido dejando su espalda al descubierto, comenzó a azotar su espalda con rapidez, causando que Helena comenzará a gritar de el dolor.
—¡No basta! -los gritos de los gemelos llegaron hasta a ella, sintió cada vez mas débil su cuerpo y de pronto los golpes se detuvieron.
—Vamos pequeña zorra -la jalo del cabello hasta la habitación y tan pronto como entro la tiro a la cama y rasgo lo que quedaba de su ropa para entrar en ella.
—No llego -susurró Hades en cuanto estuvo de regreso en su Palacio, Hecate lo miró y suspiro.
—Su esposo regreso -solto un bostezo— ya no la verás mas.
—Agh -bufo— ese idiota.
—Te dije que esto no iba a durar, fueron unos buenos tres meses, pero sabes que ella ya está casada y tiene una pequeña. -Hades suspiró con tristeza.
Se había encariñado con la pequeña Ya'keitm y se había enamorado mas de Helena.
—¡Mi amor! -Menthe ingreso sin avisar y se acerco a besarlo sin hacer su debida reverencia.
—Estas ante tu rey ninfa -Hecate se levantó —deberías de tener mas respeto.
—Somos pareja Hecate - Menthe rodo los ojos y se abalanzó a el haciendo que Hecate bufara y se fuera a paso rápido.
—Lleva días inconsciente majestad- Anne lo siguió por todo el jardín— ¿puedo llamar a la doctora?
—Que insistente eres -gruño el— bien, pero deja de molestar ya. -la ninfa asintió y corrió a buscar a la doctora.
Pronto las malas noticias para Helena llegaron tan rápido que ni la luz la siguió.
De nuevo debía de luchar por otra vida y ya se estaba cansando de vivir.
—Entonces Helena ¿sabias o no que estabas embarazada? -Ares la miró mal.
—No sabía.
—¿Te das cuenta de que pude matar a mi hijo por tu culpa? - Helena asintió y le dio una cachetada— ¡eres una estúpida!
—Tu fuiste la bestia aquí -ella bufo bajo y se sobo la mejilla— deja de golpearme ya.
—Te quedarás encerrada en el palacio, todos cuidaran de ti -suspiro el.
—Bien -susurro — ¿y mis hijos?
—La bestia esta molestando -el rodo los ojos— y los inútiles de Deimos y Phobos fueron desterrados, ya no los veras mas.
—¿¡Que!? ¿¡ como se te ocurre!? -gruño ella tratando de levantarse.
—No son tus hijos Helena, son míos y puedo hacer lo que quiera con ellos -la tomo de las mejillas con fuerza— así como contigo. -la beso con fuerza y se levanto para salir de la habitación.
—Señor -la voz de Thanatos interrumpió su lectura — hay dos cuerpos en la entrada de los Elíseos.
—Que Caronte los lleve -murmuró.
—Estan vivos -Hades se levantó y junto a Thanatos fueron a ver de quienes se trataban.
—Pero por los dioses -susurro dándole la vuelva a uno de los cuerpos— hay que llevarlos al Palacio, Hecate podrá curarlos. - Thanatos asintió y cada uno tomo un cuerpo para desaparecer de el lugar.
—¿Dime? -susurró abriendo sus ojos.
—Tienes visita- Helena trato de sentarse.
—No lo hagas -Apolo le sonrió triste.— traje algo que puede ayudarte a curar esas heridas.
—Gracias -susurró con tristeza — ve con Anne cariño -la menor asintió y salio corriendo.
—Date la vuelta- Helena asintió y se puso de espalda— Ares salió con una de sus amantes, así que no te preocupes.
—¿Quién te dijo?
—Helios, estaba con el cuando paso todo -murmuró acariciando sus heridas, Helena solto un quejido y retuvo sus lágrimas—¿los amas mucho? Por que no me explicaría que hicieras esto sin amarlos.
—Lo hago y mucho -susurro.
—Estas loca -murmuro— ¿esta es una marca?
—La tengo desde que nací, Eros dijo que era una luna y un sol. -el asintió aplicando la pomada.
—Esto te ayudará mucho, deberas de ponerlo todas las noches hasta que las marcas desaparezcan.
—Gracias Apolo.
—No las des, sabes que eres como mi hermana y debo cuidarte -ella se giro y lo abrazo— estas desnuda -ambos rieron.
—Tu no viste nada -lo señaló y el asintió.
—¿Te traigo comida? ¿agua? ¿dulces? -ella comenzo a reír y negó.
—Apolo...
—¿Si?
—¿Puedes hacerme um favor? -el asintió.
—Lo que sea por ti.
—¿Puedes averiguar donde estan ellos? Ares los hecho.
—No te preocupes, veré si estan bien y si necesitan ayuda -acaricia su vientre— ay Helena, esta no es vida -ella negó no pudiendo retener mas sus lágrimas.
Pero era lo que le tocaba.
Disculpen la tardanza chiacxs, tengo problemas con mi cel y se me dificulta escribir algún capitulo o actualizar.
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