Capítulo 47
- Inku, ¡Inku! ¡INKU! - algo blandito impactó contra su cara despertándola, sus ojos se abrieron rápidamente y analizó la estancia dónde estaba. Estaba en el Lounge junto a los demás. Juraría que escuchaba la voz de su hermano en su cabeza, pero estaba tan lejos que apenas podía saber que decía ¿qué demonios pasaba? Además notaba algo pegajoso por todo su cuerpo, lo cuál suponía que eran aquellas manchas de tinta que posiblemente acabarían consumiéndola.
- Qué alivio. Parece que todo ha acabado bien - suspiró el de lentes aliviado. La pelirrosa se dio cuenta de que Jamil había vuelto a la normalidad y de que Kalim estaba abrazado a él llorando como una magdalena.
Empezó a recordar lo que había pasado y se dio cuenta de que había vuelto a ser su magia única para derrotar a Jamil, suponía que por eso las manchas habían crecido exponencialmente.
- Estoy tan contento de que estéis vivo... Estoy tan feliz... - lloriqueó el albino aún abrazado a Jamil.
- ¿Por qué lloras? - preguntó el de ojos oscuro con una mueca de desagrado.
- Yo... no sabía que tipo de vida habías estado soportando. Yo-yo no... no me di cuenta de cómo te sentías en absoluto - las palabras se atascaban en su garganta debido a las lágrimas - hiciste muchas cosas malas... pero siempre estuviste allí para mí - dijo con una sonrisa melancólica - por eso... acabemos con esto. Dejemos de preocuparnos por el estatus de nuestros padres. Dejemos de ser sirviente y maestro y comencemos a ser iguales - propuso sin dejar de sonreír de una manera inocente y dejando en shock a su compañero - comencemos siendo rivales y compitamos por ver quién es el mejor, comencemos desde un punto de vista igual. Seamos amigos, Jamil - concluyó cortando el abrazo pero estirando su mano para que se la estrechase.
- ¿Un punto de vista igual... amigos...? - cuestionó el de orbes chocolate cruzándose de brazos y alzando una ceja inquisitiva - una propuesta muy típica de él - comentó para que después sus labios se curvaran en una sonrisa - Entonces déjame decirte esto, ya que ya no somos maestro y sirviente - tras decir esto se quedó unos segundos callados para aumentar el suspense y la sonrisa que se había formando en su rostro antes se desvaneció dejando una mueca enojada - ¡NI DE COÑA!
- ¿QUÉ~~~~~~~~~? - exclamaron al unísono el de orbes rubí y la heterocromática en shock.
- ¡Eres tan estúpidamente torpe, y un niño rico, realmente despreocupado y materialista! ¡Cómo si alguien quisiera ser amigo de alguien así! - gritó haciendo sentir mal tanto a Kalim como a Inku, no creía que se mereciese tal desprecio(?, además de que ella sí querría ser amiga del peliblanco, aunque a veces era algo desastre.
- No se está conteniendo en absoluto - comentó el de cola de tridente bastante sorprendido.
- Yo no veo ningún problema - opinó el de sombrero de mafia con una sonrisa extraña - para mí, este Jamil-san es mucho más favorable.
- ¿Por qué sonríes así? - cuestionó el de cabello trenzado retrocediendo un poco - es espeluznante...
- Siempre he sentido curiosidad por ti desde que estábamos en primero - confesó el líder de Octavinelle, desconcertando al nombrado - no sueles destacar, ni siquiera académicamente. Pero aún así... nunca obtienes malas notas. Supuse que tal vez lo hacías a propósito. No es que sea algo imposible después de todo. Siempre pensé que habría un significado oculto tras tus acciones y finalmente eso cobró sentido con esto - finalizó con una sonrisa victoriosa.
- Ya veo - comentó el mayor de los heterocromáticos apoyando su barbilla en su mano - Azul saca buenas notas, pero sería mucho más fácil empezar a contar desde abajo en sus notas de educación física - añadió con una sonrisa burlona.
- E-Eso es un poco extremo - murmuró la pequeña asustada de la posible reacción del de cabellos plata.
- Finalmente entendí todo después de jugar unas partidas a mancala. Jamil-san controló el flujo del juego para no hacer enfadar a Floyd - prosiguió el de ojos azules ignorando el comentario de su subordinado.
- Eh~ ¿En serio? ¿Él puede hacer eso? - cuestionó el de pelo aqua ladeando la cabeza confundido.
- Sería demasiado obvio que perdiera de repente, y si hiciera que Floyd fuera contra mí, definitivamente se molestaría - explicó el prefecto de Octavinelle ajustándose las gafas - lograste que tu oponente se sintiera mejor después de ganar. No es algo que un estudiante promedio pueda lograr.
- ¡Sin embargo tú no dudaste en ganarnos! - exclamó el animalito señalándolo enojado, pero igualmente el contrario volvió a ignorar el comentario.
- Mis sospechas estaban en lo correcto ¡Las verdaderas habilidades de Jamil-san son maravillosas! - exclamó con una gran sonrisa.
- ¿A qué sí? - cuestionó el de orbes rojizos con su deslumbrante sonrisa, orgulloso de su compañero - ¡Él es realmente asombroso!
- Creo que te llevarías mejor con alguien como yo, Jamil-san ¿Qué te parece? ¿Por qué no te transfieres a a Octavinelle y le muestras a todos lo que puedes hacer? - le propuso el de ojos azulados con una sonrisa maliciosa.
- Ni de broma - contestó cortante el viceprefecto de Scarabia fulminando al contrario con la mirada mientras se cruzaba de brazos - ¿Qué te pasa? ¿Cómo se te ocurre decir eso tan de repente? ¡Realmente me enervas Azul! No querría ser tu amigo jamás - concluyó con el ceño fruncido.
- Oh~, te rechazaron - se burló el mayor de los hermanos hurgando más en la herida.
- Fufufu... no me importa - contestó el contrario con una sonrisa - al final me vino bien para mí, ya que tengo nueva información para mi colección.
- ¿Oh~? ¿Tu colección "debilidades de la gente"? - cuestionó Floyd con su sonrisa dentada, confundiendo a la pequeña ¿colección de debilidades? Ella coleccionaba cromos de animales, pero bueno, cada uno tiene sus hobbies.
- Hmph... No es como que eso vaya a cambiar algo - habló el de pelo trenzado con una expresión seria - no me contendré más a partir de hoy, Kalim - declaró - nunca más. No voy a perder más.
- Sí... ¡Yo tampoco voy a perder! - contestó el albino determinado.
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Sniff, sniff
Ya había anochecido y después de recoger el desastre que había provocado Jamil, cada uno se fue a sus respectivos cuartos.
- ¿G-Grim? - le llamó la de pelo trenzado frotándose el ojo adormilada. Se sentía algo mareada, pero al no ver a su compañero por ninguna parte se levantó junto a su peluche y salió en busca del animalito.
Caminó durante unos minutos por el dormitorio intentando encontrar al de orejas flameantes hasta que escuchó una voz chillona, estaba segura de que era Grim.
Corrió hacia el lugar con una pequeña y alegre sonrisa pintada en su rostro hasta llegar al salón. Allí se encontró con el de cola de tridente, pero había algo que estaba mal. El felino estaba sentado de espaldas a ella, parecía que estaba comiendo algo además de no dejar de susurrar cosas que la pequeña no alcanzaba a oír.
- ¿G-Grim? - preguntó la pelirrosa algo preocupada por su compañero. Él se dio media vuelta para quedarse mirándola, ella se dio cuenta de que, en efecto, su amigo estaba ingiriendo algo - Hey ¿qué estás comiendo? - preguntó alarmada para después acercarse e intentar sacar de la boca del contrario lo que quisiera que estuviera devorando, pero en respuesta recibió un gruñido de advertencia y una mala mirada.
Ella se alarmó, no sólo ante eso, también ante el hecho de que por un segundo le vio como una sombra oscura de ojos brillantes.
- ¿G-Grim? - le volvió a llamar algo asustada. La expresión del contrario se relajó y ladeó su cabeza mostrando curiosidad.
- ¿Sí? - contestó sin entender muy bien la expresión de la contraria - ¿Qué haces aquí Inku? Deberías estar durmiendo - volvió a hablar. El shock de la heterocromática no se podía describir con palabras ¿qué acababa de pasar? ¿se lo habría imaginado?
- S-Solo vine a buscarte, ¿p-por qué no volvemos a dormir? - propuso con una sonrisa nerviosa, no sabía muy bien porqué pero lo dejó pasar esa vez, al fin y al cabo era la primera vez que pasaba eso ¿no?
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- ¡Muy bien! ¡Jamil está de vuelta en perfectas condiciones y hemos terminado con nuestro campamento! ¡Celebremos con un banquete! - exclamó el albino con una sonrisa. Ya había pasado un día desde el overblot, así que Kalim decidió organizar un banquete junto a Jamil y los demás en el oasis. Inku apenas había podido dormir aquella noche, no había parado de darle vueltas a lo de Grim y no acababa de encontrarse bien.
Habían preparado todo para la celebración y cargado a los camellos desde comida y agua hasta trajes de baño.
- Muy bien... ¡Tomemos los elefantes y pavos reales y hagamos el desfile! - exclamó el de orbes rojizos sacando de sus pensamientos a la pequeña y animando a todos los presentes, al fin toda esa pesadilla había acabado.
...
- ¡Ya estamos todos listos! - exclamó alegremente el de tez morena cuando llegaron al oasis - ¡Todos, asegúrense de comer, cantar y bailar cuánto quieran! ¡Olvidemos todas las cosas. malas que sucedieron! ¡Vamos, bailemos Jamil! - exclamó tomándolo de las manos y arrastrándolo junto a él.
- ¡E-Estoy bien! - contestó él algo sonrojado mientras intentaba liberarse del agarre del contrario.
- ¡Oye...! ¡...Vosotros... ! - aquella voz en la lejanía llamó la atención de la de cabello trenzado y la de su compañero.
- ¿Hm? Creo que hay alguien corriendo por el desierto en nuestra dirección - puntualizó el de orbes azules forzando un pelín la vista para poder saber quién era.
- ¡Hola Inku, Grim! - exclamó cierto pelinaranja de Heartslabyul al llegar a la altura de la nombrada.
- ¿Están bien chicos? - preguntó su compañero sin aliento.
- ¿¡Ace y Deuce?! - exclamaron los pequeños al unísono al ver a sus amigos.
- ¿Qué...? Hace mucho calor aquí ¡Ni siquiera estamos en primavera! - se quejó el de dibujo de corazón jadeando, entre la carrera y el clima estaban agotados.
- Pensé que los dos volvieron a sus casas para pasar las vacaciones - comentó la de ojos bicolor algo confusa por la presencia de ambos jóvenes.
- ¡No me digáis que lo habéis olvidado! - exclamó el de orbes rojizo sorprendido y confundiendo a la fémina aún más.
- Nos enviaste un mensaje diciendo que estabais prisioneros en Scarabia... después de eso no nos pudimos volver a poner en contacto con vosotros, así que decidimos venir - explicó el de dibujo de pica haciendo sentir un poco mal a la pelirrosa al saber que había hecho venir a sus amigos hasta allí para nada, por lo menos podrían disfrutar el banquete.
- ¿Oh? ¿Son tus amigos Inku? - preguntó Kalim inocentemente apareciendo de la nada.
- Oh, es Kani-chan ¿viniste a jugar? - preguntó el gemelo menor con su típica sonrisa dentada apareciendo también de repente.
- ¿Kani-chan...? - cuestionó el peliazul confuso.
- Ah, estoy en el club de baloncesto con Floyd-sempai y Jamil-sempai - explicó Ace.
- ¡Oh, ya veo! - exclamó el prefecto de Scarabia alegremente - ¡Los amigos de Jamil son mis amigos! ¡Vengan y únanse a la diversión!
- Tenemos pizza y pasta si quieren - les ofreció el líder de Octavinelle con su característica sonrisa.
- ¿Les gustaría tomar algo? - cuestionó el mayor de los Leech con la misma sonrisa que su compañero.
- ¡Uh! ¡Son los tipos de Octavinelle! - exclamó el pelirrojo retrocediendo levemente.
- ¿Qué están haciendo ellos aquí? - susurró su compañero igual de asustado.
- ¡No os podéis imaginar por lo que hemos pasado, yanno! Os contaré todo sobre mi heroica historia ¡tomad asiento! - habló el animalito emocionado de poder presumir su "increíble" historia.
- ¿Qué demonios...? -murmuró confundido el de orbes rojizos para después suspirar pesadamente - Bueno parece que los están a salvo, así que me vale - concluyó apoyando su mano en su cintura.
- Menos mal, realmente nos dieron un buen susto - añadió aliviado el peliazul con una pequeña sonrisa.
- ¿Oh? ¿Estaban preocupados? - preguntó la de cabello trenzado algo sorprendida.
- No es nada importante. Me aburría jugando en casa - contestó el de dibujo de corazón de forma tsundere.
- Te dijimos que podías enviarnos un mensaje en cualquier momento, así que está bien - añadió el de orbes azul marina como si no fuese nada.
- Solo sed honestos y aceptad el cumplido, yanno - murmuró el animalito fulminándolos con la mirada.
La pelirrosa al escuchar esto se abrazó a las piernas de ambos y les miró con una sonrisa y un par de lagrimitas en sus ojos.
- ¡Muchas gracias! - exclamó la fémina haciendo que ambos integrantes de Heartslabyul casi mueran de diabetes.
- Muy bien ¡comencemos el banquete! ¡Poned más música, servid más comida~! ¡Estas serán las mejores vacaciones de mi vida! - exclamó el de tez morena con su deslumbrante sonrisa.
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Solo queda un capítulo más de este arco :0 guau, esto fue rápido.
Quería decirles que después de acabar este arco voy a hacer otro libro para el resto de arcos, porque si no este libro va a tener 100 partes y no hay ganas.
Pero bueno ¿qué les pareció el capítulo? Grim ya se está volviendo loco, eso no va a acabar bien...
Tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo.
Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️❤️
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