𝐋𝐚 𝐃𝐚𝐦𝐚 𝐑𝐨𝐣𝐚

❝Todos quieren mi cabeza, pero nadie quiere mi corazón. Que difícil ser yo.❞

𝐋𝐀 𝐃𝐀𝐌𝐀 𝐑𝐎𝐉𝐀, una asesina despiadada que surgió desde las sombras y que está en la mira de toda la marina, y de todo cazarrecompensas, en especial de cierto peli-verde.

Pero, ¿por qué era tan difícil atraparla?. Simple, nadie conocía su rostro o su nombre siquiera.

Las bocas chismosa de los pueblos que visitaban la habían apodado de esa forma tras ver los residuos de su masacre: sangre por doquier, heridas de diferentes tipos de armas punzantes y la mancha de un abanico de sangre en cada escena del crimen.

Lo único que se conocía de ella es que era una mujer sádica, que no le temblaba la mano al matar.

El cómo lucía fue un misterio que durante años le trajo problemas a la Marina, cazarrecompensas aparecían asegurando que habían atrapado a la verdadera y reclamaban la recompensa.

No fue hasta que años después un vendedor de licor tuvo el honor -o la desgracia-, de ver a la tan perseguida asesina durante la noche mientras venía de ser el bar.
La imagen que visualizó ser aterradora: la joven se movía con gracia mientras mataba a una familia de estafadores conocidos en el pueblo, casi parecía que estuviera bailando con los cadáveres que apuñalada con descaro.

En ese momento, se dió a conocer la primera descripción de 𝐋𝐚 𝐃𝐚𝐦𝐚 𝐑𝐨𝐣𝐚: una mujer se cabellos largos y negros como las plumas de un cuervo, y piel blanca que brillaba bajo la luz de la luna.

Lo siguiente que se supo del hombre fué que apareció muerto en su hogar, con marcas en todo su cuerpo que decían "soplón", y sin su lengua.

𝐋𝐚 𝐃𝐚𝐦𝐚 𝐑𝐨𝐣𝐚 estaba entre los más buscados hasta el momento. Todos querían encontrarla, pero con una descripción tan pobre no era posible.

Los rumores crecieron, algunos aseguraban que tenía ojos rojos, otros decían que un demonio había surgido del infierno y se apoderó de una mujer, y de ahí la anormalidad de sus ojos.

Todas teorías, ninguna cierta.

Aun así, Zoro, el cazarrecompensas de piratas más famoso y temido, quería encontrar a la Dama Roja, decapitarla y entregarla.

Pero el destino es una cosa cruel, que no funciona como queremos.

❝Todo marinero tiene un tesoro del cual se obsesionada, y para Zoro, La Dama Roja era el suyo.❞

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