- Ah... no quiero hacer absolutamente nada... Ni siquiera puedo participar en el torneo - se quejó Grim con las orejas gachas tumbado boca abajo en el sofá. Inku se acercó a él y acarició con suavidad su cabecita.

- No te preocupes Grim, seguro que podremos hacer algo para que destaques - le intentó animar la pelirrosa con una de sus típicas sonrisas.

- ¿Qué te pasa Grim boi? No has estado tan energético últimamente - preguntó Casper.

- Está algo decaído, porque no le dejan participar en el torneo de Magift - explicó en un susurro la más pequeña acercándose al trío de fantasmas para que Grim no la escuchase.

- Si tanto quiere jugar, nosotros podemos ser sus contrincantes - propuso William haciendo que los ojos se los dos presentes se iluminasen.

- ¿En serio? ¡Yahoo! - exclamó el animalito levantando su patita al cielo y rápidamente salió del dormitorio seguido de los demás.

Salieron al patio y se dispusieron a comenzar su juego, estuvieron jugando un par de horas e Inku lo disfrutaba muchísimo, no estaba acostumbrada a jugar con otras personas así que jugar ese "partido" de Magift la entretuvo bastante.

- ¡Hey! ¿Estáis jugando Magical Shift? - al escuchar esa voz, la de ojos bicolor se giró y se acercó un poco al de máscara de cuervo para recibirle con un abrazo.

- Ash, es el sujeto que siempre rompe nuestras esperanzas - se quejó el de orbes azules cruzandose de brazos y con el ceño fruncido - ¿Qué haces aquí?

- Vine para pedirles un favor - al escuchar eso el ceño de la heterocromática se frunció levemente por la confusión, no se podía imaginar para que necesitaba su ayuda - no deberíamos hablar fuera, entremos - dijo tomando la mano de la menor y comenzando a caminar hacia el dormitorio.

Al sentarse en el sofá el de orbes dorados comenzó a explicar su problema a los otros dos presentes quiénes escuchaban atentamente (bueno, solo Inku). Cuando Crowley acabó de narrar, Inku rápidamente aceptó antes de que Grim pudiese negarse. La ilusionaba pensar que iba a ser una detective por un día.

- Yo creo que simplemente fueron muy torpes y ya - dijo Grim sobre el regazo de la pelirrosa la cuál acariciaba con cariño su cabecita - y no me miréis así, no puedo jugar Magift, así que ya no me importa lo que pase en el torneo.

- ¿En serio? ¿Y si os dejase jugar en el torneo por vuestra ayuda? - en ese momento Grim levantó la cabeza rápidamente y sus ojos adquirieron un brillo adorable.

- ¡Está bien! ¡Lo haremos! - exclamó el animalito levantándose de las piernas de la fémina con una sonrisa adornando su rostro.

- Oh ¿en serio lo haréis?

- Si nos dejas participar en el torneo, sí - dijo Grim flotando alrededor de Inku.

- Pero pensé que no podíamos participar porque no teníamos siete integrantes en el dormitorio - cuestionó la menor ladeando levemente su cabeza sin comprender como iban a participar.

- Bueno, como soy muy amable, solucionaré eso con un par de ases que tengo bajo la manga - contestó orgulloso, sintiendo la mirada de admiración de la menor.

- ¡Descubramos al culpable! - exclamó la fémina levantando su mano hacia el techo mientras una sonrisa cegadora adornaba su rostro. Crowley se despidió de ambos y cada uno se dispuso a prepararse para sus respectivas tareas.

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Tras acabar sus clases Inku y Grim se encaminaron hacia la enfermería para hablar con una de las víctimas de ese misterioso caso.

- Buenas tardes - saludó la menor con una reverencia mientras se acercaba a dos jóvenes de la enfermería - ¿ustedes son los que tuvieron un accidente en las escaleras? - preguntó sentándose al lado de ellos.

- Emm... sí, tú eras la pequeña que estuvo en la fiesta de no cumpleaños ¿no? - preguntó el acompañante del afectado, ella asintió con una sonrisa.

- Anda, mira lo famosos que somos - comentó el de orejas flameantes con su típica sonrisa dentuda sobre la cabeza de Inku, haciendo que en la cara de la menor se dibujase una adorable sonrisa.

- Nos gustaría escuchar lo que pasó cuando se lastimó - habló la fémina sacando una libreta dispuesta a apuntar.

Escuchó atentamente cada palabra que salía del chico mientras apuntaba algún que otro detalle, pero nada, no había ninguna cosa que a los ojos de la pequeña se viese sospechosa.

- Agradezco su cooperación - dijo la más joven haciendo una reverencia a modo de despedida - espero que se recupere pronto - fue lo último que dijo antes de salir de la enfermería - vayamos a ver a los siguientes - le dijo a Grim el cuál simplemente asintió mientras descansaba sobre la cabeza pelirrosa de Inku.

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- Oye, oye. Hace poco te lastimaste ¿verdad? Háblanos sobre eso - dijo rápidamente el animalito acercándose a los dos jóvenes.

- ¿Y exactamente quiénes sois? - su tono de voz delataba la ira que sentía el joven.

- ¡Ahora mismo está molesto porque no puede participar en el torneo de Magift, aunque entrenó muchísimo! - explicó el compañero, haciendo que la pequeña sintiese algo de pena por él.

- ¡Qué insensibles sois! Echando sal en la herida - exclamó de repente sobresaltando a Inku y haciendo que agachase la cabeza avergonzada.

- L-Lo siento - dijo mientras su tono se voz se iba volviendo cada vez más bajo e inconscientemente retrocedió un par de pasos, se sentía mal por haber tocado un tema tan "delicado".

- Genial, ahora la habéis puesto triste - saltó de repente Grim - ¿qué clase de personas sin corazón sois que hacéis llorar a una niña pequeña por tal estupidez? ¿No os da vergüenza? - los dos nombrados simplemente desviaron la mirada avergonzados - sería una pena que el director se enterase de esto ¿no creéis? - comentó con una expresión maliciosa haciendo que los jóvenes se asustasen.

- ¡Vale, vale! ¡Os diremos lo que queráis, pero por favor no se lo digas al director! - suplicaron los dos a la vez aterrorizados.

- Entonces contarnos lo que pasó cuando tuviste el accidente - dijo Grim con una mirada seria, los dos jóvenes comenzaron a contar su experiencia mientras la heterocromática apuntaba las cosas que le parecían importantes.

- Ya veo, ya veo - susurró la de ojos bicolor pensativa - creo que ya deberíamos volver al dormitorio, espero que se recupere pronto - le deseó con una sonrisa haciendo una pequeña reverencia para después irse junto a Grim.

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- Por alguna razón todos suenan solo como unos torpes - comentó Grim cuando llegaron al dormitorio abandonado - ¿seguimos pensando que son accidentes?

- Hay algo raro en todo esto - susurró pensativa la menor - cuando le preguntas a las víctimas parece que fue un accidente, pero ¿por qué habría tantas personas afectadas? - los engranajes de su cabecita no paraban de girar intentado idear una solución coherente para el problema, de repente el sonido del timbre del dormitorio la sacó de sus pensamientos.

- ¿Eh? ¿Quién será? - cuestionó el de orejas flameantes con curiosidad.

- Hey. Eh, Grim, te ves mejor - saludó el de ojos rojos.

- Ah, sólo eres tú. Escucha, estoy ocupado en estos momentos, no tengo tiempo para jugar contigo - dijo el de orbes azules con los brazos cruzados.

- ¿Ocupado? ¿No habéis acabado los deberes? - cuestionó extrañado el de dibujo de corazón.

- De hecho... - y la de pelo trenzado empezó a explicarle todo lo que estaban haciendo mientras tomaban asiento en el salón.

- ¡Ace tenemos problemas! - en ese momento la voz del peliazul inundó la estancia haciendo que todas las miradas se posasen sobre él.

- ¿Eh? ¿Por qué estás tan nervioso? - cuestionó el pelirrojo extrañado por la actitud de su compañero.

- ¡Clover-sempai se cayó de las escaleras y se hirió! - explicó bastante alterado mientras los presentes se sorprendían por la confesión.

- ¿N-nos estás hablando del imperturbable Trey? - exclamó Grim sorprendido.

- Es difícil imaginarlo distraído - comentó la de ojos bicolor pensativa.

- Es verdad, Trey no es del tipo que tropiece de la nada - añadió Ace.

- ¡Vamos a preguntarle qué pasó! - habló el animalito.

La más pequeña se subió a la espalda de Ace, para ir más rápido, y los cuatro marcharon hacia Heartslabyul.

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- Con permiso - dijeron Ace e Inku a la vez.

- ¿Clover-sempai, está bien? - preguntó el de dibujo de pica preocupado.

- Oh, es el A-Deuce que vienen junto a la pequeña Inku y Grim -  saludó el pelinaranja, a lo que el dúo A-Deuce fueron a preguntarle el porqué les había llamado así.

- ¿Qué le pasó a Clover-sempai? - preguntó la fémina mirando a Cater con curiosidad.

- Ah, pisé mal al bajar las escaleras - explicó el peliverde el cuál estaba tumbado en la cama - traté de ser cuidadoso al caer, pero mi pierna derecha terminó lastimándose. Tendré que llevar muletas por un tiempo - al escuchar esto la de pelo trenzado se entristeció un poco, le dolía ver como su amigo se había hecho daño, y en ese momento una idea pasó por su cabeza.

- Toma - dijo dándole al señor abrazos, Trey miró un poco al peluche y después volvió a mirar a la menor buscando una explicación de su acción - cuando no me encuentro bien le abrazo y me encuentro mejor ¿está funcionando? - Trey soltó una pequeña carcajada enternecido por la respuesta de la heterocromática y acarició con suavidad su cabecita.

- Sí, ya me encuentro un poco mejor - le contestó con una sonrisa haciendo que la pelirrosa se alegrase - pero probablemente esté completamente fuera del Torneo de Magift de este año - dijo dirigiéndose a los demás y devolviéndole el peluche a la fémina.

- Uf, necesito un descanso. Nuestro jugador estrella, Trey, está fuera lo que hace todo más difícil y debemos hacer pruebas de nuevo - esas fueron las únicas palabras para que la única neurona que compartían Ace y Deuce se activase.

- ¿Pruebas? - preguntaron a la vez con una sonrisa satisfactoria, pero en ese momento la puerta de la habitación se abrió dejando ver a cierto pelirrojo.

- ¿Qué están haciendo? Irrumpiendo en la habitación de una persona herida...

- ¡¡Ah!! ¡Es el enojón Riddle! - exclamó algo asustado el de orejas flameantes recibiendo una pequeña colleja de la menor.

- ¿Dijiste enojón? No me enfadaré si no rompes las reglas - explicó con los brazos cruzados - Trey ¿Cómo te encuentras? ¿Hay algo que quieras beber o comer? - preguntó el pelirrojo algo preocupado por su amigo acercándose a él para revisarle.

- ¿No te había dicho que no te preocuparas tanto? - cuestionó divertido el de dibujo de trébol.

- Pero te lastimaste por mi culpa... - susurró el de orbes platas sorprendiendo a los presentes.

- ¿Qué quieres decir? - preguntó la pelirrosa sin comprender muy bien a qué se refería.

- Tenía algo que hacer, así que me dirigí a los salones de tercer año durante el descanso. Entonces... - en ese momento procedió a narrar lo que había sucedido en las escaleras - Trey me ayudó para no caer por las escaleras y él se lastimó... - al escuchar eso Inku, no pudo evitar entristecerse, se veía tan arrepentido por lo que le había pasado a su amigo.

- Pensé que serías bueno cayendo después de las clases de vuelo - bromeó el peliverde intentando levantar el humor de Riddle - que me torciera el tobillo no es culpa de nadie.

- Inku, ¿no crees que eso es un poco sospechoso? - cuestionó Ace en voz baja agachándose a la altura de la de pelo trenzado.

- Definitivamente - le contestó con una expresión algo seria.

- ¡Bueno, bueno! Riddle, no te pongas lúgubre, es una lástima lo que le pasó a Trey pero debemos esforzarnos por él - dijo Cater interviniendo en la conversación.

-Ah, sí tienes razón - contestó el de orbes platas.

- Creo que es tiempo de dejar descansar a Trey. Todo el mundo fuera - y tras decir estas palabras todos salieron de la habitación.

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Y aquí acaba este capítulo ¿qué os ha parecido? Adoro escribir esta historia uwu, pero bueno, realmente no sé qué más contaros, así que ¿qué tal estáis? ¿Cómo os va en la vida? :v

Tengan un buen
día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo ❤️❤️❤️❤️❤️❤️