Capitulo 3: Firmando con el diablo
Por fin llegamos a la enorme mansión que estaba al otro lado del pueblo en una mejor zona, se veía en las tiendas, calles limpias y empedradas. La emoción se hacía presente como si fuera una niña pequeña, Amalia solo miraba de reojo y llegaba a sorprenderse con algunas cosas pero nada como yo. Era bellísima parecía estar de mármol pulido de lo blanca que estaba, tenia algunos detalles de madera oscura que le daban un toque elegante y rústico.
Entramos con nuestras maletas, pero tenía miedo de ensuciar por el bello piso tan limpio y pulido en eso un ruido nos llama la atención, eran tacones que venían desde arriba de unas enormes escaleras baja la señora Olsson con su seriedad y elegancia con un hermoso vestido pegado de color verde claro.
-buenos días y bienvenidas a nuestra mansión- dice regalándonos una sonrisa extendiendo los brazos enseñando su hogar -ayer no me presente bien soy Amber Olsson y mi esposo que por ahora no esta presente es que tuvo que ir a una junta de negocios es el Raymond Olsson dueño de la empresas de muebles Olsson- dice muy orgullosa del gran imperio de su esposo.
-ya estamos listas para trabajar de inmediato- le digo llena de entusiasmo, cuando Amalia se pone un paso al frente de mi.
-una disculpa, me permitiria uno de sus carruajes para regresar por algunas plantas y poderlas transplantar aquí- dice muy respetuosa a lo que ella se sorprende.
-por supuesto, pero necesito que vengas conmigo y tu Lorena puedes ir con la ama de llaves se llama Pilar- me dice mientras la guía al lado contrario, por mi parte pilar me indica a dónde ir, tomo la maleta de Amalia y sigo por dónde ella me dice.
Con Amalia
Me lleva a un cuarto donde había un escritorio y algunos muebles con libros, parecía un sitio el cual podrías descansar o pasar un rato haciendo algún trámite rápido o al menos eso podías percibir.
-Veo que eres muy bonita y educada- dice tocando mi cabello mientras camina a un lado mio
-muchas gracias... creo- le respondo pero se sienta en el escritorio
-por favor sientate, tenemos que hablar sobre como sera la paga y la firma de contratos o simplemente dejamos eso aun lado- dice moviendo los papeles -tengo una propuesta muy interesante que ambas salimos ganando- me siento con cuidado y la veo seriamente
-no entiendo muy bien a lo que se refiere con eso- le contesto muy honesta está se acomoda tratando de estirarse, como si quisiera que su altura fuese un estatus.
-bueno como sabes tengo una hija adoptada, Vanessa, pero no creo que sea digna de portar el apellido Olsson pero por lo que veo tu si- estoy sorprendida jamás me habían tratado así -no tiene esa elegancia, esa forma de hablar y que decir de esta belleza- me dice mientras me señala, apesar de que yo no estuviera tan limpia
-me siento alagada, pero no creo estar a la altura de lo que me pide, solo vine por el trabajo- le digo tratando de no verla
-por favor piensalo hasta el señor Olsson esta de acuerdo en adoptar a otra hija con tal de quitarle el titulo- no podía creer que a pesar de todo la vayan a dejar sin nada, ella solo presta atención a mis movimientos -piensa en el futuro que podrías tener-
-lo pensare, pero volviendo con el trabajo- le digo cuando pasa una de sus sirvientas interrumpiendo por completo nuestra conversación y también liberando un poco la tensión.
-una disculpa mi señora pero llego esta carta y antes de que la vea la señorita se la traje- le da el sobre y sale tan rápido como entro, está la abre y lee rápidamente la carta.
-mira esta es tu oportunidad, el príncipe viene en tres semanas a entregar unas invitaciones para su coronación, te haces pasar por la hija heredera o tu y tu amiga se van de regreso a la mugrienta cabaña- desafiante me mira
¿Ella... acaso cree que caeré?
-prefiero regresar a esa mugrienta cabaña y estar con mi amiga antes que ser su hija, no puedo quitarle algo que logro gracias a ustedes- me lavanto enojada, me dirijo a la puerta pero esta cerrada -déjeme salir, ella y yo nos vamos en este momento-
-solo firma tu contrato o me veré forzada a decir que tu y tu amiga me robaron, total ustedes no pueden hacer nada en contra de mi marido además es ir al Baile ya si no acepta te vas o te quedas pero son libres de cargos- me dice muy enojada su plan no salió como quería pero ya me tenía en la pared
-esta bien, pero cumpla con su palabra- ella sonríe sacando la pluma y la tinta, me sentía firmando con el diablo, pero tenia razón un escandalo así nos dejaría en la miseria absoluta, creo que ambas merecíamos una mejor vida, sin importar el costo.
-soy una mujer de palabra- ella se va a la puerta tocando dos veces para hacer una pausa y tocar una ultima vez, se escucha como abren por afuera
-solo que jamás estaré de acuerdo con lo que hacen, Vanessa tal vez no sea mi amiga pero no le desearía algo asi- le recalcó a lo que ella hace oídos sordos.
Sale ella primero y después yo veo que una señora no era muy vieja pero si se le veían algunas arrugas al parecer esta esperando, está va uniformada
-disculpa soy la ama de llaves Pilar y te llevaré a tu dormitorio- me dice regalandome una sonrisa
-por su puesto, me llamo Amalia- le sonrió calmando mi enojo
-que bello nombre te escogieron tus padres para una flor como tu- me dice mientras caminamos, por un segundo paso la pregunta ¿Quien me lo puso?, Ya que yo no conocí a mis padres y se que estoy ahí desde que era una bebé.
-muchas gracias, aunque- me siento incomoda de decirle la verdad
-oh, una disculpa no sabia- me dice viendo mi reacción mientras sonríe un poco apenada
-usted no sabía además es que algo que no suelen decirme- le respondo cuando veo que me lleva al segundo piso, me detengo un poco confundida
-vamos niña, que no tenemos todo el dia- subo con ella sin saber a donde me lleva y vamos caminado hasta que saca una llave dorada.
Nos detenemos enfrente de una puerta blanca, la abre y es una recamara enorme
Una cama muy cómoda se veía, un tapete hermoso, un tocador con perfumes, maquillaje, joyas, y abre otra puerta era un closet lleno de vestidos hermosos,cada uno con su par de zapatillas, bolsos y sombreros, una sillón con su taburete, un escritorio con algunos libros, hojas para escribir, hasta un sello para cartas, todo es hermoso.
-no esto tiene que ser un error- le digo inmediatamente a Pilar
-este es tu cuarto niña, son ordenes de la señora- me dice mientras abre la ventana
-¿y donde esta Lorena?- pregunto al ver que no estaba.
-ella esta en los cuartos de abajo con los demás trabajadores-
No podía creer que ella le tocara un lugar así, no puedo quedarme aquí sin ella.
-bueno entonces quiero ir con ella, ¿donde estan los cuartos?- ella me mira extrañada, que cierra la puerta rápido
-niña entiende, esta es su única oportunidad para que ambas salgan de la pobreza, si sera un poco egoísta al principio- me alejo de ella al ver que ella también trata de convencerme
-no lo entiendes Pilar, ella es todo para mi, no la puedo dejar así sin más- ella se acerca a mi
-pero hazlo por ambas, o sufrirás un infierno como todos los que terminan en esta casa- se alza un poco la falda y tiene unas cadenas en las piernas -estas cadenas están hechas especialmente para nosotros para que podamos dar pasos normales pero si tratamos de correr estas se atoran para que no tratemos de huir- su cara de impotencia junto una tristeza, sin importar lo que hiciéramos estábamos condenadas ahora a esta casa.
Lo siento Lorena pero esto es por ambas.
-esta bien me quedo aqui-
-vamos niña lo necesitas, ambas ya que son muy jóvenes es más si logras convencer al rey, podrían tener una vida mejor que cualquiera-
Me siento en la orilla de la cama un poco triste por no ir con ella, no lo quería pero por algo me escogieron ¿Será que saben quién soy?.
Con Lorena
Ya a caído la noche y no he visto Amalia ni su sombra.
Tenia miedo que algo le hicieran, recordar todo ese dolor que ambas sufrimos en el orfanato me hacia entrar en una desesperación por saber donde estaba o al menos que estaba bien, era todo lo que pedía.
Recuerdo la primera vez que vi a Amalia
Era el primer día de escuela, llevaba un lindo uniforme a cuadros entre rojo y azul y un moño en el cabello que me había ayudado Vanessa hacerme, salimos de los dormitorios cuando entramos al salon.
Pasaron cerca de 15 minutos cuando entro la directora con una niña de color llorando, tenia el uniforme pero un poco rasgado.
-Mira niña esto no es para ti, al menos no para negras como tu- le grita cruelmente, ella llora mas fuerte -es más ni siquiera sé quién te dió ese uniforme pero no lo volverás a utilizar jamas-
-pero yo quielo il con ellos- le dice entre llantos, los demás niños no sabíamos que hacer.
-este no es tu lugar- la saca jalando del antebrazo y la tira en el patio -ese es tu lugar, a donde vayas, ese sera tu lugar- le grita una última vez y la deja ahí llorando, se sienta y levanta un poco su falda dejando ver la sangre que sale por sus rodillas. La maestra trata de llamar nuestra atención pero mas gritos de la directora se escuchan en el patio, vemos como el conserje va con una cubeta llena de agua sucia por lo que se ve, el la avienta a un lado de ella evitando que se acercará de nuevo a la niña
Se escuchan mas gritos pero la maestra con trabajos cierra las cortinas y da la clase con naturalidad.
Recuerdo llorar amargamente esa noche, ver a ese pobre niña luchando para obtener una buena educación y ahora solo quería correr para encontrarla al abrir la puerta con su enorme sonrisa.
Amalia
Caía la noche, vestía de un hermoso camisón de seda blanca, las lágrimas caían al ver mi reflejo.
-te voy a demostrar lo equivocada que estabas de mi- le digo a mi reflejo -voy a demostrarte que si pude-
En eso viene a mi memoria, una visión mía cuando era pequeña y lloraba frente al espejo.
-jamas serás una niña de bien, jamás tendrás algún trabajo digno o al menos esposo- me dice la mujer que estás detrás mío la cual solo se ve como una sombra.
No creo que pueda dormir esta noche, necesitaba de un consuelo, un ánimo.
Un poco esperanza.
~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~
¡¡¡Hola queridos lectores!!!
¿Les está gustando? Bueno dale a esa estrellita naranja y no olvides comentar.
Nos vemos en el próximo capítulo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top