Prólogo

PRÓLOGO


Con el tiempo he aprendido a cómo debo comportarme delante de los demás. Hablar solo en caso de que me pregunten algo, saludar a todos con una sonrisa y siempre debo estar bien.

No importa que por dentro tenga ganas de llorar, no importa que me sienta sola, da lo mismo que mis padres empiecen a discutir y gritarse apenas estamos solos en casa. Yo siempre estoy bien.

Mis padres son el ejemplo perfecto de la frase "las apariencias engañan", todos creen que son la pareja perfecta y así les gusta que los perciban, pero no hay nada más alejado de la realidad. Yo soy la única que lo sabe, yo debo escuchar las cosas horribles que se dicen y lo peor es que a ninguno de ellos pareciera importarles.

En cuanto veo a mi padre salir de su habitación con una maleta, yo dejo de comer enseguida, porque una vez más me dejaron comiendo sola. 

-¿A dónde...?

-No puedes irte. –Dice mamá saliendo tras él con lágrimas en los ojos, aun así suena autoritaria, como si ella tuviera algún tipo de poder sobre él. 

-Estoy cansado de todo esto. –Dice él señalándolos.

-Pero siempre lo solucionamos, sólo fue una pequeña discusión sin importancia...

-No me voy por esta discusión, no sirvo para esto. Lo siento...

-No puedes irte, no puedes dejarme. Te necesitamos. –Mamá da un paso más cerca, pero al parecer mi padre ya tomó una decisión. Nadie lo hará cambiar de opinión. 

-Estarán mejor sin mí, créanme...

-Papá, no te vayas. –Siento como mi voz tiembla y por primera vez me mira.

-Juliet... perdón. Pero...

-¿Acaso ella hizo algo? ¿Te vas por culpa de Juliet? –Pregunta mamá mirándome molesta. Cómo si yo tuviera la culpa de todas sus discusiones. 

-No, Juliet no tiene la culpa de nada. Simplemente nosotros no funcionamos. Debo irme...

-¿Acaso estás con otra? ¿Me estás engañando no es así? 

Mi padre se acerca en silencio a la puerta con sólo una maleta y esa es respuesta suficiente para que mi madre con rabia le arroje un jarrón de vidrio y empiece a gritar.

-Me dijiste que me amabas, me dijiste que estabas de acuerdo con tener a nuestra hija... ¿Qué está mal contigo? –Grita y al no obtener una respuesta empieza a llorar.

Yo sigo a mi padre hasta su auto y cuando me nota, me observa con lo que creo que es pena. Jamás creí que terminaríamos de esta forma, mi padre me está abandonando. 

-No te vayas, papá. Me portaré mejor. No nos dejes. –Digo aferrándome a su brazo.

-No me voy por ti, lamento que hayas tenido que presenciar todo esto. Con tu mamá no funcionamos, debo irme...

-¿Qué hice mal? –Pregunto negándome a dejarlo ir.

-No hiciste nada mal, te quiero Julie. –Lloro un poco más al escuchar ese apodo, sólo él me llama así. 

-¡No me quieres! Eres un mentiroso. Me vas a dejar. –Digo soltándolo de golpe. 

Me duele, quiero llorar, quiero ir a mi habitación, quiero estar sola...

-Julie, perdóname. Por favor...

Sé que no cambiará de opinión, se va a ir de todos modos. Así que me doy la vuelta y entro a la casa.  

Escucho el llanto de mamá quién está encerrada en su habitación y yo subo las escaleras hasta llegar a mi habitación y encerrarme también. 

Sabía que no se querían y que duermen en camas separadas, pero jamás creí que nos abandonaría. Todos creen que mis padres son la pareja perfecta, ¿qué dirán ahora?

Aunque eso es lo último que me importa, porque me siento muy triste y siento mucha rabia con mamá. Ella lo ha obligado a irse, siempre le reprocha cosas. Que si llega tarde, que está muy poco tiempo con ella... Todo gira a su alrededor. 

Mamá siempre me ha dicho que nos parecemos y yo suelo decirle que somos distintas. No quiero parecerme a ella, en varias ocasiones me ha castigado por no obtener la mejor nota o porque llego con la ropa sucia. A veces siento que no me quiere, sé que si lo hace, pero su forma de demostrarlo no me gusta. Así que no quiero ser como ella. Me controla todo el tiempo. 

Aun así, tenemos algo en común porque ambas estamos encerradas en nuestras habitaciones llorando por el mismo hombre que nos ha roto el corazón. 


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top