Capítulo 48

- Finalmente estamos de vuelta en el dormitorio, sheesh... - murmuró el animalito agotado sobre la cabeza de la pelirrosa. Después de que se acabara el banquete la heterocromática se había despedido de sus compañeros y había marchado hacia el dormitorio abandonado.

En su vida se había divertido tanto; desde disfrutar de la deliciosa comida de Scarabia, bailar y cantar hasta jugar con sus compañeros, Floyd incluso la enseñó a nadar y también arrastraron a Azul en contra de su voluntad al agua para que los acompañara, una deliciosa velada sin duda alguna.

- Me siento tan relajada - comentó alegremente la pequeña abrazando contra su cuerpo al pequeño animalito de peluche que tenía por compañero. Pero había algo en el fondo que no estaba bien, no se acababa de encontrar bien.

- ¡Hey vosotros dos! - la fémina levantó su cabeza y apartó los malos pensamientos de su mente para centrarse en aquella voz. Eran sus amigos fantasmagóricos que venían a recibirla con una sonrisa que no tardó demasiado en dibujarse también en su rostro.

- Vivir con fantasmas es algo lindo después de sufrir en aquella prisión - comentó el de orejas flameantes con una sonrisa relajada.

- Pensamos que les ocurrió algo ya que no volvieron a casa - explicó el más larguirucho cuando estaban delante de los más bajos - estábamos muy preocupados por vosotros ¿sabéis? Hihihihi - la de cabello trenzado se disculpó varias veces ante aquello, su intención no era preocupar a nadie y menos a sus amigos fantasmales.

- Me alegro ver que por lo menos están sanos y salvos - comentó Pedro con una pequeña sonrisa.

- También nos encargamos de poner leña en la chimenea - añadió el tercero haciendo que la pequeña se quedase en blanco por unos segundos procesando lo que acababa de oír, ¡demonios! ¡Cómo se pudo olvidar! Menos mal que los fantasmas estaban allí porque si no no sabía lo que podría haber pasado.

- Después de todo no queríamos pasar frío durante las vacaciones - añadió el llamado William.

- Exactamente - contestó el más rellenito del grupo - además, ya llegó la comida que el director prometió - añadió haciendo que que los ojos de los contrarios se iluminasen. La de orbes bicolor no solía celebrar demasiado las festividades, pero los pocos recuerdos que tiene con su hermano eran maravillosos; montaban un pequeño arbolito de Navidad en su habitación del hospital y comían comida de algún restaurante barato, además de que dejaban que el joven se quedase a dormir allí, y al día siguiente debajo del árbol aparecían un par de regalos; atesoraba esos recuerdos como una de sus pertenencias más valiosas, y en ese momento recordó a su hermano, "quizás el señor Crowley lo está buscando" pensó inocentemente la pequeña, aún se aferraba al pensamiento de poder verlo otra vez.

- ¡Nyahaha! ¡¡Recompensas!! - exclamó emocionado el de cola de tridente bajándose de la cabeza de su compañera - ¡Vamos Inku, vamos a echarle un vistazo! - dijo girándose una última vez para ver a la pelirrosa y después salir corriendo al interior de la estructura. La heterocromática no pudo evitar reír levemente al ver al minino tan emocionado por aquello, le provocaba mucha ternura.

Iba a reunirse junto a él cuando de repente escuchó una voz a sus espaldas que la hizo saltar.

- Oh, veo que has vuelto - se dio la vuelta rápidamente, preparándose para echar a correr si la situación lo requería, pero no era así. Al girarse sus músculos se relajaron y sus ojos se abrieron como platos al ver a la persona que había hablado. Delante de ella estaba aquel chico tan peculiar de cabello oscuro y mechones lilas.

- Tú eres... - estaba tan sorprendida que le costaba articular alguna frase coherente.

- Kufufu, ya veo, esa reacción podría rivalizar con la de Sebek - comentó el contrario con una sonrisa enternecida confundiendo cada vez más a la de cabello trenzado ¿Quién era Sebek? Su nombre era bastante curioso - soy Lilia Vanrouge, viceprefecto de Diasomnia - se presentó muy educadamente haciendo una pequeña reverencia delante de la menor - he venido aquí para entregar una tarjeta navideña de mi maestro - explicó entregándole el objeto a la más joven, era una tarjeta con diversas decoraciones típicas de la festividad en la que ponía "Feliz Navidad" - parece estar atormentado por el hecho de que nadie lo invitó a ninguna fiesta nuevamente este año... - continuó, apoyando su cara en su mano con una expresión de pena - si tienes oportunidad de organizar una fiesta ¿podrías invitarlo también? - rogó poniendo las manos juntas delante de su cara a modo de súplica, la pelirrosa asintió energéticamente haciendo que los labios del contrario se curvaran en una sonrisa enternecida - Muchas gracias, ahora debo de irme, ten una felices vacaciones - y tras decir eso acarició la cabeza de la fémina despeinándola para después desaparecer.

- ¿El nombre del remitente es... M.D...? - se preguntó a sí misma la heterocromática confusa prestando algo más de atención al objeto, ¿a lo mejor era el verdadero nombre de Tsunotaro? Intentó pensar en el significado de todo aquello, pero una voz estridente y chillona la interrumpió.

- ¡¡Inku~~~!! ¡Voy a comerme todo si no te das prisa! - advirtió el felino el cuál llevaba un rato esperando a la pequeña desde el interior del edificio para comer, los ojos de la pelirrosa se abrieron al escuchar eso y rápidamente echó a correr.

- ¡Espérame! - gritó mientras intentaba que su compañero no arrasara con la comida.

- ¡Hohoho! ¡Felices vacaciones! - exclamó uno de los fantasmas alegremente mientras salía volando por los cielos.

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- ¡Hey Inku! Feliz año nuevo - saludó el pelirrojo al ver a la pequeña. Ya habían acabado las vacaciones y los alumnos empezaban a regresar a la institución, realmente las vacaciones habían sido extraordinarias para todos, bueno, quizás no para todos.

Después de disfrutar de la comida con los fantasmas y el animalito, el estado de la de cabello trenzado empeoró considerablemente. Tuvo que estar en cama por lo que restaba de vacaciones, tenía tanta fiebre que ni siquiera podía moverse o hablar correctamente, además de que a veces escupía algo de sangre mezclada con tinta lo cuál no era muy buena señal. Los fantasmas y Grim se ocuparon de cuidarla, pero aún así necesitaban medicinas, y ahí es donde entran los de Octavinelle y Scarabia que no dudaron en aportar algo que aliviase el dolor de la menor. Incluso Lilia y Tsunotaro la visitaron, pero ella no se acuerda.

- No hace mucho que nos vimos, pero parece que ha pasado más tiempo - intervino el de dibujo de pica sacando a la pelirrosa de sus pensamientos. Decidió no contarles lo que había sucedido durante las vacaciones pues prefería ignorar esa clase de problemas.

- Jeje~ Apuesto a que me extrañasteis durante las vacaciones - comentó el minino con aires de superioridad.

- No bloqueéis el paso, muchachos - la heterocromática se giró hacia aquella voz encontrándose con el lobo de Savanaclaw.

- ¡Oh Jack! Te ves menos bronceado que de costumbre - comentó el de dibujo de corazón.

- ¿En serio? - cuestionó el contrario algo extrañado - supongo que es porque fui con mi familia a esquiar durante las vacaciones - supuso.

- Oh~ ¿vives en una zona nevada? - preguntó la de cabello trenzado con curiosidad. Sus ojos resplandecían con ilusión al imaginarse un paisaje nevado como el de las películas, y aunque ya vio nieve al principio de las vacaciones, la idea de un día en la nieve con sus amigos se le hacía muy atractiva.

- ¿Qué es esquiar? - preguntó el de orejas flameantes con curiosidad - ¡Yo también lo quiero probar! - exclamó emocionado, empezando a corretear por el suelo.

- ¡Deja de moverte entre mis pies, Grim! - exclamó el de cabello azul oscuro intentando no pisar al animalito. Al hacer esto comenzó a retroceder inconscientemente y chocó contra un joven de cabello lila y grandes ojos azules; ambos cayeron al suelo - ¡Lo siento! - exclamó arrepentido mientras se levantaba - ¿Estás bien? - preguntó tendiéndole la mano dispuesto a ayudarle a levantarse. Pero en lugar de eso el joven de apariencia delicada comenzó a llorar preocupando cada vez más al integrante de Heartslabyul.

- ¡Profesor~! ¡Deuce hizo llorar a alguien de otro dormitorio! - exclamó el pelirrojo con una voz más aguda e infantil, burlándose de la situación. La pequeña le dio un pequeño golpe en la pierna para regañarle.

- ¡No bromees, Ace! - exclamó el de dibujo de pica enojado girándose hacia su compañero - lo siento, no pensé que te habrías hecho tanto daño - se volvió a disculpar mientras se giraba hacia el desconocido con una expresión de arrepentimiento - te llevaré a la enfermería, así que puedes apoyarte en mi hombro si lo necesitas.

- ¡Ya... Ya he tenido suficiente...! -gritó el de cabello lila desesperado y confundiendo a los presentes aún más. Se levantó con rapidez del suelo y salió corriendo alejándose de los de primer año.

- Ah, se fue - comentó el de orbes rojizos colocando sus manos tras su cabeza en un gesto relajado.

- Está en la misma clase que yo - intervino el de ojos ámbar captando la atención de sus compañeros - Él es de Pomefiore. Um... Epel Felmier creo que se llamaba - explicó pensativo.

- Epel de Pomefiore... - repitió embobado el de dibujo de pica mientras miraba fijamente por donde se había ido el chico. La de cabello trenzado también se quedó mirando en la misma dirección que Deuce algo preocupada por la salud del tal Epel, además sentía que no sería la última vez que se verían...

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¡¡Ya apareció la manzanita
\(>w<)/!! Estoy tan feliz de acabar este arco y empezar el siguiente. Tengo muchas cosas pensadas, pero bueno ¿qué les pareció el capítulo? La salud de Inku poco a poco se está yendo a la m*erda, pero bueno yo no puedo decir nada sobre ello 😈😈😈😈😈.

En fin, este será el último capítulo de este libro, crearé otro libro para el resto de arcos, porque tampoco quiero que haya más de 100 partes, así que os avisaré por aquí cuando lo suba.

Tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo.

Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

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