12 -Las hermanas buscan a Amalia

Cada vez que intentan llamar a Amalia a su celular las envía a buzón de mensajes. Ya llevan varios días sin saber de su hermana y eso las pone nerviosas.

¿Estará dónde Verónica?

Ninguna de las dos contesta por lo que no pueden determinar si ambas se encuentran juntas. Es tan extraño todo ese silencio que las tiene nerviosas. Tanto Irma como Lucía tienen un mal presentimiento que evitan decir en voz alta.

A la señora Caballero parece no importarle la ausencia de su hija. Está tan tranquila que las exaspera ¿Acaso no se ha dado cuenta que son al menos 3 días desde la última vez que se comunicaron con Amalia? Pero ella dice que es joven y seguro está disfrutando de su vida, ya aparecerá.

El señor Caballero apoya a su mujer en todo así que al igual que ella se encuentra tranquilo. Por esta misma razón ninguno de los dos las deja ir con la policía, tratando de evitar cualquier escándalo.

Ahora que Amalia se ha recuperado de su enfermedad lo más probable es que esté tratando de recobrar todos esos años perdidos.

Irma vuelve a marcar al celular de Amalia sin éxito.

Lucía está en las redes sociales buscando alguna pista de su hermana o de su amiga, pero parece ser que nadie las ha visto. Es como si la tierra se la hubiera tragado a las dos.

¿Qué más podían hacer para encontrarlas?

―Repasemos de nuevo ―pide Lucía a su hermana mayor, que está a punto de tener un ataque de histeria― ¿Qué fue lo último que supimos de Amalia?

Irma se agarra el puente de la nariz con dos dedos y cierra los ojos con fuerza haciendo un recuento de ese día.

―Ella iba a la capacitación esa ―empieza―, nos pidió indicaciones para llegar al lugar y luego se fue. Por la noche te envió el mensaje diciendo que estaba atrasada y no se había dado cuenta de la hora.

―¿Algo más?

―No

Ambas se quedan en silencio pensando, algo muy común para ellas en los últimos días.

―¿Te acuerdas cuál era la dirección? ―pregunta finalmente Lucía.

―La debo tener en el historial de búsqueda.

―Si no nos podemos comunicar con Amalia esta noche, mañana deberíamos ir allá a investigar.

Así lo hacen.

Al día siguiente las dos hermanas piden permiso para faltar a sus respectivos trabajos y salen juntas al lugar que habían encontrado en el navegador. Deciden llegar a eso de las diez de la mañana para asegurarse de que alguien las atienda sin problema.

El lugar es una casa enorme acondicionada para que allí funcionen diferentes oficinas.

Tocan el timbre y la puerta se abre sola.

En la recepción una secretaria las atiende, no saben a cuál de todas esas oficinas había ido Amalia.

―Se supone que había venido a una capacitación para el evento que quiere realizar el doctor Ortiz ―explica Lucía a la mujer―. Pero desconocemos si quien lo va a realizar se trata de un contratista.

La mujer les pide que tomen asiento en el lobby mientras ella investiga un poco más.

Ellas lo hacen y esperan en silencio.

Pasan alrededor de treinta minutos así antes de que la mujer las llame nuevamente. Según lo que le dicen hubo un evento de capacitación hace unos días en una de las oficinas del lugar pero no ha habido más.

―Aunque es poca la información que tengo, les conseguí algo de la publicidad que dejaron los chicos ese día sobre el mostrador ―dice entregándoles un volante relacionado con el evento. Lucía se da cuenta que se llevará a cabo esa misma noche.

―¿Tienen cámaras de seguridad que podamos revisar? ―pregunta lucía con la esperanza de tener más información sobre su hermana.

―Ustedes no, pero si me dan una foto de la persona yo puedo hacerlo ¿A qué horas me dicen que salió?

―Como a eso de las nueve de la noche ―responde Irma entregándole un ejemplar del periódico con la foto de Amalia.

La mujer lo toma y se queda observándola un momento, se acordaba de ella. Les pide a las hermana que las esperen de nuevo mientras ella revisa las cámaras.

Ellas no tienen problema.

Pasa una hora antes de que la mujer regrese. Irma juguetea con la publicidad del evento doblándola y desdoblándola mientras espera. Cuando llega la señorita el papel está tan doblado que hay lugares en los que no se entiende su contenido.

―Ella salió ese día de acá sin problemas ―les comenta la mujer.

No hay más nada que pueda hacer por ellas, las hermanas agradecen su ayuda antes de marcharse.

―Creo que lo mejor será ir al evento para los damnificados, tal vez la podamos encontrar allá ―propone Lucía una vez salen de las oficinas.

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