*02*
Cuando llegamos al parque, veo a un grupo de chicos y chicas sentados en una mesa charlando y riendo. Una chica con antena en la cabeza voltea a verme y se levanta corriendo a mi y a Anna
-Hasta que llegas- Emma nos abraza y ruedo los ojos
-Ni siquiera tardamos tanto, solo fueron 10 minutos- Le doy un pequeño tirón de cabello y Anna le corresponde el abrazo con una sonrisita
-Hola Emma, ¿Cómo estas?- Su mirada adorable se dirige a la mayor entre nosotras
-Bueno Annita, muy bien- Ellas dos se pusieron a hablar un poco y unos segundos después escucho una voz masculina detrás
-Es agradable verte venir Yuki- Ay por todos los cielos, esa voz la conozco. Me doy la vuelta encontrándome con ese joven de pelo blanco y mecha roja
-O-Oliver, hola- Mis mejillas arden un poco y siento que el me abraza, ¡¿Lo comprenden?! ¡Me abrazó! -¿C-Como estás?- correspondo el abrazo algo nerviosa y unos segundos después nos separamos, ojalá hubiera durado para siempre ese abrazo
-Muy bien, ¿Y tu?-
-B-Bien, muy bien- Intento acomodar mí fleco detrás de mí oreja pero vuelve a mí casa
"Rayos"
-Veo que te pusiste un vestido... Se te ve muy bien- Su sonrisa brillante se dirige a mí, carajo, es como si pudiera derretirme de solo verlo
-A-Ah, si, Anna insistió y- bueno- yo- s-se que no es de las mejores opciones pero- empiezo a balbucear de manera incoherente y Oliver ríe un poco
-Te queda muy bonito, al igual que el cabello suelto, deberías usarlos más seguido- ... Voy a cambiar mí guardarropa por montones de vestidos
-G-Gracias...- Si, mí cara era prácticamente un tomate -Tu te ves increíble también... Osea, no es como que no te veas increíble siempre, tu siempre te ves hermoso, pero hoy esa ropa te queda genial, aunque todo tipo de ropa te queda genial- Si, bueno, me puso nerviosa, no me juzguen.
Oliver suelta una pequeña risa y me acaricia el cabello con su mano, revolviendo lo un poco
-Gracias- Mis mejillas ardían en rojo y una sonrisa boba se formó entre ellas
-S-Si, no hay de qu- Una voz me interrumpió, así que voltee a ver de quién se trataba -Oh, hola Nat- Le sonrió a mí mejor amigo, mí hermano del alma, mí comadre, la oveja arcoiris de los Goldy
-Hasta que llegaste niña, ya me estaba por ir a buscarte junto con Emma- Se me acercó y me abrazó, abrazo que correspondo obviamente -Es raro verte en vestido- Me susurra al oído y yo río nerviosa
-S-Si, bueno, Anna quería que me lo ponga, es todo- Desvío mí mirada con nerviosismo pero logro sentir como entrecierra sus ojos
-Si, claro, solo por eso- se separa ahora con una expresión normal y me toma por los hombros -De todas formas no interesa, te ves Di-Vi-Na- suelto una pequeña risa por aquella frase
-Supongo que no me veo tan mal entonces..- se escucha un chiflido y todos los presentes volteamos hacia Emma, quien nos llamó la atención
-¡Okey todo el mundo!¡Vamos a la heladería!-
Y así fue, todos nos pusimos en marcha... Un grupo de jóvenes de entre 14 y 22 años caminando por las calles con el fin de buscar una heladería que tengan todos los gustos que nos interesan.
Luego de caminar tres horas, recorrer más de diez heladerías y turnandonos para preguntar los sabores de cada uno, logramos encontrar por fin la heladería que tenía todo lo que los menores del grupo querían
-Yuki, quiero helado de naranja- Dice la más pequeña del grupo, Anna, a quien yo estaba cargando en mi espalda
-Naranja en camino- Me acerco al chico de la heladería y saco de mi mochila unas naranjas frescas -Un licuado helado de naranjas por favor- Digo pasándole la fruta específica que Anna consume, no vaya a comer de otra por qué le hace mal a la niña -Oh, y con esta azucar- Acoto poniendo un pequeño tarro de azúcar en el mostrador -Son diez cucharadas de esa azúcar diluidas en agua- Sonrio levemente. El tipo se me queda viendo raro, peor accede y lo prepara, siendo vigilado por mí en cada movimiento
"Le dio dios pizcas de azúcar de más, pero a Anna no le molesta, entre más dulce sea, mejor"
-Muchas gracias- digo recibiendo el batido helado de naranjas y camino a la mesa -El de Anna ya está, ¿Ustedes que piden?- Todos me decían los sabores que querían, pero noto que Oliver no pidió nada, así que me acerco a él y me pregunto con una dulce sonrisa -¿Oliv, tu que vas a querer?- digo teniendo ese suave tono rojizo en mis mejillas canela
-¿Uh? Oh, no, no gracias Yuki... No quiero helado, mejor que ustedes tomen- Dice algo nervioso
-Pero vinimos aquí como grupo, anda, pide lo que quieras-
-Yuki, en serio no, no traigo dinero además, todo se lo gastó Emma en las maquinas de juegos afuera de la última heladeria- Dice algo incómodo
-Yo te lo pago, no tengo problema- Insisto con esa sonrisa en mí rostro -Dime que sabor quieres- El albino de mecha roja suspira resignado y algo sonrojado de la vergüenza susurra
-Pistache estaría bien...- Mis mejillas se ponen rojas y asiento
-Un helado de pistache en camino- Voy al mostrador de nuevo y comienzo a pedir todos los helados -Si, quería uno de Limón, de maracuyá, de chocolate, de mango, uno de caramelo, de uva, crema del cielo, ciruela, de canela a la crema, de Nuez, Chocolate blanco, uno de los de arándano, Uno de pistache y ese de fresas con café- Otra vez el encargado se me quedo viendo raro
-¿Si tienes para pagar todo eso?- Dijo anotando todo, palabras que me irritaron un poco
-¿Por qué no habría de tenerlo?- Digo manteniendo mí sonrisa pero con la vena de la frente marcada
-No, es que son muchos helados...- Dice desinteresado y lo Anota todo -En diez minutos tendré todos listos, ¿Abonas con efectivo o con tarjeta?- Saco mí billetera con una sonrisa burlona y retirando de allí el dinero que juntamos entre todos para el helado, excepto Emma, Anna y Oliver, Norman invita el helado de Emma y yo el de los otros dos
-Efectivo- Pongo el dinero en la mesa con mí sonrisa socarrona -Vengo a retirar el pedido en diez minutos- Regreso a la mesa y me quedo esperando, me siento junto a Oliver y Anna en medio de ambos -En diez minutos tenemos que retirar los helados- Anna me extiende el vasito con un sorbete que yo le di
-Yuki, prueba, está rico- Dice queriendo que beba de su vaso
-Tranquila Annita, ese es para ti, yo ya me pedí uno de fresas- Sonrio y le acaricio el cabello, Pero la pequeña insiste
-Pero quiero que tomes un poco, papá dice que la naranja es buena para el cuerpo- Si, claro, solo por qué esas naranjas son plantadas de maneras específicas y controladas cada hora del día, por eso son perfectas. Saco otro sorbete y lo coloco también en su vaso
-Solo un poco- Susurro y tomo un poco, prácticamente una gota del licuado... mierda, voy a pedirle de esas naranjas a mi jefe -Wow, está delicioso...- digo quitando el sorbete de su vaso y limpiando con mi pañuelo que siempre llevo en un bolsillo de mi chaqueta
-Yo también quiero de ese sorbete- Ese idiota se llevó una mirada asqueada de todos nosotros. Lo que ese pervertido asalta cunas buscaba seguro era un beso indirecto con mi pequeña Anna, ¡Ja! En sus sueños
-Sigue soñando humedamente, Ray- Dice Emma sentándose en el regazo de Norman, pobre, parecía que lo estaba aplastando alguien el triple de pesado que él
-¿Si sabes que hay sillas de sobra no?-
-Si, pero me gusta esta silla- Norman ya estaba rojo, no se de si era por estar sin aire o por sonrojarse
-Si quieres puedo darte un poquito-Dice Anna extendiendo su vasito, a lo que yo la detengo con delicadeza
-No Anna, no te preocupes... además, a Ray le hará mal el azúcar de tu licuado- Hablo en un tono ligero
-¿Tu le diste un trago teniendo toda esa azúcar? ¿Quien eres y que le hiciste a nuestra amiga que vive amargada igual que su café?- Bromea Nat. Si, tenía un punto, yo por la más mínima azúcar que consuma me puedo dormir. Es como un somnífero para mí.
-Callate, nada que un helado de café no pueda arreglar- Sonrio como si nada y suena justo el llamado del encargado -Oh, ya deben estar, ya regreso-
-Yo te acompaño- Dice Oliver levantándose de mí lado
-N-No hace falta, puedo bien- Digo sonrojada
-Yuki, son muchos helados, además tu me pasaste el mío, ayudarte es lo mínimo que puedo hacer- Dice sonriéndome, ¡Santa madre, que lindo es!
-E-Esta bien...- Sonrojada accedo y así caminamos juntos al mostrador, mientras que Nat y Emma se susurraban entre si
-Yo apuesto $10 a qué se le cae a Oliver- Dice Emma
-Yo voy a qué es Yuki- Sonríe burlón
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