¿Plan nutricional?
Esas semanas fueron intensas, Laura me enseñó muchas cosas que levantaron mi autoestima, como seducir hombres, vestir bien, me incluyó en sus salidas, me presentó a un grupo de amigos. Todo parecía ir genial.
Pero, hoy tendría que dar otro paso en mi plan contra Ben.
Laura y yo nos dirigimos a la oficina de nuestro jefe, tenia que presentarle mi idea y necesitaría el mayor apoyo posible.
Al ir caminando no pude evitar voltear a ver a Ben en todos estos días se había mantenido muy distante, alejado y precavido –supongo que ese sería el adjetivo adecuado –, Laura ha sido la misma de siempre en la oficina aunque claro, un poco mas ocupada.
— Adelante —dijo la voz detrás de la oficina.
— Señor, buenos días —respondí acercándome.
— Hola Debora, qué gusto verte. Debo decirte que estamos muy satisfechos con tu trabajo, en verdad ha sido una buena idea ascenderte, has infundido nuevos bríos a la compañía.
— Me alegra que esté contento con nuestro trabajo, de hecho ha sido un trabajo en conjunto. Y precisamente para ello estamos aquí, para presentarle una nueva idea, un nuevo proyecto que dará realce a la imagen de la compañía.
— Eso suena interesante, pero dime en, ¿qué campaña de publicidad estas pensando?
— Todos saben que el buen juez por su casa empieza y eso precisamente debemos hacer, no es posible que una empresa de publicidad dé una mala imagen frente al público.
— En eso tienes razón, pero, ¿cómo planeas mejorarla? ¿Quieres contratar modelos para publicistas? —Se ríe ante la idea.
— Es mejor hacer modelos a los publicistas...
Mi jefe se ríe a carcajadas, supongo que piensa que le estoy tomando el pelo. Pero después de algunos minutos donde él recobra la compostura, se dirige a mí.
— A ver Debora, deja de andar por rodeos y explicate de una vez.
— El objetivo es someter a los empleados a un régimen de salud física que implique dieta y ejercicio. Un trabajador saludable rendirá más que uno que no se cuida.
— Y, ¿cómo planeas lograr eso?
— Necesitáremos nutriologos, entrenadores físicos, y un régimen estricto que "presione" a los trabajadores a aceptar.
— Mira, eso suena a mucho dinero... — De nuevo su lado tacaño, pero vengo preparada.
— En realidad no. Sé que la empresa destina parte de sus ganancias al personal, su capacitación, etc.
— Sí, pero ese presupuesto en realidad es muy poco.
— Lo sé, pero podríamos usarlo. Seria atencion personalizada, si alguien necesita mas especializada podríamos descontarlo de su bolsillo. Además planeo conversar con algunas compañías que podrían financiar ésta campaña, pues ellas mismas se pueden beneficiar de ésta idea. Seria publicidad para su marca si nos financian, ¿cuántas quisieran personas reales con resultados reales a lo que ellos prometen? — Aún se ve poco convencido.
«Ayuda Laura» La volteó a ver con ojos suplicantes, hasta ahora no ha proferido palabra alguna pero parece entender mi indirecta.
— Además, podríamos cobrar por la campaña de publicidad masiva. Y grabar los avances día por día. Eso no solo traería ganancias monetarias a la empresa sino también realce a nuestra empresa. — Por fin noto una sombra de sonrisa en el rostro de mi jefe.
— Gracias — susurro a mi asistente.
— Y, ¿cuando comenzáremos tan brillante idea?
— En cuanto tengamos aprobación, podremos comenzar a poner manos a la obra. Para comenzar a implementarla a inicios de mes.
— Y ¿qué esperan?
Nos estrechamos las manos y ambas salimos de su oficina.
Estoy feliz, radeante, tenemos luz verde para nuestro plan.
Por la tarde arreglamos papeleo, y agendamos citas con los posibles patrocinadores.
— ¿Cómo se te ocurrió lo de grabar todo día a día? — Le pregunto una vez que estamos a solas.
— No sé, supongo que fue una idea del momento, ¿estuvo mal?
— No. De hecho fue la cereza del pastel —sonrío ante las maquinaciones de mi cabeza.
Visitamos a patrocinadores, incluso acordamos horarios televisivos donde pasaría nuestro "reality" como le llamaba nuestro equipo televisivo.
[...]
Al paso de varios días, todo estaba listo. Sólo faltaba darle la noticia a los empleados, tratamos de ser muy discretas en ésto, no queríamos que nada se supiera preferíamos que todo fuera sorpresa.
El jefe reunió a todo el personal para dar la noticia.
"A partir del 1 de julio del 2018, todos y cada uno de los empleados se someterán a un régimen de salud físico. Es decir, asistirán a un nutriologo que les impondrá un régimen alimenticio y de ejercicio personal a cada uno de ustedes."
— ¿Qué pasa si no queremos hacerlo? — Sí lector, la voz que oíste es del mismísimo Ben.
—Pues quedaran exentos de ello — Veo que suspira aliviado Ben.
«No tan pronto querido»
—...Con su respectiva renuncia en mi escritorio — concluye.
Yo sonrió alegre mientras veo cómo sigue alegando Ben.
— Eso sería despido injustificado, no puede hacernos eso, está en contra de la ley.
— De hecho no, es parte de nuestro trabajo. De hecho es una campaña publicitaria, así que nuestra negativa seria considerada como incumplimiento a nuestro trabajo — dije aprovechando que estoy a lado de mi jefe, además de qué deseo darle la estocada final a mi enemigo.
«Si las miradas mataran...»
— Vamos chicos, no lo tomen a mal, es por su bien. ¿Qué empresa se interesa en la salud de sus empleados? Además, serán televisados así que mas les vale poner la mejor de las sonrisas.
No podría describir el rostro desencajado de Ben, era para morir de risa, pero tuve que guardarme las risas para mas tarde.
— Pero, señor...
— Tú mejor ni opines Ben, que en verdad necesitas bajar un par de kilos.
Esa fue la gota que derramó el vaso, todos los presentes soltamos una carcajada. Ben salió furioso de la oficina mientras yo comencé a repartir los horarios de las actividades realizadas.
Entre las mujeres había curiosidad y entusiasmo ante la idea, a muchas les gustaba, ¿a quién no le gusta la idea de bajar un poco de peso?
Con los hombres había mas resignación e intriga, pero al leer que se les iba a pagar una hora diaria en el gimnasio poco a poco pasaron a la aceptación, haciendo comentarios sobre que harían músculo etc.
Además como bono adicional había conseguido que se diera una recompensa de vacaciones a los mejores resultados al final.
Así que al final todos estaban convencidos y deseosos de comenzar con el régimen.
Todos... Menos uno...
«Y eso que ésto apenas comienza querido... Te haré pagar cada una de mis lágrimas»
Agradecimientos: LeviAdan
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top