TEMA 17. JEAN LAFITTE, EL ÚLTIMO GRAN PIRATA.

Jean Lafitte tenía como zona de acción la costa de Nueva Orleans. ¿Por qué te lo pongo como un tema aparte? Porque lo consideran el último gran pirata y porque su forma de conducirse era similar al estereotipo que vemos en las películas.

     Dicen que era guapo, educado y que gozaba de un gran sentido del humor. Baste como ejemplo de esta última cualidad comentar que, cuando se enteró de que el gobernador solo ofrecía 5.000 dólares por su captura, Lafitte puso carteles por la ciudad en los cuales se comprometía a pagar 50.000 dólares por la cabeza del gobernador.

     Tenía una extensa red de contrabando que proveía a los habitantes durante la convulsa época de las Guerras Napoleónicas, que impedían el comercio legítimo. Pero el grueso de su riqueza provenía de asaltar los barcos negreros que iban a las Antillas españolas o a Brasil y de capturar a los esclavos que cargaban en las bodegas para luego venderlos de forma clandestina en Barataria, una de las múltiples islas del delta del río Mississippi.

     Cuando en 1812 estalló la Segunda Guerra de Independencia Norteamericana, se puso al servicio de la antigua colonia. Ordenó a los piratas que se unieran a los hombres del general Jackson y derrotaron al general británico Edward Packenham en 1815. Por esta victoria Jackson obtuvo tiempo después la presidencia de Estados Unidos y Lafitte perdió la condición de héroe cuando pretendió cobrar por sus servicios.

     Se había unido pensando que le concederían inmunidad y que podría ampliar los negocios, pero acabado el conflicto las autoridades lo acosaron de tal manera que tuvo que huir de Nueva Orleans. La época de los piratas y de los corsarios había terminado, solo quedaba espacio para ellos en los libros de historia y en las novelas...

📚Mujeres piratas, de Germán Vázquez Chamorro, páginas 17 y 18. Algaba Ediciones, S.A, Madrid, 2004.


Jean Lafitte (1780-1826).

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