Capitulo 5: Heridas del corazón

El señor olsson cumplió su palabra, recibía una mejor educación pero esto fracturo a esta hermosa pareja, por lo tanto Amber decidió tomar a Lorena para que ella fuera la sucesora, así que esto nos separo mas de lo que pensábamos. Aunque pronto desistió ya que Lorena era un poco rebelde pero sabía hacer las cosas bien.

Solo la veía en la mañana para no volverla a ver hasta caer la noche y eso era a veces, ya había pasado cerca de dos semanas.

–Muchas gracias por todo lo que ha hecho por mi señor Olsson– agradecí mientras tomábamos un desayuno en el patio

–Solo dime,Raymond– agrego un poco incómoda mientras daba un sorbo a mi café.

–esta bien Raymond– veo que estamos frente al cuarto de Ena, miro si sale para poder invitarla.

Con Lorena

—señora Amber— le digo mientras me cepillan el cabello

— dime solo Amber—

—no entiendo el porque de esto— se escucha un quejido molesto, ella odia que pregunte o haga algún comentario

—necesito a una digna sucesora, pero eso te lo explique antes— ella parecía molesta pero me veia al espejo, era otra chica la que estaba ahi, mis harapos ahora eran hermosos vestidos, tenia joyas adornando mi cuello hasta mi cabello, aun así me sentía sola.

—señora Amber, el señor quiere verla — se detuvo al ver a pilar que entraba por la puerta

—dile que iré en cuanto pueda—

—dijo que era urgente— coloca el cepillo en el tocador para después alistarse

— esta bien iré— sale un poco y antes de cerrar — y tu te quedas aquí hasta que vuelva— cerro con fuerza para después cerrarla con llave.

— deseo regresar a casa— lo digo en voz baja, casi llorando.

Todos los días Amber me obligaba a ver mi reflejo pero no me reconocía, esta no soy yo, esta no es mi vida es mas ¿por qué lo digo en singular? no es nuestra vida.

Se abre la puerta y veo a Pilar

–vamos niña, Amalia quiere verte—

Salgo casi corriendo pero con cuidado que no me escucharan, cuando a la mitad del pasillo la vi con un hermoso vestido, si bien era un poco sencillo al mio lo hacia lucir con su figura y elegancia.

La abrace fuertemente, la extrañaba mucho.

—Amalia esta es nuestra oportunidad de irnos— le digo con una sonrisa pero ella no la tenia

— no podemos, tengo que hacer algo—

— no me digas que te escogieron para ser la esposa del príncipe— ella asienta

— y no solo eso si no que Amber me tiene amenazada con venderte al señor y otras cosas horribles, tengo miedo que lo cumpla— me toma de las manos mientras me mira a los ojos completamente aterrada

Esa noche, la pase a su lado calmando su llanto.

Me recordó ese día cuando era una niña

Había pasado unas semanas y yo estaba jugando con Vanessa a las muñecas cuando otra vez la directora tenia a Amalia, otra vez la iban a castigar.

—Este es tu castigo por ladrona— la amarra de las manos aun poste en medio del sol

Vi y era mi muñeca que había dejado olvidada en el patio de la escuela, no la encontré porque pensaba que el conserje la había tirado, pero no ella la tenia

—espere, esa es mi muñeca yo la olvide— le digo mientras corro hasta donde esta la directora la cual quedo perpleja a mi reacción

—no la quieras salvar o el castigo ira para ti— me señala el poste

— es cierto directora, yo la olvide y creo que ella la— en eso Vanessa me tapa la boca, no me había dado cuenta de la furia que mostraba

— no es cierto directora—dijo tratando de calmar su furia, no podía creer que ella dijera eso, le quite la mano de mi mano

— si es cierto, ella no se merece ese castigo, fue mi culpa— me tomo con fuerza del brazo y quito a Amalia para ponerme a mi, ella corrió a esconderse

—ves, ni las gracias te dio— tomo a Vanessa y se fueron dejando me por horas ahi.

El sol quemaba mi piel, cuando la vi, traía un trasto con agua

—gracias— me dice tímidamente mientras me acerca el agua se veía sucia pero al menos me mantendría viva

Cayo la noche y me dejaron afuera de mi cuarto como parte del castigo, ella me dijo donde podía pasar la noche y fue junto a ella en el granero viejo que dejaron abandonado hace años o milenios, por lo viejo que estaba.

En medio de la noche comenzó a llorar, yo la abrace y la trataba de consolar
Me decía que se sentía mal por dejar que yo tomara su lugar pero que estaba harta de pasar los días en ese poste.

Ese día le jure que jamás volvería a estar sola y no la volverían a lastimar.

Pasaron los días y por fin llego el día

-Vanessa por favor puedes hacer tu tarta de frutos silvestres — le dice Amber, casi como una orden.

— pero tengo que ir al bosque por los ingredientes—

— no importa iras con Lorena, es para el invitad de esta noche—

— pero con Lorena jamas, mejor Pilar— reprochó Vanessa

— no esta a discusión pequeña—

Ella obedece, yo estaba ahí escuchando mientras desayunan ellas, ella se levanta para prepararse

—Lorena toma un mapa donde dice la ubicación exacta de lo que busca— lo tomo y lo meto en uno de los bolsillos del uniforme

—por supuesto y ¿a que hora vuelvo?— tenia que prepararme para el príncipe, aunque en estos días no recibí mis clases.

—Cuando terminen eso— en eso llega Vanessa con un pantalón azul y una blusa blanca y unas botas negras altas.

—ya estoy lista mamá— dice casi dando saltos de felicidad

—perfecto no tarden mucho–se acerca a Vanessa y le da un beso en la frente — con cuidado— le dice a lo que esta sonríe con ternura

Fuimos en carruaje hasta el bosque que solo quedaba a unos 30 minutos de la casa. Era muy frondoso, y húmedo

"Que mal que no me dio tiempo para cambiarme" pensé mientras veía mi uniforme de sirvienta, ya que al final decidieron que ella fuera la que presentarían mientras yo distraía a Vanessa.

—bueno vamos por las cosas– dice sin entusiasmo

No me miraba, solo me ordenaba mientras yo saco el mapa

– no necesitamos eso– lo tira al piso y comienza a caminar

–pero tu madre me lo dio– ella se queja igual que su madre

– no importa lo que diga mi madre, solo apúrate que hoy viene el principe– ella comienza caminar por la parte donde marcaba el mapa, lo que mas me impresiono fue que ya sabia lo del príncipe

–¿ puedo preguntar algo?– le digo mientras camina donde había muchas hojas – lo estas haciendo –

Cuando me voltea a ver el piso colapsa y la logro atrapar pero caigo con ella.

Con Amalia

Me pusieron hermosa, tenia todo listo para impresionar al príncipe pero me sentía mal ya que Lorena fue parte del plan Olsson.

Me explicaron mejor el porque y era que la compañía estaba apunto de quebrar pero una boda seria lo mejor para la familia.
Vanessa no era la indicada ya que ella los dejaría aun lado, además que siempre vieron lo codiciosa que era.

Salimos para recibir el enorme carruaje dorado siento tirado por caballos blancos como las perlas, en eso uno de los cocheros baja y tira un alfombra roja llegando hasta mis pies.

En eso le abren la puerta, cuando abre la puerta sale con cuidado y en eso me mira pero ambos nos quedamos en shock

Mi novio que siempre veía a escondidas era el mismo príncipe, el me sonrió y corrió a mis brazos.

–no se vale quería sorprenderte pero el sorprendido fui yo– me dice de manera juguetona mientras me besa dejando todos boquiabiertos

–si, pero estoy feliz de verte– agregué

En eso abren las puertas para entrar pero antes me llamo Amber

–¿qué fue eso?– me pregunta algo enojada

–creame que yo no sabia que el era– me detiene

–no importa, ve con el– hago lo que me pide cuando lo tomo de la mano y el comienza a caminar por los pasillos

–tengo tantas preguntas, pero al menos se que estas bien– su sonrisa cálida me enamora cuando me ve, aunque mi corazón se estruja de saber que tal vez no sea asi

–trate de buscar la forma de verte pero era casi imposible–

–aun así el destino nos unio–

–eso si– le respondo cuando me da una vuelta

–que hermosa reina voy a tener a mi lado– me dice mirando

–¿crees que tu madre me acepte?–

Sabia que hace unos meses su padre había muerto y solo esperaban que la reina dijera que su hijo esta listo y por fin llegara ese día.

–por supuesto, nada podrá impedir nuestro amor–

Esa tarde me explico que el día del baile el me pediría matrimonio, el sería quien me presentaría con su madre para que me diera la aprobación, para que solo quedará planear la boda y vivir juntos para siempre, no se parecía estar en un cuento de hadas pero falta mi príncipe que me rescate, no podía tener esto como final feliz.

Necesito sentir ese peligro, ¿será acaso que el no es mi príncipe? O ¿Será que mi príncipe ya está a mi lado?

Unas horas antes con Lorena

–¡Esto es tu culpa!– me grita Vanessa

–¿Por qué es mi culpa?– pregunté algo confundida.

–esto no estaría pasando si tan solo te hubieras quedado callada–

–si te refieres a la pregunta perdon–

–no, me refiero a ese dia, cuando te quedaste con Amalia y no conmigo– La miro y está con los ojos algo cristalinos

–pero ella no se merecía eso–

–y eso que te importaba, ahora seriamos mejores amigas y tener una familia que nos amara– me toma de las manos tratando de que entrara en razón

–lo se pero preferí permanecer a su lado, ella estaba peor que nosotras– yo las suelto, sabía que ella no lo comprendería

–yo solo quiero a mi amiga, no sabes lo triste que me sentí verte jugar con ella y yo no poder acercarme por miedo que me hicieran lo mismo, por eso me fui en cuanto pude– sentí como su voz se cortaba

–lo siento yo no lo sabia– respondí queriendo hacer algún consuelo pero eo daño estaba hecho.

–lo peor aun es que no tenia ninguna amiga y todas las noches deseaba que salieras con alguna familia pero no lo fue, sabes tu siempre fuiste una hermana para mi–

Miro alrededor de agujero por el que caímos y veo que hay marcas donde se podía escalar sin problemas.

–mira lo siento pero es que tu nunca entenderías lo que siento por ella–

–no puedo creerlo te enamoraste de ella– me dice indignada

–¡no!– nege rápidamente  –Pero a ella le hice una promesa y era que jamas la dejaría sola y sabes creo que debí de haberte incluido– no existían palabras para el abandono que le provoque pero aún había tiempo de remediarlo.

Subo con cuidado por el camino hasta salir y le doy la mano para ayudarla a salir, ella la toma mientras sale, una vez fuera ella solo se limpio las lágrimas y me ignoro todo el camino de regreso a casa.

Yo quería hablar mejor con ella en el momento correcto ahora las heridas estaban abiertas y un paso en falso podría poner el fin de nuestra amistad.

Al llegar vimos en carruaje del príncipe, pero el carruaje no se detuvo en la entrada,  siguió hasta los establos

–Gracias el príncipe no puede verme asi– dice mirando su traje lleno de lodo, sale corriendo y se mete por la puerta de atrás, hago lo mismo cuando la veo parada mirando por una pequeña ventana de la puerta de madera.

Era Amalia siendo entregada al príncipe, se veía tan feliz a su lado, entonces se besaron mientras ambos sonreían orgullosos.

Yo también quería hacer lo mismo pero un hueco en mi corazón se hizo presente, volteo a ver a Vanessa y esta llorando, se sentía traicionada de la peor manera y lo peor que yo participe en esto, si ella se entera jamás me lo perdonaría.

Corre por los pasillos, yo la sigo pero me detengo a medio pasillo al ver como pilar la abraza y esta cae desconsolada.

Me ve de reojo

–Te juro que esa maldita negra me las va a pagar– pilar se la lleva a su cuarto dejando un silencio, yo no entendía lo que pasaba ni lo que sentía.

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