~ 18 ~

- ¡A-atchum!

Aquel fue un muy ruidoso estornudo. Tanto, que la niña sintió que sus oídos estallaban a causa de la presión que había provocado.

- ¿Qué te pasa, Irene? ¿Te has resfriado? - preguntó Ayumi, en un tono de clara preocupación. Mitsuhiko y Genta también se habían detenido y la miraban preocupados.

Los cuatro amigos se encontraban en la calle, dirigiéndose hacia el centro comercial. Querían ir a la juguetería que habían inaugurado recientemente, ya que habían oído en clase que había una sección en la que podías fabricar un muñeco que se pareciese a tí y vestirlo como quisieras. Irene sospechaba que el vestuario de Yaiba El Enmascarado debía estar agotándose rápidamente, dada la obsesión de todos los niños por ese personaje.

- Si... no... no os preocupéis, esto no es nada... - dijo la pequeña detective mientras esbozaba una sonrisa algo forzada. Ayumi aún la miraba preocupada, pero ella y los chicos continuaron andando.

La verdad era que esa mañana al levantarse había comenzado a sentir que su cabeza daba vueltas y que sus fuerzas habían menguado un poco, aunque no había querido decirle a Shinichi porque la habría obligado a quedarse metida en la cama y además estaba segura de que solo era algo de cansancio. Pero poco a poco durante las clases, su nariz había decidido irse llenando de mocos, y ahora estaba llegando a un punto en que la costaba respirar con normalidad.

Un nuevo estornudo sacudió el pequeño cuerpo de Irene, al que siguió un gesto de dolor mientras se llevaba las manos a sus orejas y de sus labios salía una pequeña queja.

- Irene, no estás bien - Ayumi se detuvo delante de ella y llevó su mano a la frente de su amiga - Y estoy segura de que tienes fiebre.

- Debes irte a casa, y comer mucho arroz con anguilas. Es lo que siempre hago yo.

- No todos somos como tú, Genta - le regañó Mitsuhiko - Pero si estoy de acuerdo en que deberías irte a casa.

- Pero... chicos... la juguetería... - Irene se sentía culpable por fallarle de esa manera a los niños.

- No pasa nada, lo importante es que tú te recuperes. Siempre podemos ir otro día - la aseguró Ayumi con una tierna sonrisa.

Viendo que no la iban a dejar discutir más la cuestión, Irene aceptó separarse de ellos en el siguiente cruce. Con las manos en los bolsillos de su abrigo, contempló como los 3 niños se detenían un momento, cuchicheando entre ellos y mirándola de reojo, para finalmente marcharse corriendo. Un escalofrío la recorrió todo el cuerpo y metió más el rostro en su bufanda, mientras se encaminaba hacia la agencia de detectives Mouri para ver si Shinichi se hallaba allí y regresar juntos a casa.

- "Maldición, debí coger frío anoche cuando Shinichi y yo volvíamos de casa del padre de Masami. La verdad es que salimos tan corriendo tras su pista que ni me abrigue... Y ahora que pienso en ella... ¿cómo estará después de haberle encontrado?..."

Shinichi sabía que Irene iba a ir con sus amigos después de clase a una tienda recién abierta, por eso se sorprendió cuando desde lejos la vio a punto de entrar en la agencia. Algo debía haber pasado para cancelar los planes. Su sorpresa se convirtió en preocupación cuando vio que se tambaleaba en las escaleras de subida como si estuviera mareada.

Llegó justo a tiempo de sujetarla antes de que se cayera al suelo.

- Shinichi... - murmuró la pequeña, mirando desde abajo a su amigo.

- Ey, no tienes buen aspecto, ¿no ibas a estar con tus amigos hoy? - preguntó el futbolista.

Revisó el rostro de Irene mientras terminaban de subir las escaleras y entraban en la oficina. Estaba pálida.

- Siii... pero me he debido resfriar... He venido a buscarte para volver juntos a casa... - un estornudo acompañó sus palabras mientras dejaba la mochila en el sofá.

- Pues nos hemos encontrado de fortuna. No iba a venir, pero ayer me dejé la agenda - le contestó Shinichi a la vez que sacó su pañuelo tendiéndoselo para que se sonara.

Una repentina voz desde la entrada sorprendió a ambos y les hizo girarse.

- Vaya, así que Agencia de Detectives Mouri... Muy interesante...

Irene miró curiosa al chico de tez morena y gorra calada hasta los ojos que se apoyaba en el marco de la puerta de entrada. Shinichi en cambio le miró despectivamente.

(Crédito a su autor)

- ¿Qué haces aquí? ¿Es que acaso me has estado siguiendo desde el instituto? - dejó que su molestia se transmitiera en su voz.

- Humm... Así que es verdad lo que dicen... que estás en íntimo contacto con Ran Mouri...

Shinichi se ahogó con el aire, e Irene notó que su cara ardía y no por el resfriado precisamente.

- ¿De dónde sacas eso de "íntimo contacto"? - preguntó el detective mientras notaba como el cuello se le calentaba.

- De esa chica, Sonoko Suzuki. Va diciendo por ahí que aunque Mouri hace tiempo que no aparece por clase, tú y ella tenéis encuentros a menudo los dos solitos.

- "Sonoko, ¿cómo puedes ir diciendo esas cosas?" - pensó la niña horrorizada.

- Será bruja... - murmuró Shinichi. Tenía cuatro palabritas que decirle a Sonoko cuando la tuviese delante. - De todas formas... eeh...

- Hattori, Heiji Hattori. Detective estudiante de Osaka.

- De acuerdo, Hattori, no sé que quieres de Ran...

- Nada especial. De un tiempo a esta parte, Mouri no ha hecho ninguna aparición pública, ni sale en los periódicos, es por lo que corre el rumor de que ha desaparecido. Sólo quiero saber dónde está, si se halla metida en algún caso grande... Y si realmente es tan buena detective como todo el mundo dice.

Había algo en su expresión al hablar que le hizo darse cuenta a Shinichi de que no estaba delante de un aficionado, o de un adolescente jugando a los misterios. Hattori realmente emanaba seguridad. Tenerle husmeando por ahí y haciendo preguntas podría ser muy peligroso para ellos.

- "Vaya. Él también es un detective..." - pensó la pequeña detective, mientras volvía a estornudar ruidosamente.

Hattori la miró un momento y cogiendo su bolso de viaje que permanecía en la entrada, extrajo una botella de su interior que contenía un curioso líquido.

- Espera un momento niña, voy a darte un buen remedio contra el resfriado, ¿vale? - Miró a su alrededor, pero como no había vasos a mano, sacó una taza de viaje y la lleno de aquel líquido -  Toma.

- Gracias - Irene miró el contenido de la taza con algo de duda, pero comenzó a dar pequeños sorbos.

Aquello sabía bastante raro, y tampoco notaba que se encontrase mejor del resfriado. De todas formas, ese chico era bastante amable al preocuparse por ella sin conocerla de nada, así que si él decía que le haría bien, pues se bebería aquella bebida. Pero al dar un trago un poco más largo, su estomago se contrajo y sintio que la cabeza le empezaba a doler. La taza se escurrió de entre sus dedos, cayendo al suelo con un golpe sordo, lo que llamó la atención de Shinichi.

- ¡Irene! - Shinichi se acercó a la niña y vio que sus mejillas se habían coloreado. A su nariz llegó un olor a alcohol muy sospechoso. Se giró a Heiji - ¿Que narices le has dado?

- Es un licor chino... - le respondió Hattori, mientras sacaba de nuevo la botella para mostrársela - "Baikal"...

- Idiota, no se le puede dar alcohol a un niño - realmente Shinichi se estaba empezando a cansar de aquel intruso - Mira Hattori, te lo dije antes y te lo repito, no sé dónde está Ran ahora mismo, ¿vale? A veces se va fuera por unos días, pero no siempre da todos los detalles.

- ¿Sabes Kudo? Es un poco difícil de creer que no hayas tenido ninguna comunicación con ella en todo este tiempo, y en cambio has invadido por tu cuenta la oficina que solía emplear su padre, Kogoro Mouri...

- Yo no he invadido nada. Ran y yo somos amigos, y cuando supo que quería ejercer de detective me dijo que podía usarla, y que compartiriamos los casos que llegasen.

- ¿Y cómo vais a compartirlos si está fuera de la ciudad?

- Pues... Llama por teléfono y los comentamos...

- ¿Te llama por teléfono? ¿Y sólo habláis de los casos?

- N-no... De libros, de los partidos de fútbol...

- Aha... Interesante...

- ¿Por... Por qué interesante?

- ¿No te parece raro que estando tanto tiempo lejos de sus amigos no pregunte por ellos? ¿Que se interese por saber? A mí parecer eso quiere decir que en realidad está por aquí cerca, observando todo lo que sucede...

- ...

Mientras miraba a los dos chicos discutiendo entre ellos, Irene fue a sentarse a la vieja mesa de escritorio de su padre. Se pasó una mano por la frente, ¿era ella o hacia algo de calor en aquel lugar? Aún notaba el amargo sabor del Baikal en la boca, era desagradable. Y encima sentía que se empezaba a encontrar peor del resfriado. Quería irse a casa cuanto antes.

Miró una vez más a Hattori, en un caso que tuvo una vez durante un viaje por la región de Kansai con su madre, alguien de la policía había mencionado que su estilo de deducción se parecía al de un fantástico joven detective del oeste. Debía referirse a aquel chico.

Dando un suspiro comenzó a jugar con un bolígrafo que había cerca de su mano, cuando se percató de que encima de la mesa se hallaba la agenda de Shinichi. La tomó y empezó a pasar hojas al azar. No por curiosear a su amigo, ella jamás haría eso, sabía mantener los límites de la privacidad de Shinichi. O eso es lo que decía a sí misma para convencerse. Había anotaciones de las tareas de clase, de los días de entrenamiento del club de fútbol... Todo normal. Realmente se regañaba a sí misma por no haberse dado cuenta antes de que no iba a encontrar nada fuera de lo común en aquella agenda. No era como si Shinichi fuera un mujeriego, y tuviera los teléfonos de todos sus ligues. No, él no era de esos.

Al pasar una de las páginas con fecha de los últimos días, un número de teléfono llamó su atención. Era de Masami Hirota. Shinichi debió apuntarlo ahí para llamarla cuando encontrasen a su padre. Volvió a pensar en aquella chica de aspecto dulce e inocente... En el comentario de Shinichi de que algo no había estado bien cuando se reunió con su padre finalmente... En la expresión de éste cuando la chica le había abrazado... Y tomando el teléfono decidió llamarla para comprobar si todo estaba bien y alejar ese pensamiento negativo que se había instalado en su mente.

- Estoy seguro de que Mouri anda rondando por aquí, y no voy a irme hasta que aparezca - le decía Hattori en ese momento a Shinichi.

- Pues no eres un detective muy de fiar, si te crees los chismes que va contando una adolescente - le rebatió Shinichi.

- ¡Que raro es esto! - exclamó en ese momento Irene, llamando la atención de los dos chicos.

- ¿Pasa algo Irene? - preguntó Shinichi curioso acercándose.

- No puedo localizar a esa chica que vino de Yamagata a buscar a su padre, Masami Hirota. Siempre que marco este número me dicen que está fuera de servicio. ¿Seguro que lo escribiste bien?

- Lo escribió ella misma. Aunque siempre era ella la que nos llamaba, no al revés.

- Puede que no haya regresado... - aportó Hattori.

- Si. O estará en casa de su padre. No tienes que preocuparte.

- No sé... Esto me da mala espina... Por favor Shinichi, ¿podemos ir al apartamento a comprobarlo?

- ¿Qué? ¿No te parece que estás exagerando un poco? Además, tú estabas enferma.

- Ya no, la medicina que me ha dado este chico me ha curado - mintió, ya que en realidad cada vez se sentía bastante peor.

- Te lo dije - presumió Hattori de sí mismo.

Shinichi le miró mal, y luego volvió a mirar a Irene.

- Por favor, Shinichi-niichan... - la niña le puso ojos adorables e hizo un pequeño puchero. Shinichi sabía que no tenía elección.

- De acuerdo. Vamos pues...

- Yo voy con vosotros - se apuntó Hattori - Este caso me ha intrigado.

- ¿Siempre eres así de molesto? - refunfuñó Shinichi mientras bajaban las escaleras hacia la calle.

- "No voy a separarme de ti, Kudo. Estoy seguro de que Mouri anda cerca y es quien está ayudándote a resolver los casos desde las sombras, mientras tú eres el que se lleva el mérito" - pensó Hattori mientras se colocaba la gorra.

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Hola a todos

Siento si este capítulo ha sido un poco corto, pero ando entrando y saliendo del hospital con pruebas y análisis y no he tenido mucho tiempo. Estoy mejor, pero digamos que ya han aprovechado y me están haciendo una puesta a punto como a los coches 😅🏎️

¿Sabíais que el Baikal existe? Es un tipo de vodka ruso

¿Sí? Pues yo me he enterado ahora jajaja

Intentaré de aquí a una semana traeros la continuación.

Gracias a los que me seguís
Y bienvenidos nuevos lectores ❤️

See you ~

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