Después del entrenamiento, varios estudiantes se encargaron de llevar a los dos integrantes de Ramshackle a su habitación y volver a encerrarles. Ni siquiera pudieron resistirse pues estaban agotados.

- ¿Se han ido los vigilantes? - preguntó el animalito en voz baja con la oreja pegada a la puerta - ese entrenamiento fue tan duro que me hizo querer vomitar. El director es completamente inútil... Tenemos que hacer algo al respecto por nuestra cuenta. Y entonces, siendo yo tan brillante, como siempre ¡he pensado en un plan de escape infalible! - exclamó el de orbes azules orgulloso de sí mismo mientras se acercaba a su compañera, la cuál estaba tumbada boca abajo sobre la cama junto al señor abrazos, estaba tan cansada que apenas se podía mover, sin duda mañana tendría agujetas.

- ¿Cuál es tu plan? - preguntó la pelirrosa con un hilo de voz mientras levantaba un poco la cabeza del colchón.

- Escucha y sorpréndete, conseguí algo útil para escapar ¡Mira esto! - exclamó el de orejas flameantes enseñándola una cuchara, la heterocromática se quedó mirándole unos segundos para después volver a hundir su cara en las sábanas - si usamos esta cuchara para cavar el suelo, estaremos fuera en poco tiempo.

- N-No quiero deprimirte Grim, pero no creo que vaya a funcionar - comentó la de pelo trenzado sin levantar la cara de la cama.

- ¡Déjamelo a mí! ¡No me llamaban "la excavadora" en mi ciudad por nada, yanno! Tú vigila que no venga nadie - ordenó el felino empezando a cavar, la pequeña se levantó con dificultad del mueble tomando a su peluche y se acercó a la puerta para asegurarse de que nadie se acercase.

Ambos jóvenes pasaron varias horas trabajando casi sin descansar para cumplir con su meta. Ni siquiera se enteraron de en qué momento los dos se quedaron dormidos. La luz de la ventana fue el despertador de la de ojos bicolor, al igual que otro portazo dado por uno de los integrantes del dormitorio.

- ¡Levántense, los dos! - gritó el estudiante asustando a los dos alumnos del dormitorio abandonado - es hora de entrenar por la mañana. Vamos a marchar al oasis del Este - explicó mientras cerraba la puerta con bastante fuerza. Ambos se levantaron de la cama y se fueron a preparar para la caminata.

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- Tengo tanta sed... - murmuró el de cola de tridente agotado, cuando llegó junto a los demás al oasis - Kalim, ¿puedes convocar un poco de agua o algo? - pidió sediento.

- ¿Quieres que haga algo de agua? ¿Cómo te atreves a hablarme así? - exclamó el de ojos rojizos completamente enojado haciendo que el animalito retrocediese asustado - no soy tu suministro personal de agua. Si quieres agua, entonces toma un poco del oasis - ordenó con el ceño fruncido. Los demás alumnos de Scarabia comenzaron a quejarse en voz baja de la actitud tiránica de su líder despertando a la fémina la cuál se había quedado medio dormida sobre la espalda del vicelíder del dormitorio.

- Está bien, sabía que esto sucedería... - habló el de ojos chocolate llamando la atención de los presentes - así que empaqué un poco de agua. Tomadla de los camellos y repartidla - dijo con una sonrisa mientras bajaba con cuidado a la pequeña de su espalda.

- Muchas gracias. Ah... Hubiera sido mejor si Jamil-sempai fuera nuestro prefecto - murmuró uno de los estudiantes haciendo que las miradas de sus compañeros se posaran sobre él.

- ¡No digas tonterías! - le regañó el vicepresidente de Scarabia en voz baja - ¿Qué harás si Kalim te escucha? Este es mi deber como parte de la familia Viper. No, es mi trabajo. Ahora bebed un poco de agua y descansad. Se pondrá más caliente una vez que el sol alcance su apogeo, eso hará más difícil el viaje de vuelta - habló con una sonrisa comprensiva siendo elogiado por los presentes.

...

- ¡Reúnanse! ¡Se acabó el tiempo de descanso! ¡Volved a vuestras posiciones! - ordenó de repente el albino con su expresión enojada, sobresaltando a los compañeros de su propio dormitorio.

- Jamil-sempai... Yo-yo... ¡Ya estoy harto de todo esto! - exclamó uno de los alumnos de Scarabia en su límite.

- ¿Cómo soportas recibir órdenes de alguien como él? - cuestionó otro integrante del dormitorio en un susurro.

- Eso es... es porque él es Kalim
Al-Asim - se excusó el contrario suspirando de forma pesada al final.

- ¿Es porque es muy buena persona? - preguntó la pequeña ladeando levemente su cabeza mostrando su confusión.

- Eso... Bueno, no estoy seguro - contestó el de ojos chocolate apoyando su barbilla en su mano - hablemos esta noche, prepararé un par de cosas para que Kalim no se entere ¿Os uniréis? - preguntó el contrario con una sonrisa, ella se quedó unos segundos en silencio sopesando su respuesta para después aceptar la propuesta.

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- ¿Están todos aquí? - preguntó el de cabello largo mientras entraba en el salón junto a los demás.

- Sí... ¿Dónde está el prefecto...? -cuestionó uno de los estudiantes temeroso de que el de ojos rojizos les descubriese.

- Está durmiendo. Le di un té de hierbas, así que debería estar profundamente dormido - explicó Jamil mientras se asentaba en un cojín y los demás imitaban su acción.

- Entonces ¿de que querías hablar? - preguntó el animalito acurrucado en el regazo de la heterocromática - ya estoy cansado... quiero irme a dormir pronto, yanno... - se quejó en voz baja mientras se acomodaba en su "asiento". Por su parte la de pelo trenzado luchaba por no quedarse en dormida allí mismo, para ella era bastante tarde y normalmente a esa hora ya estaba en la cama.

- Estamos todos cansados ¿sabes? - contestó uno de los integrantes de Scarabia de una forma bastante borde - vamos a callarnos y escuchar - ambos jóvenes de primero se quedaron mirando de mala forma a aquella persona, había sido bastante maleducado.

- Entiendo que en este momento os sentís insatisfechos con Kalim - empezó a hablar el de tez morena ganándose la atención de los presentes - os retiene en el dormitorio y os obliga a entrenar durante las vacaciones. Definitivamente no está siendo razonable. Yo tampoco creo que lo que hace esté bien - añadió al final sin dejar de lado su semblante serio.

- ¿Entonces por qué lo dejas seguir haciendo lo que quiere? - preguntó la pelirrosa levantando un poco su mano como para pedir permiso para hablar.

- Lo intenté varias veces, simplemente no me escucha - contestó el moreno.

- Yanno, vosotros pueden quejarse directamente a Kalim si tenéis algún problema - comentó el de orejas flameantes con el ceño fruncido dejando a todos los presentes en silencio - ¿Qué? ¿Podéis quejaros a Jamil pero no a Kalim? Sólo ladráis y no mordéis - concluyó fulminando a todos los presentes con la mirada.

- N-No, también hemos intentado quejarnos una y otra vez - intentó explicarse uno de los alumnos con la cabeza gacha.

- Pero cuando no está de mal humor, el prefecto es realmente agradable... - comentó otro estudiante.

- Todos realmente lo respetamos y antes de que esto comenzara. Creemos que es mejor que los otros líderes - añadió otro con una sonrisa.

- Me escuchó cuando me sentí perdido e inseguro al mudarme al dormitorio - explicó el primer joven que defendió al albino.

- Me ayudó a entrenar durante toda la noche cuando no podía seguir con las clases y pensé en dejar la escuela - añadió el segundo con una sonrisa nostálgica. La de pelo trenzado admiraba a sus acompañantes con una sonrisa enternecida, ver como demostraban su cariño hacia el de ojos rojizos hacía que su corazón se calentase.

- Es un poco despistado y a veces desastroso, pero realmente es muy amable. Era divertido ser parte de Scarabia, pero ahora... - el tercero se quedó en silencio mientras su sonrisa se borraba y agachaba la cabeza, toda la felicidad del momento se desvaneció en apenas en unos segundos.

- Sí, Kalim es un muy buen prefecto - habló ahora el de cabello largo - no tiene favoritos y es muy humilde y casi siempre está disponible. Me pregunto qué pasó... - se cuestionó a sí mismo en voz alta.

- Yanno ¿No sería mejor si vas y llevas a Kalim a un médico o algo así? - propuso el animalito pensativo - se está volviendo impredecible, y actúa como si fuera una persona diferente...

- ¿Acaso comió algo en mal estado? - preguntó la pequeña ladeando la cabeza con curiosidad.

- Quizás ha ingerido veneno o algo así... - supuso el de orbes azules.

- Cierto, tampoco puedo pasar por alto esa posibilidad - contestó el de ojos chocolates apoyando la barbilla sobre su mano - aún así, un médico, eh... - se quedó unos segundos en silencio pensando - la familia Asim tiene su propio médico, así que tal vez deberíamos volver a casa, pero... - volvió a quedarse en silencio pensando en cómo debía proseguir - llevarlo de vuelta a casa en ese estado, probablemente también causaría algún tipo de problema... - concluyó con una mueca de agotamiento confundiendo a la fémina, no entendía como llevar a alguien para que recibiese atención médica podía ser malo, pero bueno - lo que estamos experimentando ahora, es similar a lo que Heartslabyul sufrió hace un tiempo. Entonces, me gustaría pediros consejo a vosotros dos, ya que estuvieron allí cuando pasó lo de Riddle ¿Qué creéis que debemos hacer? - preguntó mirando a los pequeños y sorprendiéndolos un poco.

- ¿Por qué no desafías a Kalim a un duelo para que puedas convertirte en prefecto? - propuso la pelirrosa con un dedo en su mentón, pensativa - Ace y Deuce desafiaron a Riddle bajo la vigilancia del director - finalizó con una sonrisa optimista dibujada en su rostro pensando que ésa, era una magnífica idea.

- Bueno, eran bastante débiles, así que no tenían ninguna oportunidad. La magia única de Kalim no es tan amenazante como la de Riddle, así que sería más fácil - añadió el de cola de tridente.

- Definitivamente no - contestó de forma tajante el de tez morena dejando en shock a los del dormitorio ajeno.

- ¡No pidas consejo si lo vas a rechazar así, yanno! - exclamó el felino algo enojado - ¿por qué lo rechazas?

- Mi familia ha estado sirviendo a la de Kalim desde hace años - empezó a explicar el de ojos chocolate - un sirviente que desenvaina su espadas contra su maestro es imperdonable. Además, si el padre de Kalim se enterara, mi familia sería castigada. Lo siento, pero no puedo poner a mi familia en peligro por eso - se justificó mientras se cruzaba de brazos.

- Lamento escuchar eso... - murmuró la heterocromática algo apenada.

- Entiendo por qué no quieres desafiar a Kalim. Pero si sigue actuando así, los estudiantes se enfadarán con él. Riddle ya era así, pero Kalim no, es demasiado ilógico - habló el animalito intentando buscarle la lógica a aquello y siendo apoyado por los estudiantes de Scarabia.

- No está cumpliendo las condiciones de ser un prefecto, y está siendo contrario al corazón y el alma de Scarabia - se quejó uno de los presentes llamando la atención de la pequeña.

- ¿El corazón y el alma de Scarabia? - preguntó en voz alta la de cabello trenzado.

- Uno de los requisitos para ser prefecto en Night Raven College es ser "alguien adecuado para el dormitorio" - comenzó a explicar el moreno - en el caso de que no haya un mejor candidato se hace un duelo. Cada dormitorio tiene sus propias condiciones. Kalim fue nominado por el anterior líder. La forma de trabajar de Kalim y sus virtudes personales fueron consideradas las más "apropiadas". Fui muy feliz cuando le nombraron prefecto - concluyó recibiendo quejas de sus subordinados - no hablen mal del antiguo líder - les regañó al ver cómo criticaban la "decisión" del antiguo prefecto - no hay forma de que un pariente de la familia Asim elija a otra persona que no fuese Kalim ¡Ah...! - exclamó de repente dándose cuenta de lo que había dicho. Todos los presentes comenzaron a mostrar su indignación ante aquella estafa. Inku no acababa de entender aquello, pero suponía que no era nada bueno.

Los alumnos comenzaron a montar un "motín" ya que no querían a un "incompetente por prefecto". Jamil intentaba controlar la situación y calmar a la turba que lentamente se iba volviendo más violenta.

- ¿Qué están haciendo todos aquí reunidos tan tarde? - un escalofrío recorrió la espalda de la de ojos bicolor al escuchar aquella voz enojada. Al girarse el miedo la invadió al encontrarse con aquella sombra de ojos brillantes delante de ella - parece que el entrenamiento no fue suficiente. Creo que todavía os queda energía ¡Jamil! ¡Llévalos a todos al jardín ahora mismo! Entrenareis hasta que no podáis más - ordenó terriblemente enfadado y recibiendo algunas quejas en voz baja de sus subordinados.

- ¡Ya estoy en mi límite, yanno...! - se quejó Grim que casi no podía ni caminar.

- ¿Estás sordo? ¡Daros prisa! - gritó el albino haciendo que la pequeña se estremeciese en su sitio.

- Entendido. Todos, vamos - habló el de cabello largo dirigiendo a todos los presentes hacia el patio.

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¿Sabéis lo que toca en el siguiente capítulo? Exacto, los bebos de Octavinelle uwu.

Dentro de poco llegará mami Jade a cuidar de nuestro pequeño rollito de canela, estoy deseando que llegue ese momento.

En fin ¿qué os ha parecido el capítulo?

Tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo uwu.

Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️