Capítulo 9
- Oh, ¿qué estáis haciendo aquí tan tarde, pequeñas patatas? - preguntó aquella voz que pertenecía ni más ni menos que al prefecto de Pomefiore, Inku palideció al verle, esto no iba a acabar bien...
- ¡Todavía estamos creciendo! Por supuesto que todavía tenemos hambre - exclamó el de dibujo de corazón retando al mayor.
- Como estudiante de Heartslabyul, realmente no puedo ignorar los dulces de Clover-sempai - se unió el de dibujo de pica a la protesta.
- Es casi la hora - comentó el prefecto de dormitorio mirando la hora en su reloj e ignorando lo que habían dicho los menores, un escalofrío recorrió la espalda de la pelirrosa al oír eso. Y al momento siguiente los cuerpos de los de primero se tensaron y cayeron como troncos. La heterocromática se llevó las manos a la boca ahogando un grito de horror.
- ¿Q-Qué está pasando? - murmuró la pequeña mientras sentía que iba a colapsar en cualquier momento.
- Uggghh, no puedo moverme - se quejó el de orejas flameantes desde el suelo.
- ¿¡N-No me digas que envenenaste la comida?! - exclamó el pelirrojo totalmente enojado.
- Hmph... No es veneno, es una maldición - contestó el de puntas púrpura confundiendo a los contrarios - esta es mi magia única "El más hermoso de todos", con esta magia puedo colocar maldiciones en lo que desee - explicó - y esta poderosa maldición no se puede deshacer hasta que se cumplan las condiciones. La maldición que lancé sobre los dulces fue "Los necios que osen ingerir este alimento, no se moverán hasta el amanecer del día siguiente" - añadió y la de cabello trenzado no pudo evitar impresionarse; pero para mal. Era una magia increíble, pero teniendo el presentimiento de que Vil quizás entraría en overblot, aquello no le daba ninguna confianza - os dije que evitárais el azúcar y los conservantes antes del VDC ¿verdad? - cuestionó con una expresión molesta - ¡No sois conscientes de vuestra posición como bailarines! Como castigo, rodareis por esta dura madera hasta mañana - sentenció cruzándose de brazos.
- ¡P-Pero eso es totalmente injusto! - intervino la de orbes bicolor arrepintiéndose casi al instante cuando el mayor de giró hacia ella.
- ¿Disculpa? - preguntó el rubio alzando una ceja inquisitiva - ¿Cómo qué "es injusto"? Creo que dejé MUY claro lo que no debíais hacer y no me hicisteis caso, entonces, creo que todo esto es lo más apropiado para la situación - finalizó con una mirada filosa. La fémina se sentía tan débil en aquel momento. Nunca podía ayudar a sus amigos ¿era por cobardía? ¿debilidad? ¿miedo, quizás? No lo sabía bien, pero se sentía como un trozo de mierda - aunque no parece que hayas comido nada, así que te dejaré ir. Date prisa y vuelve a tu habitación si no quieres acabar como estas patatas - amenazó y el agobio de la pelirrosa comenzó a aumentar con el paso de los segundos, se sentía amenazada por la presencia del mayor, y podía sentir como las manchas de tintas se expandían por su cuerpo aumentando su ansiedad y cerrando el círculo vicioso.
Vil, extrañado y algo preocupado por la actitud de la pequeña, decidió acercarse a ella para comprobar su estado ya que se había quedado totalmente quieta y sus ojos empezaban a cristalizarse.
Pero cuando la de pelo trenzado sintió la presencia del prefecto de Pomefiore acercándose dio instintivamente un paso hacia atrás y por un momento en vez de ver al de ojos amatista vio a uno de los doctores del hospital acercándose amenazantemente hacia ella con uno de aquellos collares infernales.
- ¡N-No te acerques! - pidió la heterocromática mientras se cubría la cara con sus brazos. Al hacer esto hubo una gran explosión de tinta que cubrió casi todo el cuarto. La pequeña, al darse cuenta de lo que había hecho comenzó a entrar en pánico; había vuelto a perder el control y ahora la iban a volver a castigar. Cuando ese pensamiento se presentó en su cabeza, las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas como si fueran cascadas y no podía formular frases coherentes o detener sus balbuceos nerviosos, no quería volver a ser castigada - ¡L-Lo siento mucho! - gritó sin poder aguantarlo más y salió corriendo de aquella habitación. Pudo escuchar de fondo como sus compañeros la llamaban, pero estaba tan estresada que ni siquiera le prestó atención. Sentía como su cuerpo ardía y su estómago estaba tan revuelto que juraría que sus entrañas se desharían en cualquier momento.
Cuando por fin llegó a su cuarto, cerró la puerta con fuerza y sus piernas cedieron haciendo que cayese contra el suelo. Su respiración agitada tampoco ayudaba a que se calmase; y entre aquello, las lágrimas que no paraban de agolparse en sus ojos, y el miedo que pasó en la situación anterior; provocó que comenzará a ahogarse con una mezcla de tinta, sangre y saliva.
Se arrastró como pudo hasta el baño y cuando llegó al inodoro comenzó a vomitar, no quería hacerlo ya que era una sensación terriblemente desagradable, pero ni siquiera podía parar de expulsar residuos mezclados con aquella asquerosa sustancia ónice.
Cuando por fin acabó de echarlo todo, se alejó asqueada del retrete y se quedó temblando en una esquina de la habitación. Era normal que después de vomitar se sintiese mal, débil e incluso mareada; pero también tenía frío.
En ese momento su cuerpo se tensó al escuchar como alguien llamaba a la puerta de su habitación. Ella no lo sabía, pero el de orbes amatista había ido para comprobar su estado ya que le había preocupado el como se había puesto antes.
La pelirrosa estaba tan paranoica, que pensaba que era uno de los doctores del hospital que venía a por ella y llevársela de nuevo al infierno. Se acurrucó cada vez más en la esquina mientras se tapaba la boca para que el contrario no escuchase sus sollozos asustados.
Tras varios minutos y sin recibir respuesta alguna, el rubio se dio por vencido y pensó que a lo mejor la pequeña estaba dormida en su cama. Decidió marcharse y quizás preguntarle mañana a la fémina por su estado.
Cuando Inku escuchó que las pisadas se iban alejando poco a poco su estrés comenzó a bajar lentamente, aunque todavía seguía afectada. Se levantó como pudo del suelo, apoyándose en el retrete y tambaleándose se dirigió fuera del baño.
Se asomó tímidamente por la puerta mirando a ambos lados para asegurarse de que no había nadie allí con ella. Tenía todo el cuerpo revuelto y todavía se encontraba mal. Además de que le picaba terriblemente el ojo derecho y ni siquiera se había dado cuenta hasta ahora, pero lo tenía hinchado de tanto rascarse con anterioridad. Ahora tenía que lidiar con un malestar general, y un escozor ocular muy molesto.
Se dejó caer contra la cama y se hizo una bolita en esta mientras se tapaba con la manta para dormir. En ese momento también se dio cuenta, que con aquel ataque de pánico el señor abrazos se había quedado en la cocina. Quería ir a por él y quizás llevarles a sus amigos una manta, ya que les había "abandonado", pero no encontraba las fuerzas necesarias para levantarse de la cama. Tenía todo el cuerpo entumecido y sus párpados poco a poco se fueron cerrando; daba igual cuanto intentase mantenerse despierta, al final cayó en los brazos de Morfeo.
...
- ¡Bonjour Chariot-kun! - la pequeña escuchó como la puerta de su cuarto se abría con algo de fuerza dejando ver al viceprefecto de Pomefiore - ¿Hmmm? ¿te encuentras bien? - preguntó mientras su expresión deslumbrante se desvanecía dejando una mueca de preocupación y se acercaba a ella para comprobar si tenía fiebre o algo así.
- S-Sí - contestó ella algo extrañada de la pregunta, aunque todavía se sentía algo mareada.
- No tienes fiebre, pero tienes mala cara ¿ha pasado algo? - preguntó recibiendo una respuesta negativa de la pequeña - entiendo, por cierto, cuando me he despertado me he encontrado con esto - explicó pasándole a la pequeña su peluche de pulpo. Sus ojos bicolores se iluminaron mientras extendía los brazos para tomar a su compañero en sus brazos y apretarlo contra su cuerpo.
El de sombrero extravagante cubrió su boca para ahogar una risa enternecida para después acariciar con ternura la cabeza de la fémina, despeinándola.
- Es una mañana fresca, así que hemos decidido que a partir de hoy practicaremos por las mañanas - explicó el de orbes verdes con una pequeña sonrisa - si te encuentras mejor, reúnete con nosotros en el lounge ¿vale? - añadió recibiendo una respuesta afirmativa de la pelirrosa.
Cuando el mayor salió de la habitación, la fémina quería salir de la cama y prepararse para ir a las prácticas. Pero estaba tan a gusto en la cama, y había pasado tan mala noche sin el señor abrazos, que al volver a tenerlo junto a ella le volvió a entrar el sueño, y tras varios minutos sus ojos se volvieron a cerrar.
...
- Grrr... - la heterocromática se revolvió en la cama al escuchar ese gruñido y decidió ignorarlo, pero al ver que el ruido no paraba, decidió levantarse para ver que era dándose cuenta de que sólo era su estómago.
Se estiró con tranquilidad mientras se levantaba de la cama, dispuesta a cambiarse y dirigirse al lounge para reunirse con sus compañeros. Pero sus ojos se abrieron como platos al ver el despertador de la mesita.
- ¿¡Ya es mediodía?! - exclamó la de orbes bicolor entrando en pánico, hacia varias horas que las prácticas habían comenzado y ella se las estaba perdiendo.
Empezó a correr para hacer todo lo que debía; desde asearse, cambiarse e intentar limpiar el desastre que había montado la noche anterior.
- ¡Oh, Inku-chan! ¡Ya has despertado! - exclamó el fantasma más regordete apareciendo de repente.
- Oh, hey chicos, buenos días - les saludó ella aún alterada por todo lo que tenía que hacer - ¿podríais hacerme un favor? - pidió recibiendo una respuesta afirmativa de los espíritus - en la cocina hay algo de... emm... suciedad, y no me va a dar tiempo a limpiar y llegar a las prácticas del VDC, así que ¿podríais encargaros vosotros de la limpieza? Si no os importa, claro - aclaró.
- Por supuesto, déjanoslo a nosotros - aseguró el más pequeñito de los tres con una sonrisa. Ella les agradeció alegremente, para después salir corriendo a la cocina, agarrar algo de comida y marcharse al dormitorio de Pomefiore.
...
- ¡Siento haber llegado tarde! - se disculpó la de cabello trenzado al entrar en el salón de baile.
- ¡Hey Inku, ya estas aquí! - exclamó el animalito corriendo al verla.
- Siento, interrumpir - volvió a disculparse la fémina algo avergonzada.
- No te preocupes, Schoenheit-sempai, acaba de irse a por unas cosas y estábamos teniendo un pequeño descanso - explicó el de dibujo de pica con una sonrisa. Obviamente la acribillaron a preguntas sobre su estado, y ella no pudo evitar sentirse un poco mal al preocupar tanto a sus amigos.
- Ya he vuelto - habló una voz a sus espaldas abriendo la puerta, cuando la pelirrosa se giró se encontró con el de orbes violeta - Oh, ya veo que has llegado - comentó fijándose en la heterocromática - me alegro ver que te encuentras mejor - añadió para después dirigirse a los demás - bueno, todavía tenemos mucho trabajo que hacer, así que continuemos - concluyó acercándose al radiocasete.
- ¿Estamos trabajando tan duro y aún así "queda mucho"? - cuestionó el de dibujo de corazón algo molesto - el coro es mucho más difícil de lo que pensaba, aah, me gustaría ser un vocalista - se quejó deprimido.
- Patata de primer año no.1, la oportunidad de que te conviertas en una voz principal es cada vez más remota si no comprendes la importancia del coro - intervino el rubio cruzándose de brazos - si alguno de los dos grupos falla, todo sonará fatal, grábate eso en tu cabeza.
- Sí, estoy trabajando duroooo - contestó el pelirrojo rodando los ojos.
- Cuando llegue el día del VDC cantaremos y bailaremos al mismo tiempo, por lo que la dificultad será aún mayor - añadió el de puntas moradas - por lo tanto, debemos seguir practicando el baile, empecemos - y tras decir aquello encendió el aparato y se pusieron a bailar.
Inku se sentó junto a Grim en una esquina de la habitación para no molestar y se dio cuenta de que se encontraba un poco mejor que los últimos días. Llevaba bastante tiempo guardando toda esa tinta y al echarlo se encontraba bastante mejor, aún así había algo en el fondo de su ser que no acababa de sentirse bien.
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Y fin del capítulo ¿qué os ha parecido? Siento un amor-odio por este capítulo porque me gusta el drama, pero siento que a lo mejor me paso muchísimo con lo edgy y lo dramático, pero bueno, no creo que haya quedado tan mal.
Tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo uwu.
Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️
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