¿Amenaza o Coqueteo?

❝Lo lícito no me es grato; lo prohibido excita mi deseo.❞

──Otto Wagner.

𝐍𝐀𝐌𝐈 𝐒𝐈𝐆𝐔𝐈Ó 𝐓𝐑𝐀𝐓𝐀𝐍𝐃𝐎 de convencer a Zoro de que la ayudara en su plan de escape, lográndolo después de un tiempo.

Mientras la chica sacaba una gansua de su zapato y realizaba su plan maestro, yo seguía tratando de cortar la soca que apricionaba mis manos. ¿Pero de qué estaba hecho esto? ¿de hierro?

──Viene alguien. ──dijo rápidamente Zoro, siendo el encargado de vigilar.

──¡Pues dístraelo! ──le exigió Nami, haciendo un último esfuerzo para abrir el candado, fallando rotundamente──. Habla con él o algo.

A Zoro pareció ofenderle tal sugerencia.

──Yo no hablo, peleo. ──se limitó a responderle, usando un tono severo y una mirada cruel al dirigirse hacia la zanahoria.

Uh sí, que malo eres.

──Siempre hay una primera vez, verdecito ──le respondí, comanzando a amar ese apodo.

Sin preocuparme en mirar la expresión de Zoro ante mi comentario, alcé mi mirada hacia las cuerdas que retenían mis manos fugazmente, sintiéndome orgullosa al ver que estaba logrando un avance. Después, decidí clavar mis ojos en los enfurecidos del hombre frente a mi

──Así que pon tu mejor cara y dístraelo si quieres salir de este intento de circo. ──agregé, más como una orden que una sugerencia.

Zoro solo se limitó a fulminarme con la mirada ─¿qué acaso no le enseñarom que a las lindas no se le mira feo?─, cualquier respuesta que iba acompañar su mirada quedó descartada de inmediato cuando la figura de alguien comenzaba a asomarse por la puerta. A la par, y de forma casi inmediata, Nami y yo detuvimos nuestros movimientos, actuando de la forma más normal y casual que pudimos.

El "alguien" cobró forma y rostro, mostrándose como un hombre delgado de cabellos ridículos y que usaba como transporte un ¿monociclo?

La ridiculez de hoy en día no tiene limites.

──Dama Roja ──se dirigió hacia mi una vez se bajó de su ridículo coso de rueda, saludándome con una reverencia.

Noté como Zoro apretaba las cuerdas que lo mantenían prisionero. Yo, por mi parte, sonreí arrogante ante ese gesto, la atención siempre ha sido mi debilidad.

──Típico de los piratas, venerar al más maldito entre todos. ──dijo Zoro con asco, causando que el recíen llegado lo mirase, expulsando dagas por los ojos.

Ni siquiera me inmute ante su comentario, no era la primera vez qur se dirigían a mi con desprecio, estaba..., acostumbrada.

¿No tendría por qué ser diferente hoy, cierto?

A pesar de eso, no pude evitar rodar los ojos y enseñarle el dedo del corazón con una sonrisa de labios cerrados.

No sé porque su comentario produjo esa reacción infantil en mi, fué un halago sumamente gentil en comparación con otros que he recibido a lo largo de mi vida, pero no he podido evitarlo, lo hice sin pensar.

En fin, no le daré importancia y mejor sigo mi papel de narradora.

El hombre de pésimo peinado, el cual se presentó como Cabaji, comenzó a narrar su deseo de venganza hacia Zoro, explicando que él los cazó día y noche antes de matar a su hermano.

Nami y yo nos dedicamos una mirada fugaz, entendiéndos de inmediato. Era nuestro momento, si no era ahora no sería nunca.

Zoro estaba haciendo su trabajo, a pesar de sus quejas al comienzo, estaba distrayendo a Cabaji.

Pero, en un momento, el ruido de Nami forzando la cerradura hizo demasiado eco en el lugar, llamando momentáneamente la atención del horrible muchacho.

Nos quedamos inmóviles en nuestro lugar, como estatuas, hasta que Zoro volvió a llamar la atención del hombre frente a él.

──No recuerdo a tu hermano. ──uhh, eso había sido un golpe bajo. Ahora si que tenía toda la atención del chico.

Cegado por la rabia y ced de venganza, Cabaji no se fijaba en otra cosa que fuese lanzarle cuchillos al cuerpo de Zoro en movimiento.

Aunque sinceramente no sabía si realmente quería darle a él o su objetivo era decorarlo con cuchillos filosos.

Si su objetivo era lo segundo lo hacía de maravilla, si era el primero..., bueno, mejor que se dedicara a otra cosa.

Pero su pésima puntería no iba a distraer mi trabajo de cortar las cuerdas de mis muñecas con mi pulsera. Casi solté un chillido de emoción cuando sentí las cuerdas cortarse al fin, liberándome.

Me quité las cuerdas con cautela, aguantando la respiración y haciendo el mayor esfuerzo para aplicar la experiencia que mis años de asesina me habían dado en el arte del sigilo.

Mis ojos volvieron a dirigir a Zoro, como si fuésemos un imán, su precencia atraía mi mirada y atención constantemente.

Fué entonces que noté el cuchillo que se encontraba serca de la muñeca de Zoro, específicamente cerca de la cuerda que encarcelaba su muñeca.

Estaba casi a punto de ser cortada, estando sujeta únicamente por un debilucho e insignificante hilo, demostrando que Zoro llevava rato cortado esa cuerda con cautela y sigilo.

Le dediqué un asentimiento de cabeza al verdecito, con la esperanza de que él entendiera el plan que se acababa de formar en mi mente. Me respondió de igual forma, pero más lento y casi de manera imperceptible.

Fué entonces que noté que él también me estaba mirado.

Me sujeté del trazo de cuerda que aún colgaba del techo y que minutos antes me mantenía prisionera, me sujeté de ella con fuerza, agarrando brevemente todo el impulso que podía sin levantar sospechas.

Miré a Nami, la cual ya estaba liberada de su mini jaula, asintió, lista y en espera de que ejecutara mi plan. Ella también estaba atenta a lo que ocurría.

Una vez agarré un buen impulso, sujetada por la cuerda me lancé hacía Cabaji, proporcionadole una doble patada en los músculos lumbares.

Sin saber siquiera quién fué su atacante, cayó sobre el cuerpo de Zoro -pero que envidia-, el cual no dudó ni dos segundos en ahorcarlo con su brazo libre, demayándolo.

Cabaji cayó al suelo, y de un salto lo seguí, al fin libre.

──Eso salió bien.── comenté divertida, mientras me sacudía el polvo imaginario de las manos.

──Tú ──las palabras de Zoro me hicieron retroceder, ignorando el hecho de que seguía atado──. A penas me libere, voy a matarte.

Con una media sonrisa me acerqué a donde mis armas se encontraban -¿quien deja las armas de los secuestrados en el mismo lugar donde fueron secuestrados? Novatos-.

Me asomé por la puerta, solo para encontrarme con una fila de fenómenos listo para atacarnos a penas pongamos un pie fuer.

Me dirigí a Zoro con una sonrisa, viendo como Nami le soltaba las cuerdas.

──Lo siento, hay una fila larga de espera para eso ¿deseas agendar una cita? ──pregunté con falso interés y burla, tomando mis abanicos modificados. Ya sabían quién era, no había necesidad de esconderme.

Cuando Zoro hizo ademán de acercarse a mi y, muy probablemente tratar de matarme, Nami se interpuso en los dos.

En este punto, sus ojos me miraban con tanto fervor e insistencia, además de la gigantesca cercanía que teníamos los dos. Dejando a Nami, con su reducida altura, en el segundo plano.

Estaba segura que si alguien entraba en esa puerta, no vería a Nami al estar oculta detrás del musculoso cuerpo de Zoro; e, incluso, me atrevo a creer que mi sonrisa sancarona y la seria pero penetrante mirada de Zoro haría dudar a esa persona de si interumpe un creciente enfrentamiento o un posible beso
─bueno, mientras no pusise demasiada atención al filo en mis manos.─

Con esa imagen en mente no puedo evitar pensar: 《Zoro, ¿me estas amenzando o coqueteando?》

──Cualquier cosa que tengas pendiente con ella, resuelvelo después de salir de este asqueroso circo.──las palabras de Nami parecieron lograr que Zoro se calmara y yo, después de guiñarle un ojo con burla, guardé el cuchillo que se escondía en el clavillo de mi abanico y que hasta hace poco le apuntada directo al centro del pecho.

Vamos, que sea guapo y portador de unos hermosos ojos, no quiere decir que no sea capaz de matarlo.

Hay una diferencia.

Le lancé las katanas a Zoro, causando su desconcierto.

──Ya oíste a la capitana.──le dije, guardando todas las armas que tenía y comienzo a creer que tengo una cantidad exagerada de armas.

Zoro decidió ignorarme ─muy maduro─, y en cambio se dirigió hacia la zanahoria.

──¿Cuál es el plan? ──le preguntó, colocándose las katanas que yo le pase en su lugar, ¡ni un gracias me dijo el muy maldito!

Esto me gano por ser amable, no lo hago más.

──Pelear. ──le respondió ella, tomando su arma y na sonrisa adornaba su rostro.

Oh, sí, ahora empieza lo bueno.

──¡¿DE DÓNDE CARAJOS SALEN TANTOS?! ──me quejé, para después  impulsarme de una de las parades del pasillo que ahora era nuestro campo de batalla para darle una patada a uno de los cientos fenómenos del lugar y cortarle la garganta a otro al caer.

Llevábamos un rato largo peleando, ¡y seguían y siguían apareciendo fenómenos!

¿Acaso es la nueva moda? ¿Multiplicarse como ratas?

Al cabo de un laaargo rato logramos acabar con todos.

Respirábamos agitados sobre una montaña de los cuerpos inconsciente de nuestras víctimas.

──Ahora hay que ir por Luffy. ──dijo segura Nami, tomando con fuerza su ¿palo? ¿arma? ¿bastón? no se, le diré "coso golpeador".

No hablamos, no fué necesario, un asentamiento de cabeza y el comenzar a correr en dirección a la voz del payaso dueño de este espantoso circo, fué suficiente respuesta.

Aunque me hubiese gustado descansar un poco más, Luffy nos necesita.

Cuando llegamos la imagen frentr a mi me desconcertó, pero no me sorprendió, era típica de Buggy.
Luffy, en medio del escenario, iluminado directamente por un reflcror y encerrado en una cabina de agua.

──¡Fenómenos! ¡¿Dónde estan mis fenómenos?! ──gritó Buggy desesperado, claramente no se esperó vernos ahí, odiaba los imprevistos en sus "shows" y más si arriesgaban su plan y, bueno, su vida.

──No vendrán. ──respondió Zoro con arrogancia, con sus katanas en mano y el pecho agitado por la batalla de hace unos minutos

Entonces, dejé de prestarle atención a su charla cuando entendí porqué la alección de la inusual trampa de Luffy.

La anormal flexibilidad de Luffy venía del mismo lugar que la capacidad de cortarse en trocidos de Buggy: la fruta del diablo.

Lo cual significaba que el estar en esa prisión acuática era más mortal para Luffy de lo que parecía a simple vista.

Con rapidez y una agilidad sorprendente ─cabe recalcar─, tomé el coso golpeador de Nami y lo lancé con todas mis fuerzas hacia el cristal. El golpe fue limpio, fuerte y, perfecto, ya que de inmediato se rompió la prisión, liberando a Luffy.

Cuando salió, el mapa salió disparo de, ¿su interior? ¿acaso se lo había tragado? ¿ese era el "lugar seguro"? Util, pero desagradable, yo no volvería a tocar ese mapa si no pasaba por una profunda limpieza antes.

Pero eso no fue todo, el sombrero de paja del vaquero también salió volando por los aires.

Había dos pertenencias suyas en el suelo y, a pesar de que el mapa no representada ningún valor directo para mi, la posibilidad de venderlo y el deseo de frustrar los planes de Buggy me era suficiente razón para desear que Luffy agarra el bendito mapa que tantos problemas nos causó conseguir.

Pero mis deseos fueron épicamente ignorados, porque Luffy fué por su sombrero, su estúpido sombrero de paja; y la idea de quemar esa bola de paja me resultó sumamente tentadora.

Ver la triunfante sonrisa de Buggy me hervía la sangre, había conseguido ese mapa a raíz de mi esfuerzo ─y con la partición de unos vegetales y vaqueros por aquí y allá─.

Me quedé estática en mi lugar, profesando insultos hacia Luffy y su sombrero, sin escuchar las palabras amenazantes de Zoro sobre despedazar a Buggy.

Esperen, ¿despedazar?

──¡Zoro espera! ──le grité, pero era tarde cuando él se abalanzó sobre Buggy y él, rápidamente, ya estaba cortado en múltiples porciones y volando por los aires.

En otra oportunidad eso me hubiera resultado atractivo, ahora me es irritante.

Espalda contra espalda, así estábamos Zoro, Nami y yo, buscando alguna manera de salir de esta.

──¿Ahora qué? ¿Cómo corto algo que ya esta en pedazos? ──preguntó Zoro y, a pesar de sus intentos de ocultarlo, se le notaba que había cierto temor en su voz, y con justa razón.

──No tengo ni la menor idea, verdecito. ──le respondí conectando, por primera vez desde que supo mi identidad, mi mirada con la suya directamente.

Ambas reflejaban lo mismo: temor.

Estábamos jodidos.

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HIII 💗💗💗

FELIZ AÑO MIS AMORES

¿Cómo recibieron ese año nuevo?

Primera actualización del año, woooow

¿Alguien fan de Percy Jackson? Porque estrené un fic de él hace poco jsjs

¿Por qué creen que terminaron Buggy y Tanewen? No veo teoriaaas.

Hasta el próximo capítulo, cada vez más cerca de encontrarse con Ussop!!

Que tengan un bello año, los quieto, baaaay 💗

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