- ¿Hm? Bueno, está bien, os lo contaré. Anoche fui a la cocina a preparar algunos bollos fritos de carne de cordero que Kalim me pidió que hiciera - explicó bajo la atenta mirada de la pelirrosa.

- ¡Los bollos fritos que hace Jamil son realmente buenos! Ven a tomar algo con nosotros la próxima vez - pidió el de ojos rojos sin borrar su sonrisa.

- E-Está bien - contestó la menor algo sorprendida por la espontaneidad de la propuesta.

- Kalim, nos estamos saliendo del tema - le regañó el de pelo largo con el ceño fruncido.

- Ah, perdón por eso.

- Mientras cortaba los ingredientes, sentí que mis manos estaban fuera de control y me lesioné en el proceso - explicó inexpresivo.

- Las habilidades con cuchillos de Jamil son alabadas incluso por los mejores chefs ¡Ya sabes! ¿Estabas cansado debido a las prácticas de Magift? - le preguntó poniendo su mirada sobre su amigo.

- No, no cometeré errores simplemente por eso. Pero mientras cocinaba sentí como si perdiera la conciencia por un momento.

- ¿De repente sentiste sueño o algo así? - preguntó pensativa la fémina.

- A otros, tal vez. Pero no es la primera vez que siento algo parecido. Probablemente se deba a la magia única de alguien - concluyó dejando en shock a los presentes.

- ¡Oh sí! La magia única de Jamil es... - no pudo continuar pues el nombrado le había tapado la boca - ¿Por qué hiciste eso? - preguntó con un puchero el peliblanco.

- Ahora no es momento de alardear de mí. En cualquier caso el culpable probablemente usó algún tipo de magia que hace que uno imite los movimientos del culpable.

- ¿Magia que puede controlar a las personas...? ¡Ah! ¡Si puedo hacer esa clase de magia podré tomar la comida de las personas sin sospechar! - exclamó el gato con una sonrisa haciendo que una gota de sudor resbalase por la mejilla de la menor.

- Aprovecharse de la gente... ¿Por qué no buscas algo más noble? - le regañó levemente el pelirrojo.

- Y entonces podré comer todos los sándwich Menchi Katsu Deluxe que quiera... ¿Eh? - en ese momento Grim se quedó pensativo.

- Ahora que lo pienso el otro día en la cafetería... - empezó a decir la heterocromática.

- ¿Qué pasó? ¡Todos se ven sorprendidos! - comentó algo extrañado el líder de Scarabia.

- ¡Conozco al tipo que tiene ese tipo de magia única! - explicó el gato emocionado posándose sobre la cabeza de su compañera.

- ¿Qué dijiste? - preguntó el de ojos plata sorprendido.

- ¡El culpable es Ruggie Bucchi! - exclamó la de ojos bicolor contagiada por la emoción del felino.

- Entonces vayamos a atraparlo y preguntarle directamente - habló el de mechones de corazón tomando de la mano a la fémina.

- Um... Ruggie Bucchi está en la clase 2-B - informó el pelinaranja.

- Muchas gracias por su cooperación - agradeció el pelirrojo con una pequeña reverencia para después comenzar a irse.

- ¡No hay problema! No entiendo del todo lo que está sucediendo ¡pero buena suerte! - se despidió alegremente el de ojos rojos, Inku se dio un poco la vuelta sin pararse y se despidió con la mano dedicándole a ambos una deslumbrante sonrisa.

El grupito caminó rápidamente por los pasillos de la escuela hasta llegar frente a la clase del de orejas peluditas.

- ¡¡Oigan!! ¿Dónde está Ruggie Bucchi? - exclamó el de orejas flameantes entrando estrepitosamente en la sala.

- ¿Sí? - preguntó el de orbes azules con los brazos tras su cuello levantándose de su asiento para dirigirse hacia el animalito - ugh, sois vosotros otra vez... No importa cuanto ruegues, no te pagaré por el Menchi Katsu Deluxe - le dijo con algo de sorna.

- Ruggie Bucchi - le llamó el líder de Heartslabyul - nos gustaría hacerte unas preguntas sobre la serie de accidentes que han ocurrido a ciertos jugadores - le explicó de brazos cruzados y su típico tono serio.

- Oh... Eso no suena como una conversación amistosa - se quejó por lo bajo el de pelo cenizo.

- ¿Puedes acompañarnos afuera? - cuestionó el pelinaranja con una cara que asustó un poco a la menor.

- Está bien, está bien, pero por favor dejad ese aura amenazante - pidió bajando las orejas, las ganas de Inku por tocarlas crecieron.

Salieron fuera de la clase y los jóvenes de Heartslabyul y Ramshackle se pusieron delante del muchacho de Savanaclaw.

- Ahora, sé que no confesará fácilmente, pero será problemático si somos víctimas de su magia. Con mi Off with your head, me aseguraré de que no pasé - explicó el pelirrojo a la menor en voz baja para que el de orejas de hiena no les escuchase.

- Oh, ¿qué es esto? ¿Estarás bien usando una magia tan fuerte sin tu pluma Riddle-kun? - al escuchar esto todos se dieron la vuelta para ver cómo una sonrisa maliciosa adornaba su rostro.

- ¿Eh? ¿H-Huh...? ¡Mi pluma mágica no está aquí...! - exclamó revisando sus bolsillos algo alterado.

- ¡¡Hey Cater!! ¡Tu pluma tampoco está! - exclamó Grim.

- ¿¡De ninguna manera?! - exclamó el pelinaranja en shock y comenzó a revisar sus bolsillos.

- ¡Shishshishi! - se rió el de ojos azules - ustedes son niños ricos mimados de principio a fin ¿eh? - se burló - ¡Ambos están muy abiertos! Tan vulnerables.

- ¿¡Qué!? ¿Cuando usó magia para conseguir sus plumas mágicas? - cuestionó el felino sobre la cabeza de la fémina la cuál revisaba si todavía conservaba su varita, se alivió de verla bien guardada en su bolsillo.

- Aw, vamos ¡es demasiado fácil sin magia! ¡No tengo más tiempo que perder con vosotros así que haré mi retirada! ¡Bye~bye! - y tras decir esto salió corriendo.

- ¡Ah! ¡Detente ahora mismo! - gritó el animalito empezando a perseguir a Ruggie, Inku también salió corriendo para asegurarse de que Grim no hiciese ninguna locura y para intentar alcanzar al de orejas de hiena.

En algún momento de la carrera la pelirrosa pudo ver a sus otros dos amigos de Heartslabyul charlando entre ellos.

- ¡Ah, Ace-chan, Deuce-chan! ¡Justo a tiempo! - exclamó el de ojos verdes acercándose al dúo dinámico.

- ¿Qué les pasa chicos? ¿A qué viene tanta prisa? - preguntó Ace curioso.

- ¡El culpable de todos los accidentes huyó con nuestras plumas mágicas! - contestó el de ojos plata con la cara del mismo color que su pelo - ¡Capturad a Ruggie Bucchi en este instante! ¿¡Estoy seguro de que saben que pasará si no lo hacen?! - les amenazó de una forma indirecta. Los dos jóvenes se quedaron un tanto confundidos por la repentina propuesta de Riddle, pero en ese momento a Inku se le ocurrió algo.

- ¡Esta es vuestra oportunidad de poder entrar a la selección de jugadores! ¡Vosotros podéis! - les animó la heterocromática danos un pequeño salto por la emoción, Ace y Deuce se quedaron un segundo analizando lo que había dicho y cuando lo procesaron una sonrisa se dibujó en sus caras para después salir corriendo en busca del de pelo cenizo.

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- ¡Shishishi! ¿Cuatro de vosotros y esto es lo mejor que pueden hacer? - se mofó con su típica sonrisa - ¡Ni siquiera estoy sudando!

- ¿Qué pasa con este chico? ¡Es muy difícil de atrapar! - preguntó el de dibujo de corazón jadeando por el esfuerzo.

- ¡Shishishi! Esto no es nada en comparación con los barrios pobres en dónde me crié. Ya sabes, incluso si me atrapáis ahora ¿podéis probar que lo hice? - cuestionó el de orejas peluditas dejando a los presentes sin aliento, tenía razón - quiero decir, no hay pruebas de que yo sea el que lastimó a toda esa gente ¿Alguien me vio usando mi magia? ¿Tenéis pruebas físicas? Ninguna ¿verdad? - comentó con una sonrisa victoriosa.

- ¡T-Tramposo! - exclamó la menor algo frustrada por el fracaso, nunca fue una persona atlética así que estaba agotada y el hecho de que el plan no hubiese acabado como esperaba la estresaba bastante haciendo que sintiese ese molesto picor en sus brazos y cuello.

- ¿Tramposo? - cuestionó Ruggie ladeando levemente su cabeza con una expresión de curiosidad la cuál se transformó en una sonrisa divertida tras unos segundos - eso es un halago ¡shishishi! Intenta ir tras de mí cuando tengas pruebas de que lo hice ¿vale? Bueno, eso sería, si pudieras pero lo dudo ¡shishishi! Hasta la próxima - se despidió y se fue tranquilamente dejando en el suelo las plumas de Riddle y Cater las cuales fueron rápidamente recogidas por la fémina.

- ¡Maldición, me molesta! - exclamó el de ojos rojos dando un pisotón al suelo.

- El líder Roseheart tendrá nuestras cabezas ahora... - comentó algo triste el de dibujo de pica.

- Quizás tenga otro as bajo la manga - murmuró por lo bajo Inku pensativa.

- ¿Seguís jugando a los detectives? - al escuchar esa voz los jóvenes se giraron encontrándose con el lobo de ojos ámbar.

- ¿Qué? Deberías haber ayudado en lugar de sólo mirar. Tu líder es un tipo totalmente malo - le recriminó el cabeza zanahoria, quiero decir Ace.

- ¿Por qué están tan desesperados por tratar de ayudar a otros? - preguntó el de pelo plata levantando una ceja y con los brazos cruzados.

- P-Pues para que ya no pasé nada malo, creo - contestó la de pelo trenzado en un tono algo bajo, realmente ni ella sabía porqué estaba haciendo eso, simplemente le gustaba ayudar a las personas.

- Comprendo que queráis vengar a vuestros amigos, pero... - el lobo no pudo acabar la frase pues Ace le interrumpió.

- ¿Eh? ¿Y eso a qué viene? - el ceño del pelirrojo se frunció levemente mientras cruzaba sus brazos para parecer imponente ante alguien de 1.92 - ¿Quién dijo que estábamos haciendo esto para ayudar a las personas? - la cabeza de la heterocromática se ladeó levemente al escuchar esto, por un momento había olvidado que sus amigos sólo estaban ahí para poder participar en el torneo de Magift, se deprimió un poco al darse cuenta de su fallo.

- ¡JA! Por un momento pensé que no podría confiar en personas que ayudan ciegamente a otros, pero... no pensé que serías tan idiota - habló Jack con los brazos cruzados.

- ¿En serio ahora? Eres peor que nosotros. Los supiste todo el tiempo ¿no? Sabías quiénes eran los culpables todo este tiempo - el tono de voz de Ace cada vez iba siendo más alto.

- Claro, es del mismo dormitorio, así que sabía que no sería el objetivo - comentó la fémina pensativa en voz alta.

- Hey, muchachos. Duelo conmigo - dijo con una sonrisa victoriosa.

- ¿¡Hah?! ¿Por qué eso de repente? - exclamó extrañado el de dibujo de corazón.

- Antes de revelar información, primero debéis vencerne. Si me demostráis que podéis hacer algo más que ladrar, no me importaría deciros todo lo que sé - explicó con su semblante serio, los ojos de la pequeña se iluminaron con ilusión al escuchar eso. Tendría otra oportunidad para saber algo más de información y resolver el caso y aunque no quería luchar contra el de ojos ámbar si eso significaba que les ayudaría lo haría.

- Ugh... Realmente no me gusta sudar y todo eso - se quejó el de ojos rojos rascándose la nuca fastidiado.

- (No le gusta sudar ¿pero quiere participar en una competición de deporte?) - se preguntó a sí misma la pelirrosa mentalmente, a veces no acababa de entender a sus amigos.

- Realmente no me importa ¡es una negociación fácil! - bramó el de ojos azul marina crujiéndose los nudillos.

- ¿Qué? ¡El interruptor de delincuente de Deuce se activó! - exclamó algo sorprendido el de orbes azules.

- Muy bien, e-es hora de luchar - dijo Inku algo nerviosa por la pelea que se acercaba. Dio un par de pasos hacia el titán frente a ella pero en un momento sus pies dejaron de tocar el suelo, levantó su mirada y se sorprendió al encontrarse con el pelirrojo - ¿Ace? - le llamó sin entender que estaba haciendo su amigo.

El joven se alejó un par de metros y la dejó en el suelo.

- Quédate aquí ¿sí?

- ¡P-Pero yo también quiero luchar! - exclamó algo enojada la más pequeña hinchando un poco los mofletes, sabía que no era tan buena con la magia como sus acompañantes pero por lo menos quería sentirse útil por una vez. Ace tomó las mejillas de la de ojos bicolor y las estiró levemente.

- Confía en mí ¿vale? - ella soltó un pequeño bufido y cuando liberó sus mejillas y se fue con Deuce ella se sentó en el suelo de mal humor.

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Y aquí se acaba el capítulo ¿qué os ha parecido? ¿Alguna teoría?

Quería informaros de que mis vacaciones se han acabado y muy posiblemente tardé en actualizar pero intentaré seguir con el horario.

Espero que os haya gustado, tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo.

Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️