Capitulo 5: Eres Una Desgracia Para El Kung Fu


¿Soy tu amiga? En toda mi larga y miserable vida nunca he podido llamar "Amigo" a nadie por las enseñanzas de mi hermano al no relacionarme con los humanos u otros seres, nos hicieron mucho daño y trataron mal en nuestra niñez.

Al igual que yo, amaba mas que nadie a mi hermano al igual que el a mi, solo éramos los dos contra la crueldad de este mundo, ese panda vio algo en mi que no imagine tener "Un Buen corazón y bondad"

Solo que, desearía que Gyutaro estuviera aquí y lleve esta clase de vida pacifica y ordinaria que tanto anhelamos.

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-Maestro Oogway no puede estar hablando enserio el no debe regresar, eso significaría el fin de valle.

-Viejo amigo... nada es imposible y tu mejor que nadie lo sabe no podemos escapar de nuestro destino, tal vez...

-¿La mocosa y el panda? Ambos no tienen la habilidad suficiente para detener a Tai Lung.

-No debes perder la fe viejo amigo, tu también debes aprender a confiar en el guerrero dragón.

-¡¿El panda panzón?! Por favor maestro ese obeso no podría derrotar ni a un insecto aun si le pones comida por delante.

-Amigo... tienes que creer en el y fortalecerlo.

-Pero... Tai Lung esta en prisión... no podemos permitir que avance hacia su sangrienta venganza, el panda no será capaz de derrotarlo.

-Ay... creo que para mi vivir mas de 500 años ha sido una larga y tranquila vida, aun asi no he perdido la esperanza.

-¡Zen! ¡Zen! – llamaba el maestro Shifu.

Una especie de pato rápidamente fue a su llamado e hizo una pequeña reverencia para después escuchar.

-¡Zen! Ve a la prisión dile al maestro rinoceronte que duplique la seguridad, que duplique los guardias y armas, que duplique todo.

-Eh...tengo miedo.

-Ya luego puedes orinarte en los pantalones, necesito que lleves ese mensaje lo mas pronto posible ¡AHORA!

-EH!! SI!! – Dijo el ave para retirarse.

Volviendo con Daki.

Con lo que podía ayudaba a su amigo a caminar después de un concurso de comer mas rápido fideos, inesperadamente la chiquilla gano y por primera vez Po saboreo el sabor de la derrota...

-Ah! Comí demasiado creo que voy a reventar o peor terminar vomitando.

-Po... ni se te ocurra hacerlo.

-Solo estaba bromeando.

-Menos mal, sabes que cuentas mi apoyo para lo que sea aunque ese enano ardilla no ha parado de insultarnos.

-Cálmate, vamos a estar bien juntos los amigos son muy fuertes.

-Que cosa dices tontito harás que me sonroje.

-Watai!

-Ay... fue un largo día lo primero que quiero hacer al llegar a nuestras habitaciones es darme un baño caliente – expreso la peli blanca.

-¡Genial! Yo también quiero bañarme.

Al llegar fuimos a los baños el panda ayudaba a limpiarse con un pañuelo el bello y delicado cuerpo de la chica, luego arrojar agua tibia encima y empezó a lavar su hermosa cabellera blanca.

-Vaya si que sabes tratar bien a una chica, oye Po...

-Dime, soy todo oídos.

-Ahora que lo pienso mejor en este valle hay puros animales pero... ¿No hay gente malvada o si?

-Bueno, nunca he peleado con ningún villano.

-Creo que no entendiste el punto, en fin vamos salgamos ya quiero descansar un poco.

-Mmmm

-¿Qué pasa?

-Tienes piel blanca en vez de pelaje, ¿Qué clase de animal podrías ser? A ver... ¿Un conejo?

-¡¡Burro!!

-Yo?!

-Si tu, ¡¡Burro!!

-No soy un burro, ¡Mira como relincho!

-Ah! Entonces tu mi peludo amigo, eres...¡Una yegua o mejor un caballo!

-¿Yo un caballo? Buena broma... Hahahaha.

-¿Un hipopótamo?

-Eso lastimo mi corazón e heriste mis sentimientos.

Sin darse cuenta ya llevaban puesta sus ropas y al salir para dirigirse a sus habitaciones cierta felina no los aceptaba del todo aun y su mirada apagada y seria de pocos amigos no ayudaba en nada.

-¿Qué hacen todavía ustedes dos aquí? Un par de don nadie como ustedes no merecen ser entrenados por el gran maestro Shifu.

-¡Toma esto entrometida! – dijo Daki para escupirle en la cara a la felina.

-Que asco... una niñata como tu... ¿Cree ser lo suficientemente buena para aprender kung fu? Patéticos.

-Oye...! No te permito hablarle asi a mi amigo, maestra Tigresa...?

-Y tu...

-Si ya se esta es tu habitación como las de otros furiosos ya lo entendimos.

-No...

-¿Entonces que?

-Me refiero a que no deberías estar en el palacio de jade eres una desgracia para el kung fu y si sientes un respeto por quienes somos y lo que hacemos...

-Que insensible...

-Se habrán ido mañana a primera hora... son dos ilusos que nunca serán nada, asi que lárguense no los necesitamos.

-Yo – quiso hablar el panda.

-Son un asco y una vergüenza para el kung fu, no son dignos de estar aquí – dijo Tigresa a punto de retirarse.

-Tu...también eres una huérfana, verdad? ¿Te recogió el maestro Shifu o me equivoco? Yo también soy huérfana – le respondio la albina.

-Tu, que...? – se le formo una vena a la felina.

-¿Tienes hambre? He oído que los pastelillos de arroz son deliciosos especialmente los que prepara el señor Ping – siguió hablando la peli blanca.

-Tu...tu... - le noto otra vena en la cabeza a la fiera.

-¿Son deliciosos, no? A mi me gustan mucho da igual si son con sal o azúcar, deberíamos salir alguna vez a comer.

-Ya calla...

-Sabes por ahí escuche que el maestro Shifu te recogió al ser una huérfana y te crio o... ¿Acaso te gusta? – pregunto la albina.

-¡¡YA CALLATE!!

Sin esperárselo la chiquilla recibió un potente golpe que la hizo salir volando por los aires y chocar con una puerta en parte de su cabeza, nada de peligro gracias a su regeneración demoniaca.

-¡Fus! Enserio si hablaras menos... no recibirías golpes tan a menudo, y deja de entrometerte en problemas ajenos.

-Por favor perdónela maestra Tigresa.

-No me llames maestra, tu y yo no somos camaradas ni nada lárgate de una vez – lo dijo la felina al retirarse.

Aquel panda ayudaba a su amiga a levantarse dándose cuenta que ya no tenia sangre ni una herida o cicatriz.

-Wow! Que bárbaro! No tienes nada, ¿De que esta hecho tu cuerpo? Parecías tener uno delicado.

-Oye... no digas eso frente a una chica, es incomodo que digan que eres mas dura que el diamante.

-Ups! Ya me callo.

-Tal parece que a Tigresa no le caemos para nada bien, con esa actitud fría y temperamental me recuerda a alguien.

-¿A quien?

-Bueno digamos que... que a una tonta demonio que quiso quedarse al lado de su hermano y nunca logro nada solo fue una fracasada.

-¿Cómo es esa persona? Espera...mencionaste demonio? No se que es, se escucha súper bárbaro.

-Olvídalo ¿Quieres irte de aquí o no? Es nuestra oportunidad no necesitas ser maestro del kung fu para tener mi respeto, ya te lo has ganado.

-Pero... sino no hice nada.

-El ver la relación de padre e hijo entre tu padre ganso y tu fue suficiente no eres como los demás, eres parte de los buenos lo digo enserio.

-Oh!! ¡Enserio mil gracias Daki!

Sin esperárselo el panda le dio un gran abrazo que sorprendió a la chiquilla, por un segundo se formo leve rubor y al calmarse ambos chocaron sus manos en señal de su amistad.

-¡Comamos Dumplings! – grito el panda.

-¿Por qué siempre terminas hablando de dumplings? Eso es extraño...

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Prisión de los Rinocerontes

Aquella ave informo con todo y detalle la orden que dio al maestro Shifu y obviamente no le agrado para nada eso al líder de la prisión, ¿Cómo escaparía alguien al estar inhabilitado por 20 años? Sin comida, agua, ni nada.

-Es una estupidez... ¿Acaso cree que nuestra gran defensa puede ser atravesada? Ningún prisionero sale de aquí.

-Si pero...

-Habla mas alto pequeño plumífero.

-Digo ese prisionero es nada menos que Tai Lung de solo pensarlo me aterra.

-Patrañas, ese gatito nunca escapara ¿A quien podría hacerle daño?

-No creo que sea buena idea burlarnos de el.

-Eso lo comprobaras por ti mismo, bájanos – ordeno el líder de los rinocerontes.

-No, por favor... no nos baje, me hare pipi – dijo Zen.

-Que gracioso, ese dulce gatito de felpa no nos hará nada.

Claramente no sabían con lo que lidiaban y bajaron en una habitación con cadenas al piso mas bajo, ahí tenían al prisionero temible.

Al llegar Zen no paraba de temblar sabiendo que si hacia una mala jugada posiblemente acabaría muerto.

-¿Ves? Te lo dije es un dulce gatito... ya oíste gatito de las nieves, Oogway ya eligio al guerrero dragón y ese claro no fuiste tu.

-Por...por favor no lo haga a enojar – suplicaba Zen.

-Ay por favor, no puede hacernos daño... solo mira como me burlo del que una vez fue el discípulo número 1 de Shifu.

¡Pum! El líder rinoceronte le termino por pisar la cola al aquel prisionero, sin saber que poco a poco desatan la ira y sed de venganza de Tai Lung, lo quemara todo arrasando con el valle de la paz.

Por vengarse al negarle su destino, que el creía era ser el legendario guerrero dragón y volverse el orgullo y alegría de su maestro.

-Ahhh! El gatito quiere llorar porque le pise su linda colita? Pobrecito – se burlaba el rinoceronte.

-Ya deténganse! – suplicaba Zen.

-Ya ya, ni se te ocurra cagarte en los pantalones – le dijo el rinoceronte.

-¡Eso jamás lo haría!

-Solo bromeaba avecita.

-Ya pero, subamos ¿Si? Ahí me siento mas seguro.

El líder de los rinocerontes solo empezaba a reírse y le dio palmada al ave sin querer una de sus plumas había caído a solo centímetros del prisionero y fueron subidos a lo mas alto con los demás.

Volviendo con Daki.

Entre los dos se ayudaban y al terminar sus labores se recostaron en un futon y es que claro solo les dieron una habitación en todo estos días que llevan, la chiquilla poso su cabeza en el hombro del inocente panda.

-Po... sabes lo he estado pensando muchas veces y quise tomar una decisión.

-Asi ¿Qué cosa? – dijo el panda al tragar unos duraznos.

-¿De donde sacaste esa fruta?

-Del árbol que esta cerca del Palacio de Jade.

-No creo que tengamos permiso de tomarlas sin avisar... a lo que iba ¿Tan importante es para ti el kung fu?

-Bueno... si, desde pequeño fui fan del kung fu y nunca fue mi sueño vender fideos ni ayudar a mi padre en el restaurante.

-¿Y porque no renunciaste?

-Porque tenia miedo, miedo de destrozarle el corazón a mi padre el no heredar el restaurante como ha sido de generación, no es mi deseo lastimar a otros.

-No dejas de sorprenderme con esa amabilidad tuya, pero eso te hace encantador... yo creo que Po es un gran hijo.

-Gracias en verdad aprecio tus palabras Daki me llenan aun de esperanzas.

-Al menos no tuviste basuras de padres como los míos.

-¿Y como eran?

-Mmm a mi padre jamás llegue a conocerlo, porque mi madre se acostaba con distintos clientes y bueno...mi madre intento matarme al ser una bebe.

-No debí preguntar enserio lo lamento.

-No, no, esta bien... tarde o temprano tenias que saberlo ¿Somos amigos o no?

-Si!! – respondio el panda con una gran sonrisa.

Al pasar los días los cinco furiosos entrenaban con Shifu y cada uno en conjunto algunas veces lograba acorralar a su maestro, sobre todo Tigresa con una gran determinación y decidida.

Y luego siguieron con el entrenamiento del panda y nuevamente acabo en desgracia quemado y algunas heridas quedando inconsciente, es llevado a la habitación al ya haber caído la noche.

La chiquilla junto a Mantis y Víbora lo llevaron y al estar dentro hablaban de temas triviales.

-Auch!! – se quejo el panda.

-Gracias por ayudarnos chicos enserio se los agradezco de todo corazón en lugar de mi amigo – dijo la albina.

-Oh! Su relación de ustedes parece mas allá de amigos por si me lo preguntan – les dijo Víbora.

-OH! Vaya una humana y un panda que buena pareja hacen...al menos no les comen la cabeza – decía Mantis.

-Eh!! – se asombro Daki sonrojada.

-Oigan muchachos se que me tratan mal, pero sino fuera muy listo creo que el maestro Shifu se quiere deshacer de mi.

-Se que puede comportarse muy gruñón y estricto, pero no siempre fue asi – les dijo el insecto.

-Cuentan que hubo días antes en los que Shifu solía sonreír y reír de alegría – expreso Víbora.

-¿Y eso fue cuando? Me cuesta creer que alguna sonrió esa ardilla, cuenta chismecito – dijo la albina.

-Si eso fue antes de... - Víbora no termino de hablar.

Tigresa que pasaba por ahí y escucho toda la conversación irrumpió esa habitación entrando callando la boca a su compañero.

-Antes de Tai Lung – les dijo la Felina.

-Ah si... tenemos prohibido hablar sobre eso – les hablo Grulla desde su habitación.

En otro lado la chiquilla jugaba con la patas de Mantis y el solo se reía, puede que sea una niña para el insecto su presencia era agradable.

-Me hare de Pipi de tantas cosquillas, niña.

-Que tal esto.

-No, ya para!

-Compórtense los dos... bueno si van a quedar tienen que saberlo de todas maneras – les dijo Tigresa.

-Oigan se de Tai Lung! Fue el primer en descifrar los mil rollos, era un estudiante... y luego se hizo malo... y esta en la cárcel.

-¿Quién es ese? – pregunto Daki con seriedad.

-No era solo un estudiante... Shifu lo encontró de cachorro en una fría y oscura noche – dijo la felina.

Lo acogió en su hogar dándole comida y un techo, lo crio y cuido como a su hijo, y cuando empezó a tener talento para el Kung Fu lo entreno, creyó en el y le dijo que su destino iba a ser la grandeza y el poder.

Con cada día Shifu no dejo de amar y sentir orgullo del que ahora seria el siguiente guerrero dragón, lastimosamente no es su destino.

Tai Lung nunca fue suficiente lo que recibía, el quería mas y el rollo del dragón, Oogway vio oscuridad en su corazón al final se negó.

Furico, en rabia y ira devasto el valle destruyo todo a su paso sin dejar nada, intento tomar el rollo por la fuerza.

Shifu debía detener lo que el creo, pero ¿Cómo? Era imposible es su querido hijo, y termino derrotado y al final fue Oogway quien lo detuvo.

Sin dudar el amo a Tai Lung como nunca amo a nadie y fue para el su única familia y verdadero discípulo, poco después no mostro ese orgullo y alegría con los siguientes estudiantes.

Ni tampoco conmigo, quería que dijera que estaba orgulloso de mi otra alumna suya.

-Poco después... y ahora tiene la oportunidad de enmendar ese error de entrenar al verdadero guerrero dragón, y esta atorado contigo y panda tonto y gordo que se lo toma a juego.

-¡Golpe destellante! – dijo la albina al darle un golpecito en la cabeza a la felina.

-Y tu piérdete – sin dudarlo la manda a volar a la peli blanca a una pared.

-Ahu!! – dijo el panda al hacer una cara de bobo.

-Ya me hartaron ustedes dos – se quejo Tigresa con ira.

-No espera, espera, fui yo sin querer toque el nervio facial y tal vez detuve su corazón.

El panda cayo rendido al suelo con distintas agujas en todo su lomo, dejando sin palabras a los demás y Daki con rostro de poker.

Prisión de los Rinocerontes.

Aquella pluma caída era su clave para salir de aquí, la cogió rápidamente sus oídos escucharon las palabras sin perder tiempo libera cada una de cerraduras que lo retenían en ese lugar.

-Por fin... - hablo aquel leopardo de las nieves – Los hare pagar insolentes.

¡Bom! Al usar su fuerza toda las cerraduras son destruidas por completo y se libera de las esposas, algunos de los rinocerontes ven y avisan a toda la prisión.

En lo mas alto, Zen junto al Líder rinoceronte fueron informados de aquello.

-¡No puede ser! Tai Lung esta suelto, sabia que no debía venir nos va a matar a todos, debería irme – dijo Zen.

-No iras a ningún lado, y tampoco tu, todos llamen a los ballesteros... no escapar de aquí y nunca lo hará.

-Pero...

-Ahora comienza nuestro contrataque – dijo el líder rinoceronte.

-Es una mala idea.

Distintos guardias lanzaban flechas con un liquido con la intención de sedarlo y aquel leopardo de las nieves las repelía con suma facilidad.

-Asi que... creen que pueden retenerme aquí para siempre los detesto, los aborrezco, son rastreros... los odio...

Usando las flechas clavadas crearon un camino para subir y lo uso a su favor, algunos guardias trataron de detenerlo su ferocidad al realizar sus ataques es aterradora.

-Aquellos que les niegan su destino a otros, son bestias, desgraciados, insolentes... Tai Lung vive, y nadie se interpondrá en mi camino... ni si quiera tu gran guerrero dragón...

La cuenta regresiva para la batalla ha empezado las consecuencias serán impresionantes y lo destruirán todo, la única solución es la muerte a partir de ahora da inicio... "La Batalla al conteo del amanecer"

Continuara...

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