Capítulo 3

-Buenas noches Inku - saludó sujetando un par de bolsas - te he traído la cena y... - pero al ver a Grim se quedó callado - ¿¡Qué hace aquí el mapache destructor de ceremonias?! - exclamó iracundo sobresaltando un poco a la pequeña.

- P-puedo explicarlo - dijo la pelirrosa interponiéndose entre Dire y Grim - me gustaría que Grim se quedase conmigo - le pidió dejando a los dos presentes con la boca abierta.

- ¿C-cómo? - preguntaron ambos a la vez.

- Me gustaría que se quedase conmigo como compañero, esto es nuevo para mí y me gustaría no estar sola y tener a alguien con quién hablar, si no es mucho pedir - lo último lo dijo agachando un poco la cabeza avergonzada, nunca le había pedido nada a nadie y se sentía bastante raro.

Crowley miró a Grim el cuál tenía los ojos brillantes de la ilusión y suspiró, había tomado una decisión.

- Bueno, como soy muy amable, dejaré que el mapache se quede, pero espero que no cause ningún problema - advirtió con una expresión seria.

- No causará ningún problema ¡lo prometo! - exclamó con una sonrisa que casi mata a Dire de diabetes.

- Además ambos serán un único alumno ¿queda claro? - ambos asintieron con la cabeza - está bien, el espejo dijo que había algo de magia dentro de ti así que después de cenar me gustaría que probaras esto - dijo dándole un libro con hechizos y una pluma mágica, al tenerlo entre sus manos la heterocromática lo miró como si fuese una piedra preciosa y sonrió.

- ¡Está bien! - exclamó emocionada abrazando la pluma contra su pecho. Crowley se acercó a Inku y le susurró en el oído:

- Quiero que vigiles a ese mapache.

- Se llama Grim - le dijo para que dejase de llamarlo mapache, él asintió con la cabeza y se acercó a Grim.

- Vas a vigilarla bien, si le llega a pasar algo, quiero que sepas que te esperará un castigo - le amenazó susurrando, su expresión delataba la seriedad de sus palabras lo cuál asustó bastante a Grim - bueno, creo que yo me iré ya - dijo mirando a la puerta y después a Inku - no te acuestes muy tarde, mañana empiezas tus clases - dijo con una sonrisa y se fue, ella se despidió con la mano y tomó las bolsas que había traído Crowley para empezar a practicar algunos hechizos con la ayuda de Grim.

Tras un par de horas de entrenamiento los dos ya estaban tumbados en la cama dispuestos a descansar, Grim no paraba de roncar pero la pelirrosa no podía dormir, se había quedado mirando al techo de la habitación mientras sostenía al señor abrazos. No podía dormir, una conversación que había vivido no hace mucho estaba atascada en su cabeza repitiéndose una y otra vez.

*Flashback*

- Ya he llegado - anunció Damián entrando por la puerta seguido de la pelirrosa.

- ¿Damián? ¿Qué haces aqu-? - la madre de los dos se asomó para poder visualizar a su hijo pero al ver a su acompañante sus ojos se abrieron como platos - ¿¡Qué hace ella aquí?! - gritó furiosa asustando a Inku.

- ¡Me niego a dejar que pase un día más en ese hospital! - sentenció serio cruzándose de brazos.

- ¡¿Y vas a dejar suelta a ese monstruo?! - gritó alterada.

- ¿¡Cómo te atreves a llamar a tu propia hija monstruo?! - ahora estaba enfadado.

- ¡¡ELLA NO ES MI HIJA!!

*Fin del flashback*

Esas palabras se repetían en su cabeza como si fuesen un martillo golpeándola, se giró a ver a Grim el cuál descansaba tranquilamente, Inku colocó su mano sobre su cabeza y le acarició levemente sin llegar a despertarlo. Se acomodó un poco abrazando con fuerza a su pulpito y cerró los ojos esperando dormirse.

Los rayos del Sol que se colaban por la ventana la despertaron, talló sus ojos soñolienta y se levantó para ir al baño para hacer sus necesidades. El director la había dejado el uniforme de la escuela y aunque lo había tenido que modificar bastante le quedaba algo grande. Al quitarse el pijama pudo ver algunas manchas de tinta adornando su cuerpo, eran bastante pequeñas, algunas incluso imperceptibles, pero estaban ahí. Inku tocó suavemente una de ellas con una expresión de tristeza y acabó de cambiarse. En ese momento la pelirrosa escuchó unas voces provenientes del cuarto.

- Cinco minutos más - se quejó Grim medio dormido revolviéndose en la cama.

- Si te duermes por demasiado tiempo ya nunca podrás despertar... - le susurró al oído uno de los fantasmas.

- ¡... Al igual que nosotros! - gritó otro de los fantasmas despertando a Grim.

Este abrió los ojos con sorpresa, se levantó rápidamente y salió corriendo para que los fantasmas no le atrapasen.

- ¡Hey! ¡Volvisteis! - exclamó ilusionada la pequeña al ver a los tres fantasmas. Los fantasmas se tensaron y se quedaron quietos, Grim aprovechó eso y se escondió detrás de su pierna - siento haberos hecho sentir incómodos ayer con tantas preguntas, me emocioné al ver fantasmas de verdad - explicó con una sonrisa - Yo me llamo Inku Yogore ¿como os llamáis vosotros? - preguntó curiosa, los fantasmas la miraron extrañados.

- Hmmm... hace mucho tiempo que ya no los recordamos - explicó uno de los fantasmas.

- No es tan importante, ya estamos acostumbrados a no recordar cosas de nuestras vidas pasadas - al oír eso la expresión de Inku se tornó melancólica.

- Pero si quieres diferenciarnos puedes llamarnos como quieras - propuso el delgado.

- ¿Puedo? - cuestionó emocionada con un brillo adorable en sus ojos, los fantasmas asintieron levemente arrepintiéndose de lo que le habían dejado hacer a la heterocromática - está bien, tú serás William - señaló al delgado - Casper - señaló al pequeño - y Pedro - señaló al restante - ¿qué les parece? - preguntó sonriendo ilusionada, los fantasmas se quedaron callados para después lanzarse a abrazar a la pequeña.

- ¡Nos encanta! - exclamaron los tres a la vez "abrazándola", ante tal muestra de cariño ella sonrió.

- Parece que os estáis divirtiendo - comentó el director apoyado en el marco de la puerta. Al oír eso Inku se dio la vuelta y abrazó su pierna con una sonrisa. Él acarició su cabecita con cariño - ¿qué tal habéis dormido? - preguntó con una sonrisa.

- Nos despertaron los fantasmas, la cama estaba tiesa y me caí de esta - se quejó con los abrazos cruzados - ¿cómo de horrible puede llegar a ser este lugar?

- Yo dormí bien - contestó sin dejar de sonreír.

- Me alegro, he venido para daros vuestro horario - dijo agachándose a la altura de ambos y entregándoles un papel - todavía queda un poco para que las clases empiecen, así que pueden investigar el campus sin incordiar a nadie ¿vale? - explicó el director, Inku y Grim asintieron con la cabeza y acabaron de prepararse, Dire salió del dormitorio para ocuparse de algunos asuntos.

- Uwaaa, nunca les había prestado atención a estas estatuas, pero ¿qué les pasa son aterradoras? - dijo apoyado en la cabeza de Inku señalando las estatuas de la calle, no había demasiados alumnos a esas horas - sobre todo esa abuelita con aires de grandeza - susurró con las orejas gachas señalando a la reina de corazones.

- Esa es la reina de corazones - explicó la pelirrosa con una pequeña sonrisa recordando cuando veía con su hermano las películas Disney.

- ¿La conoces? - preguntó extrañado mirándola a los ojos, ella asintió orgullosa.

- Sí, y ella es la bruja del mar - señaló la estatua de Úrsula y empezó a contar las historias de cada villano Disney. Con el paso de los minutos empezaron a llegar alumnos que miraban a la pequeña de manera extraña, susurrando.

- ¿Esa no es la que no tenía alma? - cuestionó un alumno susurrando.

- Yo escuché que es un monstruo disfrazado de niña que quiere destruir la escuela - comentó otro estudiante.

- ¿Qué hace una niña aquí? ¿Creéis que ha hechizado al director para que la deje entrar junto a ese mapache? - susurró otro alumno asustado.

- Si ha podido embrujar al director habría que alejarse de ese monstruo - dijo en voz baja otro alumno alejándose de allí.

- Esos desgraciados... - susurró Grim enojado mirando a los alumnos.

- ¿Pasa algo Grim? - preguntó Inku con una mirada inocente.

- Emmm... no, deberíamos irnos a clase - propuso forzando una sonrisa, por un momento pensó que la pelirrosa no había oído los comentarios de los estudiantes pero si lo había hecho, ella decidió no darles importancia e ignorarlos como siempre lo había hecho.

- La primera clase es... ¿historia mágica? - cuestionó la heterocromática al leer el nombre de la asignatura.

- Creo que esa es la clase - dijo Grim señalando la puerta.

Ambos entraron en la clase y se sentaron en un pupitre un poco más pequeño que los demás y empezaron a preparar lo que necesitaban para la clase.

- ¡Mierda! ¡Me he dejado el libro en el dormitorio! - exclamó un chico de pelo azul oscuro con un dibujo de una pica en su rostro.

- Perdona - dijo Inku acercándose a él - si quieres puedo compartir contigo mi libro - propuso con una sonrisa, el chico la miró por unos segundos.

- Está bien - dijo sentándose junto a ella - me llamo Deuce Spade ¿y tú? - preguntó mirándola con curiosidad.

- Yo soy Inku Yogore y él es Grim - explicó señalando al felino, al escuchar eso los ojos de Deuce se abrieron por la sorpresa, ella era la alumna de la cuál todos hablaban, y no decían cosas buenas precisamente - ¿Deuce-kun? ¿Pasa algo? - preguntó inocentemente ladeando su cabeza.

- Emmm... no, no te preocupes - le dijo forzando una sonrisa, no entendía muy bien el porqué esos rumores tan venenosos, sí, era raro ver a una niña en una escuela para chicos, pero esa no es razón para esos comentarios, además de que la pequeña le pareció bastante agradable.

Tras unos minutos llegó el profesor, el cuál intimidó un poco a la pelirrosa y comenzó a impartir la clase, Inku descubrió que las historias de los villanos de Disney eran distintas aquí, era como si ellos hubiesen sido los héroes de las historias, lo cuál no le encontró mucho sentido, excepto por eso, le pareció una clase interesante y le gustó mucho Lucius, el gato del profesor Trein, quién se acurrucó en su regazo, ella le dio algunas caricias mientras tomaba apuntes.

- ¿Qué clase toca ahora? - preguntó Grim mirando el horario.

- Alquimia - se adelantó Deuce - aquí está el laboratorio - dijo abriendo la puerta y esperando a la pequeña, que curiosa entró con rapidez y se sentó junto al peliazul.

El profesor, Divus Crewel, llegó minutos después y explicó que harían una poción en parejas, las cuáles decidiría él.

- Al parecer hay un problema - susurró mirando la lista con los nombres de los alumnos, después suspiró - habrá un grupo de tres - todos comenzaron a susurrar esperando que el profesor les emparejasen con sus amigos - ese grupo estará formado por: Deuce Spade, Inku Yogore y Ace Trappola, ahora anunciaré los demás grupos - dijo y prosiguió hablando.

En ese momento alguien se sentó al lado de Inku, al mirar quién era la pequeña se encontró con un chico de pelo naranja y un dibujo de corazón en la cara.

- Supongo que vosotros sois mis compañeros - supuso algo curioso por la pelirrosa y el gato.

- Dejad de hablar - dijo Divus al oír revuelo en la clase - tendrán que hacer esta poción - explicó señalando una pizarra con una fórmula - empezad.

Cuando dijo eso todos se colocaron sus batas y gafas protectoras y comenzaron a hacer la poción.

- Ace, deja ese bote - le dijo serio - no hay que añadir eso.

- ¡Oh! Cállate, yo creo que deberíamos echarlo entero - explicó dispuesto a verter el contenido del matraz en el caldero.

- ¡Ni se te ocurra! - exclamó Deuce tirándose a por él para que no lo hiciese.

Ambos peleaban para conseguir su objetivo hasta que escucharon como el profesor se aclaraba la garganta para llamar su atención, estaba delante de ellos mirándolos de una forma que daba miedo, la atención de Divus se centró en la heterocromática quién le miraba con un brillo de emoción en sus ojos, al mirar en su caldero comprobó que había realizado correctamente la poción.

- Muy bien cachorro - la felicitó con una pequeña sonrisa que alegró a la pelirrosa, después miró a Deuce y a Ace de forma fría y se fue.

- ¿Cuando has hecho la poción? - preguntó incrédulo el peliazul viendo el caldero lleno de un líquido violeta.

- Cuando estabais peleando - explicó quitándose las gafas.

- ¿Y cuántos años tienes? - preguntó Ace curioso.

- Emmm... 11, casi 12 ¿por qué preguntas? - cuestionó curiosamente la pequeña, al oír eso ambos se deprimieron al comprobar que una niña de 11 años sabía más de alquimia que ellos - oye ¿queréis ser mis amigos? - preguntó con una sonrisa reluciente.

Ambos chicos se miraron entre sí y después volvieron a mirar a la pelirrosa.

- Está bien - respondieron a la vez haciendo que en la cara de Inku se dibujara una sonrisa alegre.

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Y aquí se acaba este capítulo de esta historia, ¿qué os está pareciendo? Acabo de ver un poco el evento de Ghost Marriage y me he cabreado ¿cómo se ha atrevido a golpear a nuestros bb's? Aunque creo que fue porque se burlaron de Idia o algo así, pero eso no le da derecho de golpearlos >:v

Creo que eso ha sido todo por hoy, tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo.

Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️

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