Capítulo 17

Todos se dirigieron al campo mientras que Inku se sentó en las gradas junto al señor abrazos. Se encargaría de vigilar que los de Savanaclaw no hicieran algo extraño durante el partido. Le había dicho a Cater que lo haría y no quería decepcionarlo.

Cuando el partido empezó no pudo evitar no sentir emoción, había jugado con los fantasmas antes pero los de Savanaclaw tenían un estilo diferente.

El combate duró un par de horas y los de Heartslabyul no lograron marcar ni un solo punto, por su parte, Inku no logró ver nada sospechoso en el juego del rival, simplemente eran buenos y ya. En algún momento los de Heartslabyul colapsaron haciendo que la fémina saliese rápidamente de las gradas para reunirse con sus amigos para comprobar que estuviesen bien.

- ¡Chicos! ¿¡Estáis bien?! - preguntó preocupada arrodillándose a su altura.

- Uf, uf ... No es posible... No pudimos anotar ni un solo punto - dijo Ace entre jadeos.

- Uf... Leona... siempre ha sido un jugador formidable - explicó el pelinaranja tirado en el suelo junto a los demás - no tenemos ninguna oportunidad siendo sólo nosotros cinco - al escuchar esto la heterocromática se entristeció. Tenía la esperanza de que aunque sea marcasen un punto, quizás si fuese un poco más fuerte podría haber ayudado.

- Oigan ¿qué pasa? ¿se rinden? - preguntó el de piel morena de una forma burlesca.

- ¡Shishishi! ¿Qué pasó con su actitud de hace un momento? - le apoyó su compañero riéndose, esto sólo logró que el ánimo de la pequeña disminuyese más.

- ¿Qué están haciendo? - la pelirrosa escuchó una voz ligeramente enojada, sus ojos brillaron al encontrarse con el peliplata el cuál se acercó a los de Savanaclaw para confrontarlos.

Los seis comenzaron a discutir y los de Savanaclaw a burlarse del de orejas de lobo, Inku quería ir a ayudarle pero sabía que si se metía ahora solo estorbaría.

- Como sea, ya estoy aburrido. No tiene sentido pelear con vosotros - habló de repente el de orejas de león.

- ¡No los dejaremos ir tan fácilmente la próxima vez que invadan nuestro territorio! - les amenazó uno de los secuaces de Leona para después irse con el resto.

- ¿Estáis bien? - preguntó la de pelo trenzado a sus compañeros, cuando recibió una respuesta positiva de ellos se levantó del suelo para colocarse frente al peliplata - M-Muchísimas gracias - le agradeció la heterocromática haciendo una reverencia mientras abrazaba al señor abrazos contra su cuerpecito.

- No es nada. No es como si tratase de ayudarlos o algo así - se excusó desviando su mirada al suelo y rascando su nuca.

- Ah, estoy muy sucio. Volvamos al dormitorio - pidió el de dibujo de corazón.

- Tengo hambre - se quejó el animalito poniéndose sobre la cabecita de la de ojos bicolor.

- Bueno, Jack, nosotros nos vamos pero ten cuidado - se despidió Cater sentando a la más joven en su hombro la cuál también se despidió del joven lobo con su mano.

- No están en condiciones de preocuparse por mí. Vayan a casa - dijo en un tono serio para después irse.

Los de Heartslabyul acompañaron a Inku hasta su dormitorio y después se marcharon al suyo.

La cabeza de la de pelo trenzado no paraba de dar vueltas, no se sentía precisamente bien y lo único que quería era tumbarse y descansar. Los encuentros con las sombras la provocaban cierta ansiedad y su cuerpecito no podía soportarlo del todo.

Al llegar a su habitación se dejó caer sobre la cama y se tapó hasta la cabeza haciéndose una bolita mientras abrazaba al pulpo de peluche contra su cuerpo, Grim se acurrucó junto a la pequeña y ambos se quedaron dormidos.

Inku se despertó a mitad de la noche, sentía el aire pesado y estaba algo sofocada. Se levantó de la cama, tomó una chaqueta del armario, al señor abrazos y salió de la habitación, realmente necesitaba tomar algo de aire fresco.

Al salir del dormitorio una corriente de aire frío la golpeó con algo de fuerza haciendo que se estremeciese ligeramente en su lugar. Su cuerpo temblaba un poco, pero realmente agradecía el cambio de temperatura.

- Me pregunto si algún día volveré a ver a mi hermano - murmuró en un tono algo deprimente agachando levemente la cabeza. Poco a poco iba perdiendo la esperanza, pero debía mantenerse positiva, eso era lo que siempre le decía su hermano.

En ese momento levantó su cabeza encontrándose con alguien y se escondió rápidamente detrás de un arbusto. No sabía quién era ni sus intenciones además de que parecía bastante fuerte, pero el hecho de que no fuese una sombra llamaba su atención.

El sujeto se dio la vuelta y aunque Inku se intentó esconder más, el pelinegro llegó a verla. La pelirrosa oía los pasos del extraño por la hierba, cada vez más cerca ¿qué debía hacer? Quería salir corriendo al dormitorio abandonado y encerrarse junto a Grim y el señor abrazos pero el miedo la tenía paralizada en su escondite, lo único que podía hacer era encogerse cada vez más por cada paso que daba el extraño.

- ¿Eh? ¿Quién eres? - preguntó de repente haciendo que la heterocromática se sobresaltara y retrocediese un poco intentando alejarse del joven de cuernos.

- ¿E-eso d-debería preguntarlo yo? - dijo la de pelo rosa intentando no sonar asustada.

- Pues esto es una sorpresa, ¿eres una niña humana? - le preguntó el de ojos verdes a la pequeña, ella se quedó unos segundos en silencio y se fijó en la cinta atada en su brazo, ahora no recordaba del todo a que dormitorio pertenecía esa cinta - ¿vives aquí? Este edificio lleva abandonado un largo tiempo - prosiguió con la conversación - hace tiempo que me gusta por ser un lugar en el que podía estar tranquilo y solo.

- ¿Q-Quién eres? - preguntó la fémina levantándose del suelo, estaba empezando a tomar algo de confianza.

- Quién... ¿No sabes quién soy? ¿De verdad? - ella negó con la cabeza dejando más confundido al de cuernos - ¿Con qué es así? Esto es... extremadamente raro ¿Cómo debería llamarte?

- M-Me llamo Inku Yogore y él es el señor abrazos, es un placer conocerle - dijo haciendo una reverencia y ganándose una sonrisa enternecida del mayor - ¿y-y usted?

- Yo me llamo... no, no voy a decirte, no saberlo es mejor para ti - contestó dejando algo confundida a la menor.

- Y... ¿querrías ser mi amigo? - cuestionó Inku mirándole directamente a los ojos, este la miró algo extrañado y después comenzó a reírse.

- ¿De verdad que quieres ser mi amigo? No sé si es inocencia o ignorancia, pero no te lo recomiendo podría hacerte daño - esto lo dijo con una expresión seria.

- Sé que no me harías nada malo - contestó con una sonrisa que casi mata al pelinegro, ella no veía una sombra así que confiaba plenamente en él, aunque le hubiese gustado saber su nombre - entonces ¿somos amigos? - volvió a preguntar con una sonrisa más radiante que la anterior, a Malleus le estaba costando no morir de diabetes.

- E-Está bien, y como favor de cortesía te dejaré llamarme como quieras - dijo recibiendo un abrazo en la pierna de la menor.

- ¡Me alegro muchísimo de escuchar eso! - exclamó la heterocromática realmente feliz.

- Debería irme yendo ya, al estar este edificio ocupado por gente debo encontrar otro lugar abandonado para mis paseos nocturnos. Bien, por ahora me despido - dijo desvaneciendose en una gran nube de luciérnagas, no sin antes dedicarle una amable sonrisa a su nueva amiga.

Inku se quedó unos minutos ahí quieta, estaba en shock ¿acababa de desaparecer? Le había parecido increíble, aunque ahora estaba un poco triste de que su amigo se hubiese ido pero sabía que en algún momento volvería.

Una corriente de aire la sacó de sus pensamientos, empezaba a hacer más frío y ya se había despejado un poco, así que rápidamente volvió corriendo al interior del dormitorio, subió a su habitación y se tapó con la manta para sentir el calor que había perdido.

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La luz que traspasaba su ventana la despertó, se incorporó y con suavidad frotó sus ojitos algo soñolienta.

- Ah, despertaste. El desayuno ya comenzó ¡Vámonos! - exclamó Grim a su lado. Ella asintió con la cabeza, se levantó y se fue a prepararse.

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- Ah sí ¿a dónde fuiste anoche? Te habías ido cuando desperté por ir al baño - cuestionó el de orbes azules sobre la cabeza de la menor.

- Anoche yo... - se quedó pensando unos segundos sopesando si debía decírselo o no, al final se lo acabó explicando.

- Eeeh, ¿un tipo raro con cuernos en la cabeza? ¿Cómo se llamaba? - preguntó ahora curioso.

- Me dijo que lo llamara como quisiera - le contestó alegremente la pelirrosa.

- Mmm, entonces... ¿Qué tal Tsunotaro? - propuso el animalito pensativo, los ojos de la heterocromática se iluminaron con ilusión.

- ¡Genial! - contestó Inku dando un pequeño saltito.

- Si Tsunotaro es estudiante probablemente nos encontraremos con él en algún momento. Debes presentármelo - comentó alegremente el gato.

- ¡Por supuesto!

-Buenos días Inku-chan - escuchó una voz detrás de ella y al girarse se encontró con Cater y Riddle.

- Buenos días a vosotros también - les contestó con una de sus típicas sonrisas.

- ¿Ace y Deuce no están contigo? - preguntó el animalito extrañado.

- De acuerdo con la Ley de la Reina de Corazones número 249, ellos deben de estar alimentando a los flamencos rosas - explicó el de cabello pelirrojo, haciendo que los ojos de la pequeña se ilumimasen, ahora tenía la necesidad de ir a cuidar a los flamencos - Por cierto, anoche hubo otro accidente - la sonrisa de la menor se desvaneció dejando una expresión de preocupación y seriedad.

- ¿Ah? ¿¡En serio!? - exclamó Grim.

- De acuerdo con el testimonio del retrato la víctima es de segundo año del dormitorio de Scarabia - explicó el pelinaranja - Jamil Viper. Al parecer pasó en la cocina.

- Q-Quizás deberíamos ir a revisar como está - propuso la fémina algo preocupada.

- Todavía es la hora del desayuno y probablemente está en la cafetería. Vamos a ver - dijo el de ojos plata empezando a caminar seguido por el resto.

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- Veamos... Jamil-Jun es un tipo bronceado con el pelo largo... ¡Ah, ahí está! - exclamó el pelinaranja dirigiéndose a una mesa dónde estaban dos jóvenes de tez morena.

- ¡Hey! Eres el tipo que se lastimó anoche, ¿verdad? Cuéntanos sobre eso - habló Grim desde la cabeza de Inku con todo el tacto que tenía.

- ¿Eh? ¿Quién demonios sois vosotros? - cuestionó con el ceño fruncido el de pelo oscuro.

- ¡Ah~! ¡Este mapache  fue el que me prendió fuego durante la ceremonia! - exclamó el peliblanco haciendo que la mirada heterocromática se posase sobre el animalito a modo de reproche.

- G-Grim, t-ten un poco más de tacto cuando hables con otras personas. P-Perdón por las molestias - se disculpó la menor con una pequeña reverencia.

- Prefecto de Heartslabyul, el mapache salvaje de la ceremonia y una niña pequeña. Jajaja ¡Qué combinación tan rara! - exclamó el de ojos rojos soltando una gran carcajada.

- ¡No soy un mapache! ¡Soy Grim! Y ella es Inku - habló señalandose a sí mismo y después a la menor.

- ¿Eso es así~? Soy el líder Kalim del dormitorio Scarabia. Y este es mi Vicelíder Jamil ¡Encantado de conoceros! - se presentó sin borrar su sonrisa.

- E-Este tipo es un poco despreocupado - comentó el de orbes azules con las orejas gachas y una gota de sudor en su mejilla.

- ¿Y? ¿Por qué preguntas sobre mi lesión? - cuestionó, bastante a la defensiva el de ojos oscuros.

- Están sucediendo unos accidentes últimamente y el director nos pidió que lo investigáramos - explicó la fémina con una expresión seria acercándose al joven de pelo largo - ¿p-podría contarnos lo que le sucedió? - preguntó mirándole a los ojos mientras abrazaba a su peluche contra su cuerpecito, Jamil se quedó unos segundos en silencio y después suspiró.

- ¿Hm? Bueno, está bien, os lo contaré...

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Y aquí se acaba el capítulo. Siento haber tardado tanto en haber actualizado pero hace poco me engaché a un juego y es bastante largo, lo siento. ¿Qué os ha parecido? espero que os haya gustado, me alegra que esto esté avanzando tan rápido y ya han salido Malleus, Kalim y Jamil ¡¡yaaaassss :D!!

Tengan un buen
día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo.

Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️





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